Introducción: Más de cinco mil millones de personas carecen de acceso a cirugía esencial, lo que incrementa la morbimortalidad en países de ingresos bajos y medios. El término “Global Surgery” busca garantizar el acceso equitativo, seguro y asequible a cirugía, anestesia y cuidados perioperatorios, y se ha consolidado como un pilar de la salud pública global. En este contexto, la formación de residentes en Global Surgery mediante rotaciones en entornos con recursos limitados representa una herramienta valiosa para fortalecer competencias técnicas, éticas y culturales, y fomentar el compromiso con la equidad en salud.

Objetivos: Evaluar el impacto de “Global Surgery” en la formación de residentes de cirugía, analizando el desarrollo de competencias clínicas, no técnicas y culturales. Asimismo, identificar beneficios, desafíos, oportunidades e implicaciones a largo plazo en sus trayectorias profesionales.

Métodos: Se realizó una revisión sistemática siguiendo la guía PRISMA. La búsqueda en PubMed con el término “Global Surgery” arrojó 2.304 artículos. Tras aplicar criterios de inclusión y exclusión, se seleccionaron 274 publicaciones, y finalmente 21 artículos clave que abordaban específicamente la formación de residentes en este ámbito. Se analizaron aspectos como competencias adquiridas, impacto educativo, barreras estructurales, sostenibilidad de los programas y repercusión en las decisiones de carrera.

Resultados: Los residentes que participan en programas de “Global Surgery” adquieren competencias técnicas y habilidades no técnicas como liderazgo, resiliencia, resolución de problemas y competencia cultural. Estas experiencias favorecen la adaptación a contextos clínicos adversos, promueven el aprendizaje bidireccional con los profesionales locales y estimulan el interés por la medicina humanitaria. Sin embargo, se identificaron barreras significativas: falta de financiación, escaso reconocimiento académico, dificultades logísticas y limitada accesibilidad a la información sobre programas. A pesar de estos desafíos, muchos residentes manifiestan su intención de continuar trabajando con poblaciones vulnerables tras su formación, lo que sugiere un impacto positivo y duradero. La integración de nuevas tecnologías como la simulación quirúrgica, la telemedicina y la impresión 3D emerge como una vía prometedora para ampliar la formación quirúrgica en contextos con escasos recursos y mejorar la sostenibilidad de estos programas.

Conclusiones: La Global Surgery aporta valor significativo a la formación quirúrgica al promover un enfoque integral y ético de la atención sanitaria. Las rotaciones en este ámbito fortalecen competencias clave y tienen un impacto profundo en la motivación profesional de los residentes. Para garantizar su sostenibilidad e impacto real, es necesario superar las barreras actuales mediante apoyo institucional, financiación adecuada, asociaciones equitativas con países anfitriones y la integración curricular de la Cirugía Global como componente esencial en la formación quirúrgica del siglo xxi.