metricas
covid
Buscar en
Revista Colombiana de Psiquiatría
Toda la web
Inicio Revista Colombiana de Psiquiatría Trastorno afectivo bipolar y trastorno por uso de sustancias. Prevalencia y fact...
Información de la revista
Visitas
241
Artículo original
Acceso a texto completo
Disponible online el 2 de abril de 2024
Trastorno afectivo bipolar y trastorno por uso de sustancias. Prevalencia y factores asociados a la patología dual en población general de Colombia
Bipolar Affective Disorder and Substance Use Disorder. Prevalence and Factors Associated with Dual Pathology in the General Population of Colombia
Visitas
241
Susana Arroyave Bustamantea, Valentina López Gómeza, Sara Montoya Gonzáleza, Melissa Sierra Restrepoa, Valentina Solarte Góngoraa, Isabella Trujillo Duquea, Daniel Vásquez Boterob, Gloria María Sierra Hincapiéc, Diana Restrepod,
Autor para correspondencia
drestrepob@ces.edu.co

Autor para correspondencia.
, Finalmente, queremos agradecer a la población de estudio por su colaboración
a Estudiante de pregrado de Medicina, Universidad CES, Medellín, Colombia
b Residente de Psiquiatría, Universidad CES, Medellín, Colombia
c Magíster en Epidemiología, Universidad CES, Medellín, Colombia
d Psiquiatra de Enlace, Universidad CES, Medellín, Colombia
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Resumen
Texto completo
Bibliografía
Descargar PDF
Estadísticas
Figuras (1)
Tablas (3)
Tabla 1. Análisis bivariado: trastorno por uso de sustancias * y trastorno afectivo bipolar
Tablas
Tabla 2. Análisis bivariado: trastorno afectivo bipolar * otras variables incluidas en el estudio
Tablas
Tabla 3. Modelo de regresión logística binario explicativo para trastorno afectivo bipolar
Tablas
Mostrar másMostrar menos
Resumen
Introducción

La comorbilidad entre el trastorno afectivo bipolar (TAB) y el trastorno por uso de sustancias (TUS) es relevante en el contexto de la patología dual por la alta prevalencia y las implicaciones clínicas y sociales. El objetivo del estudio fue determinar la prevalencia del TAB comórbido con el TUS y los factores sociodemográficos y clínicos asociados en la población general.

Metodología

Estudio transversal analítico, con fuente de información secundaria de estudio poblacional con 2.072 participantes de 15 a 65 años entrevistados con el Composite International Diagnosis Interview (CIDI) versión 3.0; se diagnosticaron 23 trastornos mentales según criterios del Diagnostic and Statistical Method IV (DSM-IV). Se incluyeron variables sociodemográficas y clínicas psiquiátricas.

Resultados

Las prevalencias de vida para la comorbilidad TAB y alcohol (abuso 7,4%, dependencia 9,7%); TAB y drogas (abuso 6,5%, dependencia 18,8%) y TAB y TUS (incluido alcohol y drogas) 12,2%. Luego de ajustar por variables clínicas y sociodemográficas en el modelo multivariado permanecieron abuso de alcohol (RPa 6,60, intervalo de confianza [IC] 95% [1,54-28,26]), dependencia a drogas (RPa 6,16, IC95% [1,38-27,45]), trastorno oposicionista desafiante (RPa 7,39, IC95% [2,40-22,72]) y maltrato físico (RPa 2,58 [1,01, 6,58]).

Discusión

En el subgrupo de personas con TAB, luego de controlar factores de confusión como trastornos mentales y variables sociodemográficas, se observó una fuerte asociación con dependencia a drogas y abuso de alcohol. Emergen dos factores de riesgo adicionales, el maltrato físico en la niñez y el trastorno oposicionista desafiante que han sido previamente asociados con desenlaces desfavorables en la salud mental.

Conclusiones

La detección de cohortes específicas en riesgo de sufrir un trastorno mental es un desafío. Este estudio encontró que las personas diagnosticadas con TAB a lo largo de la vida, son más vulnerables que otros a tener un TUS.

Palabras clave:
Patología dual
Trastorno afectivo bipolar
Prevalencia
Alcohol
Drogas
Abstract
Introduction

Comorbidity between bipolar disorder (BD) and substance use disorder is relevant in the context of dual pathology due to its high prevalence and clinical and social implications. The objective of the study was to determine the prevalence of comorbid bipolar affective disorder with substance use disorder and associated sociodemographic and clinical factors in the general population.

Methodology

Analytical cross-sectional study, with a secondary source of information from a population study with 2,072 participants from 15 to 65 years of age interviewed with CIDI 3.0 (Composite International Diagnosis Interview); 23 mental disorders were diagnosed according to DSM-IV criteria. Sociodemographic and psychiatric clinical variables were included.

Results

Lifetime prevalence of BD and alcohol comorbidity (abuse 7.4%, dependence 9.7%); BD and drugs (abuse 6.5%, dependence 18.8%) and substance use disorder (including alcohol and drugs) 12.2%. After adjusting for clinical and sociodemographic variables in the multivariate model, alcohol abuse [RPa 6.60, 95%CI (1.54-28.26)], drug dependence [RPa 6.16, CI95% (1.38 -27.45)], oppositional defiant disorder [RPa 7.39, 95% CI (2.40-22.72)], and physical abuse [RPa 2.58 (1.01-6.58)].

Discussion

In the subgroup of people with BD, after controlling for confounding factors such as mental disorders and sociodemographic variables, a strong association with drug dependence and alcohol abuse was observed. Two additional risk factors emerge, childhood physical abuse and oppositional defiant disorder, which have previously been associated with poor mental health outcomes.

Conclusions

Detection of specific cohorts at risk of mental disorder is challenging. This study found that people diagnosed with BD throughout life are more vulnerable than others to having a substance use disorder.

Keywords:
Dual diagnosis
Bipolar disorder
Prevalence
Alcohol
Drugs
Texto completo
Introducción

El trastorno afectivo bipolar (TAB) es un trastorno crónico, recurrente con alta heredabilidad y comorbilidad con otros trastornos mentales y médicos1. Se caracteriza por fluctuaciones en el estado del ánimo y la energía. El TAB I afecta a 1,1% y el TAB II al 1,2% de la población general2.

El TAB se asocia con un mayor riesgo de consumo de sustancias3,4, mayor mortalidad por suicidio y enfermedad cardiovascular5, así como una pérdida potencial de 10 a 20 años de vida y una significativa reducción en el funcionamiento psicosocial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el TAB ocupa el sexto puesto entre las diez primeras causas de discapacidad por enfermedad, constituyendo una de las enfermedades mentales con mayores repercusiones personales, familiares, económicas y sanitarias6,7.

En cuanto al trastorno por uso de sustancias, su principal característica son los síntomas cognitivos, comportamentales y fisiológicos que indican que el individuo continúa usando la sustancia a pesar de problemas significativos relacionados con ella8. Según la Organización Panamericana de la Salud, en América Latina y el Caribe aproximadamente 5,6 millones de personas presentan algún trastorno por abuso de sustancias9–11.

La patología dual se ha definido como la presencia de un trastorno mental y un trastorno por uso de sustancias (TUS) simultáneamente. Esta concurrencia determina peores desenlaces clínicos, mayor gravedad sintomática, mayor número de recaídas, mayor resistencia al tratamiento, mayor comportamiento suicida, peor funcionamiento cognitivo y menor adherencia a los tratamientos12,13.

En pacientes con TAB la comorbilidad con alcohol y drogas se ha descrito tan frecuente como en 50% de los casos14 y en pacientes con TUS se observa una mayor prevalencia de episodios de manía e hipomanía (3,7 a 13,4%) comparado con la población general15. Por tanto, la relación entre el TAB y el TUS es bidireccional. El objetivo de este estudio fue evaluar la relación entre ambos trastornos, así como los factores sociodemográficos y clínicos psiquiátricos asociados en población general de Envigado, Colombia.

MétodosTipo de estudio

Estudio observacional descriptivo, de prevalencia, con intención analítica a partir de fuente de información secundaria16. El grupo de referencia estuvo constituido por población general no institucionalizada de 15 a 65 años de ambos sexos, con hogar fijo, en zonas urbana y rural del municipio de Envigado, Colombia. No se contó con criterios de exclusión. El muestreo primario fue probabilístico y polietápico, calculado a partir de una proporción poblacional con un nivel de confianza de 95%, precisión de 5% y prevalencia estimada de 9,95% (prevalencia de vida esperada para depresión mayor según resultados del Primer Estudio de Salud Mental, Medellín 2011-2012)16.

Se encuestó a 2,072 personas. La composición de la muestra fue proporcional a la composición del universo desde el punto de vista geográfico y socioeconómico, por tal razón el diseño fue con probabilidad de selección igual hasta el nivel del hogar. Se sensibilizó a la comunidad antes de la aplicación de la encuesta mediante volantes, líneas telefónicas y canales regionales informativos. Se incluyeron las siguientes variables: edad, sexo, trastornos de ansiedad (pánico, ansiedad generalizada, agorafobia, separación, fobia simple, fobia social, estrés postraumático, obsesivo compulsivo), trastornos afectivos (depresión, bipolar), trastornos del neurodesarrollo (conducta, déficit de atención e hiperactividad, oposicionista desafiante), maltrato físico en la niñez y negligencia en la niñez, TUS (abuso y dependencia de alcohol y de drogas), y comportamiento suicida (ideas, planes, intentos).

El instrumento de recolección aplicado fue el Compositum International, Diagnosis Interview (CIDI) versión 3.0, una entrevista psiquiátrica estructurada que aplica criterios del Diagnostic and Statistical Method IV (DSM-IV), para realizar el diagnóstico de 23 trastornos psiquiátricos. La versión utilizada en el estudio fue validada cultural y lingüísticamente en el Primer Estudio de Salud Mental Medellín, 2011-201216. La entrevista se realiza cara a cara, aplicada por 10 entrevistadores legos (sin formación en áreas de salud mental), capacitados según el protocolo Harvard-OMS para la aplicación de la entrevista sin inducir respuestas.

La entrevista se aplicó en dos partes. La primera al total de las personas seleccionadas para tamizar y, en el caso de respuestas positivas para la presencia de algún trastorno mental, se realizaba la segunda parte que hace diagnósticos de trastornos mentales. Sin embargo de las personas que dieron negativo en la primera parte de la entrevista fueron seleccionadas aleatoriamente por el software de cada encuestador entre 30 y 60% y se les realizó también la parte II de la entrevista. El tiempo promedio de la entrevista completa fue de dos horas, lo cual en algunos casos requirió que esta se realizara en dos etapas para evitar errores por fatiga, tanto en el entrevistado como el entrevistador. El tiempo se relacionó con la frecuencia de trastornos mentales presentes en el entrevistado.

El estudio primario controló el sesgo de selección mediante el muestreo probabilístico y el sesgo de información mediante la sensibilización a la comunidad (participación de 90% de las personas seleccionadas), el entrenamiento de los encuestadores, el control de calidad al tiempo de las entrevistas y la verificación de la información a 10% de los datos recogidos mediante llamada telefónica. El sesgo de confusión se controló en este estudio mediante la inclusión de variables potencialmente confusoras y el análisis multivariado.

Análisis de la información

El procesamiento de datos se realizó mediante el programa SPSS versión 24.0, licencia amparada. La base de datos fue sometida a controles de calidad. Con las variables sometidas a factores de corrección y expansión se estimaron proporciones de prevalencia de vida para los trastornos mentales y otras variables de interés. Las variables cualitativas se expresaron mediante frecuencias absolutas y relativas.

La comparación entre los dos grupos se realizó mediante la prueba de chi-cuadrado (X2) o el test exacto de Fischer. Todos los datos fueron analizados teniendo en cuenta un nivel de significancia de 5%. Se calculó la razón de prevalencia cruda con su IC 95%. Para evaluar los factores que pudieron influir en la presencia de la variable dependiente (TAB), se aplicó un modelo multivariado de regresión logística binario de tipo explicativo donde se incluyeron las variables que en el modelo bivariado alcanzaron una p<0,1 y como criterio de salida se estableció p<0,05.

El proyecto fue aprobado por el Comité De Investigación Universitario. El estudio primario contó con la aprobación del Comité de Ética y tomó consentimiento informado a los adultos y a los menores de edad asentimiento y consentimiento al padre o tutor legal.

Resultados

Se incluyó la información de 2.072 encuestas, de las cuales 46,7% fueron aplicadas a personas del sexo masculino; el nivel de escolaridad más frecuente fue secundaria con 51% (ningún nivel de escolaridad 0,3%, primaria 9,0%, secundaria 51%, técnica-tecnológica 16,6%, universitario 13,2% y posgrado 9,8%). En la figura 1 se puede observar la distribución según edad y sexo.

Figura 1.

Distribución porcentual según edad y sexo de la población de estudio.

(0.1MB).
Prevalencia del trastorno afectivo bipolar y el trastorno por uso de sustancias

La prevalencia de vida para el TAB fue de 1,17% con un IC de 95% entre 0,7 y 1,6% y un predominio de hombres sobre mujeres, 1,41 vs. 0,96% respectivamente. La prevalencia de vida para el abuso y la dependencia de alcohol y drogas fue mayor para los hombres en comparación con las mujeres: abuso de alcohol 13,47% (22,9 vs. 6,6%); dependencia de alcohol 3,8% (6,3 vs. 2,1%); abuso de drogas 4,9% (10,3 vs. 1,1%); y dependencia de drogas 1,45% (2,4 vs. 0,7%) respectivamente tabla 1.

Tabla 1.

Análisis bivariado: trastorno por uso de sustancias * y trastorno afectivo bipolar

  Trastorno afectivo bipolarRP  IC 95%Valor p 
Sustancia  Sí (%)  No (%)    LI  LS   
Abuso de alcohol
Sí  7,4  92,6  3,71  1,49  9,19  0,009 
No  0,9  99,1         
Dependencia de alcohol
Sí  9,7  90,3  4,35  1,22  15,44  0,045 
No  2,4  97,6         
Abuso de drogas
Sí  6,5  93,5  2,78  0,79  9,69  0,118 
No  2,4  97,6         
Dependencia a drogas
Sí  18,8  81,3  9,53  2,52  35,99  0,007 
No  2,4  97,6         
Dependencia a cualquier sustancia
Sí  12,2  87,8  6,17  2,18  17,47  0,003 
No  2,2  97,3         
Abuso a cualquier sustancia
Sí  6,7  93,3  3,43  1,43  8,20  0,009 
No  2,0  98,0         
Cualquier trastorno por sustancias
Sí  6,5  93,5  3,33  1,39  7,95  0,01 
No  2,0  98,0         

IC: intervalo de confianza; LI: límite inferior; LS: límite superior; RP: razón de prevalencia.

Prevalencias de patología dual: trastorno afectivo bipolar y trastorno por uso de alcohol y drogas

La prevalencia de vida para el TAB comórbido con los trastornos por uso de alcohol y drogas, se presentan en la tabla 1. La mayor prevalencia se observó entre TAB y dependencia a drogas con 18,8%, seguido por TAB y dependencia a alcohol con 9,7% tabla 1.

Análisis bivariado

Se buscaron posibles asociaciones entre TAB y TUS. En la tabla 1, se muestra el cruce de variables. Se encontró asociación significativa con abuso de alcohol, dependencia de alcohol y dependencia a drogas. No se encontró asociación con abuso de drogas. La asociación más fuerte se encontró con dependencia a drogas tabla 1.

Además, se exploraron posibles asociaciones del TAB con otras variables incluidas en el estudio. Se encontró asociación entre TAB y diferentes trastornos de ansiedad, trastornos de inicio en la niñez y comportamiento suicida (tabla 2).

Tabla 2.

Análisis bivariado: trastorno afectivo bipolar * otras variables incluidas en el estudio

  Trastorno afectivo bipolarRP  IC 95%Valor p 
  Sí (%)  No (%)    LI  LS   
Sexo
Masculino  1,4  98,6  1,56  0,70  3,50  0,2739 
Femenino  0,9  99,1         
Grupo etario
Adolescentes  1,4  98,6  1,37  0,59  3,18  0,4663 
Adultos  1,1  98,9         
Área de residencia
Urbana  1,4  98,6  5,86  0,79  43,30  0,0479 
Rural  0,2  99,8         
Trastorno de pánico
Sí  13,6  86,4  13,31  4,28  41,39  0,0000 
No  1,0  99,0         
Ansiedad generalizada
Sí  5,6  94,4  4,96  0,71  34,79  0,0799 
No  1,1  98,9         
Agorafobia
Sí  20,0  80,0  17,97  2,97  108,69  0,0001 
No  1,1  98,9         
Fobia social
Sí  10,4  89,6  11,10  4,32  28,48  <0,0001 
No  0,9  99,1         
Fobia especifica
Sí  7,7  92,3  8,96  3,81  21,07  <0,0001 
No  0,9  99,1         
Estrés postraumático
Sí  3,8  96,2  3,42  0,48  24,40  0,1974 
No  1,1  98,9         
Ansiedad por separación
Sí  17,6  82,4  17,27  5,68  52,48  <0,0001 
No  1,0  99,0         
Obsesivo compulsivo
Sí  12,5  87,5  11,22  1,72  73,36  0,0027 
No  1,1  98,9         
Comportamiento suicida
Sí  4,2  95,8  5,50  2,47  12,25  <0,0001 
No  0,8  99,2         
Trastorno por déficit de atención e hiperactividad
Sí  9,7  90,3  4,03  1,27  12,79  0,0132 
No  2,4  97,6         
Trastorno de conducta
Sí  30,8  69,2  13,72  5,45  34,55  <0,0001 
No  2,2  97,8         
Trastorno oposicionista desafiante
Sí  18,8  81,3  9,09  3,87  21,36  <0,0001 
No  2,1  97,9         
Maltrato físico en la niñez
Sí  7,7  92,3  4,26  1,93  9,38  0,0001 
No  1,8  98,2         
Negligencia en la niñez
Sí  11,1  88,9  4,33  0,65  28,69  0,1124 
No  2,6  97,4         

IC: intervalo de confianza; LI: límite inferior del intervalo de confianza; LS: límite superior del intervalo de confianza; RP: razón de prevalencia.

Análisis multivariado

Se realizó un modelo de regresión logística binario de tipo explicativo (método forward), de la presencia de TAB (tabla 3). El modelo se ajustó por las siguientes variables: pánico, agorafobia, fobia social, obsesivo compulsivo, abuso de alcohol, dependencia al alcohol, abuso de drogas, dependencia a drogas, comportamiento suicida, maltrato físico en la niñez, oposicionista desafiante, trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y trastorno de conducta. El modelo fue significativo y explicó entre 0,034 y 0,156 y clasificó correctamente 97,5% de los casos. Permanecieron en el modelo las siguientes variables: abuso de alcohol, dependencia a drogas, trastorno oposicionista desafiante y maltrato físico en la niñez (tabla 3).

Tabla 3.

Modelo de regresión logística binario explicativo para trastorno afectivo bipolar

Variable  Coeficiente ß  OR ajustado  IC95%  Valor de p 
Abuso de alcohol  1,888  6,60  1,54 - 28,26  0,01 
Dependencia de drogas  1,819  6,16  1,38 - 27,45  0,01 
Oposicionista desafiante  2,001  7,39  2,40 - 22,72  0,01 
Maltrato físico  0,948  2,58  1,01 - 6,58  0,04 

IC: intervalo de confianza; OR: odds ratio.

Discusión

Este estudio buscó determinar la prevalencia de la patología dual (TAB y sustancias) en población general de 15 a 65 años. Además de encontrar elevadas prevalencias de vida para el TAB comórbido con sustancias, se identificaron asociaciones significativas con otros trastornos mentales.

Un estudio danés que incluyó a 463.000 pacientes encontró una prevalencia de vida para TUS en pacientes bipolares de 25,0%17, lo cual es superior a nuestro hallazgo de trastorno por uso de cualquier sustancia de 6,5%. El estudio National Epidemiologic Survey on Alcohol and Related Conditions (NESARC)18,19, el cual incluyó a 43.093 participantes, no encontró asociación entre TAB y abuso de alcohol (odds ratio [OR] 1,0 IC95% [0,77-1,32]) pero sí lo encontró con dependencia a alcohol (OR 4,7 IC95% [3,72-5,79]), lo cual difiere con nuestros hallazgos.

Un metaanálisis que exploró la comorbilidad entre TAB y TUS, el cual incluyó a 218.397 individuos, encontró asociación entre TAB y sustancias (OR 4,96; IC 3,98-6,17)20. Nuestro estudio mostró una asociación más fuerte entre TAB y dependencia a drogas que la encontrada entre TAB y abuso de drogas (RP 18,8 vs. RP 6,5, respectivamente).

Otros estudios con muestras de pacientes han identificado altas prevalencias de vida para TAB y TUS (54 a 72%)21–23, así como en personas con adicciones que buscan tratamiento hospitalario, se ha reportado una alta prevalencia para TAB (21,7%)24,25.

El perfil sociodemográfico encontrado por nosotros coincide con el reportado en otros estudios, en el cual predomina el sexo masculino y jóvenes, pero en nuestro caso sin asociación estadística26. Tanto el alcohol como las drogas, especialmente la cocaína, han sido consideradas sustancias que pueden inducir estados afectivos patológicos y se ha descrito un mayor consumo de estas sustancias durante la fase de exaltación afectiva y desinhibición que acompaña la manía27.

Trastorno afectivo bipolar comórbido con otros trastornos mentales

El TAB es un problema de salud mental frecuentemente asociado con otros trastornos mentales. Algunas investigaciones han mostrado que, a lo largo de la vida, 92% de las personas que sufren de TAB reportan haber sufrido de por lo menos otro trastorno mental28. Si bien la ansiedad es bastante prevalente en personas con TAB afectando negativamente el curso de la enfermedad y su calidad de vida, este es un tema poco investigado hasta el momento29. Los trastornos de ansiedad son los trastornos psicológicos más frecuentemente comórbidos en pacientes bipolares en la población general30, con una prevalencia de vida que oscila en un rango de 32 a 88%31 y cerca de un tercio de ellos pueden estar afectados por un trastorno de ansiedad en cualquier momento. En nuestro estudio se encontró asociación en el modelo bivariado entre TAB y algunos trastornos de ansiedad. Spoorthy et al.32, encontraron comorbilidad entre TAB y todos los trastornos de ansiedad, con prevalencias cercanas a 20% para pánico, ansiedad generalizada y fobia social. y menores para ansiedad social, fobia específica y agorafobia. En nuestro estudio se encontró la mayor prevalencia con agorafobia y ansiedad por separación.

El TDAH ha sido identificado como uno de los problemas mentales con mayor comorbilidad con TAB. En un metaanálisis de 71 estudios con 646.766 participantes de 18 países, se encontró que uno de cada 13 adultos con TDAH tenía TAB (7,9% IC 5,31-11,06%) y uno de cada seis adultos con TAB tenía TDAH (17,1%, IC 13,0-21,6%)33. En nuestro estudio, el TDAH fue tres veces más frecuente en los pacientes con TAB.

En cuanto a la comorbilidad entre TAB y trastorno de conducta, nuestro estudio encontró que un tercio de las personas con TAB reportaron el antecedente en la niñez de trastorno de conducta, lo cual ha sido reportado en estudios clínicos y epidemiológicos34,35, sin embargo, la forma como estos dos trastornos se relacionan es motivo de controversia e investigación. El estudio de Wozniak et al.36 concluyó que el TAB-I es frecuentemente comórbido con trastorno de conducta y que el estudio de cosegregación es consistente con la hipótesis de que la comorbilidad representa un subtipo de los dos trastornos. Sin embargo, en nuestro estudio se encontró alta colinealidad en el modelo de regresión logística que exigió el retiro de la variable.

Trastorno afectivo bipolar y maltrato infantil

El abuso físico o sexual en la niñez ha sido descrito como un factor que empeora el curso del TAB. En una revisión sistemática reciente, la cual incluyó 39 estudios, se encontró una asociación significativa entre exposición en la niñez a situaciones traumáticas, como el abuso físico, y trastornos mentales en la adultez con un rango de riesgo entre OR 1,24 y 2,937. Mejorar el impacto del abuso físico en el desarrollo del trastorno bipolar parece ser un objetivo importante de la terapia, así como intentar prevención primaria y secundaria. Los tratamientos basados en la familia que se centran en la psicoeducación, la mejora de la comunicación intrafamiliar y las habilidades de afrontamiento pueden ser particularmente útiles38.

Comportamiento suicida

El TAB tiene una de las tasas de suicidio más altas de todos los trastornos mentales y es aproximadamente de 20 a 30 veces mayor que en la población general. En cuanto al comportamiento suicida, nuestros datos indican que este subgrupo de pacientes con TAB y TUS tienen un mayor riesgo, lo cual ya ha sido previamente descrito39. En muestras clínicas, 14 a 59% de los pacientes tienen ideación suicida y 25 a 56% presentan por lo menos un intento de suicidio a lo largo de la vida40. Las causas del comportamiento suicida son múltiples y complejas. Algunos de los más fuertes predictores de este comportamiento identificados en la literatura son el estado afectivo, la gravedad de la depresión, la ansiedad comórbida, la agresividad, hostilidad, desesperanza y la comorbilidad con otros trastornos mentales, historia de estados mixtos y antecedente de abuso físico o sexual41. Nuestro estudio encontró en el modelo bivariado numerosas asociaciones del TAB con otros trastornos mentales pero, al ajustar por factores de confusión, el comportamiento suicida quedó fuera del modelo ajustado.

Limitaciones

Algunas limitaciones del estudio: primero, por tratarse de un estudio transversal no se pueden inferir relaciones causales; segundo, las prevalencias de las sustancias se tomaron de forma agrupada, por lo tanto no se pueden extraer conclusiones sobre el efecto de una droga en concreto; tercero, al tratarse de una muestra poblacional no se pueden extrapolar los resultados a poblaciones clínicas; y cuarto, los diagnósticos del CIDI 3.0 son con base en criterios DSM-IV y CIE-10, los cuales difieren en algo de los criterios vigentes en la actualidad del DSM-5.

Fortalezas

Como fortalezas se tienen el diseño muestral del estudio primario con probabilidad de selección hasta el nivel del hogar; la entrevista clínica empleada (CIDI 3.0) la cual permite diagnósticos psiquiátricos y esto da ventaja frente a otros instrumentos que solo permiten tamización de síntomas mentales.

Conclusión

La detección de cohortes específicas con riesgo de sufrir un trastorno mental es un desafío. Este estudio encontró que las personas diagnosticadas con TAB a lo largo de la vida son más vulnerables que otros a sufrir un TUS. Para diversos grupos de personas y profesionales, ser conscientes de esta comorbilidad permitirá brindar información y apoyo, así como un diagnóstico oportuno y el tratamiento para la patología dual. El trastorno oposicionista desafiante gana relevancia como factor asociado con el TAB, lo cual remite a la importancia de factores tempranos del desarrollo infantil como moduladores de psicopatología diagnosticada generalmente en la adultez temprana.

Financiación

No cuentan con ninguna fuente de financiación.

Conflicto de intereses

Los autores no tienen ningún conflicto de intereses para declarar.

Bibliografía
[1]
R.S. McIntyre, M. Berk, E. Brietzke, B.I. Goldstein, C. López-Jaramillo, L.V. Kessing, et al.
Bipolar disorders.
Lancet., 396 (2020), pp. 1841-1856
[2]
A.S. Clemente, B.S. Diniz, R. Nicolato, F.P. Kapczinski, J.C. Soares, J.O. Firmo, et al.
Bipolar disorder prevalence: a systematic review and meta-analysis of the literature.
Braz J Psychiatry., 37 (2015), pp. 155-161
[3]
U.W. Preuss, M. Schaefer, C. Born, H. Grunze.
Bipolar Disorder and Comorbid Use of Illicit Substances.
Medicina (Kaunas)., 57 (2021), pp. 1256
[4]
American Psychiatric Association.
Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders.
5a ed, Editorial Médica Panamericana, (2013), pp. 947
[5]
E. Vieta, M. Berk, T.G. Schulze, A.F. Carvalho, T. Suppes, J.R. Calabrese, et al.
Bipolar disorders.
Nat Rev Dis Primers., 8 (2018), pp. 18008
[6]
R.H. Belmaker.
Bipolar disorder.
N Engl J Med., 351 (2004), pp. 476-486
[7]
GBD 2016 Alcohol and Drug Use Collaborators.
The global burden of disease attributable to alcohol and drug use in 195 countries and territories, 1990-2016: a systematic analysis for the Global Burden of Disease Study 2016.
Lancet Psychiatry., 5 (2018), pp. 987-1012
[8]
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC)-Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI), Monitoreo de territorios afectados por cultivos ilícitos 2021 (Bogotá: UNODC-SIMCI, 2022). [Internet], [consultado 30 May 2023]. Disponible en: https://www.unodc.org/colombia/es/el-cultivo-de-coca-alcanzo-niveles-historicos-en-colombia-con-204-000-hectareas-registradas-en-2021.html
[9]
Organización Panamericana de la Salud. Abuso de sustancias. [Internet], [consultado 30 May 2023]. Disponible en: https://www.paho.org/es/temas/abuso-sustancias
[10]
American Psychiatric Association.
Diagnostic and Statistical manual of Mental Disorders.
4th ed, APA, (1994), pp. 873
[11]
L. Karila, A. Petit, W. Lowenstein, M. Reynaud.
Diagnosis and consequences of cocaine addiction.
Curr Med Chem., 19 (2012), pp. 5612-5618
[12]
A. González-Pinto, J.M. Goikolea, I. Zorrilla, M. Bernardo, M. Arrojo, R. Cunill, et al.
Guía de práctica clínica para el tratamiento farmacológico y psicológico de los pacientes adultos con trastorno bipolar y un diagnóstico comórbido de trastorno por uso de sustancias.
Adicciones., 34 (2022), pp. 142-156
[13]
I.M. Salloum, E.S. Brown.
Management of comorbid bipolar disorder and substance use disorders.
Am J Drug Alcohol Abuse., 43 (2017), pp. 366-376
[14]
H.M. Pettinati, C.P. O′Brien, W.D. Dundon.
Current status of co-occurring mood and substance use disorders: a new therapeutic target.
Am J Psychiatry., 170 (2013), pp. 23-30
[15]
K.P. Conway, W. Compton, F.S. Stinson, B.F. Grant.
Lifetime comorbidity of DSM-IV mood and anxiety disorders and specific drug use disorders: Results from the National Epidemiologic Survey on Alcohol and Related Conditions.
J Clin Psychiatry., 67 (2006), pp. 247-257
[16]
Y. Torres de Galvis, D. Restrepo-Bernal, G. Castaño-Pérez, G.M. Sierra-Hincapié, C. Buitrago-Salazar, C. Salas-Zapata, et al.
Estudio poblacional de salud mental, Envigado 2017.
Editorial CES., (2018),
[17]
N.G. Toftdahl, M. Nordentoft, C. Hjorthøj.
Prevalence of substance use disorders in psychiatric patients: a nationwide Danish population-based study.
Soc Psychiatry Psychiatr Epidemiol., 51 (2016), pp. 129-140
[18]
D.S. Hasin, F.S. Stinson, E. Ogburn, B.F. Grant.
Prevalence, correlates, disability, and comorbidity of DSM-IV alcohol abuse and dependence in the United States: Results from the National Epidemiologic Survey on Alcohol and Related Conditions.
Arch Gen Psychiatry., 64 (2007), pp. 830-842
[19]
S. Hossain, P. Mainali, N.N. Bhimanadham, S. Imran, N. Ahmad, R.S. Patel.
Medical and Psychiatric Comorbidities in Bipolar Disorder: Insights from National Inpatient Population-based study.
Cureus., 11 (2019), pp. e5636
[20]
G.E. Hunt, G.S. Malhi, M. Cleary, H.M.X. Lai, T. Sitharthan.
Comorbidity of bipolar and substance use disorders in national surveys of general populations, 1990-2015 Systematic review and meta-analysis.
J Affect Disorder., 206 (2016), pp. 321-330
[21]
L.N. Yatham, M. Kauer-Sant’Anna, D.J. Bond, R.W. Lam, I. Torres.
Course and outcome after the first manic episode in patients with bipolar disorder: prospective 12-month data from the systematic treatment optimization program for early mania project.
Can J Psychiatry., 54 (2009), pp. 105-112
[22]
E. Frank, E. Boland, D.M. Novick, J.V. Bizzarri, P. Rucci.
Association between illicit drug and alcohol use and first manic episode.
Pharmacol Biochem Behav., 86 (2007), pp. 395-440
[23]
M.S. Bauer, L. Altshuler, D.R. Evans, T. Beresford, W.O. Williford, R. Hauger.
Prevalence and distinct correlates of anxiety, substance, and combined comorbidity in a multi-site public sector sample with bipolar disorder.
J Affect Disord., 85 (2005), pp. 301-315
[24]
A. Nallet, B. Weber, S. Favre, M. Gex-Fabry, R. Voide, F. Ferrero, et al.
Screening for bipolar disorder among outpatients with substance use disorders.
Eur Psychiatry., 28 (2013), pp. 147-153
[25]
J. van Zaane, B. van den Berg, S. Draisma, W.A. Nolen, W. van den Brink.
Screening for bipolar disorders in patients with alcohol or substance use disorders: performance of the mood disorder questionnaire.
Drug Alcohol Depend., 124 (2021), pp. 235-241
[26]
A.K. Gold, M.W. Otto, T. Deckersbach, L.G. Sylvia, A.A. Nierenberg, G. Kinrys.
Substance use comorbidity in bipolar disorder: a qualitative review of treatment strategies and outcomes.
Am J Addict., 27 (2018), pp. 188-201
[27]
F. Arias, N. Szerman, P. Vega, B. Mesías, I. Basurte, D. Rentero.
Trastorno bipolar y trastorno por uso de sustancias Estudio Madrid sobre prevalencia de patología dual.
Adicciones., 29 (2017), pp. 186-194
[28]
K.R. Merikangas, H.S. Akiskal, J. Angst, P.E. Greenberg, R.M. Hirscheld, M. Petukhova, et al.
Lifetime and 12-month prevalence of bipolar spectrum disorders in the National Comorbidity Survey replication.
Arch Gen Psychiatry., 64 (2007), pp. 543-552
[29]
M. Couillard-Larocque, G. Fortin-Vidah, M. Angers, L. Garceau, L. Gros, I. Fourne, et al.
Anxiety in bipolar disorder: A review of publication trends.
J Affect Disord., 320 (2023), pp. 340-347
[30]
K.R.R. Krishan.
Psychiatric and medical comorbidities of bipolar disorder.
Psychosom Med., 6 (2005), pp. 1-8
[31]
G.H. Vásquez, R.J. Baldessarini, L. Tondo.
Co-occurrence of anxiety and bipolar disorders: clinical and therapeutic overview.
Depress Anxiety., 31 (2014), pp. 196-206
[32]
M.S. Spoorthy, S. Chakrabarti, S. Grover.
Comorbidity of bipolar and anxiety disorders: An overview of trends in research.
World J Psychiatry., 9 (2019), pp. 7-29
[33]
C. Schiweck, G. Arteaga-Henriquez, M. Aichholzer, S.E. Thanarajah, S. Vargas-Cáceres, S. Matura, et al.
Comorbidity of ADHD and adult bipolar disorder: A systematic review and meta-analysis.
Neurosci Biobehav Rev., 124 (2021), pp. 100-123
[34]
J. Biederman, C.R. Petty, C. Dolan, S. Hughes, E. Mick, M.C. Monuteaux, et al.
The long-term longitudinal course of oppositional defiant disorder and conduct disorder in ADHD boys: findings from a controlled 10-year prospective longitudinal follow-up study.
Psychol Med., 38 (2008), pp. 1027-1036
[35]
J. Biederman, E. Mick, J. Wozniak, M.C. Monuteaux, M. Galdo, S.V. Faraone.
Can a subtype of conduct disorder linked to bipolar disorder be identified? Integration of findings from the Massachusetts General Hospital Pediatric Psychopharmacology Research Program.
Biol Psychiatry., 53 (2003), pp. 952-960
[36]
J. Wozniak, T. Wilens, M. DiSalvo, A. Farrel, R. Wolenski, S.V. Faraone, et al.
Comorbidity of Bipolar I Disorder and Conduct Disorder: A Familiar Risk Analysis.
Acta Psychiatr Scand., 139 (2019), pp. 361-368
[37]
R.M. Post, L.L. Altshuler, R. Kupka, S.L. McElroy, M.A. Frye, M. Rowe, et al.
Verbal abuse, like physical and sexual abuse, in childhood is associated with an earlier onset and more difficult course of bipolar disorder.
Bipolar Disord., 17 (2015), pp. 323-330
[38]
B. Etain, M. Aas, O.A. Andreassen, S. Lorentzen, I. Dieset, S. Gard, et al.
Childhood trauma is associated with severe clinical characteristics of bipolar disorders.
J Clin Psychiatry., 74 (2013), pp. 991-998
[39]
J.N. Miller, D.W. Black.
Bipolar disorder and suicide: a review.
Curr Psychiatry Rep., 22 (2020), pp. 6
[40]
J.L. Beyer, R.H. Weisler.
Suicide behaviors in bipolar disorder: a review and update por the clinician.
Psychiatr Clin North Am., 39 (2016), pp. 111-123
[41]
R.C. Rossom, B.J. Yarborough, J.M. Boggs, K.J. Coleman, B.K. Ahmedani, F.L. Lynch, et al.
Prediction of suicidal behavior using self-reported suicidal ideation among patients with bipolar disorder.
J Affect Disord., 295 (2021), pp. 410-415

Los autores declaramos que el artículo es original y que todos hemos contribuido sustancialmente en él.

Copyright © 2024. Asociación Colombiana de Psiquiatría
Descargar PDF
Opciones de artículo