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Vol. 48. Núm. 1.
Páginas 36-43 (Enero - Marzo 2022)
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Vol. 48. Núm. 1.
Páginas 36-43 (Enero - Marzo 2022)
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Impacto de la pandemia por COVID-19 y el confinamiento en los homicidios por violencia de género en España
Impact of COVID-19 pandemic and lockdown on gender-based violence homicides in Spain
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Miguel Lorente-Acostaa,
Autor para correspondencia
mlorente@ugr.es

Autor para correspondencia.
, Miguel Lorente-Martínezb, Manuel Lorente-Martínezc
a Departamento de Medicina Legal, Toxicología y Antropología Física Universidad de Granada, Granada, España
b Unidad de Salud Mental, Hospital Universitario Virgen de la Victoria, Málaga, España
c Facultad de Medicina, Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM), Murcia, España
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Tabla 1. Distribución mensual de los homicidios por violencia de género 2003-2020 (DGVG, 2021)
Tabla 2. Evolución de los homicidios durante los meses de mayor intensidad de la primera ola de la pandemia (abril-julio 2020) y la situación de agosto (DGVG, 2021)
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Resumen

La situación creada por la pandemia por COVID-19 y el confinamiento han dado lugar a una disminución del número de homicidios por violencia de género en 2020 con 45 homicidios, el número más bajo de toda la serie histórica. El análisis de las circunstancias generadas por el confinamiento y la limitación de la movilidad en las fases posteriores, unidas al deterioro de la situación económica, son factores relacionados con el aumento de la violencia durante el segundo trimestre (meses del confinamiento), expresado en un incremento del 49,6% en el número de llamadas al 016, y en una disminución de las denuncias del 14,6% en esos mismos meses. Esta situación refleja el aumento del control y la disminución de oportunidades para salir de la violencia, que ha incidido en la disminución del número de homicidios, con 4 homicidios durante los meses de confinamiento, un número que nunca había sido tan bajo para un trimestre. La situación surgida es compatible con un incremento del riesgo de letalidad, factor que puede estar relacionado con el aumento de homicidios limitado al mes de agosto, coincidiendo con la recuperación de las circunstancias de movilidad y oportunidades socio-laborales. El estudio de las circunstancias sociales ocasionadas por la pandemia a lo largo de 2020 permite describir 3 patrones de impacto sobre la violencia de género.

Palabras clave:
Violencia de género
COVID-19
Pandemia
Confinamiento
Homicidios
Riesgo de letalidad
Abstract

Circumstances under COVID-19 pandemic and lockdown have reduced the number of gender-based violence homicides in 2020, with a total number of 45, the lowest in the historical statistics. Analysis of these circumstances generated by the lockdown and mobility reduction, together the economical negative impact, has produced an increment of 49.6% in the number of calls to 016 (telephone for victims’ assistance), and a reduction of 14.6% in the complaints of violence during the months of lockdown. This situation reflects a higher control of victims and more difficulties to exit from violence, that has decreased the number of homicides to 4 during these months, the lowest within Spanish statistics. These circumstances are compatible with an increment of risk of aggressions and lethality, factor that can be related with the increment of homicides limited to August, when the mobility and socio-labor opportunities were recovered. The study of the social circumstances originated by the pandemic allows to describe three different patterns in the impact on gender-based violence.

Keywords:
Gender-based violence
COVID-19
Pandemic
Lockdown
Homicides
Risk of lethality
Texto completo
Introducción

En un artículo previo sobre violencia de género y pandemia1 analizamos las características de esta violencia y cómo el confinamiento y la limitación de la movilidad impuesta facilitaban la consecución del objetivo principal de los agresores dirigido al control de las mujeres, y su sometimiento a los dictados y circunstancias impuestas por ellos2,3. Este contexto se traduce en 4 consecuencias fundamentales: aislamiento de las mujeres, aumento del control, facilitación de la impunidad ante las dificultades para salir de la relación y denunciar, y aumento de la violencia en sus diferentes formas: física, psicológica y sexual.

La situación descrita es similar a la que se ha definido en otros escenarios caracterizados por similares circunstancias de restricción de la movilidad, fundamentalmente debidas a grandes catástrofes4,5. La continuidad de estos elementos y la duración de los periodos de cuarentena han sido descritos como factores de riesgo con relación a la violencia de género6.

Impacto de la pandemia y el confinamiento en la evolución de la violencia de género y en la respuesta ante ella

Los datos indican que bajo las circunstancias creadas por la pandemia se ha producido un aumento de la violencia de género, y que la respuesta ante la misma y la atención a las víctimas se han visto dificultadas en este escenario.

El aumento de la violencia se ha reflejado en un importante incremento de las llamadas al 016. La limitación de la respuesta se ha traducido en un descenso del número de denuncias y en una menor atención a las mujeres bajo las circunstancias creadas por la pandemia.

El análisis sobre la situación indicada muestra que las llamadas al 016 se incrementaron a partir de marzo, mes de inicio del confinamiento, y alcanzaron su máximo en el segundo trimestre coincidiendo con los meses de restricción absoluta de la movilidad, con un total de 25.352 llamadas (fig. 1)7, el número más alto de toda la serie histórica. En el primer trimestre las llamadas fueron 16.950, y en el segundo se produjo un incremento del 49,6% hasta alcanzar la cifra indicada. El aumento se debió tanto a las llamadas realizadas por las propias víctimas, con un incremento del 52,6%, como a las llamadas de familiares y personas allegadas, que fue del 43,9%. En el tercer trimestre, tras el confinamiento, volvieron a descender hasta las 21.135, y en el cuarto trimestre aún más llegando a las 15.449 llamadas.

Figura 1.

Llamadas al 016. Trimestres 2020.

(0,07MB).

Las denuncias totales en 2020 fueron 150.785, un 10,3% menos que en 2019, según los datos del CGPJ8. El descenso se produjo en todos los trimestres del año, aunque de forma más marcada en el segundo trimestre, con un descenso del 14,6% respecto al mismo periodo de 2019, y en el cuarto trimestre con una bajada del 11,7%. El descenso medio de los trimestres primero y tercero fue del 7,4%.

En los trimestres de mayor descenso en el número de denuncias (segundo y cuarto) la bajada se produjo fundamentalmente en las denuncias interpuestas por familiares, policía y a través de partes de lesiones. La medida del porcentaje de descenso de cada uno de esos grupos en los trimestres segundo y cuarto (mayor intensidad de la pandemia) es la siguiente:

  • Las denuncias por familiares descendieron una media del 43,7%, mientras que en los otros trimestres (primero y tercero) el descenso medio de este grupo fue del 10,7%.

  • Las denuncias por intervención policial en los trimestres segundo y cuarto descendieron una media de 26,6%, mientras que en los trimestres primero y tercero se produjo un aumento medio del 0,5%.

  • Las denuncias por parte de lesiones se redujeron una media del 29,6% en los trimestres segundo y cuarto, cuando el descenso medio en los otros trimestres (primero y tercero) fue del 4,6%.

Este escenario refleja la situación de aislamiento que ha limitado de manera significativa la reacción ante la violencia de género, así como las actuaciones por parte de las personas que pudieran haber conocido la situación de violencia, bien como respuesta profesional (Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y profesionales de la medicina), o por conocer la situación de violencia (familiares). Por otra parte, el hecho de que gran parte de esta violencia se haya producido en el domicilio ha facilitado que las denuncias por parte de terceras personas, que suelen ser gente del vecindario, solo hayan disminuido un 3,9% en el segundo trimestre, y que en el cuarto trimestre aumentaran un 23,1%.

La situación refleja un aumento de la violencia traducido en un incremento de las llamadas al 016 acompañado de un mayor aislamiento, en cuanto a la limitación de la movilidad y dificultades para alcanzar una respuesta y una solución a la violencia de género vivida, circunstancias que han facilitado el aumento del control y el incremento del riesgo, elementos que han tenido un impacto en los homicidios.

Impacto de la pandemia y el confinamiento en los homicidios por violencia de género

El impacto de la pandemia y del confinamiento en los homicidios por violencia de género recoge la doble situación descrita, por un lado, el aumento del control consecuente a la limitación de la movilidad y la reducción de oportunidades ocasionada por la crisis social, situación que conlleva una disminución de las agresiones graves, y por otro, la acumulación del riesgo que suponen estas circunstancias3.

El resultado global ha sido una disminución del número de mujeres asesinadas por violencia de género, pero no un descenso de la violencia. Concretamente, el número total de homicidios por esta violencia en 2020ha sido de 45, el más bajo de toda la serie histórica9. El análisis de la evolución a lo largo del año refleja el impacto que ha tenido la pandemia en la comisión de estos hechos criminales.

Los 45 homicidios en 2020 suponen una disminución del 25,9% respecto a la media anual de homicidios en toda la serie histórica (60,8 homicidios), y un descenso del 18,2% respecto a los 55 homicidios de 2019 (fig. 2).

Figura 2.

Homicidios por violencia de género 2003-2020. Distribución por trimestres.

(0,13MB).

Este resultado se produce en un contexto en el que los homicidios venían aumentando desde 2016, año en el que se produjeron 49 homicidios, número más bajo de toda la serie histórica, con un aumento progresivo anual hasta los 55 del año 2019.

El primer trimestre de 2020 también refleja ese incremento de la violencia de género y su expresión en forma de homicidios, con 17 homicidios respecto a los 15,1 homicidios de media en este primer trimestre, lo cual supone un incremento del 12,3%.

Sin embargo, en el segundo trimestre de 2020, coincidiendo con el confinamiento la tendencia se modificó y se produjeron 4 homicidios, cuando la media de homicidios en ese segundo trimestre es de 14,6, lo cual muestra un descenso del 72,6%, situación realmente excepcional hasta el momento. Como dato cercano que revela el importante descenso durante el confinamiento, tenemos que en 2019 los homicidios en el segundo trimestre fueron 15, frente a los 4 ocurridos en el mismo trimestre de 2020, un descenso del 73,3% (fig. 2).

En el tercer trimestre de 2020 el número de homicidios fue de 16, muy similar a la media con 0,5 puntos por debajo de ella. Una situación cercana también a la del mismo periodo de 2019 cuando se produjeron 17 homicidios, uno más que en 2020.

El cuarto trimestre refleja una evolución igual a la de 2019, con el mismo número de homicidios8, un número claramente por debajo de la media del cuarto trimestre, que es de 14,6, que analizaremos en la discusión.

Discusión sobre la evolución de los homicidios por violencia de género en el contexto de la pandemia

La disminución del 25,9% de los homicidios de 2020 (45), respecto a la media de 2003 a 2011 (60,8), en un contexto de 3 años continuados de aumento de la violencia de género mantenido en el primer trimestre de 2020, y con una disminución excepcional del 72,6% del número de homicidios en el segundo trimestre coincidiendo con los meses de confinamiento, refleja la relación directa que ha tenido la pandemia y la restricción total de la movilidad en dicho resultado.

Esta situación se corresponde con lo que apuntábamos en el anterior trabajo1, alrededor de varios factores:

  • 1.

    Aumento del control y aislamiento de las mujeres víctimas de violencia de género junto al incremento de la violencia.

  • 2.

    Disminución de las oportunidades para salir de la violencia a través de la separación y la denuncia.

  • 3.

    Reducción de la posibilidad de recibir atención profesional y asistencia.

  • 4.

    Percepción de impunidad por parte de los agresores.

El reflejo de este aislamiento coincidiendo con una situación de mayor violencia se observa en el incremento del 49,6% de las llamadas al 016, unido a un descenso del número de denuncias en el segundo trimestre del 14,6%, en el que se observa una menor participación de los entornos familiares y de la respuesta profesional, tanto en la intervención policial (el número de denuncias por atestados policiales se redujo un 20,7%), como en la respuesta médica y sanitaria, con un descenso del 18,8% en el número de partes de lesiones emitidos por violencia de género.

La evolución del tercer y cuarto trimestre también reflejan el impacto de la pandemia. La evolución mensual del número de homicidios muestra cómo en el tercer trimestre se produce un incremento importante del número de homicidios centrado en el mes de agosto (fig. 3) después de que el mes de julio se mantuviera con un número de homicidios bajo respecto a la media de los meses de julio de la serie histórica, que es de 6,3 (un 36,5% más bajo en julio de 2020). Todo ello a pesar de haber sido precedido por los meses del segundo trimestre caracterizados por un número muy bajo de homicidios, concretamente 4 de abril a junio.

Figura 3.

Homicidios por violencia de género. 2020.

(0,08MB).

De hecho, si tomamos la serie histórica (tabla 1) y vemos la evolución de los homicidios cometidos en el periodo de abril a julio, y comparamos los homicidios de agosto respecto a estos 4 meses, la media de los homicidios de agosto supone el 27,1% respecto a los homicidios de abril a mayo. En 2020 la situación se modifica de manera importante, y los 8 homicidios del mes de agosto respecto a los homicidios de abril a julio suponen un incremento del 100%. (tabla 2). A pesar de las limitaciones estadísticas para abordar esta situación, ese incremento de homicidios tan marcado limitado a agosto después de un periodo de 4 meses con un número muy bajo es una situación única en toda la serie histórica 2003-2020.

Tabla 1.

Distribución mensual de los homicidios por violencia de género 2003-2020 (DGVG, 2021)

  2003  2004  2005  2006  2007  2008  2009  2010  2011  2012  2013  2014  2015  2016  2017  2018  2019  2020 
Enero 
Febrero  10 
Marzo 
Abril 
Mayo 
Junio  10  10 
Julio  10  10 
Agosto 
Septiembre  10 
Octubre 
Noviembre 
Diciembre  11  10 

DGVG: Delegación del Gobierno para la Violencia de Género.

Fuente: Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, 2021.

Tabla 2.

Evolución de los homicidios durante los meses de mayor intensidad de la primera ola de la pandemia (abril-julio 2020) y la situación de agosto (DGVG, 2021)

  2003  2004  2005  2006  2007  2008  2009  2010  2011  2012  2013  2014  2015  2016  2017  2018  2019  2020 
Abril 
Mayo 
Junio  10  10 
Julio  10  10 
Agosto 
Porcentaje de incremento*  20,6  22,2  31,6  45,0  24,1  44,4  27,3  6,9  21,1  12,5  10,0  61,5  31,6  25,0  26,7  36,8  12,0  100,0 
*

Incremento en agosto respecto a los meses de abril-julio.

DGVG: Delegación del Gobierno para la Violencia de Género.

Fuente: Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, 2021.

Este incremento limitado a agosto de 2020 puede estar relacionado con los siguientes elementos.

  • 1.

    Continuidad de la situación de control y aislamiento a lo largo del mes de julio como consecuencia de la incorporación progresiva a las nuevas circunstancias tras el confinamiento, con las distintas fases de incorporación a una movilidad plena, que se mantuvieron hasta el 21 de junio desde el punto de vista formal, pero todo indica que se prolongaron en su aspecto funcional en una parte importante de la sociedad.

  • 2.

    Culminación de la adaptación progresiva a la cotidianeidad en el mes de agosto coincidiendo con un periodo vacacional, unido a mensajes institucionales que hacían referencia a la superación de la pandemia y a la recuperación de la denominada «nueva normalidad», mensajes que facilitaron romper con lo que el confinamiento y la restricción de la movilidad habían causado en términos de control y aislamiento.

  • 3.

    Los datos que reflejan este cambio respecto a las circunstancias de la violencia de género se reflejan en un incremento del número de denuncias del 23,9% durante el tercer trimestre respecto al segundo, y en un descenso del paro femenino durante el mes de julio del 1,7% (SEPE, 2021) como consecuencia de la adaptación paulatina.

La situación de agosto es compatible con la disminución de las limitaciones generadas por las circunstancias de la pandemia, y con el aumento del riesgo derivado de la percepción de la pérdida de control, que pudo influir en la respuesta violenta ante la modificación de las circunstancias.

La evolución de los homicidios durante el cuarto trimestre (8 en 2020), con un descenso del 25,9% respecto a la media histórica (14,6), puede estar en relación con el inicio de la segunda ola de la pandemia y el impacto que ha tenido en la economía, situación que volvió a dificultar las oportunidades para salir y a elevar el control sobre las mujeres que sufren la violencia de género. El hecho de que este número de homicidios sea similar a los de 2019 en el mismo periodo no resta trascendencia a la influencia de la pandemia en su determinación, puesto que los elementos que reflejan el impacto de la situación social en el número de homicidios son distintos en los 2 años. Y mientras que en el cuarto trimestre de 2020 hay un patrón similar al ocurrido en otros trimestres bajo la pandemia, con una disminución del número de llamadas al 016 respecto al tercero, y una disminución en el número de denuncias también con relación al trimestre anterior; en 2019 la disminución de homicidios del cuarto trimestre se acompaña de un aumento en el número de denuncias, que evidencia una respuesta diferente ante la violencia que se ejerció ese año.

El análisis de la evolución de la violencia de género junto a la evolución seguida por la violencia doméstica, unido al análisis de la evolución de los homicidios por violencia de género y de los homicidios generales durante 2020, muestra un patrón diferente en la violencia de género que indica que las circunstancias de esta violencia son distintas al resto de violencias interpersonales, las cuales también se han visto afectadas por la pandemia y el confinamiento, pero de forma diferente.

El informe del Instituto Nacional de Estadística (INE) «Estadística de Violencia Doméstica y Violencia de Género Año 2020», publicado el 11-5-2110, recoge cómo las denuncias por violencia doméstica aumentaron un 8,2% durante 2020, mientras que las de violencia de género disminuyeron un 8,4% en el mismo periodo bajo las circunstancias de la pandemia, revelando la diferente naturaleza de estos tipos de violencia y cómo unas mismas circunstancias sociales las afectan de manera distinta, puesto que en 2019, sin el efecto de la pandemia, aumentaron las 2 violencias y de manera similar, la doméstica un 3,6% y la de género un 2,0%11.

Por su parte, los datos del Sistema Estadístico de Criminalidad (SEC) del Ministerio del Interior 12, recogen que los homicidios generales descendieron en 2020 al igual que lo hicieron los homicidios por VG. Sin embargo, este dato general no se puede utilizar para plantear una similitud entre los 2 tipos de violencia (violencia interpersonal en general frente a violencia de género), sino que deben relacionarse con circunstancias comunes que se utilizan en las 2 violencias para llevar a cabo cada una de ellas desde sus motivaciones y objetivos particulares.

Si comparamos los datos del SEC sobre los homicidios generales y los homicidios por VG comprobamos que mientras que los homicidios generales disminuyeron un 7,9%, los homicidios por VG lo hicieron un 18,2%, dato que ya indica una diferencia importante en la incidencia de ambos tipos de homicidios. Pero si comparamos la evolución por trimestres observamos que las diferencias son más significativas.

En el primer trimestre los homicidios generales en 2020 ascendieron un 13,3% y los de VG un 13,3% respecto al mismo trimestre de 2019, en el segundo trimestre, coincidiendo con el confinamiento, los homicidios generales descendieron solo un 1,2% mientras que los homicidios por violencia de género bajaron un 73,3%, en el tercer trimestre los homicidios generales descendieron un 14,1% y los homicidios por violencia de género descendieron un 5,9%, mucho menos, probablemente por el aumento del riesgo tras la limitación de la movilidad y el incremento referido de agosto. Y en el cuarto trimestre los homicidios generales disminuyen un 20,3% mientras que en los homicidios por VG no hubo variación debido a que, como hemos recogido, los 8 homicidios del cuarto trimestre de 2019 y 2020 fueron especialmente bajos respecto a los 14,6 de media para ese trimestre en la serie histórica.

Estos datos muestran una evolución diferente en los homicidios generales y en los homicidios por VG, y un mayor impacto de las circunstancias de la pandemia y el confinamiento en los homicidios por VG, puesto que, aunque hay elementos comunes entre los 2 tipos de violencia y el grupo de los homicidios generales es más heterogéneo, la violencia de género se lleva a cabo por motivaciones y objetivos diferentes a otros tipos de violencia.

El análisis de las diferentes circunstancias generadas por la pandemia, principalmente en cuanto a la limitación de la movilidad y la dificultad para salir de la relación violenta y recibir atención por parte de las diferentes instituciones, y cómo todo ello ha influido en las indicadores disponibles que recogen la reacción ante la violencia de género vivida en esas circunstancias (número de llamadas al 016, número de denuncias y evolución de los homicidios), nos permite definir 3 patrones con relación a la situación social relacionada con la pandemia:

  • 1.

    Patrón de confinamiento. Definido por:

  • Aumento de llamadas al 016

  • Disminución del número de denuncias

  • Disminución del número de homicidios

Este patrón refleja cómo la violencia de género se lleva a cabo bajo un control estrecho y mantenido del agresor, y retienen a la mujer en el propio escenario de la violencia sin que pueda salir de ella y denunciar o recibir atención, circunstancia que influye en la disminución del número de homicidios. La opción más factible para recibir asistencia en esta situación es a través de las llamadas al 016. Este patrón se observa en el segundo trimestre de 2020.

  • 2.

    Patrón de «normalización social». Definido por:

  • Disminución de las llamadas al 016

  • Aumento del número de denuncias

  • Aumento del número de homicidios

La recuperación de la «normalidad» y de la movilidad se acompaña en las víctimas de oportunidades (reales y percibidas) para salir de la violencia, con lo cual encuentran la atención directa en las instituciones, no necesitan buscarla sólo a través del 016, pero también se traduce en un aumento del número de homicidios ante la percepción de pérdida de control en los agresores. El trimestre que refleja este patrón es el tercero de 2020.

  • 3.

    Patrón de restricción de la movilidad y crisis social. Definido por:

  • Disminución de las llamadas al 016

  • Disminución del número de denuncias

  • Disminución del número de homicidios

La limitación de la movilidad no es tan intensa como en el confinamiento, pero las nuevas olas de la pandemia generan un impacto en la sociedad que se expresa en una limitación de la movilidad con la consecuente dificultad para denunciar, y en un mayor control por parte de los agresores que se traduce en una disminución de los homicidios. Este patrón aparece en el cuarto trimestre de 2020 con la segunda ola.

Llama la atención cómo en el primer trimestre de 2021, bajo la intensidad de la tercera ola tras la Navidad y el grave impacto social que ha tenido, el patrón seguido por la violencia de género haya reproducido un «patrón de confinamiento», aunque no existía de manera formal. Los datos disponibles sobre el segundo trimestre de 2021 indican que se trata de un «patrón de normalización», con el consecuente aumento del número de homicidios.

Conclusiones

Los datos indican que la pandemia y el confinamiento han tenido un impacto directo en el número de homicidios por violencia de género, y que este ha sido diferente a la violencia doméstica y a otras formas de violencia interpersonal. Dicho impacto ha influido en un doble sentido, aunque no como único factor. Por un lado, en la disminución global del número de homicidios, y por otro, en la concentración de homicidios en el mes coincidente con la modificación de las referencias sociales creadas por el confinamiento. Los factores que han incidido en este resultado han sido:

Aumento del control sobre las mujeres y la limitación de las oportunidades para salir de la violencia a través de la separación y la denuncia.

Disminución de las posibilidades de recibir atención profesional directa, tanto en el ámbito de la salud como en el de la intervención policial.

Los elementos estudiados permiten definir 3 patrones en el impacto de la pandemia sobre la violencia de género según las posibilidades de reacción a partir de la situación social. El primero sería el «patrón de confinamiento», el segundo el «patrón de normalización», y el tercero el «patrón de restricción de la movilidad y crisis social».

La evolución de la violencia durante los primeros meses de 2021 refleja la relación entre las circunstancias sociales generadas por la pandemia, la violencia de género y el tipo de respuesta ante ella, y cómo el impacto social es más determinante que las medidas formales adoptadas a nivel institucional.

Limitaciones

Los múltiples factores que inciden en la violencia de género, la baja frecuencia de los homicidios en términos estadísticos y su dispersión en el tiempo, unido a la estructuralidad de sus causas, son elementos que dificultan el abordaje cuantitativo de las circunstancias que la definen. El modelo ecológico de Brofenbrenner utilizado por la OMS13 muestra cómo el componente cultural influye en el social, este en los diferentes contextos relacionados con la violencia de género, y cómo dentro de cada uno de ellos las personas responden de manera particular como parte de los elementos individuales. Sin embargo, a pesar de las características individuales en la forma y circunstancias de llevar a cabo la violencia y los homicidios, se deben tener en cuenta los factores comunes que desde los distintos componentes (contextual, social y cultural) inciden en ella, a pesar de las limitaciones de los análisis cuantitativos, pues es la única forma de abrir el conocimiento a nuevos enfoques que podrán ser abordados a través de diferentes aproximaciones conforme el número de datos sea mayor.

El presente trabajo cuenta con las limitaciones propias de la violencia de género unidas a unas circunstancias tan especiales como son las generadas por la pandemia, y su variación a lo largo del tiempo según la situación social y las medidas adoptadas, las cuales se han visto modificadas por la evolución de la incidencia. Estas limitaciones deben ser entendidas como un reto para poder hacer aportaciones que sirvan para continuar con los estudios, bien para confirmarlas o para modificarlas según los nuevos resultados.

Las graves consecuencias de la violencia de género y el hecho de que todavía hoy el 75% de los casos no sean denunciados ni comunicados a las instituciones asistenciales, exigen que se valoren y estudien las evidencias existentes para avanzar en el conocimiento de los factores y elementos que inciden en ella, y con ese objetivo se ha realizado el presente trabajo.

Financiación

El trabajo actual ni el citado cuentan con financiación.

Bibliografía
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Ministerio de Igualdad. Delegación del Gobierno para la Violencia de Género. [consultado entre 6 Ago-5 Sep 2021]. Disponible en: http://estadisticasviolenciagenero.igualdad.mpr.gob.es
[10]
Instituto Nacional de Estadística (INE). Estadística de la Violencia Doméstica y de Género. Año 2019. [consultado entre 6 Ago-5 Sep 2021]. Disponible en: https://www.ine.es/prensa/evdvg_2019.pdf
[11]
Instituto Nacional de Estadística (INE). Estadística de la Violencia Doméstica y de Género. Año 2020. [consultado entre 6 Ago-5 Sep 2021]. Disponible en: https://www.ine.es/prensa/evdvg_2020.pdf
[12]
Ministerio del Interior. Sistema Estadístico de Criminalidad. [consultado entre 6 Ago-5 Sep 2021]. Disponible en: https://estadisticasdecriminalidad.ses.mir.es/publico/portalestadistico/portal/balances.html
[13]
Informe Mundial sobre la violencia y la salud. OMS, 2002.
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