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Vol. 17. Núm. 9.
Páginas 581-584 (Mayo 1996)
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Programa de Mantenimiento con Metadona en heroinómanos por vía intravenosa. ¿Qué información tienen los médicos de atención primaria?
Methadone Maintenance Programme for intravenous heroin addicts. What information do primary care doctors have?
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C. Velarde Mayola, J. Peinó Andióna, JA. Gómez de Caso Cantoa
a Centro de Salud Segovia I y Servicio Territorial de Sanidad y Bienestar Social de Segovia.
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Objetivo. Conocer el perfil del adicto a la heroína incluido en el Programa de Mantenimiento con Metadona (PMM) y conocer el nivel de información que los médicos de atención primaria tienen sobre estos pacientes.

Diseño. Estudio descriptivo transversal.

Pacientes y otros participantes. Todos los toxicómanos incluidos en el PMM, ubicado en el Centro de Atención a Drogodependientes (CAD) de la Cruz Roja de Segovia (53 pacientes) y sus respectivos médicos de cabecera (22 médicos).

Intervenciones. Revisión de las historias clínicas del archivo del CAD y encuesta cerrada realizada a los médicos de cabecera.

Mediciones y resultados principales. Los pacientes incluidos en el PMM eran, como tipo medio: varones, edad media de 28,4±5,4 años, solteros, residentes en el medio urbano, en paro, politoxicómanos, con una media de consumo de heroína de 8,4±4,5 años, con antecedentes familiares de consumo de drogas en un 47,1%. En el 41,5% de los pacientes, el motivo de demanda era por problemas judiciales. Un 9,4% fueron remitidos al CAD desde los centros sanitarios. Un 15,7% de los médicos de cabecera derivaron a sus toxicómanos al CAD. El 89,5% de los médicos de cabecera nunca recibieron información médica desde los CAD.

Conclusiones. Los problemas judiciales fueron más importantes que los sanitarios a la hora de solicitar la inclusión en el PMM. La escasa coordinación entre atención primaria y el CAD es un hecho notorio, lo cual nos lleva a intentar establecer una mayor colaboración entre los dos ámbitos para abordar este problema.

Objectives. To find the profile of the heroin addict included in the Methadone Maintenance Programme (MMP) and the standard of information which primary care doctors have about these patients.

Design. A descriptive crossover study.

Patients and other participants. All the drug addicts included in the MMP, located at the Drug Dependency Care Centre (DDCC) of the Segovia Red Cross (53 patients) and their respective local doctors (22 doctors).

Interventions. Reviewing medical records in the DDCC archives and a closed questionnaire submitted to the local doctors.

Measurements and main results. The patients included in the MMP were, on average: male, aged 28,4 (±5,4 years), single, urban dwellers, unemployed, polydependent, with average time taking heroin 8.4 years (±4,5) and with family history of drug-taking in 47,1% of cases. The reason for demanding the MMP was legal problems in 41,5% of cases. 9.4% were referred to the DDCC by health clinics. 15,7% of local doctors referred their drug addicts to the DDCC. 89,5% of local doctors never received medical information from the DDCC.

Conclusions. Legal problems were more important motives than health for requesting inclusion in the MMP. The poor coordination between primary care and the DDCC is notorious, which suggests we should try to establish greater collaboration between the two areas to tackle this problem.

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Introducción

El Programa de Mantenimiento con Metadona (PMM) es una alternativa en el tratamiento de deshabituación en pacientes adictos a la heroína1,2. En Segovia comenzó a funcionar a finales de 1992 y se desarrolla en los centros de atención a drogodependientes (CAD) de la Cruz Roja Española. Los criterios de inclusión en el PMM son los legislados en el Real Decreto 75/1990 publicados por el Ministerio de Sanidad y Consumo2.

El propósito de este estudio es describir el perfil del drogadicto incluido en el PMM y conocer el nivel de información que los médicos de atención primaria tienen sobre estos pacientes.

Material y métodos

La población de estudio está formada por:

 

­ Todos los toxicómanos que acudieron al PMM desde el inicio del programa en diciembre de 1992, hasta marzo de 1995: 53.

­ Médicos de cabecera que atendían a estos pacientes: 22.

 

A las personas que acuden al PMM se les abre una historia clínica en la que se recogen los antecedentes personales y familiares, exploración y anamnesis y se derivan a su médico de cabecera para que les realice analítica bioquímica, hematológica y serológica. Todos los pacientes incluidos en este estudio cumplían ambas condiciones.

Las variables de estudio fueron:

 

­ Variables sociodemográficas: edad, sexo, estado civil, hábitat, nivel de estudios, situación laboral, antecedentes familiares y penales.

­ Variables sanitarias: diferenciadas en tres grupos: a) años de consumo de drogas; b) consumo de otras drogas: alcohol, cannabis, cocaína y otras (tranquilizantes, hipnóticos, anfetaminas, alucinógenos e inhalables); c) enfermedades asociadas al consumo de heroína: seropositividad al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), hepatitis B y C, otras (enfermedades mentales, tuberculosis y sífilis).

­ Condiciones previas al ingreso: motivos de demanda, tratamientos previos de deshabituación-desintoxicación, vía de acceso al PMM.

­ Informaciones de los médicos sobre el PMM: conocimientos sobre estos pacientes, intercambio de informes con el CAD.

 

En cuanto a las fuentes de información, fueron las siguientes:

 

­ Historia clínica del archivo de la Cruz Roja.

­ Encuesta realizada a los médicos de atención primaria que atendieron a estos pacientes, mediante cuestionario cerrado (anexo 1); la encuesta se llevó a cabo a través de una entrevista directa con cada médico.

Pruebas estadísticas

Se calcularon las frecuencias absolutas y relativas con su intervalo de confianza de cada una de las variables cualitativas de estudio, para las variables cuantitativas se calculó la media y la desviación típica. El nivel de precisión fue del 95%. Los datos fueron procesados con el paquete estadístico SPSS.

Resultados

Las variables sociodemográficas se exponen en la tabla 1. Las edades de los pacientes oscilaron entre 20 y 46 años, siendo la media 28,4±5,4 años. El 47,1% tenían antecedentes familiares de primer grado de consumo de drogas ilegales y/o de alcohol. En la figura 1 se representa el consumo de otras drogas antes, después o durante la adición a la heroína. En la figura 2 se muestran las enfermedades asociadas con el consumo de drogas.

En la tabla 2 se indican las condiciones previas al ingreso, y se observa que el 84,9% había recibido tratamiento farmacológico previo en centros de atención primaria, en centros de salud mental y, sobre todo, en los propios CAD.

La media de tiempo de consumo de heroína fue de 8,4±4,5 años, con un intervalo de 4-13 años. El 32±6,4% de los pacientes reingresaron en el PMM: 2 pacientes en cuatro ocasiones, 4 pacientes en tres y 11 en dos.

De los 22 médicos de cabecera estudiados, no se pudo entrevistar a tres por dificultades para conocer cuál era el médico que atendía al paciente. En total se entrevistó a 19 médicos, de los cuales cuatro trabajaban en zonas básicas de salud rurales y 15 en urbanas. El número de heroinómanos objeto de estudio atendidos por cada médico de cabecera osciló entre 1 y 4, con una media de 2. Todos los médicos consultados sabían que tenían pacientes heroinómanos en su consulta. El 68,4% de los médicos conocían el número exacto de pacientes incluidos en el PMM, el 10,6% sabía que tenían alguno pero no podía precisar cuántos y un 21% desconocía este dato. El 15,7% de los médicos de cabecera utilizaron el PMM como método de derivación de pacientes adictos a la heroína para su deshabituación. Los médicos realizaron todas las pruebas analíticas solicitadas por el CAD. En la figura 3 se representa el intercambio de información entre el CAD y el médico de cabecera.

Discusión

El perfil de las personas incluidas en el PMM está constituido por: varón, con una edad entre 25 y 30 años, soltero, que reside en el medio urbano, en situación de desempleo, politoxicómano con una media de consumo de heroína de 9 años y con algún familiar adicto al alcohol o a drogas ilegales. Estos datos son similares a los hallados en otros estudios2-6, aunque en nuestro trabajo destaca una relación varones/mujeres de 9:1, mientras que en otros autores es de 4:12,7.

Al igual que en otros estudios8 un bajo porcentaje tenía un empleo estable. Que el 28% no tuvieran ningún tipo de formación académica, y que casi el 95% estuvieran en desempleo o se dedicaran a actividades marginales, en parte podría explicar el ambiente sociocultural que rodea a estas personas, y que les facilita su continuación en la adición a drogas.

Respecto a las enfermedades asociadas, en nuestro estudio encontramos una prevalencia de seropositividad al VIH del 24%, cifra considerablemente inferior a la de otras zonas8. La prevalencia similar de hepatitis B y C da una idea de coinfecciones al compartir la vía de ingreso al organismo9.

Prácticamente el 50% tenía antecedentes penales. Se da la circunstancia de que el hecho de estar pendiente de juicio era un factor importante de motivación de estos pacientes para mantenerse dentro del programa, pues el recibir tratamiento para su toxicomanía era considerado en bastantes ocasiones como un atenuante y los jueces incluso facilitan el cumplimiento de la condena en centros de desintoxicación-deshabituación.

Es habitual que las personas que acuden al PMM lo hagan tras haber fracasado en otras modalidades terapéuticas o en otros centros. Destaca el hecho de que únicamente el 9% de los pacientes hubieran sido derivados de algún centro sanitario, lo cual traduce la poca adherencia que los profesionales sanitarios tienen respecto a estos programas10.

Del estudio de la encuesta realizada a los distintos médicos de cabecera, destacamos como conclusión el escaso ­por no decir nulo­ intercambio de información que existe entre la atención primaria y los responsables del PMM, apenas uno de cada 7 médicos había tomado la iniciativa para enviar a sus pacientes al CAD y sólo el 10,5% de los médicos habían sido informados directamente por el CAD sobre la evolución de sus pacientes, mientras que el resto de los médicos lo conocían cuando el paciente o su familia solicitaban pruebas analíticas demandadas por el CAD.

De este trabajo queremos destacar, para actuaciones futuras, dos aspectos:

 

­ El motivo fundamental de un adicto a heroína intravenosa para solicitar la inclusión en el PMM, es el judicial, apenas el sanitario.

­ La escasa coordinación entre los médicos de cabecera y el CAD obliga, si queremos abordar adecuadamente este problema y para que no se derrochen esfuerzos sociosanitarios, a establecer una colaboración estrecha entre los dos ámbitos (en nuestro caso ya se han realizado los primeros contactos) que incluye el asesoramiento a través de consultas telefónicas o personales, las sesiones clínicas entre los equipos: charlas informativas, supervisión de casos, informes clínicos, etc.10; facilitándose así la continuidad en el cuidado terapéutico.

Agradecimientos

Queremos agradecer al Centro de Atención de Drogodependientes de Cruz Roja de Segovia las facilidades para revisar las historias clínicas.

Bibliografía
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Roca F, Gómez Beneito M, Paños M..
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Sánchez-Carbonell J, Brigos B, Camí J..
Evolución de una muestra de heroinómanos dos años después del inicio del tratamiento (proyecto EMETYST)..
Med Clin (Barc), 92 (1989), pp. 135-139
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Zunzunegui MV, Rodríguez Arenas M, Sarasqueta C..
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Gac Sanit, 7 (1993), pp. 2-11
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Levine OS, Vlahov D, Nelson KE..
Epidemiology of Hepatitis B Virus Infections among Inyecting Drug Users: Seroprevalence, Risk Factors, and Viral Interactions..
Am J Epidemiol, 16 (1994), pp. 418-436
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Ministerio de Sanidad y Consum.o, Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas..
Drogodependencias y Atención Primaria..
Comunidad y Drogas, 5 (1988), pp. 48-51
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