The role of physical activity in the treatment of erectile dysfunction

Abstract

Objective

To compare the effect of phosphodiesterase inhibitors and physical exercise alone in patients with erectile dysfunction (ED).

Materials and methods

A total of 60 patients with a satisfactory cardiopulmonary performance who consulted the outpatient clinics of Urology and Physical Therapy and Rehabilitation were included in the prospective study. In the study, 30 patients were scheduled for 6 weeks of vigorous aerobic exercise program to be carried out for 75 min a day, 3 days a week. The remaining 30 patients received only an oral form of a phosphodiesterase inhibitor. All patients completed International Index of Erectile Function (IIEF) and quality of life (SF-36) forms before and after the treatment.

Results

Median age of the patients was 55.63 ± 12.93 years with body mass index ranging between 18.99 and 35.86 kg/m². A statistically significant increase has been observed for IIEF-5 and SF-36 scores both in the physical exercise and medical treatment groups. However, in the medical treatment group post-treatment variation in IIEF-5 and SF-36 mental scores in the medical treatment group were statistically significantly higher when compared with the physical exercise group. Increase in physical SF-36 scores in the physical exercise group was more prominent without any statistically significant difference between groups.

Conclusion

Emerging evidence indicates that exercise has a positive effect for improving many factors in men with erectile dysfunction including changes in body composition, physical function, risk of comorbid conditions, depression, quality of life and an increase in pelvic oxygenation and penile blood flow, and thus before or during the treatment with a phosphodiesterase inhibitor, regular physical activity should be recommend for all ED patients.

Resumen

Objetivo

Comparar el efecto de inhibidores para la fosfodiesterasa y el ejercicio físico de manera independiente en pacientes con disfunción eréctil (DE).

Materiales y Método

Se incluyeron un total de 60 pacientes en el estudio prospectivo. Estos pacientes habían acudido a las consultas externas de clínicas de Urología y Terapia física y Rehabilitación, no tenían diagnosticados trastornos neurológicos o psiquiátricos y presentaban función cardiopulmonar satisfactoria. En el estudio, 30 de los pacientes fueron sometidos a un programa de seis semanas consistente en la realización de actividad aeróbica vigorosa durante 75 minutos, tres veces por semana. Los 30 pacientes restantes recibieron una toma oral del inhibidor para la fosfodiesterasa. Todos los pacientes cumplimentaron los formularios del Índice internacional de la función eréctil (IIEF) y de calidad de vida (SF-36) antes y después del tratamiento.

Resultados

La mediana para la edad de los pacientes fue de 55,63 ± 12,93 años, con un índice de masa corporal incluido en el rango 18,99–35,86 kg/m². Se pudo observar un incremento significativo en los puntajes de los formularios IIEF-5 y SF-36, tanto en el grupo que recibió terapia física como el que recibió tratamiento médico. Sin embargo, en el grupo con tratamiento médico, la variación post-tratamiento en los puntajes obtenidos en el IIEF-5 y en los resultados mentales del SF-36 fue más alta que en el grupo que recibió terapia física. El aumento en el puntaje del SF-36 en el grupo de actividad física mostró una tendencia al alza, sin que las diferencias fueran significativas entre los grupos.

Conclusiones

Nuevas evidencias indican que el ejercicio físico tiene un efecto positivo para la mejora de varios factores en hombres con disfunción eréctil, incluyendo la composición corporal, la función física, el riesgo de comorbilidad, la depresión, la calidad de vida y el aumento de la oxigenación pélvica, además del flujo sanguíneo en el pene. Por tanto, de forma previa o conjunta a la indicación de inhibidores de la fosfodiesterasa, la actividad física regular debe ser recomendada a todos los pacientes con DE.