Introducción: La ingesta de cuerpos extraños en adultos es un problema de salud pública asiduamente enfrentado por los servicios de Urgencias de todo el mundo. La mayor parte de los cuerpos extraños (80-90%) transitan espontáneamente a través del aparato digestivo sin ninguna incidencia, pero en hasta un 20% de casos se precisa algún tipo de intervencionismo para su extracción debido al desarrollo actual o potencial de complicaciones (perforación, obstrucción, fístula, absceso). A pesar de su relativa frecuencia, actualmente no existen guías terapéuticas establecidas para el manejo de estas situaciones. Es por ello, que el propósito principal de este trabajo de investigación es la elaboración de una guía clínica de carácter multidisciplinar para el manejo de estas situaciones.

Métodos: Se ha realizado una revisión sistemática donde se han seleccionado los 30 artículos de mayor relevancia científica en referencia al tema tratado. Además, se ha llevado a cabo un análisis de la base de datos de los pacientes mayores de edad con ingesta de cuerpo extraño atendidos en las urgencias quirúrgicas del Hospital Universitario Virgen del Rocío (HUVR) en el periodo comprendido entre 2008 y 2020; Centro de tercer nivel donde son derivados pacientes de diferentes centros penitenciarios que presentan una cohorte prevalente del estudio.

Resultados y conclusiones: El análisis de la bibliografía así como el análisis de la base de datos anonimizada de la unidad de cirugía de urgencias del HUVR ha permitido elaborar un algoritmo que orienta el manejo diagnóstico y terapéutico, consensuado con el servicio de Digestivo y atención en puerta de Urgencias. Cabe destacar que este algoritmo está sujeto a variaciones derivadas del contexto personal y social del sujeto tal y como ha sucedido durante el periodo de la pandemia por COVID-19, donde se ha optado preferentemente por un manejo conservador en la medida de lo posible. Se ha podido comprobar una elevada prevalencia de sujetos con trastornos cognitivos y/o psiquiátricos y en reclusos entre nuestra población tratada. Un 46% (n = 23) de los pacientes eran presos, un 36% (18 pacientes) tenían antecedentes personales psiquiátricos, un 26% (13 pacientes) tuvieron intentos previos de autolisis, un 40% (20 pacientes) tenían adicción a drogas y/o alcohol y un 4% (2 pacientes) tenían deterioro cognitivo (un paciente con demencia senil y otro con retraso mental). En cuanto al tratamiento; en 11 pacientes (22%, frente al 80-90% descrito en la literatura) se adoptó una actitud conservadora. 22 pacientes (44%) precisaron cirugía y en 17 pacientes (34%) se optó por técnicas endoscópicas. Se optó por intervencionismo en un 78% de casos frente al menos del 20% descrito en la literatura. La voluntariedad del acto fue discretamente menor en los pacientes que tuvieron que ser sometidos a cirugía (72,72%) en oposición a los que tuvieron un manejo endoscópico o conservador (85,71%). Un 52% (26 pacientes) eran reincidentes.