El quiste nasopalatino es el más frecuente de los quistes no odontogénicos de la cavidad oral. Su origen, no obstante, sigue siendo motivo de controversia. Se presenta el caso de un paciente que consulta por una tumoración en la mitad anterior del paladar duro de meses de evolución y realizamos una revisión bibliográfica de esta enfermedad.
Nasopalatine are the most prevalent of non-odontogenic cysts in the oral cavity. Their origin, however, is still a source of controversy. We report the case of a patient with a mass in the anterior half of the hard palate following months of evolution, with a review of the literature.
Los quistes epiteliales no odontogénicos del maxilar agrupan el quiste nasopalatino (QNP) y el quiste nasolabial o nasoalveolar; en conjunto representan el 5 % de los quistes maxilares1.
Aunque el QNP es el más frecuente, con una incidencia en estudios post mórtem del 1%1–4, en la revisión de la literatura inglesa realizada por Elliot et al2 de 1960 a 2004, sólo encuentran 468 casos publicados. Puede presentarse a cualquier edad, pero la mayoría se diagnostica en adultos (40-60 años), varones (3/1), sin claro predominio racial1.
CASO CLÍNICOVarón de 31 años que acude a nuestro servicio por la aparición de una tumoración en la parte anterior del paladar.
Observamos una masa ovoide, de consistencia firme, no dolorosa y de localización submucosa, en la porción retroincisiva del paladar duro, que abombaba ligeramente el suelo del vestíbulo nasal izquierdo.
El estudio radiológico muestra una tumoración quística de 2,2 × 2,5 × 2,2cm, en la región del canal nasopalatino, separando lateralmente las raíces de los incisivos centrales (fig. 1).
Se realiza una enucleación quística mediante abordaje transpalatino (fig. 2). A través de un colgajo mucoperióstico de charnela posterior exponemos el quiste, eliminando la concha ósea que lo cubre y fresando los márgenes óseos para facilitar su disección hasta el pedículo anterior que se secciona a nivel de la mucosa nasal. Se verifica una sutura simple sin relleno de cavidad.
El estudio anatomopatológico informa de tumoración quística, tapizada de epitelio respiratorio, compatible con QNP.
DISCUSIÓNEl QNP se desarrolla en el trayecto del canal nasopalatino óseo situado en la extremidad anterior de la línea de sutura de las apófisis palatinas de los maxilares. Los mamíferos inferiores tienen en el interior un "conducto nasopalatino", permeable, que funciona como órgano olfatorio accesorio (órgano de Jacobson o vomeronasal)3. Aunque inicialmente se suponía que el origen del QNP era fisural3, hoy se cree que deriva de restos epiteliales del conducto nasopalatino embrionario involucionado de forma incompleta2. La causa de la involución incompleta y el origen del quiste a partir de estos restos epiteliales son desconocidos1.
Su tamaño medio oscila entre 6mm (si es menor, se considera un agujero incisivo normal) y 17mm1. En la mitad de los casos la lesión es asintomática, y el hallazgo es casual al realizar un estudio radiológico dentario3. La clínica habitual suele ser la movilidad de los incisivos superiores medios y la derivada de una sobreinfección1.
El examen radiológico y el histológico constituyen las 2 pruebas indispensables para su diagnóstico1. La radiología (panorámica de boca, oclusal o tomografía computarizada) muestra un área radiotransparente entre los incisivos centrales superiores, redonda, oval o con la clásica forma de corazón de naipe1–3. En el estudio histológico el epitelio que tapiza el quiste es de tipo respiratorio, escamoso o una mezcla de ambos, según la localización1–3.
La enucleación quirúrgica es el tratamiento electivo por su baja tasa de recurrencia2, mientras que la marsupialización estaría indicada en quistes muy grandes con riesgo de fístula oronasal1–4. La vía de abordaje (palatina o vestibular) depende del tamaño, la situación y el estado bucodentario del paciente1.
Los autores manifiestan no tener ningún conflicto de intereses.