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Vol. 1. Núm. 3.
Páginas 189-197 (Octubre 1998)
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Desgarro espontáneo de diafragma
Spontaneous diaphragmatic tearing
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N. Hugo Furman
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REVISTA IBEROAMERICANA DE FISIOTERAPIA Y KINESIOLOGÍA

Volumen 1 Número 3 Páginas 189 a 197 Octubre-Diciembre 1998

Artículo


Desgarro espontáneo de diafragma

N. Hugo Furman M. T. Pavón de Paz,

Doctor en Kinesiología (UBA).

Miembro de la International Chiropractors Association de Washington DC.

Miembro de la Asociación Argentina de Patología de la Columna Vertebral.

Asesor en Ciencia y Técnica de la Escuela de Kinesiología y Fisiatría. Facultad de Medicina (UBA).

Correspondencia: N. Hugo Furman Scalabrini Ortiz, 2033. 1425 Buenos Aires Cap. Fed. Argentina


RESUMEN

El desgarro espontáneo de diafragma es una afección poco estudiada y para nada tratada dentro del arsenal terapéutico médico-kinésico. De no haberlo sufrido personalmente no hubiera profundizado en el tema, pasando inadvertido como tantas otras patologías

de las que nunca nos enteraremos que existen. Esta afección confunde al profesional por aparentar una lesión orgánica abdominal.

De los 25 pacientes atendidos y tratados, 19 fueron incorporados a la estadística que nos ocupa, número considerable para una afección de la que poco se ha escrito; en todos los casos los pacientes habían sido estudiados con los métodos más modernos dentro de la tecnología diagnóstica actual, con resultados negativos. En todos los casos hubo dolor más taquicardia, apneas, náuseas, disminución del apetito y peso corporal y algunas alteraciones del sueño, por lo que podemos decir que algunos o todos estos síntomas, sumados a un origen de vómitos, tos o trauma no violento, daría orientación a los profesionales para encuadrar al paciente dentro de los probables portadores de un desgarro espontáneo de diafragma.

Respecto al diagnóstico y tratamiento diremos que esta afectación es de exclusivo diagnóstico médico, pero encuentra óptimos resultados con tratamientos kinesiológicos, ya que el diafragma como todo músculo estará en manos de quienes a diario tratan estas afecciones.

Por último podemos considerar la presente investigación original e inédita, dejando abiertos muchos interrogantes para que otros profesionales interesados en esta patología continúen con el trabajo que hoy hemos emprendido; esperamos que así sea.

PALABRAS CLAVE

Diafragma; Desgarro espontáneo; Kinesiterapia.

ABSTRACT

Spontaneous diaphragmatic tearing has been little studied and has not been addressed by physical therapy. As a consequence of a personal injury, the author was motivated to examine this topic, which is generally unfamiliar. This lesion is confusing to professionals because it mimics an organic abdominal injury.

Of 25 patients seen and treated, 19 were included in this series, which is a fairly large number for a disorder about which little has been written. In every case the patients had been studied with the most modern diagnostic methods available, but the results had been negative. In every case there was pain, as mentioned, tachycardia, apnea, nausea, loss of appetite, weight loss, and some sleep disorders. Therefore, the presence of some or all of these symptoms and a precedent of vomiting, coughing, or mild trauma suggest the possibility of spontaneous diaphragmatic tear.

As regards the diagnosis and treatment, the diagnosis of this disorder is exclusively medical, but optimal results are obtained with kinesitherapy by physical therapists, who, after all, are specialists in treating muscular disorders.

This study can be considered to be original and new, and it poses a number of questions that we hope will motivate other professionals interested in this pathology to continue the work we have begun.

KEY WORDS

Diaphragm; Spontaneous tearing.


EL DIAFRAGMA

El diafragma es un músculo delgado y aplanado que actúa como membrana toracoabdominal y que fue estudiado y descrito tanto por Hipócrates, quien lo denominó phrenes, como por Aristóteles, que lo llamó hypozona: es el septum transversum de los antiguos anatomistas.

Representado por las branquias en los reptiles, como único testimonio de nuestros antepasados, este músculo fue descendiendo a lo largo de los siglos para ocupar el lugar anatómico que hoy ocupa, es por eso que posee el orgullo de ser el único músculo inervado a distancia por el plexo cervical profundo.

Es un tabique abovedado de estructura musculotendinosa, muy combado hacia arriba, con forma de cúpula, cuya base corresponde a la circunferencia inferior del tórax, la convexidad a las vísceras torácicas y la concavidad a las vísceras abdominales. Este músculo colabora activamente con las funciones respiratorias de fonación y digestión y sólo él y el miocardio trabajan continuamente desde la vida extrauterina y lo continuarán haciendo a lo largo de toda la vida del individuo.

Desgarro espontáneo de diafragma

Esta investigación comienza a partir de una experiencia propia, cuando comencé con intensos dolores en mi hemiabdomen derecho.

La historia empieza durante unas vacaciones en la costa argentina en un mes de febrero; en esa ocasión, a raíz de una gastroenterocolitis, padecí intensos vómitos que cedieron a los 2 días con medicación sintomática. Durante los días subsiguientes comencé con dolores que, partiendo de la zona renal, recorrían como un hemicinturón el lado derecho para ubicarse a nivel de epigastrio; este dolor se acentuaba a última hora de la tarde, alrededor de las 19 horas, con sensación de calor en la región hepática e intestinal, un dolor sordo, difícil de ubicar; en un principio supuse que se trataba de un reflejo ápico transverso relacionado con los esfuerzos y valsava de los vómitos sufridos días anteriores; esta suposición se basaba en que el dolor emergía desde las primeras vértebras lumbares, en la axila formada entre los músculos paravertebrales y la última costilla, con una profundidad a la cual no podía llegar. Recurrí a la consulta profesional; el médico actuante indicó una ecografía abdominal que arrojó resultados negativos en todas las imágenes.

Las vacaciones duraron 12 días más, fui medicado con antieméticos y antiespasmódicos que mejoraban levemente la situación, el apetito no se había modificado, el estado general era bueno. A mi regreso consulté con mi médico personal, quien sugirió que los síntomas se debían a un proceso inflamatorio intestinal. Por último, un médico clínico, luego de un exhaustivo examen, palpó dos puntos dolorosos con sorprendente precisión; estos puntos resultaron ser los cartílagos costales a la altura de las inserciones del diafragma; acto seguido me diagnosticó un desgarro de dicho músculo a raíz de los esfuerzos por vómitos realizados durante aquella gastroenteritis; sorprendido de la severidad de este diagnóstico, basado en los negativos resultados anteriores, efectué un tratamiento que dicho médico me indicó con gran amplitud de crite-

rio puesto que en mi condición de kinesiólogo, dejó librado a mi juicio, realicé aplicaciones de infrasonido, vibración y compresas de hielo sobre la zona baja de hemitórax derecho. Al cabo de cinco aplicaciones el dolor había desaparecido, por lo que la sorpresa e interés por esta patología creció enormemente.

En los meses siguientes descubrí casos similares en mis pacientes.

Hoy, luego de tener más de 48.000 pacientes atendidos, muchos de los cuales recuerdo con sintomatología similar, no dejo de lamentar cuántos de ellos se podrían haber mejorado de haber sabido que existía una afección llamada hoy desgarro espontáneo de diafragma.

Material y métodos

Para la investigación que nos ocupa fueron consultados centros de información nacionales e internacionales (Academia Nacional de Medicina, Internet On-Line S, Medline, etc.). También en vista de que esta patología se presentaba generalmente en pacientes vomitadores, se solicitó la colaboración de profesionales médicos dedicados a anorexia y bulimia, los que aportaron importantes datos, luego de descubrir la afección en cuestión en muchos de sus pacientes; no obstante, ninguno de éstos fueron incluidos en el presente trabajo, pues los reiterados vómitos en este tipo de personas provocarían recidivas permanentes de los desgarros diafragmáticos y sólo podrán ser tratados una vez curada su patología bulímica de base, encontrándonos a la espera de que esto suceda.

Población

Se evaluó la población retrospectiva en una totalidad de 19 pacientes, tres del sexo masculino que conformaron el 15,79% y 16 femenino que conformaron el 84,21%, que se presentaron con sintomatología de lesión orgánica abdominal cuyos estudios fueron evaluados por médicos y derivados al Servicio de Kinesiología.

El 16% de los pacientes poseía una contextura obesa y el 84% normales y/o delgados; también se evaluó las profesiones que se conformaron de la siguiente manera: el 11% eran actrices, otro 11% estaban dedicados al comercio y no efectuaban esfuerzos; cuatro grupos, cada uno de ellos de un 5,26%, se dividían en un profesor de educación física, un estudiante, un empleado y un profesional. El 57,89% restante fueron amas de casa.

Respecto al origen del desgarro, el 25% fueron provocados por esfuerzos, el 20% por vómitos, otro 20% tuvo un importante componente emocional, en otro 20% el origen fue traumático y el 16% restante se produjeron por otras causas.

Se excluyeron los datos de aquellos pacientes que habían sufrido trauma violento de tórax, circunscribiendo la investigación sólo a aquellos pacientes considerados como desgarros espontáneos.

Dada la importante mejoría obtenida por los pacientes y en vista de su agradecimiento, los mismos no tuvieron inconveniente en no mantener su anonimato, poniéndose a disposición de cualquier profesional que requiera de su testimonio.

APARATOLOGÍA UTILIZADA

1. Vibrador marca Vibro-Jet. Utilizado en frecuencia media en todos los casos.

2. Generador de infrasonidos marca Infraratonic QGM (8 a 14 Hz) (made in USA). A los fines específicos de la presente investigación se realizaron aplicaciones de 10 minutos con máxima intensidad en dos puntos por sesión, variando éstos entre epigastrio, hipocondrio y/o fosa renal.

3. Percutor marca Activador II (adjusting methods) de empuje mecánico. Se realizaron de tres a cinco percusiones por punto (made in USA).

4. Unidad de terapia láser Vip-Senior:

-- Alimentación: 220 v 50 Hz.

-- Frecuencia de trabajo: 100-500-1.000-2.000-3.000-5.000 Hz.

-- Frecuencia de modulación: 5-50-500 Hz.

-- Frecuencia portadora: 5.000 Hz.

-- Timer: 15-30 segundos-1-2-4 minutos con alarma.

-- Timer secuencial: 15-30 segundos-1-2-4 minutos con alarma.

-- Emisor láser: Diodo de AsGa (Arsenurio de Gallo).

-- Longitud de onda: 904 nm.

-- Pulso de excitación de 200 nseg.

-- Potencias: 27 w (PPM) u 81 w (PPM).

-- Detector acústico de emisión infrarrojo.

-- Habilitación de emisión en el puntal por tacto.

Para el presente trabajo de investigación se utilizó frecuencia máxima en todos los casos, por 1 minuto, por punto (fabricación argentina).

5. Maniobras de masaje realizadas con camillas de fuelle elástico de hiperextensión y camilla de flexión ventral y distracción vertebral (made in USA).

Sintomatología

Los principales síntomas son el dolor y el síndrome vagal. Le siguen en menor medida taquicardia, apnea, disminución del apetito y de peso corporal, náuseas e inquietud.

Dolor

Diremos que al momento del accidente se realizan poderosas tracciones sobre las inserciones en apéndices xifoides, cartílagos costales, costillas y columna vertebral, la sintomatología se manifiesta en la fosa renal superior, sobre todo a la palpación en la articulación costotransversa de la undécima y duodécima costilla, hipocondrio y epigastrio del lado lesionado, con un dolor en hemicinturón.

Este dolor está ligado a una intercostalgia y a la compresión de los nervios que emergen de los espacios D11-D12, D12-L1 y L1-L2. Esto se produce por la tracción brusca de las inserciones posteriores sobre la columna vertebral y en especial sobre el anillo fibroso de los discos mencionados, que obligaría a protruir anteriormente a los núcleos pulposos con su consecuente pinzamiento posterior.

Apneas

Fundamentalmente se producirían por la limitación antálgica de la excursión inspiratoria, lo que interrumpiría la entrada de aire. También la fibrosis jugaría un importantísimo rol, limitando la elasticidad en las inserciones.

Apetito

En cada inspiración el diafragma baja y en ese momento se produce una tracción sobre el cardias, provocando así una dilatación del esófago. Cuando las contracciones son violentas (tos, vómitos, etc.) las fibras del diafragma cierran el esófago a fin de evitar la subida del bolo alimenticio (ayudando a la válvula de Gubardoff), de esta manera podemos considerar al diafragma el principal esfínter entre esófago y estómago. Toda alteración traumática de este mecanismo provocaría un cierre sostenido y permanente, dando por lesión zonal una fibrosis del orificio esofágico y de los lazos musculares y fibrosos que unen el esófago con el diafragma, el cual al perder elasticidad no permitiría el libre tránsito de alimentos, provocando náuseas, disminución del apetito y peso. En el desgarro espontáneo del diafragma no hay ruptura de las uniones como en la hernia hiatal. La tracción brusca hacia abajo del diafragma al momento del trauma, teniendo como punto fijo la membrana frenoesofágica (Poinier), elongaría los músculos que sostienen el esófago (broncoesofágico derecho izquierdo, traqueoesofágico, pericardio esofágico, tiro esofágico, frénico esofágico, aorto esofágico y vertebroesofágico), aumentando así la fibrosis zonal. O sea, que el esófago está solidariamente unido y amarrado a los órganos que lo rodean y cualquier tracción brusca alteraría estas uniones. También todo efecto de dolor abdominal lleva una cifosis antálgica, y como vimos que el esófago está firmemente unido a la columna vertebral, éste tendrá entonces los problemas de las variaciones de nuestra estática, así como en sujetos curvados (braquiesofágicos) el esófago se encontraría acortado y acodado, alterando así el tránsito alimenticio. Otro motivo es que el bloqueo de diafragma en inspiración hace que éste baje y empuje el estómago, alterando el ángulo de HIS que sirve de apoyo a las fibras oblicuas del estómago; éstas son fundamentales para evacuar el estómago y su alteración mecánica provocaría sensación de saciedad y digestión lenta con estasis y fermentación.

Taquicardia

Cuando por fibrosis del orificio esofágico hay falta de elasticidad, hay reflujo de líquidos gástricos sobre la mucosa esofágica y alteraciones digestivas con fermentación y distensión abdominal. Esto provocaría un reflejo vagal con su consecuente bradicardia, hipotensión y arritmia. La reacción orgánica para evitar el síncope vagal será la liberación de adrenalina con su consecuente palidez, sudoración, piloerección y taquicardia.

Por otra parte, la punta del corazón se encuentra en relación con el diafragma a través del pericardio (hojuela anterior). Toda forma de aerogastria influiría sobre el ritmo cardíaco, siendo éste el primer síntoma y la puerta de entrada al síndrome de freno espasmo (descrito por Jarrilot) del cuadro de angustia y palpitaciones. En estos casos se evidencia radioscópicamente un traslado del hemidiafragma izquierdo por una aerogastria y aerocolia.

Náuseas

Este síntoma se ha visto más acentuado en pacientes cuyo origen del desgarro espontáneo del diafragma fueron los vómitos; en estos casos el estómago des-

empeña un papel relativamente pasivo; la mayor parte de la fuerza es efectuada por la musculatura abdominal y por una fuerte contracción del diafragma. Estos músculos aumentan la presión intraabdominal favoreciendo el acto de la enesis.

La lesión focal a nivel gastroesofágico consecuente desencadena el mecanismo de las náuseas por una acción central, pues provoca estímulos hacia dos centros bulbares distintos: el centro de las náuseas y vómitos, y la zona quimiorreceptora desencadenante; a su vez existen importantes estimulaciones de las vías eferentes como son: los nervios frénicos (al diafragma), los raquídeos (a los músculos abdominales) y los nervios viscerales eferentes (al estómago y esófago).

Como podemos ver por lo explicado, la lesión y en caso de larga evolución, la posterior fibrosis zonal en el esfínter esofágico sería el causante principal de las náuseas en esta patología.

Inquietud

Este síntoma estaría ligado a la distensión abdominal por las causas antes mencionadas y sobre todo al agrandamiento de la cámara gástrica, dando incomodidad y elevación de la cúpula diafragmática, sobre todo izquierda, que modifica la estática de la base cardíaca y el amarraje vasculonervioso que lo rodea, llevando al síndrome de angustia física.

Por otra parte, la permanente molestia abdominal y la preocupación hará que el paciente aumente su inquietud.

En todos los pacientes el dolor estuvo presente. Las apneas lo sufrieron el 57,87% de la población estudiada. La variación de apetito se dividió en una disminución que representó el 32,63% y un aumento que lo refirió un solo paciente, equivaliendo al 5,26%; la taquicardia estuvo presente en el 42,11%, las náuseas representaron el 78,9% y la inquietud la refirieron haber sufrido el 84,21%. También se presentaron otros síntomas en algunos pacientes, como sueño discontinuo, meteorismo y alteraciones psicológicas.

Referente al dolor, casi el 90% de los pacientes lo refirieron en hipocondrio derecho, coincidentemente con la fosa renal derecha; la misma proporción del 89,47% correspondió a dolor en epigastrio.

TRATAMIENTO KINÉSICO SUGERIDO

Los tratamientos deberán variar en cada caso de acuerdo al tiempo de evolución de cada paciente. En todos los casos se implementaron aplicaciones de infrasonido como base de todo tratamiento; con esta Fisioterapia se logra desde la primera aplicación excelentes respuestas, sobre todo respecto al dolor en epigastrio, a la taquicardia y a la sintomatología digestiva.

También las aplicaciones de compresa con hielo en fosa renal, hipocondrio y epigastrio logran reducir significativamente el dolor local; se harán tres aplicaciones por día de 15 minutos de duración cada una. En lo referido al proceso de fibrosis en pacientes con más de 6 meses de evolución, se obtuvieron buenos resultados con vibración y/o percusión, esta última realizada con percutor mecánico; la vibración en uno de los casos tratados aumentó notablemente el dolor, por lo que nos vimos obligados a suspenderla, y de hecho los pacientes refieren incomodidad y dolor con dichas aplicaciones. No obstante, se las deberá implementar debido a la importancia en la lisis del tejido proliferativo fibroso.

Cuando se encuentren puntos dolorosos superficiales se efectuarán sesiones de laserterapia, y en especial en vértices de costillas 12, 11 y 10; también en apófisis transversas y en las caras laterales del apéndice xifoides, siempre que el paciente a tratar no sea obeso y que su contextura permita la llegada del instrumental. Las manipulaciones serán de gran importancia en los casos de protrusiones discales con pinzamientos posteriores en columna dorsolumbar, esto logrará reubicar el disco en las llamadas zonas mudas que permiten hacer convivir ese disco con la raíz nerviosa comprimida, así como también la modificación anatómica del pinzamiento posterior, a su vez la tracción semibrusca característica de las maniobras de masaje

lograrán desincrustar el núcleo pulposo del fibrocartílago que fuera obligado a protruir anteriormente debido a la tracción de las inserciones diafragmáticas al momento del accidente; las maniobras de masaje adecuadas se realizarán sobre columna dorsolumbar, con manipulaciones laterales en rotación y en flexión o extensión, acorde a la sintomatología.

Por último se implementará un régimen de ejercicios que incluirá peloteo diafragmático y fortalecimiento del músculo.

Como sugerencia se aconseja entre ocho y 10 sesiones de infrasonido, cuatro o cinco manipulaciones; en todos los casos serán imprescindibles las aplicaciones de hielo o compresas frías, la percusión y la vibración será evaluada en cada caso ya que en ocasiones exacerba los dolores, pero es de gran utilidad para romper fibrosis en casos de larga data.

Por otra parte, será muy adecuada la ayuda psicológica que se le brindará al paciente durante la terapia; no olvidemos que este tipo de individuos concurren luego de muchos meses o años de dolor y sintomatología inespecífica con la incertidumbre que esto acarrea, pasando por suposiciones de enfermedades graves que nada tiene que ver con la realidad.

Por supuesto, a esta gente la podemos encuadrar dentro del «paciente descreído», que cansado de pulular por diversos consultorios no cree que su afección pueda tratarse de un simple desgarro y sólo se convencerá luego de recibir los beneficios que el tratamiento le brinda.

Por último, como experiencia personal quiero hacer mención del importante reconocimiento que se recibe por parte del paciente en el momento de darle de alta, ya que se logra solucionar en muy pocas sesiones meses de sufrimiento, y eso está dentro de las grandes satisfacciones que la profesión nos suele brindar.

DISCUSIÓN

Es realmente difícil realizar una discusión sobre un tema del que poco o nada se ha publicado. Pero a falta de bibliografía o publicaciones al respecto se recabó información con médicos especializados en gastroenterología, proctología, cirugía general, anorexia y bulimia.

Por cierto en todos los casos al ser consultados se ha visto una significativa expresión de extrañeza en el rostro de los mencionados profesionales, sobre todo al hablar de desgarro espontáneo y no traumático del diafragma; acto seguido se ha visto un sorprendente interés por el tema sobre el mecanismo de producción y su tratamiento.

Como resumen del intercambio de opiniones podemos decir que la primera discusión surge de la duda de cómo se diagnostica esta afección, cómo se llega a la conclusión de que la patología en cuestión se trata de un desgarro espontáneo de diafragma; la segunda, si la afección se trata de una compleja patología abdominal no diagnosticada correctamente, y por último, si dicho problema no se trataría de una psicopatía en una presunción hipocondríaca.

Pues bien, respecto a las dudas diagnósticas diremos que esta afección se deberá medir y evaluar clínicamente debido a la limitación en los estudios para diagnosticarla.

El músculo diafragma no es posible de ser medido por RNM, TAC y EMG; sí se puede tomar algunos parámetros en base a espirometrías, medición de presión negativa, estudiar las excursiones por vía de radiografías, y, por supuesto, el diagnóstico estará exclusivamente en manos de médicos.

Todo lo demás será a base de evaluaciones sintomáticas, comparable esto con lo que sucede con el síndrome de fibromialgia, que no existiendo alteraciones de laboratorio o en estudios de diagnósticos por imágenes su detección se realiza por conjunto y acopio de síntomas, los que determinan el diagnóstico y su estudio; la evaluación se realiza en base a los testimonios de los propios pacientes.

Respecto a la segunda discusión entendamos que el paciente concurre luego de haber sido sometido a todo tipo de estudios diagnósticos, y de no ser así se le solicita al paciente los necesarios a fin de no dejar dudas al respecto. Cabe destacar que el diagnóstico y tratamiento del desgarro espontáneo de diafragma se deberá orientar e implementar luego de descartar todo tipo de patología gastrointestinal. Entonces, basados en un buen interrogatorio, que los síntomas aparecieron luego de un esfuerzo, vómitos, etc., y no en forma espontánea, y que la palpación en los puntos de inserciones disfragmáticas revelen dolor patognomónico, se deberá realizar los tratamientos adecuados.

Con respecto a la suposición hipocondríaca del problema podemos decir que muchos de los pacientes estudiados padecían un gran componente emocional. De ello se puede deducir que estos estados pueden influir en el desgarro propiamente dicho, de la misma forma que influye sobre cualquier otro músculo el componente adrenalínico. De hecho no es bien recibido por parte del paciente la derivación a un psicoterapeuta; el individuo no se siente bien, tiene dolores y síntomas no habituales y está convencido que no inventa nada. Por otra parte, la hipótesis psicológica quedará descartada con el simple hecho de lograr la remisión de los síntomas con las primeras sesiones del tratamiento kinésico.

CONCLUSIONES

Existe poca o ninguna bibliografía acerca de este tema, sí hay en abundancia respecto a trauma violento de tórax, con el consecuente desgarro y/o ruptura diafragmático, sobre todo por accidente de auto o caída de grandes alturas, que son las causas más comunes de esta lesión; le siguen lesiones por peleas (cuchilladas), accidentes deportivos y por iatrogenias quirúrgicas.

También he encontrado literatura que habla de que casi un 95% de los casos se presentan con rupturas de hemidiafragma izquierdo debido esto a que la mitad derecha de este músculo se encuentra protegida y apoyada sobre el hígado. A diferencia de esta estadística, en la investigación por mí realizada casi todos los casos fueron del hemidiafragma derecho, motivo que podemos deducir que al momento de toser, vomitar o realizar esfuerzos con valsalva el apoyo de este músculo sobre el hígado impediría o reduciría su libre excursión, obligando a traccionar más sobre sus inserciones en columna, cartílagos costales y apéndices xifoides, siendo estos puntos los más lesionados y evidentes.

En todos los pacientes estudiados había denominadores comunes como el dolor en las inserciones mencionadas, náuseas y dolor en epigastrio. En ningún caso los pacientes refirieron dolor irradiado al hombro, de lo que se desprende que en los casos estudiados no se lesiona el vientre del músculo en la zona cercana al centro frénico, sino en la periferia, exactamente en sus inserciones.

También algunas alteraciones digestivas como la disminución del apetito y la baja notoria del peso corporal tendrían que ver con la compresión esofágica a través de su orificio, que sería otro de los puntos claves que se alteraría durante los esfuerzos, algo que por suerte no sucede con el orificio aórtico ya que es inextensible.

Es significativo que en ningún caso esta patología se presenta en niños, siendo el paciente más joven una adolescente de 16 años dentro del grupo poblacional estudiado. Tampoco se encontró en personas excesivamente obesas, por lo que podemos deducir que en la senectud la rigidez de los cartílagos costales impide una amplia dilatación inspiratoria del tórax, el diafragma entonces debe compensar este defecto, aumentando su funcionalismo y descendiendo de nivel. En el niño y en el obeso este músculo ocupa una posición más alta que en los adultos y de peso corporal normal, produciéndose con la edad un descenso fisiológico del nivel diafragmático.

En casi todos los afectados, desde las dos primeras sesiones, experimentaron mayor entrada de aire en cada inspiración y disminución de apneas y suspiros.

He visto y/o descubierto esta afección en un mayor número a partir de esta investigación, con lo que se supone que lo sufre gran cantidad de pacientes que lo viven con una carga emotiva y angustia por la no resolución de la patología en cuestión.

Es importante considerar la rapidez de la remisión de los síntomas que con pocas sesiones se obtienen excelentes resultados; algo importantísimo a los fines de la investigación ya que esto acorta los tiempos de seguimiento y control; destaco que en ningún caso se observaron recidivas, de lo que se desprende que una vez curado este desgarro no deja secuelas y no deberá aparecer dolor de no mediar otro esfuerzo responsable de la patología.

Por último nos referiremos al tiempo de evolución de la afección no resuelta con la que los pacientes acudieron a la consulta; cabe mencionar que en casi todos los casos se trató de larga evolución. No se puede, no se debe, dejar pasar tanto tiempo a una persona con una sintomatología de tal magnitud sin diagnóstico y/o tratamiento adecuado; si el paciente no es portador de alguna alteración psicológica, ya sea por exageración o simulación que esté previamente diagnosticada, no ha de inventar sus síntomas, y es deber nuestro escuchar al paciente y liberarlo de su afección. Por tal motivo urge dar a conocer los resultados de este trabajo a la comunidad científica, considerando de gran importancia este aporte que se ha de brindar para ayudar a personas que hasta hoy no encontraban solución a su problema.

Nuestro instituto fue escenario de una investigación que consideramos original e inédita, pero aun así no podemos estar seguros que hemos sido los primeros; sí podemos estar seguros que no seremos los últimos ya que sin lugar a dudas este tema despertará en la curiosa e inquieta mente de los profesionales del arte del curar, el deseo de profundizar en el tema hoy planteado.


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