¿Revisando conceptos?

El actual fascículo de RECOT, 4.° de 2012, contiene 9 originales y 2 notas clínicas, agrupados por patologías: rodilla, tumores, Ortopedia Infantil y 2 notas técnicas, además de un tema de actualización. La recepción de más originales nos permite publicarlos con mayor rapidez en términos generales; si este ritmo de recepción se mantiene, la estructura de cada fascículo se basará más en la publicación de trabajos originales que en temas de actualización y formación, como veníamos haciendo hasta la fecha. Como es lógico, esta estrategia dependerá de los autores, como se puede observar ya no solo españoles, sino también de otros países.En el presente fascículo aparece un tema de candente actualidad. La publicación, entre 2010 y 2012, de varias guías de práctica clínica en profilaxis de la enfermedad tromboembólica venosa, con recomendaciones específicas para nuestra especialidad, ha creado cierto revuelo, por lo que consideramos que un análisis crítico de las mismas sería de utilidad, hasta el momento en que el Grupo de Estudio de Tromboembolismo de la SECOT renueve su propia guía, ya de 5 años de antigüedad. El Dr. Ruiz Ibán ha seleccionado la guía del National Institute of Clinical Excellence (NICE) británico, las recomendaciones de la American Academy of Orthopaedic Surgeons (AAOS) y la última actualización del American College of Chest Physicians (ACCP). Si bien la primera mantiene una estructura y una metodología habituales en los últimos años, las dos últimas han modificado la metodología de estudio llegando por tanto, a conclusiones muy diferentes a las que veníamos asumiendo. Las recomendaciones son menos concluyentes debido a la evaluación del nivel de evidencia y la independencia de los trabajos revisados para llegar a las mismas. La idea que subyace cuando se leen las 2 últimas es que se impone cada vez más la categorización del riesgo y la individualización de los métodos de profilaxis en cada paciente. Este enfoque, muy concordante con las corrientes actuales de la Medicina, tiene ventajas en cuanto a la seguridad de los pacientes, sobre todo los que presentan mayor riesgo hemorrágico, pero conlleva un cierto peligro por chocar, hasta cierto punto, con la protocolización de procesos a la que estamos actualmente acostumbrados. Igualmente, tiene una cierta implicación médico-legal, pues puede poner en cuestión los hábitos actuales en este terreno. Por ello, estaremos pendientes del nuevo documento del Grupo de Tromboembolismo de la SECOT, en vías de elaboración, y ofrecemos este soporte para su publicación como un suplemento de la Revista.