El manejo de infecciones en heridas de guerra es un problema agravado por la presencia de bacterias multirresistentes y requiere un abordaje combinado con cirugía. La literatura ha identificado los riesgos y los patrones de resistencia antibiótica en conflictos armados previos, pero el conflicto ruso-ucraniano ha precisado el estudio de patrones de resistencia bacteriana específicos.
MétodosSe incluyeron los pacientes heridos de guerra del conflicto ruso-ucraniano trasladados para tratamiento al Hospital General de la Defensa de Zaragoza desde mayo de 2022 hasta octubre de 2023. Se recogieron datos epidemiológicos, factores relacionados con la lesión, presencia de infección y resultados microbiológicos. Dichos datos posteriormente fueron analizados estadísticamente.
ResultadosSe incluyeron 53 pacientes en el estudio, con una edad media de 35,6años; el 83% fueron heridos por mecanismo explosivo y todos recibieron antibioterapia previa a su traslado. De ellos, 17 presentaron infección de piel y partes blandas o articular. Se demostró asociación con la presencia de lesión ósea (p=0,03), defecto de cobertura cutánea (p=0,000) y presencia de cuerpos extraños (p=0,006). Nueve pacientes presentaron cultivos monomicrobianos, y los microorganismos más frecuentemente aislados fueron bacilos gramnegativos (BGN) y Staphylococcus aureus. Prácticamente todos los BGN presentaron algún mecanismo de resistencia.
ConclusiónNuestro trabajo muestra la correlación de la infección de herida bélica con la presencia de cuerpos extraños y los tejidos afectos. Asimismo, se enfatiza la presencia heridas polimicrobianas, con predominio de BGN y S.aureus multirresistentes.
The management of infections in war wounds is a problem aggravated by the presence of multiresistant bacteria and requires a combined approach with surgery. Literature has identified the risks and patterns of antibiotic resistance in previous armed conflicts, but the Russian-Ukrainian conflict has required the study of specific bacterial resistance patterns.
MethodsWe included war-injured patients from the Russian-Ukrainian conflict transferred for treatment to the General Defense Hospital of Zaragoza from May 2022 to October 2023. Epidemiological data, factors related to the injury, presence of infection and microbiological results were collected. These data were subsequently analyzed statistically.
ResultsFifty-three patients were included in the study, with a mean age of 35.6years; 83% were injured by an explosive mechanism and all received antibiotic therapy prior to transfer. Seventeen patients had skin, soft tissue or joint infection. Correlation was demonstrated with the presence of bone lesion (P=.03), skin coverage defect (P=.000) and presence of foreign bodies (P=.006). Nine patients had monomicrobial cultures, and the most frequently isolated microorganisms were Gram negative bacilli (GNB) and Staphylococcus aureus. Virtually all GNB presented some resistance mechanism.
ConclusionOur work shows the correlation of war wound infection with the presence of foreign bodies and affected tissues. Likewise, the presence of polymicrobial wounds is emphasized, with a predominance of GNB and multidrug-resistant S.aureus.
La infección es un problema inherente a las heridas de guerra. Con el advenimiento de las armas modernas de alta energía, este problema se ha visto agravado durante el pasado siglo. Dichas infecciones necesitan de un tratamiento meticuloso y combinado con cirugía. Así, si bien las medidas de manejo inicial para las heridas de guerra pueden ser similares a otros traumatismos severos, la atención definitiva de estos pacientes presenta una mayor diferencia, entre las que destacan la administración inicial y sistemática de antibioterapia de amplio espectro1.
Uno de los factores más característicos de las infecciones en herida por arma de guerra son los patógenos causantes. Dichas lesiones pueden ser un importante campo de cultivo para bacterias multirresistentes. Así, la literatura militar sistemáticamente hace referencia a los riesgos y patrones de resistencia antibiótica en las infecciones por arma de guerra entre militares2-4. Si bien esta peculiaridad ha atraído atención, la afortunada falta de conflictos armados en países occidentales en las últimas décadas ha supuesto una escasez en la caracterización de estos patógenos en la literatura correspondiente a dicho periodo. Gran parte de la literatura existente suele hacer referencia a conflictos en los que han intervenido los Estados Unidos y en que los soldados eran evacuados de forma temprana a los hospitales en los que se iba a realizar la atención definitiva2. En años recientes la literatura también ha hecho referencia a los riesgos asociados a las resistencias antibióticas en los conflictos en Oriente Medio y, últimamente, en Ucrania5,6. Esta literatura ha comenzado a identificar los principales factores que contribuyen a su emergencia y diseminación7,8.
Desde mayo de 2022 el Hospital General de la Defensa de Zaragoza viene atendiendo pacientes heridos de guerra procedentes del conflicto ruso-ucraniano. Dichos pacientes son trasladados desde centros hospitalarios intermedios, en los que pueden permanecer durante meses y en los que existe una gran presión antibiótica. La resistencia a antibióticos supone actualmente un problema de envergadura mundial, siendo uno de los mayores causantes la prescripción antibiótica inadecuada en los sistemas de salud9,10. Esto implica que uno de los mayores retos en su atención sea la alta incidencia de infección de heridas, así como la presencia de patógenos multirresistentes.
En este estudio buscamos caracterizar los patrones microbianos de las heridas por arma de guerra en los pacientes atendidos en la guerra ruso-ucraniana trasladados al Hospital General de la Defensa de Zaragoza, determinar los patrones de resistencias antimicrobianas de dichos patógenos y definir los factores asociados con la infección asociada a herida por arma de guerra en estos pacientes.
MétodosSe incluyeron los pacientes heridos de guerra del conflicto ruso-ucraniano atendidos en el Hospital General de la Defensa de Zaragoza desde mayo de 2022 hasta octubre de 2023 y trasladados desde Ucrania y Polonia. Se excluyeron los pacientes que fueron derivados para tratamiento exclusivamente rehabilitador y que no presentaban heridas abiertas ni requerían tratamiento quirúrgico.
Este estudio se realizó con la aprobación del Comité de Ética de la Investigación con medicamentos del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla (CEIm HCDGU), código 27/23.
Recolección de datosLos datos registrados para cada paciente incluyeron los datos epidemiológicos básicos (edad y sexo), el mecanismo de la lesión, su localización anatómica, la presencia de lesión ósea, la presencia de defecto de cobertura, la presencia de cuerpos extraños y el periodo desde la lesión hasta el traslado a nuestro centro.
Se registraron los resultados microbiológicos de todos los cultivos tomados a los pacientes procedentes de las heridas de combate o quirúrgicas. Se registró el número de cultivos, la procedencia, el tipo de muestra y los microorganismos aislados, así como su correspondiente patrón de sensibilidad antibiótica y el perfil de resistencias.
Para definir los casos de infección se usó la aparición de alguno de los siguientes criterios: aparición de secreción purulenta, signos de inflamación local o retraso indebido de la cicatrización. La presencia de signos analíticos de infección apoyó el diagnóstico, pero no era criterio necesario. En cambio, la colonización se definió por la positividad al frotis epidemiológico realizado al ingreso del paciente, o por cultivos de la herida sin datos de infección activa (como los nombrados previamente).
A los pacientes derivados para tratamiento en régimen de ingreso hospitalario se les realizó frotis epidemiológico a su llegada, mientras que a aquellos en régimen ambulatorio no se les realizó a su llegada de manera protocolizada.
Cultivo e identificaciónLas muestras fueron procesadas y sembradas en los medios de cultivo convencionales (agar sangre, agar chocolate, agar Mac Conkey, agar Schaedler y medio líquido de enriquecimiento tripticasa-soja). Los microorganismos aislados fueron identificados mediante espectrometría de masas MALDI-TOF (Bruker Daltonics).
Sensibilidad antibiótica y mecanismos de resistenciaLa sensibilidad antibiótica se realizó mediante método automatizado Microscan WalkAway (Beckman Coulter), disco placa (Oxoid) y/o tira en gradiente (Liofilchem), aplicando los criterios EUCAST en vigor para la interpretación de resultados.
La detección de BLEE tipo CTX-M y carbapenemasas tipo KPC, OXA-48 like, NDM, IMP y VIM se realizó mediante inmunocromatografía de flujo lateral (NG-test CTX-M, NG-test CARBA, NG-Biotech)
Análisis estadísticoSe analizó la correlación entre la presencia de infección y la presencia de lesión de partes blandas, lesión ósea, presencia de cuerpos extraños (metralla) y el periodo hasta el traslado. También se analizó la correlación entre este último factor (periodo hasta el traslado) y la presencia de infección bacteriana.
Los datos obtenidos se analizaron usando el software SPSS versión 19-0 (IBM Corporation). Para la comparación de grupos se usó el t-test para muestras independientes, considerando una p<0,05 como estadísticamente significativa.
ResultadosEn el periodo comprendido entre mayo de 2022 y octubre de 2023 se atendieron un total de 71 pacientes procedentes de diferentes zonas de Ucrania y cuyas lesiones se clasificaban como heridas de guerra según los criterios reconocidos internacionalmente11. Dieciocho de los 71 pacientes fueron excluidos del estudio por haber sido atendidos para tratamiento exclusivamente rehabilitador, sin presentar lesiones activas ni haber recibido atención quirúrgica en nuestro centro.
De los 53 pacientes incluidos en el estudio, 52 fueron varones y una mujer. La edad media de los pacientes de la serie fue 35,58años. Respecto a los mecanismos lesivos, 44 fueron heridos por mecanismo explosivo (83%); 7 pacientes presentaban heridas de bala (13,2%) y 2 pacientes, heridas por precipitación (3,7%).
Respecto a la localización de las lesiones, 27 presentaron lesiones en las extremidades superiores, 19 en las extremidades inferiores, 5 en el tronco y 3 en la cabeza (4 presentaban lesiones en varias localizaciones).
Todos los pacientes referían haber recibido tratamiento antibiótico tras la lesión de forma empírica. Sin embargo, no se pudo establecer el tratamiento antibiótico previo al traslado de los pacientes o su correlación con la aparición de resistencias antibióticas, al no recibirse de forma sistemática los datos de los fármacos usados o de la duración del tratamiento.
Se obtuvieron cultivos positivos de las heridas de 17 pacientes (30%) procedentes de biopsias de tejido o hueso (tabla 1). En los 36 restantes no se objetivó infección clínica ni se obtuvieron aislamientos en cultivos de la herida. En los 17 pacientes con infección de la herida se extrajeron una media de 4,47 cultivos por paciente.
Resumen de los datos obtenidos de los pacientes incluidos en el estudio
| Variable | Número de pacientes | % (n=53) |
|---|---|---|
| Localización anatómica | ||
| Extremidad superior | 27 | 50,9% |
| Extremidad inferior | 19 | 35,8% |
| Tronco | 5 | 9,4% |
| Cabeza | 3 | 5,6% |
| Mecanismo lesivo | ||
| Explosión | 44 | 83% |
| Bala | 7 | 13,2% |
| Caída | 2 | 3,7% |
| Cultivo de la herida | ||
| Positivo | 17 | 32% |
| Negativoa | 36 | 67,9% |
| Número de microorganismos | (n=17) | |
| 1 | 9 | 52,9% |
| 2 | 4 | 23,5% |
| >2 | 4 | 23,5% |
Los pacientes con infección de la herida presentaban una edad media de 37,71años, mientras que los pacientes sin infección tenían una media 34,58años. No se evidenció diferencia estadística entre ambos grupos.
Al estudiar los días transcurridos desde la lesión inicial hasta el traslado a nuestro centro, en los pacientes con infección diagnosticada transcurrieron una media de 113días desde la lesión hasta el traslado a nuestro centro, mientras que en los pacientes sin infección transcurrieron 93,72días. No se evidenció diferencia estadística entre ambos grupos.
La presencia de lesión ósea fue superior en los pacientes con infección: 94,1% (16 de 17 pacientes) vs 66,6% (24 de 36 pacientes) (p=0,030), así como la presencia de defecto de cobertura: 58,8% (10 pacientes) vs 5,5% (2 pacientes) (p=0,000).
En cuanto a la presencia de cuerpos extraños (metralla) evidenciados en radiografía, 13 de los 17 pacientes con infección presentaban metralla en el lecho de la lesión (76,47%), frente a 13 de los 36 pacientes sin infección (36,11%). Se obtuvo una diferencia estadísticamente significativa (p=0,006).
Microorganismos aislados y patrones de sensibilidadDe los 17 pacientes con cultivos bacterianos positivos, 9 (52,9%) presentaban un único microorganismo aislado, 4 (23,5%) presentaban dos microorganismos y los 4 (23,5%) restantes, cultivos polimicrobianos con tres o más aislamientos (tabla 1).
Los microorganismos más frecuentemente hallados en las heridas fueron bacilos gramnegativos, destacando Klebsiella pneumoniae en 8 pacientes y Pseudomonas aeruginosa en 4 pacientes. Entre los cocos grampositivos, se aisló Staphylococcus aureus en 6 pacientes. Los microorganismos aislados se muestran en la tabla 2.
Microorganismos aislados en los pacientes incluidos en el estudio
| Microorganismo | N.° de pacientes | Porcentaje sobre pacientes infectados (n=17) |
|---|---|---|
| Klebsiella pneumoniae | 8 | 47% |
| Staphylococcus aureus | 6 | 35,3% |
| Pseudomonas aeruginosa | 4 | 23,5% |
| Staphylococcus epidermidis | 3 | 17,6% |
| Enterobacter cloacae | 2 | 11,7% |
| Providencia stuartii | 2 | 11,7% |
| Acinetobacter baumanii | 2 | 11,7% |
| Proteus mirabilis | 1 | 5,8% |
| Enterococcus faecalis | 1 | 5,8% |
| Finegoldia magna | 1 | 5,8% |
| Escherichia coli | 1 | 5,8% |
| Morganella morganii | 1 | 5,8% |
Entre los microorganismos gramnegativos, todos presentaron algún mecanismo de resistencia o varios mecanismos combinados (BLEE, carbapenemasas, o ser extremadamente resistentes [XDR]), con excepción de un aislado de Proteus mirabilis y un aislado de P.aeruginosa que ni fueron XDR, ni se detectaron BLEE ni carbapenemasas (tabla 3). La carbapenemasa más frecuentemente detectada en enterobacterias fue NDM (en cuatro aislados), seguida de KPC y OXA-48 en tres aislados, respectivamente. En P.aeruginosa las carbapenemasas detectadas fueron VIM, IMP y GES en un aislado, respectivamente. En un aislado de K.pneumoniae se detectó BLEE y doble carbapenemasa OXA-48 y NDM.
Tipos de muestra, localización y microorganismos aislados en los 17 pacientes con cultivos positivos
| Paciente | Fecha | Tipo de muestra | Aislados grampositivos | Aislados gramnegativos y mecanismo de resistencia |
|---|---|---|---|---|
| 1 | 20/06/2022 | Herida Q | S. epidermidis | |
| 2 | 01/07/2022 | Herida Q | SARM | |
| 3 | 21/07/2022 | Herida Q | K. pneumoniae OXA-48 | |
| 4 | 30/08/2022 | Biopsia | S. epidermidis | |
| 5 | 07/09/2022 | Herida Q | E. faecalis | A. baumanii XDR |
| 6 | 07/11/2022 | Herida Q | K. pneumoniae BLEE | |
| 7 | 09/12/2022 | Herida Q | E. cloacae BLEEA. baumanii XDR | |
| 7 | 02/02/2023 | Biopsia | SASM | E. cloacae |
| 8 | 03/01/2023 | Herida Q | P. stuartii NDMK. pneumoniae BLEE +OXA-48 +NDMP. aeruginosa XDR IMP | |
| 8 | 03/01/2023 | Biopsia | SARM | P. aeruginosa XDR |
| 9 | 03/02/2023 | Biopsia | E. cloacae BLEE | |
| 10 | 27/02/2023 | Herida Q | P. aeruginosa | |
| 10 | 07/03/2023 | Herida Q | SASM | K. pneumoniae KPCP. aeruginosa XDR |
| 10 | 18/08/2023 | Herida Q | S. epidermidis | P. aeruginosa XDR |
| 11 | 17/03/2023 | Herida Q | Finegoldia magna | K. pneumoniae KPCP. aeruginosa XDR VIM |
| 12 | 17/04/2023 | Herida Q | SARM | P. mirabilis |
| 13 | 25/05/2023 | Ulcera | P. stuartii NDMM. morganii BLEEP. aeruginosa XDR, GES | |
| 14 | 30/05/2023 | Herida Q | K. pneumoniae BLEE,OXA-48E. coli BLEE | |
| 15 | 13/06/2023 | Herida Q | K. pneumoniae BLEE, NDM | |
| 16 | 28/07/2023 | Herida Q | K. pneumoniae KPC | |
| 17 | 08/08/2023 | Herida Q | SASM |
BLEE: betalactamsa de espectro extendido; Q: quirúrgica; SARM: S.aureus resistente a meticilina; SASM: S.aureus sensible a meticilina; XDR: extremadamente resistente.
Cabe reseñar que se detectó Providencia stuartii portadora de carbapenemasa tipo NDM en 2 pacientes, siendo solo sensible a aztreonam y cefiderocol.
Los patrones de sensibilidad antibiótica de los principales gramnegativos aislados se muestran en la tabla 4.
Patrones de sensibilidad antibiótica de los principales bacilos gramnegativos aislados en el estudio
| Klebsiella pneumoniae(n=8) | Pseudomonas aeruginosa(n=4) | Acinetobacter baumanii(n=2) | |
|---|---|---|---|
| % S | % S | % S | |
| Cefotaxima | 12,5 | − | − |
| Ceftazidima | 12,5 | 16,6 | − |
| Cefepima | 12,5 | 16,6 | − |
| Aztreonam | 12,5 | 85 | − |
| Piperacilina-tazobactam | 12,5 | 16,6 | − |
| Imipenem | 12,5 | 16,6 | − |
| Meropenem | 12,5 | 16,6 | − |
| Ertapenem | 12,5 | − | − |
| Ceftolozano-tazobactam | 25 | 57 | − |
| Ceftazidima-avibactam | 75 | 57 | − |
| Cefiderocola | 80 | 100 | 100 |
| Amikacina | 25 | 16,6 | 0 |
| Gentamicina | 37,5 | − | 0 |
| Tobramicina | 25 | 16,6 | 0 |
| Ciprofloxacino | 0 | 16,6 | 0 |
| Trimetoprim-Sulfametoxazol | 25 | − | 0 |
| Colistina | 100 | 100 | 100 |
| Fosfomicina (i.v.) | 62,5 | 100c | − |
| Tigeciclinab | 37,5 | − | 100 |
En nuestro estudio describimos las infecciones por arma de guerra en los pacientes atendidos en la guerra ruso-ucraniana trasladados al Hospital General de la Defensa de Zaragoza, y se determinan los microorganismos causantes, los patrones de sensibilidad antibiótica y los mecanismos de resistencia. Por otro lado, nuestro trabajo muestra una correlación entre la presencia de metralla, de lesión ósea y de defectos de cobertura cutánea y las infecciones por arma de guerra. Por otro lado, la mayoría de pacientes infectados presentaron cultivos monomicrobianos para microorganismos gramnegativos.
Ya durante la guerra de Vietnam Heggers et al.12 realizaron un estudio que incluía a 100 heridos de guerra con extremidades que requerían amputación. En dichos pacientes, el 92% de las infecciones se debieron a una bacteria única, siendo los microorganismos más comunes P.aeuriginosa, S.aureus, P.mirabilis y K.pneumoniae. A este respecto, en nuestra serie, 9 de las 17 infecciones fueron monomicrobianas (52,9%). Si nos centramos en conflictos bélicos más recientes, y más concretamente en los producidos en Oriente Medio, se aprecia una menor incidencia de Acinetobacter baumannii13,14. Pese a ello, al comparar nuestra serie con los datos recientemente publicados de pacientes ucranianos implicados en el conflicto bélico5,6,15, se aprecian similitudes en los microorganismos hallados.
La adquisición de estos microorganismos podría darse en el campo de batalla, pero la elevada multirresistencia encontrada hace pensar en una adquisición nosocomial en los hospitales de origen (Ucrania y Polonia) de los pacientes. Se han descrito elevadas tasas de multirresistencia tanto en pacientes militares ucranianos5 como en los hospitales de Ucrania y países limítrofes16,17. Los microorganismos aislados y las resistencias detectadas coinciden con lo descrito en la literatura para pacientes procedentes de Ucrania5,6,17, con excepción de A.baumannii, que fue poco frecuente, y solo fue aislado en 2 pacientes. Pese a esta procedencia externa a nuestro centro, no es raro que el paciente herido de guerra ignore la presencia de infección hasta el momento en que ha sido atendido por nuestra parte, lo cual puede y da lugar a acusaciones de iatrogenia18.
Por otro lado, aunque sería interesante estudiar la correlación entre colonización a su llegada y desarrollo de infección, esta cuestión sobrepasa el objeto del presente estudio. También debemos señalar que, pese a la alta prevalencia de infección por gérmenes multirresistentes, resulta complicado establecer unas recomendaciones dirigidas a su prevención, dado que los tratamientos antibióticos iniciales se administran en zona de guerra, donde el acceso a medios de microbiología o el abastecimiento de antibióticos complica realizar tratamientos dirigidos, como también lo hace la sobresaturación del sistema sanitario ucraniano. Sin embargo, en los países de destino transfronterizos, la aparición de infección debe hacer sospechar la implicación de gérmenes multirresistentes y poner en marcha un manejo multidisciplinar que implique equipos PROA, así como tomar medidas preventivas que eviten la diseminación de estos patógenos en el ámbito hospitalario.
Respecto al mecanismo de la lesión, el último siglo ha visto un aumento en la proporción de heridas por arma de guerra secundarias a mecanismo explosivo en detrimento de armas de fusilería. Así, las heridas por mecanismo explosivo representaban un 35% de las lesiones durante la Primera Guerra Mundial19, un 65% durante la guerra de Vietnam20 y un 74,4% durante los recientes conflictos de Afganistán e Irak21. En nuestro caso, la proporción de lesión por mecanismo explosivo alcanzó el 83% del total de lesiones, lo que confirma la tendencia creciente de dicho mecanismo. Esta tendencia responde a la simplicidad de la fabricación, del uso y de la efectividad en un entorno de combate de los dispositivos explosivos respecto a las armas de fusilería21.
Como señalábamos, resulta aparente que la transición en el mecanismo lesional no ha supuesto una transición en los patógenos12. Esto responde a la procedencia de dichos patógenos del entorno donde se producen las lesiones y no del propio material lesivo. Sin embargo, cabe destacar que, pese a que los patógenos sean similares, las lesiones producidas por mecanismo explosivo suelen afectar a una superficie mucho mayor y presentar una mayor cantidad de cuerpos extraños y tejido desvitalizado, por lo que su tratamiento clínico y quirúrgico resulta más complejo22.
En este sentido, nuestro trabajo muestra una correlación estadísticamente significativa entre la presencia de infección de la herida de guerra y los tres factores propios de las heridas por aparato explosivo (la presencia de defecto de partes blandas, de lesión ósea y de metralla)11,22. Esto viene a sugerir el mayor potencial infeccioso que tienen las lesiones producidas por dicho mecanismo. Dada la poca casuística de lesiones por bala que se observa en este conflicto, resulta difícil un análisis directo de la incidencia de infecciones entre ambas causas. En nuestra práctica hospitalaria, esta correlación entre los tres factores propios de las lesiones por metralla nos ha llevado a manejar a los pacientes en los que confluían como pacientes con infección activa a la espera de cultivo11,23,24.
Centrándonos en los pacientes infectados, la presencia sistemática de resistencias antibióticas halladas resulta del todo esperable, como ya ha sido descrito en este tipo de pacientes5,6,17. En este sentido, cabe señalar que la atención médica militar se encuentra dividida en 4Roles, actuando el Hospital General de la Defensa de Zaragoza como Rol4, es decir, la atención definitiva al paciente en territorio nacional. Esta división implica que todos los pacientes heridos de guerra han recibido tratamiento antibiótico previamente, especialmente en hospitales de campaña. Debido a cuestiones logísticas del todo evidentes, no es raro que en estos estadios previos no exista acceso a tratamiento antibiótico adecuado para estas lesiones. A esto se suma que, en este conflicto en particular, la red sanitaria de Ucrania se encuentra desestructurada, por lo que se apoya en terceros países para la atención definitiva de muchos de los pacientes heridos, donde en muchas ocasiones existe una altísimo consumo y rotación de antibióticos, así como elevadas tasas de resistencia16,17. Esta dependencia supone que el traslado al Rol4 se pueda demorar durante largos periodos de tiempo, lo que justifica que los patógenos que hemos encontrado en nuestra serie sean multirresistentes. En este sentido, está ampliamente descrito el problema con las resistencias antibióticas asociadas a las heridas de guerra7,25,26. Por ello, a nivel del manejo de estos pacientes, resulta particularmente interesante un traslado temprano a los centros donde se va a realizar el tratamiento definitivo.
Cabe destacar que no se ha profundizado en el estudio de las resistencias encontradas por no ser el objeto del presente artículo, así como tampoco se han descrito los tratamientos ni los resultados, que por su complejidad y su peculiaridades merecen estudio aparte. Sí que podemos adelantar, no obstante, que pese a la complejidad de manejo que de estas infecciones puede esperarse, solo 2 pacientes han precisado amputación hasta el momento y no se han registrado fallecimientos.
Finalmente, debemos insistir de nuevo en la importancia del control de la infección por estos microorganismos multirresistentes en el entorno sanitario, un reto cuando estos pacientes han sido tratados por varias especialidades con estancias en ocasiones muy prolongadas. Aun así, no se han detectado aislamientos de estos patógenos en otros usuarios de los centros asistenciales implicados.
En conclusión, nuestro trabajo confirma la tendencia observada durante el sigloxx en un mayor uso de aparatos explosivos en materia bélica, y una correlación entre las características propias de dichas lesiones y la presencia de infección. El colapso de los sistemas sanitarios y el tratamiento antibiótico inadecuado en los países que sufren un conflicto bélico continúa implicando una altísima incidencia de bacterias multirresistentes similares a conflictos bélicos previos. Pese al paso de las décadas, la guerra es la guerra.
FinanciaciónLa presente investigación no ha recibido ayudas específicas provenientes de agencias del sector público, sector comercial o entidades sin ánimo de lucro.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.







