Introducción: Las fracturas de olécranon son lesiones frecuentes, especialmente en población anciana, en quienes la osteosíntesis clásica con banda de tensión con cerclaje alámbrico (TBW) o con placa (PF) se asocia a elevadas tasas de reintervención para retirada del material por intolerancia (hasta un 80% de los pacientes intervenidos en el caso de la TBW y un 25% en los tratados con PF). La sutura transósea de alta resistencia (TBS) ha sido propuesta como alternativa para intentar disminuir estas complicaciones asociadas a las técnicas convencionales, si bien existen pocos estudios con seguimiento a largo plazo. El objetivo de este trabajo fue valorar a largo plazo la necesidad de reintervención tras el uso de TBS en fracturas de olécranon tipo Mayo IIA en pacientes de edad avanzada, así como sus resultados clínicos y radiológicos.
Material y métodos: Se contactó en 2022 a una cohorte previamente publicada de 29 pacientes intervenidos entre 2010–2018 mediante TBS. La distribución por sexos fue de 26 mujeres (89,7%) y 3 hombres (10,3%). De ellos, 19 pudieron ser evaluados (12 de forma presencial y 7 telefónicamente), con un seguimiento medio de 7,41 años (rango: 4,1–11,8 años). Se analizaron la necesidad de retirada de material, la función articular mediante el Oxford Elbow Score [OES] y el Mayo Elbow Performance Score [MEPS], la movilidad del codo y los hallazgos radiológicos.
Resultados: La edad media de los pacientes al seguimiento fue de 79 años. Ningún paciente precisó retirada de material de osteosíntesis. Tres pacientes (15,8%) refirieron molestias leves, pero sin repercusión funcional ni deseo de reintervención. En los pacientes evaluados presencialmente, el rango medio de movilidad fue de 132° de flexión y 5° de extensión; la media del OES fue de 47 puntos y la del MEPS de 97,1 puntos, con el 83,3% de resultados excelentes. Todos estos pacientes mostraron consolidación radiográfica sin signos de artrosis postraumática.
Conclusiones: La técnica de sutura transósea de alta resistencia parece una buena alternativa a las técnicas habituales, manteniendo una buena fijación, disminuyendo las complicaciones asociadas y reduciendo las tasas de reintervención para retirada del material de osteosíntesis en pacientes ancianos.
Introduction: Olecranon fractures are common injuries, especially in the elderly population, in whom conventional osteosynthesis with tension band wiring (TBW) or plating (PF) is associated with high reoperation rates for hardware removal due to intolerance (up to 80% of surgically treated patients in the TBW group and 25% in those treated with PF). High-strength transosseous suture (TBS) has been proposed as an alternative to reduce these complications associated with conventional techniques, although few studies with long-term follow-up exist. The aim of this study was to assess, in the long term, the need for reoperation after the use of TBS in Mayo type IIA olecranon fractures in elderly patients, as well as their clinical and radiological outcomes.
Materials and methods: In 2022, a previously published cohort of 29 patients operated on between 2010–2018 using TBS was contacted. The sex distribution was 26 women (89.7%) and 3 men (10.3%).Of these, 19 could be evaluated (12 in person and 7 by telephone), with a mean follow-up of 7.41 years (range: 4,1–11,8 years). The need for hardware removal, joint function using the Oxford Elbow Score (OES) and the Mayo Elbow Performance Score (MEPS), elbow mobility, and radiological findings were analyzed.
Results: The mean age of patients at follow-up was 79 years. No patient required hardware removal. Three patients (15.8%) reported mild discomfort, but without functional impact or desire for reoperation. In the patients assessed in person, the mean range of motion was 132° flexion and 5° extension; the mean OES was 47 points and the mean MEPS was 97.1 points, with 83.3% rated as excellent outcomes. All these patients showed radiographic union without signs of post-traumatic osteoarthritis.
Conclusions: The high-strength transosseous suture technique appears to be a good alternative to conventional methods, providing reliable fixation, reducing associated complications, and lowering reoperation rates for hardware removal in elderly patients.


