continuous glucose monitoring system
diabetes tipo 1
hipoglucemia
infusion subcutanea continua de insulina
monitorizacion continua de glucosa intersticial
multiples dosis de insulina
recien nacido.
La hipoglucemia (HG) es un problema muy frecuente en el periodo neonatal1,2, que conlleva riesgo de secuelas neurológicas3. Su frecuencia podría estar mal estimada debido, por una parte, a la falta de consenso sobre la definición analítica de HG en el recién nacido (RN)4 y, por otra, a la dificultad técnica de la medición de la glucemia en los rangos más bajos. El gold standard consiste en determinar la glucosa plasmática por métodos enzimáticos en el laboratorio, pero esto requiere múltiples extracciones. En los neonatos con riesgo incrementado de HG, ésta se mide habitualmente de manera intermitente y en sangre capilar. Aunque la correlación de los niveles de glucosa –determinados mediante glucemia capilar o monitorización continua de glucosa intersticial (MCGI)– con los resultados del laboratorio es aceptable, en los rangos inferiores esta correlación no es tan buena5,6.
En la actualidad existen dos tipos de métodos de determinación continua de glucosa: el método «ciego» o retrospectivo y el «abierto» o prospectivo (que permite la visión continuada de la glucosa en tiempo real)7,8. Determinados cambios introducidos en el algoritmo de calibración de algunos de estos sistemas (Paradigm Veo®, Medtronic, Northridge, California, Estados Unidos) han mejorado la sensibilidad en rangos hipoglucémicos9. Ya en 2005, Beardsall et al.10, en su estudio de MCGI con un sistema «ciego» CGMS (MiniMed®, Medtronic, Northridge, California, Estados Unidos) realizado en 16 RN de <1.500g, demostraron que esta tecnología podía ser aplicada en el periodo neonatal, incluso en prematuros. Posteriormente Iglesias et al.11, en una población más amplia de 38 RN, también de bajo peso (≤1.500g y ≤32 semanas de gestación), confirmaron esta aplicabilidad y encontraron una frecuencia de HG (definidas como glucemias <40mg/dL) del 36,8%, con una duración media de éstas de 2,45 ± 2,3 horas.
En el artículo que se valora, Harris et al.12 realizaron un estudio observacional prospectivo de HG en 120 RN de >32 semanas de gestación ingresados en la UCI, mediante la determinación intermitente de glucemia capilar, comparándola con un sistema «ciego» de MCGI (CGMS® System Gold™, Medtronic, Northridge, California, Estados Unidos). Los RN fueron monitorizados desde las primeras horas de vida hasta que desapareció el riesgo de HG, o en su defecto hasta los 7 días (tiempo medio 80 horas), definiéndose las HG por debajo de 47mg/dL (2,6mmol/L). Estos autores encontraron una buena correlación entre glucosa sanguínea e intersticial. Detectaron HG en el 32% mediante determinación sanguínea y en el 44% con MCGI, y constataron que el 81% de los episodios de HG no se detectaban con mediciones sanguíneas. En 107 episodios de HG evidenciados en 34 niños la duración fue superior a 30 minutos. Además, señalaron que la incidencia de niveles bajos de glucemia fue similar en niños con diferentes factores de riesgo, pero no mostraron los datos.
Este estudio12, además de mostrar que la MCGI con CGMS® System Gold™ fue segura y bien tolerada en un grupo mayor de pacientes y en todo tipo de recién nacidos, demuestra que dicha monitorización puede prolongarse con el mismo sensor hasta 7 días, lo que permite reducir el gasto y las molestias al paciente. El trabajo también evidencia que los episodios de HG fueron frecuentes y recurrentes, también en RN >32 semanas de gestación. Un punto débil del estudio es que se incluyó una población muy heterogénea, lo que dificulta la valoración del riesgo de HG, pues éste puede variar según el peso, la edad gestacional y la existencia de determinadas patologías neonatales.
En relación con trabajos similares previos10,11, Harris et al. encontraron una mejor correlación entre la glucosa intersticial y la glucosa capilar. Aunque existen algunos estudios en animales13 y personas adultas14 que sugieren la precisión de los métodos de MCGI en los rangos bajos, esta precisión sigue estando cuestionada15, lo que podría condicionar una sobrestimación de la hipoglucemia. Estas dudas razonables deberían ser resueltas con nuevos estudios prospectivos utilizando ya las nuevas tecnologías de MCGI en tiempo real, más sensibles9, que además permitirían un diagnóstico y tratamiento más precoz de las hipoglucemias.
Es evidente que las alteraciones de la homeostasis de la glucosa son clínicamente relevantes en el periodo neonatal. Sin embargo, quedaría por definir de manera precisa su significación patológica ulterior, para lo cual son esenciales el seguimiento y la valoración evolutiva del desarrollo neurocognitivo de los niños con HG neonatal.