Radiología es la revista oficial de la Sociedad Española de Radiología Médica. Su objetivo es contribuir a la formación de los radiólogos de habla hispana y divulgar el conocimiento y la investigación radiológicos en esta lengua. Tiene un Comité Editorial estructurado en áreas o secciones y basa la selección y mejora de sus contenidos en un sistema de revisión por iguales (peer review). En este artículo se discuten el modelo de revista científica que pretende ser Radiología, las características de su Comité Editorial en comparación con los de otras revistas radiológicas generales representantes oficiales de sociedades científicas y los pormenores del proceso editorial en la revista, abarcando el tránsito de un manuscrito por su circuito editorial, la labor de los revisores, el proceso de edición técnica final y datos cualitativos y cuantitativos del material que Radiología recibe y publica.
Radiología is the official journal of the Spanish Society of Diagnostic Imaging. It aims to contribute to the education of Spanish-speaking radiologists and to disseminate radiological research and knowledge in Spanish. The journal has an Editorial Board organized into areas or sections, and material published in the journal is chosen and improved through peer review. This article discusses the model of the scientific journal Radiología and the characteristics of its Editorial Board, comparing Radiología with official general radiology journals of other scientific societies. Moreover, the details of the journal's editorial process are revealed, including the editorial circuit, the reviewers’ work, and the technical aspects of the final edition process. Finally, the article lists qualitative and quantitative data about the material that Radiología receives and publishes.
Radiología es la revista oficial de la SERAM. Esta sociedad científica, a través de su Junta Directiva, decide el modelo de revista por la que ser representada, uno convencional, lejos de otros como los de revistas interdisciplinares1, «solapadas»2 o «líquidas»3, aparentemente distantes de imponerse entre las publicaciones médicas. En los inicios de 2007 se reestructuró el Comité Editorial y se encomendó a su nuevo Editor jefe la misión de la dirección de la revista. Este elaboró un plan estratégico en el que se recogían los principios sobre los que Radiología sustentaba su razón de ser: contribuir a la formación de los radiólogos españoles e hispanoamericanos, aumentar su visibilidad e impacto y regirse por estándares de calidad editorial y científica, requisito para el cumplimiento del resto de objetivos.
Como modelo de evaluación y selección de los trabajos propuestos para su publicación se decidió el de la revisión por iguales o peer review, es decir, la valoración por expertos en la misma materia. Pese a que sus efectos son inciertos en términos de evidencia científica4,5, está sometido a amplia variabilidad, es poco eficaz en la detección de problemas éticos o fraude y muy costoso (en tiempo, esfuerzos y a veces gastos), es aceptado como el modo menos malo de filtrar y mejorar la calidad de lo que se publica6. Puede llevarse a cabo con cegamiento del autor sobre la identidad del revisor (como se inició en Edimburgo en el siglo xviii)7, con desconocimiento de ambos sobre sus respectivas identidades (modelo que Radiología adoptó para sí) o sin cegamiento (open peer review). Para mayor información sobre el proceso de peer review y sus controversias remitimos al lector a una revisión por parte del Publishing Research Consortium8, a los artículos del debate en la web de Nature9 y a su blog sobre el tema10. Cabe señalar el poco éxito y la mala acogida que tuvo entre autores y revisores una experiencia piloto emprendida por Nature para evaluar las posibilidades de iniciar un proceso de open peer review11.
Radiología ha buscado mayor atractivo y calidad, como dan fe diversos editoriales sobre iniciativas llevadas a cabo en este sentido12–18. Muchos de los cambios realizados están reflejados en las instrucciones a los autores19, un documento dinámico, pero en el camino hacia la calidad quedan muchos pasos por dar. El lector interesado podrá acceder a información exhaustiva sobre el proceso de producción científica en la web de la iniciativa internacional Equator20.
El Comité Editorial de RadiologíaCon el relevo en la dirección de la revista se creó también un Comité Editorial conceptualmente novedoso; por primera vez se designaba un responsable para cada una de las diversas secciones, que básicamente representaban a las de la SERAM. Se dotaron así los puestos de editores de área de calidad en radiología, formación, imagen abdominal, de la mama, torácica, pediátrica, neurorradiología, radiología músculo-esquelética, de urgencias, vascular e intervencionista y ultrasonidos. Completaban el Comité Editorial, además del editor jefe, dos editores adjuntos, dos editores asociados (uno científico y otro de actualizaciones) y un editor de estilo y artículos especiales. Se eliminó el Comité Internacional por no tener un cometido claro, sin renunciar por ello a iniciar una política de alianzas y relaciones estratégicas con instituciones relacionadas con la radiología internacional, con frutos evidentes15,16,21,22. La experiencia en los dos primeros años demostró la conveniencia de crear secciones nuevas para imagen cardiaca e imagen genitourinaria, que se escindieron respectivamente de las de tórax y abdomen. Además de dotarse los puestos de editor de área para ellas, ha habido relevos en otras secciones. El Comité Editorial de Radiología es, pues, una estructura sometida a la posibilidad de renovación cuando es aconsejable, que en la actualidad cuenta con un total de 19 miembros.
En la tabla 1 se compara la estructura del Comité Editorial de Radiología con los de otras revistas de radiología general y representantes oficiales de diversas sociedades de radiología: RSNA (Sociedad de Radiología de Norteamérica, con Radiology y Radiographics), ARRS (Sociedad Americana de Rayos X, con American Journal of Roentgenology), ESR (Sociedad Europea de Radiología, con European Radiology), BIR (Instituto Británico de Radiología, con British Journal of Radiology), SIRM (Sociedad Italiana de Radiología Médica, con La Radiologia Medica), y SFR (Sociedad Francesa de Radiología, con Journal de Radiologie). En esa tabla también figuran los datos comparativos del SCImago Journal Rank (SJR) y del factor H, ambos para el año 200923. Ya hemos explicado previamente las peculiaridades del indicador SJR18,24. Por su parte, el índice H representa el número H de ocasiones en que han sido citados H artículos, en este caso de una revista. Podemos comprobar que la distancia que le queda por recorrer a Radiología es aún larga. El resto de las revistas presentan un impacto netamente superior, no tanto en el caso de la francesa, aunque con un factor H mucho mayor que pone de manifiesto un recorrido más largo. Radiología debe consolidar el cambio de tendencia positivo que se aprecia en los últimos tiempos24 y un requisito para ello será el de contar con los recursos necesarios. El Comité Editorial de Radiología, con dedicación no profesional, es el más corto, y nuevamente solo se acerca en número al del Journal de Radiologie, aunque este dato no sea suficiente en sí para relacionarlo con los otros arriba mencionados. En su composición no hay editores responsables de áreas como física, aplicaciones informáticas, contrastes, imagen molecular u oncológica, que sí existen en otros comités, mientras que, por ejemplo, sí hay un editor de formación, aspecto que únicamente comparte con Radiographics.
Comparación de los comités editoriales de ocho revistas de radiología general y representantes oficiales de sociedades científicas de radiología (véase en texto). Se comparan también por Scimago Journal Rank (en relación con cuyo valor se ordenan) e índice H
| Rad | JR | LRM | BJR | RG | AJR | ER | Rady | |
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Ed. jefe | 1 | 1 | 1 | 2 | 1 | 1 | 1 | 1 |
| Ed. asociados | 5 | 4 | 1 | 53 | 4 | 4 | 5 | |
| Ed. eméritos y honorarios | 2 | 1 | 4 | 2 | 3 | |||
| Consultores del editor | 1 | 21 | 2 | 10 | 37 | |||
| Consultor estadístico | 1 | 1 | ||||||
| Comité internacional | 41 | |||||||
| TC | 5 | 4 | 6 | |||||
| RM | 6 | 7 | 3 | |||||
| Ecografía | 1 | 7 | 7 | 4 | ||||
| Medicina nuclear | 1 | 4 | 5 | 4 | ||||
| Imagen molecular | 1 | 8 | 6 | |||||
| Radioterapia oncológica | 1 | 1 | 3 | |||||
| Aplicaciones informáticas | 5 | 1 | 5 | 4 | 3 | |||
| Física | 2 | 1 | 2 | 7 | 4 | |||
| Contrastes | 1 | 6 | 4 | 2 | ||||
| Evidencia, investigación | 1 | 1 | 3 | |||||
| Práctica, ética y calidad | 7 | 2 | 3 | 5 | ||||
| Multisistema | 6 | 1 | ||||||
| Radiobiología | 3 | 1 | ||||||
| Pediátrica | 1 | 1 | 4 | 1 | 4 | 4 | 3 | |
| Urgencias | 1 | 4 | 1 | 3 | ||||
| Oncología | 1 | 5 | ||||||
| Neurorradiología | 1 | 1 | 8 | 1 | 4 | 8 | 3 | |
| Cabeza y cuello | 1 | 6 | 6 | 3 | ||||
| Mama, mujer | 1 | 1 | 5 | 1 | 8 | 5 | 3 | |
| Tórax | 1 | 1 | 5 | 1 | 6 | 10 | 3 | |
| Cardiología | 1 | 1 | 8 | 12 | 4 | |||
| RVI | 1 | 1 | 9 | 1 | 5 | 10 | 4 | |
| Gastrointestinal | 1 | 1 | 8 | 2 | 6 | 13 | 6 | |
| Genitourinario | 1 | 1 | 4 | 1 | 5 | 7 | 4 | |
| Musculoesqueleto | 1 | 1 | 8 | 1 | 7 | 8 | 5 | |
| Formación | 1 | 1 | ||||||
| Otros | 4 | 6 | 1 | |||||
| TOTAL | 19 | 20 | 135 | 105 | 26 | 74 | 151 | 132 |
| SJR (2009) | 0,035 | 0,047 | 0,123 | 0,143 | 0,266 | 0,288 | 0,369 | 0,581 |
| Índice H23 (2009) | 4 | 18 | 21 | 60 | 79 | 115 | 80 | 178 |
AJR: American Journal of Roentgenology; BJR: British Journal of Radiology; Ed: editores; ER: European Radiology; JR: Journal de Radiologie; LRM: La Radiologia Medica; Rad: Radiología; Rady: Radiology; RG: Radiographics; RVI: Radiología vascular e intervencionista; SJR: Scimago Journal Rank.
Desde septiembre de 2007 el proceso editorial se lleva a cabo en el Elsevier Editorial System-EES (Sistema Editorial de Elsevier), en el sitio http://ees.elsevier.com/rx/. Además de alojar las instrucciones para los autores, esta página, a la que se puede acceder también desde un enlace en la web de la SERAM (http://seram.es/) o desde la página de Elsevier para Radiología (http://www.elsevier.es/revistas/ctl_servlet?_f=7032&revistaid=119), permite el acceso en los papeles de autor, revisor, editor o responsable de la editorial. Dispone de un sistema de mensajería automático para notificar por correo electrónico cada uno de los pasos a los implicados.
El proceso se inicia con el envío del manuscrito por parte del autor, que previamente debe haberse dado de alta como tal, momento en el que se le asigna su clave de acceso. Es necesaria una atenta lectura previa de las normas y, preferiblemente, de las instrucciones para la preparación de algunos de los documentos imprescindibles (carta de presentación, incluyendo autorías, primera página y manuscrito), a las que puede accederse nuevamente desde la web de la SERAM25 o la de Elsevier. Radiología, en su ambición de rigor y calidad, se ciñe a estándares internacionales (ICMJE −International Committee of Medical Journal Editors−, CONSORT −CONsolidated Standards of Reporting Trials−), en cuestiones con implicaciones fundamentalmente éticas y también formales, como las de las autorías, la publicación doble o redundante, los conflictos de intereses (desde 2011 es obligatoria la inclusión del documento específico del ICMJE para declararlos), la obtención del consentimiento de los sujetos implicados en estudios de investigación y el de los comités de ética de las instituciones donde estos se realizan, el diseño y la elaboración metodológicamente adecuados de ensayos clínicos controlados, la adecuación formal de las referencias bibliográficas o la calidad de las imágenes. Ajustarse a estos requisitos supone un esfuerzo por parte de todos los participantes en el proceso editorial, también de los autores, que repercutirá positivamente en el prestigio de la revista y por lo tanto de los mismos protagonistas. El proceso de envío es dirigido, sencillo y rápido siempre que la preparación previa de los documentos y la velocidad de conexión sean adecuadas.
Una vez que el autor confirma el archivo pdf que se construye a partir de su envío el artículo pasa a la bandeja del editor jefe, que asume de esta forma un papel asignado inicialmente al asistente editorial en busca de la máxima agilidad, y realiza una valoración preliminar sobre la adecuación del manuscrito en forma y fondo a la línea editorial de Radiología. De ella puede surgir la devolución al autor por problemas formales importantes, el rechazo del trabajo por falta evidente de adecuación o su inclusión en el circuito editorial propiamente dicho. En la figura 1 se esquematizan los pasos de un manuscrito a través de dicho circuito y los tiempos de cada uno de los agentes implicados. El siguiente es el editor adjunto, que sopesa nuevamente de forma preliminar el trabajo y lo asigna de manera prácticamente inmediata al editor de área más adecuado. Este puede considerar que el trabajo no merece ser valorado por revisores y rechazarlo directamente, o bien invitar a revisores para que lo evalúen. Para ello se le concede una semana, que habitualmente no consume (promedio de 5,1 días). La consigna inicial en Radiología era la valoración al menos por dos revisores de todos los manuscritos, aunque más recientemente, como hacen otras revistas radiológicas de prestigio para no sobrecargar a los revisores y evitar demoras, se contempla la posibilidad de contar con una sola revisión (a la que se suma la valoración de los editores implicados) para comunicaciones breves, casos y cartas. Por lo general los revisores disponen de un mes, desde que aceptan la invitación, para emitir su valoración, incluyendo su recomendación, en términos de aceptación, revisión menor, revisión mayor o rechazo del manuscrito. Cuando están disponibles todas las revisiones el editor de área tiene otros siete días para evaluar de forma detenida el trabajo y las revisiones, y emitir su recomendación junto con los comentarios pertinentes dirigidos a los autores, que se suman a los de los revisores. En esta función consume un tiempo medio de 8,1 días. El editor adjunto y el editor jefe suman todos estos datos a su punto de vista, más panorámico, sobre la situación coyuntural de la revista y añaden en su ponderación las cuestiones de una u otra índole que consideren adecuadas. Para ello no es habitual que inviertan más de dos días. Finalmente el editor jefe toma la decisión definitiva, que es comunicada inmediatamente al autor.
Si la decisión supone la necesidad de realizar modificaciones en el artículo, en el plazo que se les indique los autores deben responder pormenorizadamente a todos los comentarios que han recibido, además de mandar una nueva versión de su trabajo con los cambios realizados y otra donde estos aparezcan marcados en el texto, una vez eliminada la versión antigua del manuscrito. Esto facilita la labor del Comité Editorial y es valorado muy positivamente.
En un periodo de dos años el tiempo medio desde que un artículo era asignado al editor de área hasta que emitía su recomendación osciló entre 26,3 y 59,3 días entre diferentes áreas (fig. 2). La responsabilidad de velar por el cumplimiento de los plazos fue delegada por el editor jefe en el editor adjunto, que es, por tanto, quien hasta la fecha ha tenido encomendada la labor de supervisión de la marcha del circuito, ha sido el encargado de emitir los oportunos recordatorios cada vez que se han producido retrasos y es el responsable último de éstos.
Gráfico del tiempo medio transcurrido (expresado en días en el eje de ordenadas) en cada una de las áreas de Radiología (eje de las abscisas) desde que un trabajo queda en manos del editor de área en su primera versión hasta que emite su recomendación, desde mayo de 2008 hasta mayo de 2010. No se presentan los datos del área de calidad, no representativos, por haber gestionado un solo trabajo. Fuente: Elsevier Editorial System (EES-Radiología).
El peer review ha sido la norma en esta etapa de Radiología una vez que un trabajo ha llegado en su primera versión a manos del editor de área (96,4% de ocasiones). En versiones sucesivas habitualmente es el propio Editor el que valora el trabajo, sin enviarlo nuevamente a los revisores, aunque con la potestad de hacerlo si lo considera oportuno. En este aspecto el comportamiento de los distintos editores ha sido muy variable, oscilando entre el 87,8 y 17,9 el porcentaje de peer review de versiones sucesivas entre las diferentes áreas.
En un artículo venidero de esta serie se darán pautas para que las revisiones tengan la mayor utilidad. No entraremos, pues, aquí en esta cuestión, aunque merece la pena comentar que varios estudios demuestran que el perfil del revisor ideal se acerca más al del experto joven que al del sobradamente afamado o con rango académico más alto, también en revistas radiológicas26,27. De hecho, se percibe una tendencia al deterioro en la calidad de las revisiones de una persona con el paso del tiempo28, que seguramente no se corresponde con una evolución profesional paralela. La impresión es que en Radiología ocurre algo similar, aunque, lamentablemente, no podemos contar con datos fidedignos que la corroboren, pues los intentos de que los editores calificaran las revisiones todavía no han conseguido una implantación definitiva. Esto, por un lado impide desarrollar el único sistema que se ha mostrado como eficaz para la selección de los revisores más adecuados, el de su evaluación sistemática26, y por otro dificulta la acreditación de esta actividad, que podría ser uno de los alicientes para una labor no suficientemente reconocida por otros medios.
Un ensayo aleatorizado realizado en Medicina Clínica (Barcelona) valoró el efecto sobre la calidad de los manuscritos finales de añadir una evaluación por un experto estadístico y del seguimiento por parte de los revisores de listados estandarizados de puntos de revisión29. Solo se logró una mejora significativa de la calidad con la aportación del experto estadístico. Radiología dispone de una nómina de revisores estadísticos, no tan larga como sería deseable, e infrautilizada. Por otro lado, los revisores deben responder a una lista de cuestiones sobre la calidad y repercusión de diversos aspectos de cada trabajo que valoran, y además disponen de campos de libre escritura para remitir sus comentarios confidenciales para los editores y los destinados a los autores.
En el proceso de revisión, la identidad de los autores debe permanecer oculta a los revisores, y viceversa. Sin embargo, no siempre los autores velan por el cumplimiento de las normas que tratan de garantizarlo, y no siempre el filtro inicial es suficientemente eficaz para evitar la falta de confidencialidad. Probablemente el porcentaje de ocasiones en que esto ocurre no diste mucho del que sufrían Radiology y Radiographics en el año 200230, cuando hasta en un 25% de las ocasiones podía adivinarse la identidad de los autores, sus instituciones o ambos. El mundillo de la radiología española, fuente de una abrumadora mayoría de los trabajos que recibe Radiología, es, además, suficientemente estrecho como para que en numerosas ocasiones no sea difícil intuir de dónde procede un trabajo. En todo caso, consideramos improbable que esta cuestión tenga una influencia significativa en la labor de los revisores. No olvidemos que todos los editores implicados tienen acceso a los datos de filiación y se presupone que su actuación es siempre honesta.
Un total de 309 revisores han estado disponibles para Radiología desde que se trabaja en el EES, de entre los que 277 (89,6%) han recibido al menos una invitación para revisar trabajos. Se han completado o están en proceso 1.004 revisiones, algo más de 2/3 de las 1.360 invitaciones que se han realizado (fig. 3), con un promedio de 3,6 por revisor. El número máximo de evaluaciones realizadas por un solo revisor ha sido de 20. El tiempo medio invertido en aceptar una invitación ha sido de 4,1 días y en enviar la recomendación después de esta aceptación de 20,1 días. Pese a esto, un 20,8% de las revisiones han llegado fuera de plazo (un promedio de 7,7 días). Sobre el tiempo de un artículo en el circuito editorial repercute, sin embargo, no el promedio, sino la fecha de entrega de la revisión más tardía, además de los retrasos que puedan acumularse debido a declinaciones tardías o invitaciones aceptadas con demora o sin respuesta.
Gráfico de las revisiones completadas, en curso, y no completadas por declinar el revisor la invitación o interrumpirse su valoración antes o después de aceptar hacerla, desde octubre de 2007 hasta febrero de 2011. En cada categoría se indica el número absoluto y el porcentaje sobre el total. Fuente: Elsevier Editorial System (EES-Radiología).
Los revisores de Radiología reciben una notificación con la decisión final adoptada con el artículo que evaluaron, incluyendo el resto de valoraciones, a modo de retroalimentación y como herramienta de mejora.
Lo que Radiología recibe y lo que publicaEn la figura 4 se compara el número de trabajos de cada formato publicados en los cuatro últimos años, con el nuevo Comité Editorial, con los publicados en los cuatro años precedentes. Cabe destacar, además del aumento global, que ha exigido un incremento en el número de páginas, la dinamización de formatos como los de editoriales o cartas al director, sobre los que creemos que Radiología debe basar su misión de foro de comunicación y debate, previamente con una presencia anecdótica.
Gráfico representativo del número de actualizaciones, originales, comunicaciones breves, casos (en imagen y para el diagnóstico) cartas, editoriales y artículos de otro tipo publicados en Radiología en los cuatro últimos años (en oscuro) y en los cuatro precedentes (en claro). Se indican los números absolutos.
Tanto originales como comunicaciones breves han supuesto aproximadamente 1/3 de los trabajos recibidos, mientras que el 1/3 restante lo comprenden casos y actualizaciones (fig. 5). El porcentaje de aceptación global ha sido del 46% (fig. 6), menor progresivamente para actualizaciones, originales, comunicaciones breves y casos (fig. 7).
Gráfico de los trabajos recibidos en Radiología en sus cuatro modalidades más frecuentes desde febrero de 2007 hasta mayo de 2010, expresados en porcentajes. Fuentes: base de datos personal a partir de Circuito Gestor de Radiología (de febrero a octubre de 2007) y Elsevier Editorial System (EES-Radiología) (de octubre de 2007 a mayo de 2010).
Gráfico de los porcentajes globales de trabajos aceptados, rechazados y retirados del circuito desde febrero de 2007 hasta mayo de 2010. Fuentes: base de datos personal a partir de Circuito Gestor de Radiología (de febrero a octubre de 2007) y Elsevier Editorial System (EES-Radiología) (de octubre de 2007 a mayo de 2010).
Gráfico representativo de los porcentajes de aceptación en Radiología de actualizaciones, originales, comunicaciones breves y casos (en imagen y para el diagnóstico) desde febrero de 2007 hasta mayo de 2010. Fuentes: base de datos personal a partir de Circuito Gestor de Radiología (de febrero a octubre de 2007) y Elsevier Editorial System (EES-Radiología) (de octubre de 2007 a mayo de 2010).
En dos años han sido más abundantes los trabajos de neurorradiología y radiología abdominal, y sorprendentemente escasos los de calidad en radiología (fig. 8). También ha sido muy dispar la rigurosidad de los editores, como pone de manifiesto la figura 9, que ilustra como en un área se aceptaron todos los trabajos recibidos en un periodo de dos años mientras que en otra solo un poco más de la cuarta parte merecieron esa suerte, sin que haya razones para pensar que la causa de esta disparidad estribe en diferencias de calidad. Radiología debe hacer frente a esta falta de homogeneidad.
Gráfico de los porcentajes finales de aceptación de trabajos (eje de ordenadas) en cada una de las áreas de Radiología (eje de abscisas), desde mayo de 2008 hasta mayo de 2010. Se omiten los resultados del área de calidad. El promedio general hace referencia al porcentaje de trabajos aceptados de entre los que llegan a los editores de área, excluyéndose, por lo tanto, los que son rechazados previamente. Fuente: Elsevier Editorial System (EES-Radiología).
Una vez que un artículo está aceptado se inicia el proceso para la producción de las versiones online e impresa, que se realiza dentro de la plataforma Production Tracking System-PTS de Elsevier, que interactúa con el EES. No procede reproducir aquí los pormenores técnicos de este complejo proceso, que recae en su mayor parte en los profesionales de la Editorial, aunque sí mencionar la importancia que tiene para conseguir el mejor artículo posible, como pone de manifiesto una reciente revisión31, en la que también es llamativo el elevado porcentaje de citas bibliográficas en que, pese a todo, aún se identifican errores. Al problema de los errores en la citación bibliográfica no están ajenas revistas radiológicas de prestigio32,33. La responsabilidad de evitarlos, y con ellos sus consecuencias (indicios de mala calidad, en un artículo en particular y en la revista en que abundan en general, dificultad para localizar las referencias erróneas, injusticia con quienes no son correctamente citados, etc.) recae fundamentalmente en los autores, puesto que ni siquiera revistas con recursos mucho más abundantes los destinan a la búsqueda sistemática de estos errores, aunque sí lo hagan a la detección de problemas meramente formales. El protagonismo de los autores también es alto en el último paso del proceso de producción editorial, el de la valoración de las pruebas de autor, es decir, de la versión previa a la publicación. En Radiología se realiza una valoración paralela por parte del autor y de uno de los editores, y podemos dar fe de que en ocasiones se detecta cierta falta de celo por parte de los autores, una vez aceptado su trabajo, para depurarlo al máximo en este paso estratégico.
Desde el número 2 de 2009 los trabajos aceptados son publicados online antes de la aparición de la versión impresa de la revista, lo cual impide que se pierda actualidad y facilita la citación. Los tiempos transcurridos recientemente desde la aceptación hasta la publicación online han sido de 89 días para actualizaciones, 58 para originales, 69 para comunicaciones breves y 172 para casos para el diagnóstico. Es evidente que nos acercamos a la publicación exclusivamente online, con nuevas herramientas tecnológicas que facilitan el acceso, almacenamiento y legibilidad de la producción literaria en general. Los editores de Radiology y Radiographics auguran en un artículo en esta misma serie el final de la publicación impresa, tal y como la realizan actualmente, en esta década21. Hay que recordar que Radiología ofrece la posibilidad, aún infrautilizada, de enviar material adicional para su publicación solo online.
Por otro lado, desde el año 2010 además se publican online los originales, las actualizaciones y algunos otros trabajos en inglés. El proceso de traducción es caro, y no ha estado exento de problemas, para los que se han ido buscando soluciones. Una vez más, la supervisión final del artículo traducido recae en un miembro del Comité Editorial y en los autores, cuyo apoyo vuelve a ser imprescindible y no siempre ha sido adecuado.
Hay que comentar, por último, que la SERAM decidió que los artículos publicados en Radiología tuvieran un periodo de embargo de un año, en el que el acceso a sus contenidos íntegros está restringido a los socios (que también reciben la versión impresa) y a quien paga la cuota preceptiva. Quedan fuera de este embargo los artículos que se seleccionan para GO RAD16. Es cierto que proliferan las iniciativas que tienden hacia publicaciones de acceso libre34–36 y que se puede estar en desacuerdo con esta postura de la SERAM (que, desde luego, no ayuda a la divulgación y rápida citación de los contenidos de Radiología), pero también lo es que está en la línea de la mayoría de las sociedades científicas, radiológicas o no, de nuestro entorno, algunas de las cuales son de hecho más restrictivas.
Conflicto de interesesEl autor declara no tener ningún conflicto de intereses.
Agradezco a José María García Santos su valoración crítica de este artículo, que ha permitido mejorarlo claramente. También le agradezco la oportunidad que me ha brindado de vivir la interesantísima experiencia de cuatro años cerca del timón de Radiología.














