La arteritis de células gigantes es la más común de las vasculitis idiopáticas que afectan a grandes vasos, con una incidencia anual de 15-33 casos por 100.000 habitantes mayores de 50 años1. La afectación de grandes vasos se produce en más del 25% de estos pacientes, siendo la incidencia de aneurisma o disección de 18,7 por 1.000 personas-año1,2. En comparación con la población general, el riesgo de desarrollar un aneurisma de aorta torácica es 17,3 veces superior y el riesgo de desarrollar un aneurisma de aorta abdominal, 2,4 veces superior3. Estos podrían suponer complicaciones tardías y ocasionar la muerte, aunque no se han encontrado diferencias en cuanto a la supervivencia global entre pacientes con esta vasculitis y presencia de aneurismas, disección aórtica y/o estenosis arteriales y pacientes con arteritis de células gigantes sin complicaciones de grandes vasos4.
Presentamos el caso de una paciente mujer de 72 años, que acude al servicio de urgencias por dolor inguinal derecho acompañado de 2 masas expansivas que habían aumentado progresivamente de tamaño en el último año. Se ingresa para estudio.
A la paciente se le había realizado 4 años antes resección de un aneurisma de arteria femoral común derecha e interposición de injerto femorofemoral ipsolateral derecho, no asistiendo a revisiones posteriores.
Entre sus antecedentes personales destacaban: cefalea temporal (biopsia de arteria temporal negativa), hipergammaglobulinemia policlonal, hepatopatía crónica criptogenética, un episodio de amaurosis fugax secundaria a trombosis de arteria central de la retina y de arteria carótida interna, insuficiencia aórtica leve, dislipidemia y osteosíntesis de fémur derecho con clavo gamma.
El examen físico evidenció diversas masas expansivas: 2 en región femoral derecha, de unos 6 y 3cm, respectivamente, localizadas proximal y distalmente a una cicatriz quirúrgica antigua y dos en abdomen, en mesogastrio e hipogastrio. En troncos supraórticos, miembros superiores e inferiores, los pulsos estaban presentes a todos los niveles de forma bilateral y no se auscultaban soplos.
El hemograma reflejaba una hemoglobina de 8,79g/dl y una velocidad de sedimentación globular (VSG) de 120mm/h.
Se realizó una arteriografía (fig. 1) y se observó la presencia de múltiples aneurismas a lo largo de todo el recorrido de la aorta torácica y abdominal, la arteria mesentérica superior, ambos ejes ilíacos, la arteria hipogástrica izquierda y las arterias femorales común y superficial derechas. La arteria femoral profunda derecha estaba ocluida.
El estudio de imagen se completó mediante TC toracoabdominal. Las formaciones aneurismáticas de mayor tamaño se localizaban a nivel de la arteria hipogástrica izquierda (5,5cm de diámetro), la arteria mesentérica superior (4,8cm) y la arteria femoral común derecha (4,7cm). Las arterias esplénica y renal derecha mostraban un aspecto arrosariado. Estos hallazgos se acompañaban de múltiples adenopatías paraaórticas.
Durante el ingreso la paciente presentó de forma súbita dolor y hematoma en la raíz del muslo derecho y aumento de tamaño de las tumoraciones inguinales (fig. 2). El hemograma evidenció un descenso de hemoglobina hasta 6,7g/dl. Intervenida quirúrgicamente de forma urgente, se demostró la presencia de un aneurisma de arteria femoral común roto proximal al bypass femorofemoral previo y un aneurisma de arteria femoral superficial íntegro distalmente. Se realizó resección de los sacos aneurismáticos e interposición de un nuevo injerto protésico desde la arteria femoral común proximal no aneurismática a la arteria femoral superficial. La evolución postoperatoria fue favorable.
La paciente fue valorada por el servicio de reumatología, que diagnosticó arteritis de células gigantes con complicaciones de grandes vasos y con mal pronóstico dada la falta de tratamiento previo. La paciente no se consideró candidata a reparación quirúrgica de los aneurismas abdominales y viscerales, por lo que se instauró tratamiento médico y le fue dada el alta. Falleció fuera del ámbito hospitalario por causas desconocidas.
La asociación entre arteritis de células gigantes y complicaciones en la aorta torácica y abdominal está ampliamente documentada1–6. Sin embargo, no hemos encontrado datos acerca de la incidencia de aneurismas femorales en estos pacientes y su evolución.
Se han descrito una serie de factores predictores de la presencia de aneurisma o disección aórtica en pacientes con arteritis de células gigantes, entre ellos la dislipidemia y la insuficiencia aórtica1. En este caso, ambos estaban presentes, lo que nos lleva a pensar que además podrían ser indicadores de aneurismas periféricos, aunque harían falta estudios a gran escala para demostrarlo.
La arteritis de células gigantes en pacientes con complicaciones de gran vaso presenta una serie de características particulares que dificultan el diagnóstico y que se dieron en el caso que presentamos. Por un lado, este subgrupo de pacientes a menudo manifiesta pocos de los síntomas típicos de arteritis de células gigantes5 y, por otro, afecta más a mujeres con mayor frecuencia de biopsias de arteria temporal negativas6. Ambas circunstancias, unidas al hecho de que la paciente no acudiera a revisiones después de la primera cirugía, supusieron un retraso en el diagnóstico y la instauración de tratamiento corticoideo.
Por todo ello, es crucial recordar la importancia de la arteritis de células gigantes y no atribuir exclusivamente a la aterosclerosis el origen de toda la enfermedad aneurismática y oclusiva en pacientes de edad avanzada7.
Responsabilidades éticasProtección de personas y animalesLos autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.
Confidencialidad de los datosLos autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes y que todos los pacientes incluidos en el estudio han recibido información suficiente y han dado su consentimiento informado por escrito para participar en dicho estudio.
Derecho a la privacidad y consentimiento informadoLos autores han obtenido el consentimiento informado de los pacientes y/o sujetos referidos en el artículo. Este documento obra en poder del autor de correspondencia.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.