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Vol. 14. Núm. 6.
Páginas 307-309 (Noviembre - Diciembre 2015)
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Semblanza del M. C. Ramiro Jesús Sandoval
Portrait M.C. Ramiro Jesús Sandoval
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Enrique Ávila Monteverdea,
Autor para correspondencia
avilamonteverde@msn.com

Autor para correspondencia.
, Pedro Mario Escudero de los Ríosb
a Cirugía oncológica, Hermosillo, México
b Cirugía oncológica, México, D.F., México
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La Sociedad Mexicana de Oncología (SMeO) otorgó la «Medalla Ignacio Millán 2015» al M.C. Ramiro Jesús Sandoval en el marco de la ceremonia inaugural del XXXIIICongreso Nacional de Oncología, realizada el 21 de octubre del año en curso en el hotel Moon Palace, en Cancún, Q.R., habiendo expresado los Dres. Ávila Monteverde y Escudero de los Ríos lo siguiente, respecto al homenajeado:

«Nunca exagerar. Es importante para la prudencia no hablar con superlativos, para no faltar a la verdad y para no deslucir la propia cordura. Las exageraciones son despilfarros de estima y dan indicio de escasez de conocimiento y gusto. La alabanza despierta vivamente la curiosidad, excita el deseo. Después, si no se corresponde al valor con el precio, como sucede con frecuencia, la expectación se vuelve contra el engaño y se desquita con el desprecio de lo elogiado y del que elogió. Por eso el cuerdo va muy despacio y prefiere pecar de corto que de largo. Lo excelente es raro: hay que moderar la estimación. Encarecer es una parte de la mentira. Por eso se pierde la reputación de tener buen gusto y, lo que es más grave, la de ser entendido.»

Nunca exagerar, qué difícil me parece a mí hoy acatar a cuenta cabal esta sugerencia que nos invita a seguir para dominar el «arte de la prudencia» uno de los filósofos preferidos de nuestro galardonado: me refiero a Baltazar Gracián; y es difícil porque Ramiro Jesús tiene eso que Gracián identifica de forma particularmente lúcida como «don de gentes», no solo porque se gana la admiración de los demás, sino, mejor aún, se gana nuestro fraternal afecto por su entrega, su compromiso y su pasión en todo lo que hace, dice y siente; y no solo en lo tocante a sí mismo, sino en su vínculo con los que quiere y comparte lo sustancial de su vida e incluso con quienes comparte tan solo un poco de las muchas aristas que constituyen su ser.

Con él, el trato es amigable y la conversación no pocas veces raya en la erudición, no porque haga gala de conocimientos científicos o humanísticos —que, hay que decirlo, también posee—, sino por el conocimiento profundo, a veces intuitivo, que parece poseer de las personas. Observador nato, no requiere escuchar en demasía a los otros para comprender, tanto lo que quieren decir, como el significado íntimo, subjetivo, de eso de lo que habla su interlocutor.

Amante del diálogo y la conversación, hace de los amigos maestros, pues sabe reconocer y recoger la sabiduría humana que hay en los otros, mirando en lo profundo y haciendo brotar lo mejor de aquel con quien departe; por eso algunas veces se ha equivocado al elegir con quién compartir un tiempo o un conocimiento, pues es optimista e idealista y, como cualquier ser humano, en ocasiones se ha decepcionado.

Sin embargo, Ramiro Jesús es sagaz y enfrenta a su oponente con penetrante inteligencia, convirtiendo, siempre que está en sus manos, el conflicto en amistad.

Así es como Ramiro llega a la fraternidad, a veces mediante la conversación, otras mediante la confrontación empática, porque su objetivo no es cambiar o destruir al otro, sino develar para sí y para aquel la cualidad esencial de su interlocutor, y desde allí, hacer lo que mejor sabe hacer: compartir la vida.

Y es que Ramiro aprendió a compartir la vida desde muy pequeño de la mano de Margarita Sandoval y Don Ramiro Jesús, sus padres, quienes, además de haber fomentado entre él y sus hermanas y hermano la unión familiar, le enseñaron también el valor de tender la mano a los demás, de apoyar a quien lo necesita y requiere ayuda aun sin solicitarla. Tal vez de allí nació su inclinación por la medicina y la docencia, que mucho tienen ambas de empatía hacia los otros.

En este sentido, Ramiro ha recibido y ha sabido retribuir con creces lo que la vida le ha conferido, tanto en el ámbito personal como en el profesional.

En este último, Ramiro Jesús ha estado ligado a las 2 instituciones públicas más importantes de nuestro país, pues realizó sus estudios profesionales en el Instituto Politécnico Nacional, donde obtuvo el título de Médico Cirujano y Partero, y más adelante cursó estudios de especialidad para la docencia en la educación superior en el Centro de Investigación y Servicios Educativos de la UNAM, institución esta última donde se ha desarrollado como médico y como docente por casi 4 décadas.

Desde 1978 ha sido profesor en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, donde actualmente es profesor titular «B» de tiempo completo definitivo, en la carrera de médico cirujano. Su experiencia docente involucra los niveles de licenciatura y posgrado, pues ha impartido cátedra a profesionales de varias carreras del área de la salud, como son, por supuesto, médicos; pero también biólogos, enfermeras, psicólogos, odontólogos, optometristas y trabajadores sociales, entre otros. En posgrado ha impartido diversos cursos en la UNAM y en las universidades de los estados de Campeche, Colima, Nayarit, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán y Zacatecas. Además, ha sido responsable del curso de Actualización para Médicos Generales, impartido en la FES Iztacala, desde hace más de 15años.

En el área de la generación de conocimiento ha presentado más de 100 trabajos en foros nacionales e internacionales en temas relacionados con la educación en general y la medicina en particular. Algunos títulos de los trabajos más recientes son: «Certificación y acreditación de los laboratorios de investigación y docencia», «Situación de la oncología en México», «Investigación para la educación del cáncer en América Latina», «Los procesos de certificación de la oncología en México» y «La calidad de la educación médica», entre otros.

Con 37años de experiencia en los planos profesional y educativo, ha logrado conjuntar diversos esfuerzos humanos, docentes e institucionales para dar origen a diversos programas de impacto social en el ámbito de la medicina y las áreas de la salud. También ha participado en la elaboración de la Norma Oficial Mexicana para la práctica de la acupuntura en México, en programas de investigación, como el Programa Universitario de Investigación en Salud y el Programa sobre el Mejoramiento de la Enseñanza de la Neuroanatomía, y en planes de desarrollo institucional, como el proceso de Autoevaluación de la Dimensión Internacional e Intercultural de la UNAM y la conformación de la Unidad de educación en línea y a distancia de la FES Iztacala.

Es autor de más de 80 publicaciones de diversa índole, como artículos especializados, publicados en revistas nacionales e internacionales con arbitraje, trabajos in extenso, publicados en memorias, libros especializados, capítulos de libro, antologías, memorias y prólogos a libros; además de participar en la coordinación editorial de la guía de Oncología para certificación en sus 4 ediciones.

Ha ocupado diversos cargos académico-administrativos en la FES Iztacala y en la administración central de la UNAM, entre los que destacan, en la FES Iztacala, el de Jefe de la Carrera de Médico Cirujano, Secretario de la Dirección, Secretario General Académico, Secretario de Desarrollo y Relaciones Institucionales, hasta llegar a ser Director de la Facultad por 2 periodos consecutivos.

En el año 2007 fue designado, por el Rector, Secretario de Servicios a la Comunidad, y a partir de 2011 y hasta la fecha ha fungido como Director General de Incorporación y Revalidación de Estudios de la UNAM.

Desde esos y otros espacios académicos, como el de la Oncología, Ramiro Jesús ha sabido compartir su ser con el ser de los demás que tiene cerca.

Dice Gracián que «vivir es saber elegir», y no es tarea fácil. Sin embargo, no es el caso de nuestro querido Ramiro, que, por el contrario, en este terreno se ha administrado muy bien, pues ha seleccionado sus batallas y compromisos con la vida meticulosa y equilibradamente, en consonancia con su ser, es decir, sin traicionarse o sin dejar de cumplirse y cumplir con los otros, pues muy bien que sabe que «más daña la flaqueza del ánimo frente al otro, que la del cuerpo».

En este orden de ideas, aunque como todo ser humano, Ramiro por momentos se diluye en el desánimo, la desilusión y el pesar; hasta hoy, no obstante, jamás se ha sujetado a las variaciones anímicas de su ser más de lo estrictamente necesario para continuar su transitar por la vida. De hecho, ya ha demostrado en más de una ocasión una gran capacidad de recuperación ante la adversidad, y ello gracias a que está atento a su verdadera disposición de ánimo a cada momento de su andar por la vida. Ramiro se conoce, explora sus cualidades e incluso sus monstruos, sus fallas, alcanzando con ello el juicio y el entendimiento profundo de su espíritu, para retomar la vereda que desde su ser ha elegido recorrer.

Pero no todo es tan grave, no quiero pintar a un Ramiro Jesús atormentado, pues sería falso. Por el contrario, Ramiro tiene un «carácter jovial», y no solo para el elixir de juventud que dice extraer de sus más jóvenes aprendices, en sus clases de licenciatura, o en su amado seminario de sexualidad, sino porque así es su naturaleza y porque gracias a ella comprende que «un grano de gracia todo lo sazona». Incluso a veces «hace —como dice su maestro Baltazar— de una gracia el atajo para salir airosamente de un problema».

Ramiro se renueva día con día el lucimiento del espíritu y tiene una clave para ello: su familia, tanto su pareja como su hija, pero indudablemente también sus hermanos, sus sobrinas y sobrinos, con quienes ha construido una vida plena, llena de vivencias, unas felices y luminosas, otras oscuras y harto dolorosas, pero con todas ellas tejiendo el suave y delicado torzal que lo cobija cuando, cansado del mundo, necesita una tregua en el camino.

Ese camino que pasara Ramiro ha estado marcado por su vida en y para la docencia, la medicina, la universidad, sus alumnos y sus pares, de quienes ha recibido por su trabajo y entusiasmo diversos reconocimientos y distinciones profesionales, tanto nacionales como internacionales, entre los que destacan: reconocimiento al servicio social universitario; reconocimiento por su relevante labor en el quehacer académico de la UNAM campus Iztacala; premio Alfonso Robinson Bours en educación médica, otorgado por la Fundación Mexicana para la Salud en reconocimiento por los trabajos que integran el sistema nacional de acreditación; la Orden del Mérito Francisco Hernández, otorgada por la Federación Panamericana de Asociaciones de Facultades y Escuelas de Medicina por sus contribuciones al desarrollo de la educación médica en la Américas; y, en el año 1997, el premio XVConferencia Panamericana de Educación Médica, otorgado por la Asociación de Facultades de Ciencias Médicas, de la República de Argentina (AFACIMERA), por su participación en el programa de calidad en la educación médica. Recientemente recibió la medalla de Wilfrido Massieu del colegio de egresado de la Escuela Superior de Medicina del Instituto Politécnico Nacional y fue reconocido como egresado distinguido en el 77aniversario de la Escuela de Medicina de la cual egresó.

En espacios no universitarios, se puede citar que ocupó todos los niveles del Consejo Directivo de la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina, desde la vocalía hasta la presidencia; fue nombrado representante por Mesoamérica ante la Federación Panamericana de Facultades y Escuelas de Medicina. Actualmente es miembro de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional de Perinatología desde el 2008 y miembro del Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia del Distrito Federal; así mismo, es representante de la UNAM ante el consejo del Compromiso Social por la Calidad de la Educación y del Observatorio Mexicano de Enfermedades no Transmisibles.

En el ámbito de la oncología nacional, Jesús Sandoval ha acompañado durante un largo trecho a las instituciones académicas que fomentan la investigación, la enseñanza, la certificación y la divulgación del conocimiento médico en el ramo de la oncología, fungiendo como asesor académico del Consejo Mexicano de Oncología (CMOncol), desde prácticamente su fundación en el año de 1992, con la doctora Aura Erazo Valle a la cabeza del proyecto fundacional; así mismo, ha mantenido una estrecha relación con la Sociedad Mexicana de Oncología (SMeO) en los últimos 13 periodos de presidencias, motivo por el cual en el año 2014 fue nombrado miembro honorario de la Sociedad de Oncología del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

En su papel como asesor académico del CMOncol destaca la edición de 4 guías de estudio para la presentación del examen de certificación con más de 7,000 preguntas para 3 de las 4 especialidades que certificaba este cuerpo colegiado antes del 2012, año en el que se integra la subespecialidad de oncología ginecológica como cuarta especialidad acogida por este consejo; así como la organización y coordinación de 8 cursos para la elaboración de preguntas para el examen de certificación y 3 cursos-taller denominados «Formación de sinodales con un enfoque humanista, ético y con alta responsabilidad ante sus pares en la aplicación del examen oral», proceso que, como es de todos conocido, pone a los sustentantes al límite de su estado emocional.

En el año 2013, con el apoyo de la SMeO y la industria farmacéutica, diseñó la estructura de una novedosa estrategia pedagógica de apoyo a los sustentantes del examen de certificación del Consejo Mexicano de Oncología, que consistió en el diseño de un curso en línea con temas selectos de oncología quirúrgica, oncología médica, oncología pediátrica y oncología ginecológica, coordinado por los 4 directores del examen. El curso constó de 75 temas desarrollados por el mismo número de destacados especialistas de primera línea en su especialidad, en forma de conferencias de actualización. Todos ellos fueron grabados en vivo impartiendo su exposición, y cada conferencia fue proyectada en Internet por espacio de 3 meses de la fecha del examen. Esta estrategia continuará vigente hasta 2016, en que será evaluada para analizar sus resultados y plantearla, en caso necesario, en beneficio de la oncología mexicana.

Ambas estrategias académicas —las guías de estudio y el curso en línea— han permitido elevar el promedio de calificación obtenida por los sustentantes, conduciendo progresivamente el promedio del examen de 6 a 7.8 de calificación en los últimos 7años.

En este sentido, vale la pena destacar que el CMOncol es de los pocos —si no es que el único— órgano colegiado de su naturaleza que ha establecido, por sugerencia e impulso de Ramiro Jesús, como mínima calificación aprobatoria el 8.0, que es lo mismo que se exige como promedio mínimo de ingreso a los programas de posgrado en la medicina y otras áreas del conocimiento.

Con ello, nuestro galardonado ha contribuido de manera directa y sólida para que nuestro Consejo se coloque a la vanguardia pedagógica en el modelo de evaluación de las especialidades médicas y la salud en general.

Todas estas aportaciones académicas de Ramiro Jesús a favor de la oncología nacional fueron avizoradas por el Consejo Nacional de Radio-Oncología, quien a partir del 2013 lo nombró asesor académico, requiriéndole expresamente que implementara la misma metodología con la que ha constituido el examen del CMOncol.

Por si esto fuera poco, independientemente de sus publicaciones en el ámbito de la oncología y su intervención en la formación de evaluadores en la misma especialidad, destaca el modelo de estructuración del examen escrito y oral que hoy ofrecen alta calidad académica y confiabilidad para ambos consejos de oncólogos en México.

A lo largo de casi un cuarto de siglo, para la elaboración de los exámenes Jesús Sandoval ha analizado y reestructurado más de 10,000 preguntas y más de 500 casos clínicos, de los cuales han sido aplicadas 3,300 preguntas en el examen escrito y más de 200 casos clínicos para el examen oral, heredando así mismo CMOncol un banco de preguntas y casos de más de 14,000 reactivos.

Es importante destacar que con su trabajo de 22años, al menos en el campo de la oncología, Jesús Sandoval ha impactado directa e indirectamente a los más de 1,573 oncólogos que han presentado examen en este periodo y ha coadyuvado en el certificación de 1,211 de ellos que han aprobado el examen, y a los 50 radio-oncólogos que se han inscrito y han obtenido hasta el momento su certificación.

Ramiro Jesús Sandoval fue mi maestro durante la carrera de medicina y la vida me puso en contacto con el ámbito de la oncología. Por eso para mí es hoy un honor poder compartir un recuento de sus logros en este ramo del saber, los cuales, estoy seguro, porque sé de lo incansable de su espíritu, continuarán por muchos años más.

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