Buscar en
Diagnóstico Prenatal
Toda la web
Inicio Diagnóstico Prenatal Ablación láser percutánea de un teratoma cardiaco fetal y revisión de la lit...
Información de la revista
Vol. 23. Núm. 4.
Páginas 154-159 (Octubre - Diciembre 2012)
Compartir
Compartir
Descargar PDF
Más opciones de artículo
Visitas
7430
Vol. 23. Núm. 4.
Páginas 154-159 (Octubre - Diciembre 2012)
Artículo especial
Acceso a texto completo
Ablación láser percutánea de un teratoma cardiaco fetal y revisión de la literatura
Percutaneous laser ablation of a foetal cardiac teratoma and a review of the literature
Visitas
7430
Francisca Sonia Molinaa,
Autor para correspondencia
fsoniamolina@gmail.com

Autor para correspondencia.
, Bárbara Romerob, Isabel Acostaa, Encarnación Arévaloa, Luisa F. Gomeza
a Unidad de Medicina Materno-Fetal, Unidad de Gestión Clínica de Obstetricia y Ginecología. Hospital Universitario San Cecilio (HUSC), Granada, España
b Unidad de Gestión Clínica de Obstetricia y Ginecología. Hospital Virgen de las Nieves, Granada, España
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Resumen
Texto completo
Bibliografía
Descargar PDF
Estadísticas
Figuras (2)
Tablas (1)
Tabla 1. Revisión de la literatura inglesa sobre los casos de teratoma cardiaco diagnosticados prenatalmente. Características clínicas y resultado del embarazo
Resumen

Los teratomas cardiacos son tumores benignos aunque la mitad de los fetos afectos por ellos mueren intraútero debido a taponamiento cardiaco e hidropesía fetal. En algunos casos se ha documentado una mejoría del pronóstico fetal tras el drenaje intrauterino de la efusión pericárdica.

Exponemos un caso de teratoma cardiaco diagnosticado en la semana 30 de embarazo con signos de taponamiento cardiaco que fue tratado intraútero de forma percutánea mediante ablación láser de la lesión bajo control ecográfico y pericardiocentesis. El feto nació mediante cesárea electiva en la semana 35 realizándose cirugía resectiva tumoral postnatalmente.

La ablación láser de la lesión puede enlentecer el crecimiento tumoral y la re- acumulación de líquido pericárdico.

Palabras clave:
Tumor fetal
Teratoma cardiaco
Cirugía fetal
Ablación láser
Abstract

Cardiac teratomas are benign tumors, but in about half of affected fetuses there is intrauterine death due to cardiac tamponade and hydrops. In some cases there have been apparent improvements in prognosis after intrauterine drainage of the pericardial effusion.

We report a case of cardiac teratoma presenting at 30 weeks gestation with cardiac tamponade, treated by ultrasound-guided laser ablation of the teratoma and pericardiocentesis. The infant was born at 35 weeks gestation and survived after post-natal tumor resection.

Laser ablation of the tumor might slow down the growth and the re-accumulation of pericardial effusion.

Keywords:
Fetal tumors
Cardiac teratoma
Fetal surgery
Laser ablation
Texto completo
Introducción

Los teratomas son los tumores más comunes en el feto y recién nacido. Son tumores embrionarios que proceden de al menos 2 de las 3 capas germinales en un estadio precoz del desarrollo1. Las zonas de localización más comunes son el área sacrococcígea, ovarios o testículos, y menos frecuentemente pueden encontrarse en retroperitoneo, mediastino, paladar, cráneo u otras partes fetales2.

El teratoma cardiaco tiene una prevalencia al nacimiento de 1 en 40.000 casos, se origina del miocardio o pericardio atrial o ventricular y crece en la cavidad pericárdica3.

La mayoría de los teratomas cardiacos son benignos y no se asocian a otras anomalías cardiacas o extracardiacas, pero debido a su localización intrapericárdica y a su crecimiento rápido, pueden producir compresión y alteración de la función cardiaca causando taponamiento cardiaco, hidropesía o muerte fetal. Además puede causar compresión intratorácica e hipoplasia pulmonar4.

El diagnóstico frecuentemente suele ser en el periodo prenatal, durante la ecografía de rutina o por referencia a un centro especializado debido a hidropesía fetal5. El diagnóstico ecográfico prenatal se basa en la demostración de la masa intratorácica bien definida y generalmente con componente quístico y crecimiento pericárdico, asociada a un importante derrame pericárdico6.

El diagnóstico diferencial incluye la malformación adenomatoidea quística del pulmón, el secuestro pulmonar, quiste broncogénico, teratoma mediastínico, aneurisma ventricular y otros tumores cardiacos incluyendo el rabdomioma, linfangioma, fibroma, mixoma y hemangioma7. La presencia de derrame pericárdico se ha asociado más comúnmente con teratomas que con otro tipo de tumores cardiacos6.

Preferiblemente el parto debería ser mediante cesárea electiva, ya que un aumento rápido de presión por compresión en el parto vaginal podría causar un taponamiento cardiaco y muerte fetal. Estaría indicada una resección quirúrgica postnatal temprana para evitar el desarrollo de fallo cardiaco5,8 y para evitar aparición de metástasis en una posible lesión tumoral maligna. La resección es curativa en ausencia de complicaciones quirúrgicas.

Caso clínico

Embarazada de 22 años, primigrávida, referida en semana 30+4 de embarazo con el diagnóstico de tumor cardiaco.

En la ecografía se confirmó el posible diagnóstico de teratoma cardiaco al observar una masa de crecimiento pericárdico de 25×30mm con múltiples componentes quísticos y calcificaciones en su interior, creciendo hacia el pericardio desde la parte externa de la aurícula derecha y asociada a derrame pericárdico severo con 15mm de diámetro máximo de líquido pericárdico y signos de taponamiento cardiaco por colapso diastólico de las paredes de la aurícula derecha (fig. 1).

Figura 1.

Imagen eco-cardiográfica fetal en la semana 30 de gestación demostrando la presencia de una masa compatible con teratoma cardiaco en aurícula derecha de 25×30mm de diámetro y derrame pericárdico severo.

(0,11MB).

El crecimiento fetal era acorde, la placenta normalmente inserta, el líquido amniótico normal y no había otras malformaciones fetales asociadas.

Tras consentimiento informado, se realizó una ablación láser percutánea de la lesión tumoral mediante control ecográfico y una pericardiocentesis. El procedimiento se realizó bajo anestesia local materna con lidocaína y anestesia fetal tras inyección intramuscular de atropina, vencuronio y fentanilo. Mediante control ecográfico guiamos una aguja de 18 Gauge a través del abdomen materno hasta la lesión tumoral y a través de ella pasamos una fibra de láser diodo de 400nm (Intermedic, Barcelona, España) y realizamos ablación tumoral de un área de tumor de 20mm en la base de su inserción en el atrio derecho usando una potencia de 25 W de energía, mediante 4 pulsos de 4 s cada uno. En el mismo procedimiento realizamos una pericardiocentesis de 80ml de líquido con aspecto seroso (fig. 2).

Figura 2.

Imagen eco-cardiográfica del procedimiento de ablación tumoral con láser de diodo, demostrando la inserción percutánea eco-guiada de la aguja de 18 Gauge en la lesión tumoral.

(0,12MB).

El cariotipo fetal fue normal y el análisis del líquido pericárdico fue negativo para células malignas.

A la semana el tamaño tumoral se redujo a 20×25mm, principalmente debido a la ablación de los quistes tumorales, no había derrame pericárdico y la función cardiaca era normal.

En una ecografía de seguimiento se comprobó la aparición del líquido pericárdico 3 semanas tras el procedimiento y se repitió la pericardiocentesis extrayendo 60ml de líquido seroso.

En la semana 35 de gestación el tumor medía 41×42mm, el derrame pericárdico reapareció y se decidió cesárea electiva naciendo una niña de 2.540g y Apgar 5-8. En la ecocardiografía postnatal las medidas tumorales eran similares y se realizó una nueva pericardiocentesis de 75ml. La cirugía de resección tumoral se realizó con éxito tras 6 días de vida.

El estudio de anatomía patológica confirmó la presencia de un teratoma pericárdico inmaduro con componentes sólidos y quísticos, sin invasión a estructuras adyacentes.

Al año de vida la niña presentaba un desarrollo neuromotor y una función cardiaca dentro de la normalidad y no presentaba evidencias de recurrencia tumoral.

Discusión y revisión de la literatura

Mediante una búsqueda en Pubmed, hemos detectado 58 casos de teratoma cardiaco diagnosticados prenatalmente y publicados en lengua inglesa desde el primer caso reportado por De Geeter et al.9 en el año 1983. La edad gestacional media al diagnóstico fue de 27,5 semanas con rango entre las 18 y 41 semanas y la edad media al parto de 32 semanas con rango entre la 25 y 42 semanas, 13 de los casos parieron a término.

En 20 de los casos se realizaron intervenciones intrauterinas (34,5%), incluyendo 14 casos de pericardiocentesis, 4 casos de colocación de drenajes pericárdico-amnióticos, uno de resección tumoral intraútero mediante cirugía fetal abierta y toracotomía fetal y otro publicado tras nuestra intervención que realizó de igual forma ablación láser tumoral percutánea (tabla 1).

Tabla 1.

Revisión de la literatura inglesa sobre los casos de teratoma cardiaco diagnosticados prenatalmente. Características clínicas y resultado del embarazo

Autor  Año  SG Dx  SG parto  Tamaño Dx (mm)  Tamaño RN (mm)  Hidrops  Signos fetales  Tratamiento prenatal  Resultado 
De Geeter et al.9  1983  32  40    60    Vivo 
Rasmussen et al.10  1987  32  32  40    Sí  A, E, DP, H  IVE  IVE 
Cyr et al.11  1988  26  29  60  55  Sí  H, R(T)    Muerto 
Weinraub et al.12  1989  26  30  45    Sí  E, A, DP    Muerto 
Castañon et al.13  1989  34  38          Vivo 
Alegre et al.14  1990  36  38  20  30    R(T)    Vivo 
Ruiz Villaespesa et al.15  1990  33        Sí    Muerto 
Todros et al.16  1991  36  37  26  30      Vivo 
Benatar et al.17  1992  31  37  40  50    Pericardiocentesis  Vivo 
Groves et al.6  1992  20  30          Muerto 
Catanzarite et al.18  1994  23  25  23  32  Sí  H, R    Muerto 
Perez-Aytes et al.19  1995  35  38    30  Sí  E, DP, R, A    Muerto 
Sklansky et al.20  1997  20  35  25  90  Sí  R, A  Pericardiocentesis ×2  Vivo 
Bruch et al.21  1997  25  34  23  53    Pericardiocentesis  Vivo 
Bruch et al.21  1997  25  28    58  Sí  DP, E, R    Muerto 
Paw and Jamieson5  1997  24  34  45  90  Sí  A, R  Pericardiocentesis múltiple  Vivo 
Riskin-Mashich et al.22  1998  26  28  42  37  Sí  A, E, DP, R    Muerto 
Tollens et al.23  1998  26  32  38    Sí  H, A, R    Vivo 
Fujimori et al.24  1999  34  37  54    Sí  H, R  Pericardiocentesis  Vivo 
Daniels et al.25  1999  28  32    75  Sí  H, R    Vivo 
Lindner et al.26  1999  20  23  30    Sí  H, R  IVE  IVE 
Valioulis et al.27  1999  32  34    60  Sí  H, DP, R  Pericardiocentesis  Vivo 
De Bustamante et al.28  2000  30  39  30  55      Vivo 
Sepúlveda et al.29  2000  37  38  40      Pericardiocentesis ×2  Vivo 
Bovea et al.30  2000  34  35      Sí    Vivo 
Pratt et al.31  2000  26  34    45  Sí  H, R  Pericardiocentesis  Vivo 
Pratt et al.31  2000    34    70  Sí  H, R    Muerto 
Pratt et al.31  2000  34  37    30      Vivo 
Sbragia et al.32  2001  24  29  50    Sí  H, R    Muerto 
Sbragia et al.32  2001  21  25  30    Sí  H, R    Muerto 
Sydorak et al.4  2002  18  27  21  39  Sí  E, R, A, DP  Resección tumoral  Muerto 
Laquay et al.8  2003  21  34  25  65  Sí  H, R  Pericardiocentesis  Vivo 
Laquay et al.8  2003  28  32    40  Sí  A, DP, E, R  Pericardiocentesis  Vivo 
Tollens et al.3  2003  29  36      Sí  A, DP, R(T)  Pericardiocentesis  Vivo 
Ragupathy et al.33  2003  32  40  34      Vivo 
Grebille et al.34  2003  28  32    40  Sí  A, DP, R(T)  Pericardiocentesis, P-amniotic shunt  Vivo 
Ramirez et al.35  2004  19  20  26    Sí  A, E, R  IVE  IVE 
Zhou et al.7  2004  27    16      IVE  IVE 
Zhou et al.7  2004  37    58      IVE  IVE 
Roy et al.36  2004  32  32    45  Sí  A, R, E    Vivo 
Mackenzie et al.37  2005  41  41  42  35      Vivo 
Kamil et al.38  2006  25  34  29  50  Sí  A, R(T)  Pericardiocentesis ×5  Vivo 
Czernik et al.39  2006  24  32  35  130  Sí  A, DP, E, R(T)  Pericardiocentesis ×3  Vivo 
Bader et al.2  2006  19  20      Sí  DP, E, R  IVE  IVE 
Bader et al.2  2006  24  26  35    Sí  A, E, R(T)  Pericardiocentesis, P-amniotic shunt  Muerto 
Gobbi et al.1  2007  31  32    70  Sí  H, A, R    Vivo 
Pachy et al.40  2007  29  29  40  38  Sí  H, A, E, DP    Muerto 
Liddle et al.41  2008  21  35  36    Ablación láser  Vivo 
Steffensen et al.42  2009  21  24  42  36  Sí  H, R  P-amniotic shunt  Muerto 
Yinon et al.43  2010  22  25  (24-35)  Sí  H, R  IVE  IVE 
Yinon et al.43  2010  20  23  (24-35)  Sí  H, R, T    Muerto 
Yinon et al.43  2010  23  25  (24-35)  Sí  H, R    Muerto 
Fagiana et al.44  2010  25  36  27  45      Vivo 
Niewiadomska-                   
Jarosik et al.45  2010        Muerto 
Soor et al.46  2010  20  22  Sí  H, A, R  IVE  IVE 
Tomek et al.47  2010  28  33  30  45  Sí  H, A, DP, R  P-amniotic shunt  Vivo 
Goldberg et al.48  2010  31  31  Sí  H, R, T  Periocardiocentesis  Vivo 
Molina-Mora et al.49  2011  35  38  35  40      Vivo 

A: ascitis; DP: derrame pleural; Dx: diagnóstico; E: edema; H: hidrops; P-amniotic shunt: shunt pericárdico-amniótico; Pn: postnatal; R: derrame pericárdico; T: taponamiento cardiaco.

En 40 de los 56 casos (71,4%) donde se comentan con detalle los hallazgos fetales, el teratoma se asoció con hidropesía fetal. En estos casos, las opciones de manejo fueron: 6 interrupciones voluntarias del embarazo, 16 tratamientos prenatales y 18 casos fueron manejados de forma expectante. En el grupo con intervención prenatal, sobrevivieron 13 fetos (81,3%) y solo 5 casos (27,8%) de los manejados de forma expectante.

De los 16 casos donde se reporta con detalle la ecografía fetal y no especificaron hidrops fetal, hubo 2 interrupciones voluntarias del embarazo, 4 casos con terapia prenatal en los que hubo una supervivencia de los 4 casos (100%) y 10 casos manejados de forma expectante donde la supervivencia fue de 8 casos (80%).

El manejo del teratoma pericárdico se basa según la literatura en la edad gestacional al diagnóstico y en la presencia de hidrops fetal37,39. Cuando el derrame pericárdico es severo, las opciones son parto mediante cesárea si el feto es maduro o pericardiocentesis seriadas como estrategia para prolongar el embarazo y conseguir maduración fetal antes del parto16,17.

Benatar et al.17 fue el primero en señalar la importancia del derrame pericárdico para prevenir la muerte intrauterina. Debido a la rápida reaparición de la efusión tras el drenaje, Paw et al.5 propusieron pericardiocentesis múltiples, y Sepúlveda et al.29 sugirieron pericardiocentesis sistemáticas para prevenir complicaciones neonatales cardiorrespiratorias, permitiendo una cirugía cardiotorácica postnatal planeada en lugar de urgente. Para evitar pericardiocentesis seriadas, Grebille34 and Bader2 propusieron la colocación de un drenaje pericárdico-amniótico.

Aunque un 75% de los teratomas son maduros en el estudio histológico33, en nuestro caso la histología confirmó que se trataba de un teratoma inmaduro.

Las ecografías seriadas de control en los casos publicados han demostrado que los tumores pericárdicos crecen rápidamente desde la semana 20 hasta la 40 de embarazo5,39 y en particular cuando las células son inmaduras como en nuestro caso. La tasa de crecimiento promedio del tumor en los casos publicados con todos los detalles fue de 3,7mm/semana y tras la ablación láser en nuestro caso el crecimiento fue de 2mm a la semana.

La ablación láser percutánea intrauterina mediante control ecográfico es un tratamiento que ha demostrado tener éxito en ciertos casos de malformación adenomatoidea quística o secuestro pulmonar reduciendo el tamaño de la lesión tumoral y el derrame pleural asociado50.

Basados en esas experiencias previas, realizamos la ablación láser del teratoma cardiaco en este feto de 30 semanas junto con una pericardiocentesis con aguja guiada por ecografía. La intención era enlentecer el crecimiento tumoral, prevenir la aparición de hidropesía fetal y prevenir la rápida reacumulación del líquido pericárdico mediante la ablación y colapso de los quistes, cuya ruptura al pericardio es una de las causas de reacumulación del líquido tras pericardiocentesis. En nuestro caso observamos una menor tasa de crecimiento tumoral en comparación con los casos publicados en la literatura, que en histología son mayoritariamente benignos, al contrario que el nuestro, y la disminución en la recidiva del derrame pericárdico que tras la ablación láser tardó 3 semanas en reaparecer.

La terapia láser percutánea eco-guiada es un procedimiento experimental que merece ser considerado como tratamiento fetal en casos de teratomas pericárdicos ya que puede retrasar el crecimiento tumoral y prevenir las recidivas del derrame pericárdico.

Conflicto de intereses

Los autores declaran que no tienen ningún conflicto de intereses.

Bibliografía
[1]
D. Gobbi, M. Rubino, L. Chiandetti, G.F. Zanon, G. Cecchetto.
Neonatal intrapericardial teratoma: a challenge for the pediatric surgeon.
J Pediatr Surg, 42 (2007), pp. E3-E6
[2]
R. Bader, L.K. Hornberger, L.J. Nijmeh, F. Al-Kazaleh, G. Ryan, A. Toi, et al.
Fetal pericardial teratoma: presentation of two cases and review of literature.
Am J Perinatol, 23 (2006), pp. 53-58
[3]
M. Tollens, D. Grab, D. Lang, J. Hess, R. Oberhoffer.
Pericardial teratoma: prenatal diagnosis and course.
Fetal Diagn Ther, 18 (2003), pp. 432-436
[4]
R.M. Syrodak, T. Kelly, V.A. Feldstein, P.L. Sandberg, N.H. Silverman, M.R. Harrison, et al.
Prenatal resection of a fetal pericardial teratoma.
Fetal Diagn Ther, 17 (2002), pp. 281-285
[5]
P. Paw, S. Jamieson.
Surgical management of intrapericardial teratoma diagnosed in utero.
Ann Thorac Surg, 64 (1997), pp. 552-554
[6]
A.M. Groves, N.L. Fagg, A.C. Cook, L.D. Allan.
Cardiac tumours in intrauterine life.
Arch Dis Child, 67 (1992), pp. 1189-1192
[7]
Q.C. Zhou, P. Fan, Q.H. Peng, M. Zhang, Z. Fu, C.H. Wang.
Prenatal echocardiographic differential diagnosis of fetal cardiac tumors.
Ultrasound Obstet Gynecol, 23 (2004), pp. 165-171
[8]
N. Laquay, S. Ghazouani, L. Vaccaroni, P. Vouhé.
Intrapericardial teratoma in newborn babies.
Eur J Cardiothorac Surg, 23 (2003), pp. 642-644
[9]
B. De Geeter, J.G. Kretz, I. Nisand, B. Eisenmann, M.T. Kieny, R. Kieny.
Intrapericardial teratoma in a newborn infant: use of fetal echocardiography.
Ann Thorac Surg, 35 (1983), pp. 664-666
[10]
S.L. Rasmussen, W.S. Hwang, J. Harder, S. Nicholson, D. Davies, C.A. Nimrod.
Intrapericardial teratoma. Ultrasonic and pathological features.
J Ultrasound Med, 6 (1987), pp. 159-162
[11]
D.R. Cyr, W.G. Guntheroth, D.A. Nyberg, J.R. Smith, S.R. Nudelman, M. Ek.
Prenatal diagnosis of an intrapericardial teratoma. A cause for nonimmune hydrops.
J Ultrasound Med, 7 (1988), pp. 87-90
[12]
Z. Weinraub, U. Gembruch, H.J. Födisch, M. Hansmann.
Intrauterine mediastinal teratoma associated with non-immune hydrops fetalis.
Prenat Diagn, 9 (1989), pp. 369-372
[13]
M. Castañón, J. Mayol, J. Mulet Meliá, M. Rissech, C. Mortera.
Neonatal intrapericardial teratoma.
Cir Pediatr, 2 (1989), pp. 38-39
[14]
M. Alegre, M. Torrents, E. Carreras, C. Mortera, V. Cusí, J.M. Carrera.
Prenatal diagnosis of intrapericardial teratoma.
Prenat Diagn, 10 (1990), pp. 199-202
[15]
A. Ruiz Villaespesa, M.P. Suarez Mier, P. Lopez Ferrer, I. Alvarez Baleriola, J.I. Rodriguez Gonzalez.
Nonimmunologic hydrops fetalis: an etiopathogenetic approach through the postmortem study of 59 patients.
Am J Med Genet, 35 (1990), pp. 274-279
[16]
T. Todros, P. Gaglioti, P. Presbitero.
Management of a fetus with intrapericardial teratoma diagnosed in utero.
J Ultrasound Med, 10 (1991), pp. 287-290
[17]
A. Benatar, J. Vaughan, U. Nicolini, S. Trotter, B. Corrin, C. Lincoln.
Prenatal pericardiocentesis: its role in the management of intrapericardial teratoma.
Obstet Gynecol, 79 (1992), pp. 856-859
[18]
V. Catanzarite, K. Mehalek, C. Maida, A. Mendoza.
Early sonographic diagnosis of intrapericardial teratoma.
Ultrasound Obstet Gynecol, 4 (1994), pp. 505-507
[19]
A. Perez-Aytes, N. Sanchis, A. Barbal, M.J. Artés, J. Domene, M. Chirivella, et al.
Non-immunological hydrops fetalis and intrapericardial teratoma: case report and review.
Prenat Diagn, 15 (1995), pp. 859-863
[20]
M. Sklansky, M. Greenberg, V. Lucas, A. Gruslin-Giroux.
Intrapericardial teratoma in a twin fetus: diagnosis and management.
Obstet Gynecol, 89 (1997), pp. 807-809
[21]
S. Bruch, S. Adzick, R. Reiss, M. Harrison.
Prenatal therapy for pericardial teratomas.
J Pediatr Surg, 32 (1997), pp. 1113-1115
[22]
S. Riskin-Mashiah, K.J. Moise Jr., I. Wilkins, N.A. Ayres, C.D. Fraser Jr..
In utero diagnosis of intrapericardial teratoma: a case for in utero open fetal surgery.
Prenat Diagn, 18 (1998), pp. 1328-1330
[23]
T. Tollens, F. Casselman, H. Devlieger, M. Gewilling, K. Vanderberghe, T. Lerut, et al.
Fetal cardiac tamponade due to an intrapericardial teratoma.
Ann Thorac Surg, 66 (1998), pp. 559-560
[24]
K. Fujimori, S. Honda, H. Akutsu, H. Ariga, N. Ujiie, K. Yanagida, et al.
Prenatal diagnosis of intrapericardial teratoma: a case report.
J Obstet Gynaecol Res, 25 (1999), pp. 133-136
[25]
C.J. Daniels, D.M. Cohen, J.R. Phillips, D.G. Rowland.
Prenatal detection of a pericardial teratoma.
Circulation, 99 (1999), pp. 1-2
[26]
V. Lindner, B. Gasser, R. Favre, M. Kohler, J.M. Vetter.
Congenital generalized dropsy and intrapericardial fetal teratoma. Report of a case of prenatal diagnosis.
Ann Pathol, 19 (1999), pp. 131-134
[27]
I. Valioulis, D. Aubert, F. Lassauge, M.A. Slimane.
Intrapericardial teratoma diagnosed prenatally in a twin fetus.
Pediatr Surg Int, 15 (1999), pp. 284-286
[28]
T.D. De Bustamante, J. Azpeitia, M. Miralles, M. Jiménez, A. Santos-Briz, J.L. Rodríguez-Peralto.
Prenatal sonographic detection of pericardial teratoma.
J Clin Ultrasound, 28 (2000), pp. 194-198
[29]
W. Sepulveda, E. Gomez, J. Gutierrez.
Intrapericardial teratoma.
Ultrasound Obstet Gynecol, 23 (2000), pp. 642-644
[30]
C. Bovea, G. Fernandez, P. Matallin, C. Bernabeu, M. Casanova, J. Martinez.
Diagnóstico prenatal de un teratoma intracardiaco: a propósito de un caso.
Prog Diag Prenat, 12 (2000), pp. 74-78
[31]
J.W. Pratt, D.M. Cohen, K.H. Mutabagani, J.T. Davis, J.J. Wheller.
Neonatal intrapericardial teratomas: clinical and surgical considerations.
Cardiol Young, 10 (2000), pp. 27-31
[32]
L. Sbragia, B.W. Paek, V.A. Feldstein, J.A. Farrell, M.R. Harrison, C.T. Albanese, et al.
Outcome of prenatally diagnosed solid fetal tumors.
J Pediatr Surg, 36 (2001), pp. 1244-1247
[33]
R. Ragupathy, L. Nemeth, V. Kumaran, G. Rajamani, P. Krishnamoothy.
Successful surgical management of a prenatally diagnosed intrapericardial teratoma.
Pediatr Surg Int, 19 (2003), pp. 737-739
[34]
A.G. Grebille, D. Mitanchez, A. Benachi, M.C. Aubry, V. Houfflin-Debarge, P. Vouhé, et al.
Pericardial teratoma complicated by hydrops: successful fetal therapy by thoracoamniotic shunting.
Prenat Diagn, 23 (2003), pp. 735-739
[35]
J.A. Ramirez, C.R. Mon, E.O. Perez, B.D. Parugues, G.R. Pascual.
Fetal intrapericardial teratoma.
Ultrasound Obstet Gynecol, 23 (2004), pp. 416-418
[36]
N. Roy, D.J. Blurton, A. Azakie, T.R. Karl.
Inmature intrapericardial teratoma in a newborn with elevated alpha-fetoprotein.
Ann Thorac Surg, 78 (2004), pp. e6-e8
[37]
S. Mackenzie, S. Loken, N. Kalia, C. Trevenen, J. Harder, A. Wong, et al.
Intrapericardial teratoma in the perinatal period. Case report and review of the literature.
J Pediatr Surg, 40 (2005), pp. e13-e18
[38]
D. Kamil, A. Geipel, C. Schmitz, J. Breuer, U. Herberg, G. Knöpfle, et al.
Fetal pericardial teratoma causing cardiac insufficiency: Prenatal diagnosis and therapy.
Ultrasound Obstet Gynecol, 28 (2006), pp. 972-973
[39]
C. Czernik, B. Stiller, M. Hübler, A. Hagen, W. Henrich.
Hydrops fetalis caused by a large intrapericardial teratoma.
Ultrasound Obstet Gynecol, 28 (2006), pp. 972-978
[40]
F. Pachy, C. Raiffort, C. Mechler, S. Zilberman, L. Mandelbrot.
Intrapericardial teratoma with hydrops leading to in utero demise.
Prenat Diagn, 27 (2007), pp. 970-972
[41]
A.D. Liddle, D.R. Anderson, P.K. Mishra.
Intrapericardial teratoma presenting in fetal life: intrauterine diagnosis and neonatal management.
Congenit Heart Dis, 3 (2008), pp. 449-451
[42]
T.S. Steffensen, R.A. Quintero, E.V. Kontopoulos, E. Gilbert-Barness.
Massive pericardial effusion treated with in utero pericardioamniotic shunt in a fetus with intrapericardial teratoma.
Fetal Pediatr Pathol, 28 (2009), pp. 216-231
[43]
Y. Yinon, D. Chitayat, S. Blaser, M. Seed, H. Amsalem, S.J. Yoo, et al.
Fetal cardiac tumors: a single-center experience of 40 cases.
Prenat Diagn, 30 (2010), pp. 941-949
[44]
A.M. Fagiana, S. Barnett, V.S. Reddy, K.A. Milhoan.
Management of a fetal intrapericardial teratoma: a case report and review of the literature.
Congenit Heart Dis, 5 (2010), pp. 51-55
[45]
K. Niewiadomska-Jarosik, J. Stańczyk, K. Janiak, P. Jarosik, J.J. Moll, J. Zamojska, et al.
Prenatal diagnosis and follow-up of 23 cases of cardiac tumors.
Prenat Diagn, 30 (2010), pp. 882-887
[46]
G.S. Soor, M.O. Chakrabarti, A. Luk, J.R. Abraham, K. Phillips, J. Butany.
Prenatal intrapericardial teratomas: diagnosis and management.
Cardiovasc Pathology, 19 (2010), pp. e1-e4
[47]
V. Tomek, R. Vlk, T. Tláskal, J. Skovránek.
Successful pericardio-amniotic shunting for fetal intrapericardial teratoma.
Pediatr Cardiol, 31 (2010), pp. 1236-1238
[48]
S.P. Goldberg, U.S. Boston, D.A. Turpin, G.C. Mari, C.A. Mathis, T.K. Chin, et al.
Surgical management of intrapericardial teratoma in the fetus.
J Pediatr, 156 (2010), pp. 848-849
[49]
M.J. Molina-Mora, B. Picazo-Antolín, V. Cuenca-Peiró, J. Miguel Gil-Jaurena, J.I. Zabala-Argüelles.
Foetal intrapericardial teratoma.
Eur J Echocardiogr, 12 (2011), pp. 513
[50]
P. Cavoretto, F. Molina, S. Poggi, M. Davenport, K.H. Nicolaides.
Prenatal diagnosis and outcome of echogenic fetal lung lesions.
Ultrasound Obstet Gynecol, 32 (2008), pp. 769-783
Copyright © 2012. Asociación Española de Diagnóstico Prenatal
Opciones de artículo
Herramientas