Buscar en
Investigaciones de Historia Económica - Economic History Research
Toda la web
Inicio Investigaciones de Historia Económica - Economic History Research Margarita Vilar Rodríguez. Los salarios del miedo. Mercado de trabajo y crecimi...
Información de la revista
Vol. 10. Núm. 3.
Páginas 217-218 (Octubre 2014)
Compartir
Compartir
Descargar PDF
Más opciones de artículo
Vol. 10. Núm. 3.
Páginas 217-218 (Octubre 2014)
Reseña
Acceso a texto completo
Margarita Vilar Rodríguez. Los salarios del miedo. Mercado de trabajo y crecimiento económico en España durante el franquismo. Santiago de Compostela, Fundación 10 de marzo, 2009, 391 págs., ISBN: 978-84-937546-0-0.
Visitas
1482
Lina Gálvez Muñoz
Universidad Pablo de Olavide, Sevilla, España
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Texto completo

Los salarios del miedo es un trabajo necesario, ambicioso y riguroso que incluye aportaciones básicas para el avance de la historiografía económica española, y que en la coyuntura de profunda crisis económica y de paradigma en la que nos encontramos aumenta si cabe su interés. El libro consta de una introducción, 5 capítulos más uno de conclusiones; además de incluir conclusiones parciales de gran utilidad al final de cada capítulo.

En la introducción, la autora plantea uno de los problemas que más ha preocupado en la historiografía económica, el del crecimiento económico y la convergencia entre países, asuntos que ocupan un lugar protagonista, aunque desde mi punto de vista algo descompensado respecto a las aportaciones reales que encontramos en el desarrollo de la obra. En menor medida, esta parte sitúa el estudio en la historiografía sobre la crisis de la posguerra civil y en el análisis del mercado de trabajo que son, sin duda, los temas principales y la gran aportación de este libro.

En el capítulo uno, el libro entra de lleno en el análisis del mercado de trabajo, abordando las relaciones laborales y el profundo cambio que trajo el franquismo en este ámbito. Aquí la autora contextualiza su investigación, ofrece una guía muy completa de la legislación laboral y, sobre todo, abre otras 2 líneas de análisis. Por un lado, introduce una de las tesis principales del libro: el terror y el control como mecanismos de reparto de los beneficios siempre deficientes para los trabajadores. Por otro, aborda uno de los principales problemas metodológicos a los que se ha enfrentado Vilar: las diferencias entre la legalidad y la realidad, entre los salarios oficialmente estipulados y los realmente percibidos y los costes laborales y su vinculación con los niveles de vida reales de la las familias trabajadoras.

El segundo capítulo contiene una de las grandes aportaciones de este trabajo: una nueva serie salarial entre 1908 y 1963. Posiblemente sea esta serie la parte más utilizada y citada del trabajo de Vilar y donde se observa claramente el reto tan importante al que se enfrentó la autora por las dificultades documentales y metodológicas de acometer el análisis de los salarios con anterioridad a los años 60. Pero, es también la parte que presenta las limitaciones más importantes, al dejar fuera los salarios femeninos y en el sector servicios, y por la dificultad de valorar las diferencias entre el salario efectivo y el coste laboral. Además, en este capítulo se muestra desde 2 ángulos la gran ruptura que la Guerra Civil supuso para las clases trabajadoras y su poder adquisitivo. Primero, con relación a los países de su entorno, España siguió la misma pauta que estos hasta la Guerra Civil para divergir posteriormente. Y segundo, porque las nuevas condiciones políticas derivadas de la victoria franquista en la guerra supusieron una pérdida del 50% del poder adquisitivo de los trabajadores, según los cálculos de Vilar.

En el capítulo 3, Vilar estudia los niveles de vida de los trabajadores, la cobertura social del Estado y las estrategias de supervivencia de las familias trabajadoras. Intenta aquí acercar los datos recogidos en su serie a la realidad y a las condiciones materiales de vida de los asalariados y sus familias. Es precisamente el análisis del inexistente Estado de bienestar franquista, a pesar de la eficacia de su propaganda, una de las líneas de investigación que la autora ha proseguido exitosamente, y que en este libro le sirven para mostrar la distorsión que el sistema de remuneración seudoasistencial supuso para el funcionamiento del mercado de trabajo. Funcionamiento distorsionado pero que, como defiende Vilar, resultó políticamente exitoso, al ayudar a mantener una política salarial represiva, y a amortiguar las tensiones sociales en un fuerte contexto inflacionario.

El concienzudo y riguroso análisis de los beneficios sociales que se incluían en el coste salarial le sirve a la autora para reforzar 2 de sus tesis principales. Por una parte, que este sistema no benefició a los trabajadores pues seguían teniendo salarios de miseria y soportando el coste de servicios sociales de poca calidad y escasa accesibilidad. Y por otra, que provocó un deficiente funcionamiento del mercado de trabajo del que tampoco se beneficiaban los empresarios.

Aun estando de acuerdo con Vilar en ambas cuestiones, existen limitaciones en su análisis. Por un lado, la participación de las mujeres y de otros miembros de la familia en las estrategias familiares fue muy superior a lo que las restricciones legales muestran. Además, lo que la autora llama «políticas familiares», fueron en realidad políticas para imponer un modelo de familia que encajaba perfectamente con la inhibición del Estado en gasto social y con el control moral y político al que se quería someter a las clases trabajadores y donde el apartamiento de las mujeres de la esfera pública y el ideal de domesticidad desempeñaron un papel esencial que, sin embargo, no fue incompatible con el aprovechamiento que muchas empresas hicieron de esa domesticidad con miles de mujeres cosiendo, zurciendo, pegando juguetes o suelas de zapatos por ínfimos salarios y sin ningún reconocimiento o cotización social. Y por otro, las quejas de los empresarios recogidas por Vilar siempre tienen como fuente las Cámaras de Comercio que se lamentaban de los costes laborales altos al tiempo que los reducidos salarios de los trabajadores no permitían la recuperación de la demanda interna. Pero había también otros empresarios, como los agrícolas latifundistas, que nunca se quejaron de los bajos salarios de sus trabajadores sino que se beneficiaron de ello e incluso lucharon para la fijación de la mano de obra en el campo, que estaba a todas luces subempleada, pero que les permitía tenerla disponible y a bajo coste en los momentos de fuerte demanda en el campo. En este sentido, no solo faltan trabajadores en este estudio sino también diversidad entre el empresariado.

En el cuarto capítulo, Vilar analiza el impacto de la contienda civil en la distribución funcional de la renta. Los resultados muestran una redistribución favorable al capital y la existencia de un Estado con un mecanismo de redistribución regresivo. Es quizás esta parte la que tiene mayor interés de cara a iluminar el análisis de la situación económica actual. Cuando no hay herramientas de negociación colectiva, o estas se deterioran, y existe miedo, ya sea a la cárcel entonces o a la pérdida del empleo y de la vivienda ahora, la distribución funcional de la renta favorece al capital. Vilar muestra que, además de perjudicar a las rentas salariales, los cambios en la distribución funcional de la renta tras la Guerra tuvieron que provocar graves efectos en el modelo productivo.

Precisamente, de esto último trata el quinto capítulo del libro. Para Vilar el marco laboral represivo y asfixiante de la posguerra civil desvalorizó la cualificación, distorsionó la distribución eficiente de la mano de obra entre los sectores productivos y frenó la integración del mercado de trabajo interno. Esto perjudicó a lo que la autora considera los 2 puntales básicos del crecimiento económico: el capital humano y la productividad. De nuevo se encuentra con algunas limitaciones metodológicas, algunas detectadas por la autora como el problema del cálculo de la productividad dada la extensión de las horas extraordinarias y los sobresueldos, y otras que ni siquiera huele, y que son consecuencia de una aplicación acrítica de la teoría del capital humano. Así, no tiene en cuenta la construcción social de la cualificación que, como demuestran los estudios de economía feminista y también algunos estudios históricos, estaba en muchos casos vinculada a privilegios que poco tenían que ver con la formación o la experiencia profesional y sí, por ejemplo, con el sexo del trabajador.

En conclusión, se trata de una obra valiente, rigurosa y que permite conocer mejor el funcionamiento del mercado de trabajo durante la autarquía y la forma en la que el «mal funcionamiento» de este mercado lastró el crecimiento económico. No obstante, el análisis del crecimiento económico que aparece en el título del libro, y que sustenta la justificación teórica del mismo en la introducción, no tiene el protagonismo que se promete al inicio.

En este sentido, esta obra presenta un desfase entre el debate teórico en el que dice insertarse y donde realmente se sitúa. Posiblemente sea el interés por situarse en temas de mayor impacto en la historiografía económica española por lo que exista esa divergencia entre lo que el libro dice ser y lo que realmente es. Desde mi punto de vista, es mucho más interesante lo que es el libro que lo que dice ser, y estamos más necesitados de estudios sobre la desigualdad y la realidad laboral que sobre el crecimiento y la convergencia.

Además de este desfase, el libro contiene algunos problemas metodológicos que ya he comentado y que sería interesante que la autora intentara corregir en futuros trabajos derivados de este. En mi opinión, uno de los relevantes es la no inclusión de los salarios de los servicios y, sobre todo, de las mujeres en su serie salarial, cuando hay fuentes y estudios que permitirían hacerlo. Sin la inclusión de la participación económica de las mujeres difícilmente se puede analizar con rigor el funcionamiento del mercado de trabajo en el franquismo y explicar cómo afectó la ruptura bélica a los niveles de vida de las clases trabajadoras. Además, en las reglamentaciones salariales franquistas de varios sectores había salarios diferenciados para mujeres, lo que le habría permitido a la autora avanzar más en la distancia entre la norma y la realidad, y en la remuneración del capital humano y de la productividad frente a la construcción de los privilegios.

Copyright © 2014. Asociación Española de Historia Económica
Opciones de artículo
Herramientas
es en pt

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?

Are you a health professional able to prescribe or dispense drugs?

Você é um profissional de saúde habilitado a prescrever ou dispensar medicamentos