El síndrome de hiperperfusión es una complicación documentada después de endarterectomía e implantación de un stent carotídeo. Sin embargo, su incidencia tras implantación de un stent en la arteria vertebral es apenas conocida. En una mujer de 51 años, que había experimentado episodios repetidos de mareo, náuseas y vómitos, se estableció el diagnóstico de insuficiencia vertebrobasilar. La resonancia magnética ponderada en difusión mostró una lesión en el territorio de la arteria cerebelosa posteroinferior. La paciente se sometió a la implantación de un stent vertebral bilateral debido a estenosis crítica en ambos segmentos intracraneales de las arterias vertebrales. A las 3 h del procedimiento, refirió cefaleas graves con vómitos y, gradualmente, entró en coma. La tomografía computarizada cerebral, practicada con carácter urgente, demostró una hemorragia en el cerebelo derecho y la región subaracnoidea. Así mismo, el eco-Doppler transcraneal reveló la práctica duplicación de la velocidad del flujo sanguíneo en el área de la arteria vertebral, comparado con el valor basal. Para reducir el riesgo de síndrome de hiperperfusión, tras implantación de un stent en la arteria vertebral, es necesaria una monitorización del flujo sanguíneo cerebral y de la presión arterial, junto con la institución de tratamiento antihipertensivo intensivo. Además, es preciso reevaluar los riesgos y la eficacia de la implantación de un stent vertebral intracraneal mediante ensayos aleatorizados, a gran escala.
Consulte los artículos y contenidos publicados en este medio, además de los e-sumarios de las revistas científicas en el mismo momento de publicación
Esté informado en todo momento gracias a las alertas y novedades
Acceda a promociones exclusivas en suscripciones, lanzamientos y cursos acreditados

