Introducción: El trasplante hepático (TH) representa uno de los procedimientos quirúrgicos más complejos, y su éxito depende tanto de la técnica como de la experiencia del equipo médico. Existe la percepción de que la participación de cirujanos jóvenes o en formación podría afectar negativamente los resultados del trasplante debido a la curva de aprendizaje inherente al desarrollo de competencias quirúrgicas avanzadas. Sin embargo, en un entorno adecuadamente supervisado, esta incorporación es indispensable para garantizar la continuidad de los programas de trasplante.

Objetivos: Evaluar si la participación de cirujanos jóvenes en el trasplante hepático tiene impacto en los resultados clínicos posoperatorios inmediatos y a corto plazo, en comparación con procedimientos realizados exclusivamente por cirujanos senior.

Métodos: Estudio descriptivo retrospectivo de todos los trasplantes hepáticos realizados en nuestro centro entre mayo del 2023 y febrero 2025. Se dividieron los casos en dos grupos: aquellos con participación de cirujanos jóvenes (adjuntos con menos de 5 años de experiencia) como cirujano principal en la hepatectomía o en la reconstrucción y aquellos realizados íntegramente por cirujanos senior. Se recogieron variables demográficas y clínicas del receptor y donante, tiempos de isquemia, complicaciones posoperatorias según clasificación de Clavien-Dindo, complicaciones vasculares y biliares en los primeros 90 días, necesidad de reintervención, estancia hospitalaria y mortalidad a 30 días. Se emplearon pruebas estadísticas descriptivas y comparativas para el análisis de los datos.

Resultados: Se analizaron un total de 146 trasplantes hepáticos. En 41,7% de los casos (61 pacientes) participó activamente un cirujano joven en la cirugía del receptor. No se encontraron diferencias estadísticamente significativas entre los dos grupos en cuanto a complicaciones mayores (Clavien-Dindo #1 III), tasa de reintervención, estancia media hospitalaria ni mortalidad a 30 días. La duración del procedimiento fue inferior en el grupo con participación de cirujanos jóvenes. No se encontraron diferencias en cuanto a las complicaciones arteriales ni biliares en los primeros 90 días.

Conclusiones: La incorporación progresiva de cirujanos jóvenes al procedimiento de trasplante hepático, bajo la supervisión de profesionales experimentados, no empeora los resultados clínicos inmediatos ni a corto plazo del trasplante. Estos hallazgos respaldan la necesidad de mantener estructuras formativas sólidas dentro de los programas de trasplante, permitiendo el relevo generacional sin comprometer la seguridad ni los resultados del paciente trasplantado.