Hemos leído con interés el artículo de López et al.: «¿Es necesaria la realización de pruebas cruzadas preoperatorias a todos los pacientes que van a ser intervenidos de prótesis total de cadera primaria por coxartrosis? Estudio retrospectivo»1. Nos gustaría felicitar a los autores por su trabajo, que aporta un análisis valioso sobre las prácticas transfusionales, los factores de riesgo y el impacto económico de las pruebas pretransfusionales en la artroplastia total de cadera (ATC) primaria. Su tasa de transfusión del 7,3%, la identificación de la hemoglobina (Hb) preoperatoria <13g/dl como factor de riesgo y la estimación de costes de la tipificación y pruebas cruzadas rutinarias contribuyen de forma significativa al debate sobre la optimización del manejo de la sangre del paciente y el uso de recursos institucionales.
No obstante, deseamos aportar algunas consideraciones, comparando sus resultados con 2estudios nuestros previos, uno de los cuales ha sido citado en su artículo2, con el fin de contextualizar los umbrales transfusionales.
En nuestra cohorte de ATC2, la caída media de Hb fue de 3,3g/dl (DE 1,4); en transfundidos, la Hb postoperatoria media fue de 8,4g/dl (DE 1,2) y el descenso medio de 4,4g/dl (DE 1,8). Estos valores son muy similares a los reportados por los autores1: caída media de 3,27g/dl, Hb postoperatoria de 8,1g/dl en los transfundidos y descenso medio de 4,3g/dl en este subgrupo. Siendo la Hb preoperatoria media de los pacientes que necesitaron transfusión en ambos estudios de 12,4g/dl. Esta concordancia, pese a tratarse de centros distintos, refuerza la consistencia de los hallazgos de ambas publicaciones.
Sin embargo, no todo son concordancias. En nuestro análisis multivariante, una Hb preoperatoria <12g/dl se asoció a mayor riesgo de transfusión (OR 5,1; IC del 95%: 1,21-14,26; p=0,024), mientras que una Hb <13g/dl no lo hizo (OR 1,5; IC del 95%: 0,51-4,15; p=0,47). En consecuencia, recomendamos limitar las pruebas pretransfusionales a pacientes con Hb preoperatoria <12g/dl. En el estudio de López et al., se señala en la discusión que, salvo 2 casos, todos los pacientes que requirieron transfusión presentaban Hb <13g/dl y concluyen que una Hb preoperatoria <13g/dl es un factor de riesgo. No obstante, en la tabla 1 —que parece recoger los pacientes transfundidos— se observan 7 con Hb preoperatoria >13g/dl; de estos, salvo 2, presentaban Hb <14g/dl. Asimismo, como mencionamos anteriormente, al analizar la tabla se obtiene una Hb preoperatoria media de 12,4g/dl (rango 10-14,3). Incluso obviando este último matiz, aunque el hallazgo es válido internamente para su estudio, el conjunto de la evidencia externa sugiere que 13g/dl puede ser un umbral relativamente alto para una política rutinaria de pruebas pretransfusionales. En nuestro metaanálisis3, la Hb preoperatoria media en los pacientes transfundidos fue de 11,9g/dl (IC del 95%: 10,9-12,9; p <0,001). En consonancia, recomendamos solicitar pruebas pretransfusionales únicamente para pacientes con Hb preoperatoria <12g/dl tratados mediante ATC primaria unilateral. Otros estudios convergen hacia objetivos similares o ligeramente inferiores para estas pruebas pretransfusionales: Peel et al.4 sugirieron 11,5g/dl y Christopher et al.5 propusieron <11g/dl para una selección más restrictiva.
Aunque existen argumentos contra la necesidad de realizar pruebas pretransfusionales en todos los pacientes tratados mediante ATC primaria, eliminarlas por completo también sería un error2-5. La principal limitación del modelo Maximum Surgical Blood Order Schedule (MSBOS) es su incapacidad para estratificar las solicitudes preoperatorias según los factores de riesgo del paciente2,3. Es importante subrayar que los estudios coinciden en que la Hb preoperatoria difiere significativamente entre pacientes transfundidos y no transfundidos, lo que respalda su uso como criterio selectivo2-5. En nuestro caso, abogamos por considerar la Hb preoperatoria <12g/dl como el umbral para solicitar pruebas pretransfusionales en ATC primaria unilateral. Este enfoque optimiza la atención al paciente, racionaliza recursos y favorece la sostenibilidad del sistema sanitario.
Agradecemos a los autores por su contribución y alentamos auditorías locales y diálogo continuo para alinear la práctica clínica con umbrales basados en evidencia y coste-efectividad.
Nivel de evidenciaNivel de evidencia IV.
FinanciaciónPara la ejecución del articulo no hemos tenido ayuda de alguna beca (ayuda económica) de alguna institución
Consideraciones éticasDado que este trabajo se trata de una carta al editor y no involucra el uso de sujetos humanos ni experimentación con seres humanos, no se aplican consideraciones éticas relacionadas con el consentimiento informado, procedimientos éticos o derechos de privacidad de los sujetos humanos. Sin embargo, se garantiza que el contenido de esta carta está redactado con integridad y respeto a los principios editoriales de la revista.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.


