Buscar en
Progresos de Obstetricia y Ginecología
Toda la web
Inicio Progresos de Obstetricia y Ginecología Tratamiento adyuvante de la vaginitis con probióticos. Grado de acuerdo basado ...
Información de la revista
Vol. 57. Núm. 1.
Páginas 4-13 (Enero 2014)
Compartir
Compartir
Descargar PDF
Más opciones de artículo
Visitas
11460
Vol. 57. Núm. 1.
Páginas 4-13 (Enero 2014)
Original
Acceso a texto completo
Tratamiento adyuvante de la vaginitis con probióticos. Grado de acuerdo basado en el método Delphi
Probiotics as adjuvant therapy for vaginitis. Agreement based on the Delphi method
Visitas
11460
María Jesús Cancelo Hidalgoa,
Autor para correspondencia
mcanceloh@sego.es

Autor para correspondencia.
, José Luis Neyro Bilbaob, José Luis Baquero Úbedac, Grupo de Trabajo Delphi sobre el empleo de probióticos en Ginecología 1
a Hospital Universitario de Guadalajara, Universidad de Alcalá, Guadalajara, España
b Hospital Universitario Cruces, Baracaldo, Bizkaia, España
c Scientia Salus, Madrid, España
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Resumen
Texto completo
Bibliografía
Descargar PDF
Estadísticas
Figuras (4)
Mostrar másMostrar menos
Tablas (3)
Tabla 1. Variables relacionadas con vaginitis/vaginosis
Tabla 2. Variables relacionadas con probióticos. Uso clínico
Tabla 3. Variables relacionadas con la microbiota vaginal
Mostrar másMostrar menos
Resumen
Objetivo

Reconocer el grado de acuerdo/desacuerdo entre un grupo de ginecólogos españoles sobre el papel de los probióticos como tratamiento adyuvante en la vaginitis.

Material y métodos

Estudio prospectivo de metodología Delphi, multicéntrico, con 123 ginecólogos de España, sobre 55 cuestiones, estructuradas en 3 bloques (vaginitis/vaginosis, uso clínico de los probióticos y microbiota vaginal).

Resultados

Acuerdo muy consistente en la relación entre vaginitis y edad reproductiva, hormonas y uso de antibióticos como factores favorecedores; alta tasa de recurrencias y complicaciones asociadas a la infección, así como sobre el papel beneficioso de los probióticos. Acuerdo en que los probióticos modulan la proliferación de patógenos vaginales cuando son utilizados principalmente por vía vaginal (cápsulas o tampones). Menor acuerdo con el papel de los probióticos en reducir la transmisión de otras infecciones distintas a candidiasis y vaginosis bacteriana.

Conclusiones

Existe un acuerdo muy consistente entre los ginecólogos españoles participantes, sobre el beneficio del uso de probióticos, asociado al antibiótico, para el tratamiento de la vaginitis en la prevención de recurrencias y posibles complicaciones.

Palabras clave:
Candidiasis
Estudio Delphi
Lactobacilos
Probióticos
Vaginitis
Vaginosis bacteriana
Abstract
Objective

To determine the degree of agreement/disagreement among a group of Spanish gynecologists on the role of probiotics as adjuvant therapy for vaginitis.

Material and methods

A prospective, multicenter study with Delphi methodology was performed with 123 Spanish gynecologists on 55 structured issues in 3 blocks (vaginitis/vaginosis, clinical use of probiotics, and vaginal microbiota).

Results

There was highly consistent agreement on the relationship between vaginitis and reproductive age, hormones and antibiotics as predisposing factors, on the high rate of recurrence and complications associated with the infection, and on the beneficial role of probiotics. There was agreement that probiotics modulate the growth of vaginal pathogens when used mainly vaginally (capsules or tampons). There was less agreement on the role of probiotics in reducing the transmission of infections other than candidiasis and bacterial vaginosis.

Conclusions

There was highly consistent agreement among the participating Spanish gynecologists on the benefits of probiotics associated with antibiotics for the treatment of vaginitis in preventing recurrences and complications.

Keywords:
Candidiasis
Delphi study
Lactobacilli
Probiotics
Vaginitis
Bacterial vaginosis
Texto completo
Introducción

La vagina está colonizada por microorganismos (bacterias y levaduras) que conforman un ecosistema vaginal en equilibrio, llamado microbiota vaginal. Está constituido por distintas especies aerobias y anaerobias, entre las que destaca la «flora láctica» que mantiene el pH vaginal entre 4 y 5, debido a la producción de ácido láctico como consecuencia de la fermentación de carbohidratos1. El recuento de bacterias ronda los 100.000 por mililitro de fluido vaginal. Usando técnicas de secuenciación genómica han sido identificadas unas 250 especies de bacterias en la vagina2. Se han identificado patrones generales de microbiota vaginal que tienden a diferenciarse entre las mujeres con y sin vaginosis3.

La flora láctica está constituida por los géneros Lactobacillus y Bifidobacterium, cuyo papel es acidificar el medio y competir con el resto de microorganismos, algunos de los cuales son potencialmente patógenos, de forma que mientras están presentes, limitan el sobrecrecimiento de estos (vaginosis)4.

La vulvovaginitis se caracteriza clínicamente por la aparición de secreción vaginal anómala con irritación vaginal y vulvar, así como eritema e inflamación local, acompañado en ocasiones de prurito local y alteraciones urinarias. Se han descrito también trastornos de ansiedad y fóbicos en pacientes con episodios recurrentes de vaginitis candidiásica con influencia negativa en su calidad de vida5.

El concepto de probiótico aparece a principios del siglo xx, pero recientemente han sido definidos por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y los Alimentos (FAO) y por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como «microorganismos vivos, que administrados en la cantidad adecuada aportan un beneficio a la salud del huésped». Ambas organizaciones han publicado conjuntamente directrices para la evaluación de los probióticos en las que se especifican los estándares que deben cumplir estos productos para disponer de la calidad y la fiabilidad adecuadas que permita su prescripción y/o recomendación6.

En el momento actual las infecciones vulvovaginales representan un problema relevante en la salud de la mujer, especialmente cuando la infección es recidivante. Los tratamientos convencionales y las pautas establecidas han variado escasamente en las últimas décadas. Recientemente se han introducido los probióticos como preventivos y coadyuvantes al tratamiento, tanto de administración vaginal como oral, ofreciendo una alternativa innovadora en el abordaje de estas enfermedades.

Objetivo

El objetivo de esta investigación es conocer el grado de acuerdo/desacuerdo entre ginecólogos españoles en cuanto al papel de los probióticos como tratamiento adyuvante de la vaginitis.

Material y métodos

Estudio prospectivo con metodología Delphi, (fig. 1) multicéntrico, dirigido a especialistas de Ginecología y Obstetricia del territorio español, realizado entre los meses de abril y septiembre de 2011.

Figura 1.

Esquema general del proyecto.

(0,32MB).
Muestra

Tras haber informado a los 277 servicios de Ginecología de hospitales con más de 200 camas (criterio de inclusión), mostraron interés por participar 147 especialistas de 22 provincias, correspondientes a 14 Comunidades Autónomas (fig. 2). La distribución por género fue del 54% en las mujeres y del 46% en los varones; con una media de 19,98 años con una desviación estándar (DE): 8,50 de ejercicio profesional (fig. 3); siendo en las mujeres 18,44 años (DE: 8,17) y en los varones 21,83 años (DE: 8,62).

Figura 2.

Distribución de participantes por Comunidad Autónoma.

(0,11MB).
Figura 3.

Años de ejercicio en la Medicina de los participantes.

(0,08MB).

La identificación de los participantes ha sido tratada de acuerdo a la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal.

Las fases del estudio fueron (fig. 1):

  • 1.

    Fase previa en la que tras delimitarse el contexto del estudio, se documentaron e identificaron variables relacionadas. Se confeccionó el cuestionario de la primera circulación Delphi con 55 variables seleccionadas, estructuradas en 3 bloques temáticos: vaginitis/vaginosis; probióticos y su uso clínico; así como la microbiota vaginal. Posteriormente se realizó la difusión e información del estudio en los 277 centros hospitalarios con más de 200 camas censados en España.

  • 2.

    Estudio Delphi en el que se llevaron a cabo 2 circulaciones vía correo electrónico.

    • Primera circulación: envío del primer cuestionario en junio de 2011. Los participantes señalaron su grado de acuerdo con cada variable sobre una escala de 9 puntos de RAND/UCLA (representando 1 el de menor conformidad y 9 el de mayor), de forma independiente y anónima, y no haciéndose públicas las respuesta individuales.Se obtuvieron respuestas de 124 ginecólogos (84,4% frente a los enviados), sobre lo que se realizó un análisis estadístico intermedio, determinándose la media y DE de cada una de las variables. A partir de esa información se confeccionó el segundo cuestionario para la posterior circulación que comprendía la misma lista de variables junto al valor de la media de cada una.

    • Segunda circulación: los participantes que respondieron a la primera circulación recibieron el segundo cuestionario 3 meses después del primero.

Análisis estadístico

Se realizó un análisis descriptivo de cada variable: número de respuestas, media, DE, mediana, moda, valor mínimo, valor máximo, coeficiente de variación (CV), así como el grado de consistencia del acuerdo, mediante el programa informático Microsoft Excel® 2010.

Se cruzaron las respuestas por sexo y años de experiencia del participante para identificar posibles desviaciones.

La consistencia mostrada de acuerdo o desacuerdo con las afirmaciones se agruparon según los valores de la media y DE en la escala (entre 1 y 9) (fig. 4).

Figura 4.

Grado de consistencia del acuerdo y desacuerdo entre los participantes con la aseveración en función de la media.

(0,07MB).
Resultados

Respondieron a ambas circulaciones 123 participantes; 99,2% de quienes lo hicieron en la primera circulación (124) y 83,7% referido al número inicial de ginecólogos contactados (147). Hubo una renuncia expresa a la participación (0,8%) en la segunda circulación.

No se apreciaron diferencias relevantes en los subanálisis según el sexo y el tiempo de ejercicio profesional de los participantes.

De acuerdo al cuestionario, los temas se han agrupado en 3 bloques temáticos:

Vaginitis/vaginosis

Se han analizado 21 afirmaciones alcanzándose acuerdo en el 95% de los casos: con un CV del 10 al 22%. El acuerdo fue muy consistente en 11 cuestiones (52%), acuerdo consistente en 9 (43%) e inconsistente en uno (5%) (tabla 1).

Tabla 1.

Variables relacionadas con vaginitis/vaginosis

Cuestión  Media  DE  CV (%)  Moda  Grado de acuerdo 
La vaginitis es una de las causas más comunes de malestar genital en las mujeres en edad reproductiva  8,35  0,87  10  Muy consistente 
La vaginitis aparece en las mujeres a cualquier edad y especialmente en la época fértil  8,07  0,93  12  Muy consistente 
Se producen modificaciones fisiológicas en la flora vaginal durante el ciclo menstrual relacionado con las fluctuaciones de los estrógenos  8,28  0,99  12  Muy consistente 
Se producen cambios en la flora vaginal durante la perimenopausia y la posmenopausia  8,72  0,87  10  Muy consistente 
La utilización de antibióticos sin causa justificada puede alterar el ecosistema vaginal  8,66  0,83  10  Muy consistente 
La causa subyacente de la vaginitis bacteriana se relaciona frecuentemente con ciertos factores de riesgo como son la inadecuada higiene, el uso de dispositivos anticonceptivos intrauterinos o la promiscuidad  7,76  1,38  18  Consistente 
En la prevención de la vaginitis es beneficioso evitar el consumo de alcohol, cafeína y nicotina  7,11  1,56  22  Consistente 
Para evitar la proliferación de las cándidas es útil reducir la ingesta de azúcares  7,25  1,61  22  Consistente 
A pesar del tratamiento específico de la vaginitis con antibióticos o antifúngicos, suele asociarse una alta tasa de recurrencia  8,20  0,88  11  Muy consistente 
En la vaginitis hay que completar el tratamiento aunque la sintomatología haya remitido  8,25  1,05  13  Muy consistente 
Cerca del 50% de las vaginitis son asintomáticas  7,98  1,00  13  Consistente 
La presencia de vaginosis bacteriana se ha asociado a determinados procedimientos intrauterinos invasivos  7,02  1,49  21  Consistente 
La vaginosis bacteriana puede asociarse al uso de ropa sintética y muy ajustada  6,89  1,80  26  Inconsistente 
Las embarazadas con vaginosis bacteriana tienen un riesgo mayor de aborto, parto prematuro y endometritis posparto  8,02  1,19  15  Muy consistente 
Hay una relación entre la vaginosis bacteriana y el riesgo de transmisión y contagio del VIH  7,08  1,59  22  Consistente 
La vaginosis bacteriana puede aumentar el riesgo de contagio del virus de papiloma humano  7,07  1,54  22  Consistente 
La presencia de vaginitis vaginosis bacteriana se ha asociado a un mayor riesgo de endometritis y enfermedad pélvica inflamatoria (EPI)  8,02  0,99  12  Muy consistente 
El principal motivo de consulta al ginecólogo es debido a los episodios infecciosos vaginales  7,45  1,23  18  Consistente 
Se sabe que la vaginosis bacteriana se asocia con algunas complicaciones ginecológicas y obstétricas potencialmente graves  8,16  0,87  11  Muy consistente 
La vaginosis bacteriana se ha identificado como un factor favorecedor para la infección causada por el virus del herpes tipo 2, asociándose a una mayor eliminación de virus en las mujeres infectadas  7,20  1,51  21  Consistente 
Las alteraciones de la flora intestinal, vaginal o urinaria pueden afectarse mutuamente  8,09  1,01  21  Muy consistente 

CV: coeficiente de variación; DE: desviación estándar..

Probióticos. Uso clínico

Evaluadas 23 variables; con un CV del 9 al 16%: siendo el acuerdo muy consistente en 14 (61%) y acuerdo consistente en 9 (39%) (tabla 2).

Tabla 2.

Variables relacionadas con probióticos. Uso clínico

Cuestión  Media  DE  CV (%)  Moda  Grado de acuerdo 
La administración de probióticos en los 3 primeros meses tras el tratamiento de episodios de vaginitis, incrementa el número de pacientes que no recidivan  8,13  0,92  11  Muy consistente 
Los probióticos son organismos vivos que administrados en cantidad adecuada confieren un beneficio saludable al huésped  8,28  0,96  12  Muy consistente 
Los probióticos estimulan la respuesta inmune, favoreciendo la eliminación de los agentes infecciosos  7,97  1,33  17  Consistente 
La actividad beneficiosa de los probióticos ha sido demostrada en desórdenes gastrointestinales, ginecológicos y dermatológicos (eczema atópico)  8,15  0,81  10  Muy consistente 
Se ha demostrado que el uso clínico de los probióticos, solos o en combinación (uso secuencial tras el tratamiento infeccioso) tiene grandes ventajas en el tratamiento a largo y corto plazo  8,15  0,87  11  Muy consistente 
Se ha demostrado que el uso clínico de los probióticos tiene ventajas en el tratamiento de pacientes con infecciones recurrentes del tracto urogenital  8,18  0,91  11  Muy consistente 
Los tratamientos con probióticos no presentan efectos adversos destacables  8,22  0,93  11  Muy consistente 
La terapia con probióticos se considera natural y sin efectos colaterales, en contraste con los tratamientos farmacéuticos convencionales  8,22  0,98  12  Muy consistente 
Los probióticos tienen un efecto favorable sobre la salud reproductiva de la mujer  7,47  1,18  16  Consistente 
Los probióticos permiten acortar el tiempo del tratamiento farmacológico contra infecciones vaginales  7,97  1,00  13  Consistente 
Los probióticos disminuyen algunas enfermedades obstétricas y ginecológicas  7,87  1,06  13  Consistente 
Los probióticos tienen un favorable impacto económico y en la calidad de vida de la mujer  7,44  1,16  16  Consistente 
No todas las bacterias probióticas son iguales, y los efectos producidos en la salud dependerán de sus características específicas, género, especie y cepa  8,27  0,80  10  Muy consistente 
Las cápsulas intravaginales de probióticos en gelatina dura, resultan eficaces y más cómodas que el uso de formas líquidas (acuosas u oleosas), y de óvulos y geles vaginales  7,86  1,07  14  Consistente 
Las cápsulas intravaginales de probióticos están indicadas en las vaginitis bacterianas, las candidiasis recurrentes, así como en las alteraciones de la flora vaginal  8,52  0,79  Muy consistente 
Es beneficioso asociar un probiótico vaginal de forma secuencial tras el tratamiento de una infección vaginal con un antiinfeccioso  8,30  0,86  10  Muy consistente 
Los probióticos vía vaginal se deberían utilizar durante un ciclo en las pacientes con episodios aislados de infecciones vaginales, después del tratamiento antiinfeccioso  7,97  1,02  13  Consistente 
Es beneficioso asociar un probiótico vía vaginal cuando se administra un antibiótico por cualquier proceso infeccioso  8,04  0,96  12  Muy consistente 
Los probióticos vaginales han de prescribirse con una posología de 3-4 ciclos en las pacientes recidivantes  8,29  0,85  10  Muy consistente 
Asociar un probiótico vía vaginal a una paciente con cándida permite disminuir síntomas como el picor  7,56  1,22  16  Consistente 
Asociar un probiótico vía vaginal a una paciente con vaginosis bacteriana permite disminuir síntomas como el flujo inusual y el mal olor  7,86  1,14  15  Consistente 
Es importante que los probióticos vía vaginal no dejen muchos residuos para el cumplimiento y comodidad de la paciente  8,31  0,91  11  Muy consistente 
Disponer de un probiótico en formato tampón para administrar durante la menstruación aumentaría el cumplimiento de la paciente  8,11  0,94  12  Muy consistente 

CV: coeficiente de variación; DE: desviación estándar..

Microbiota vaginal

Seleccionadas 11 variables, siendo el acuerdo del 100%, con un CV del 8 al 18%: muy consistente en 10 (91%) y consistente en uno (9%) en que relaciona la ausencia de lactobacilos vaginales con las infecciones por Neisseria gonorrhoeae y Chlamydia trachomatis (tabla 3).

Tabla 3.

Variables relacionadas con la microbiota vaginal

Cuestión  Media  DE  CV (%)  Moda  Grado de acuerdo 
Estudios in vitro muestran que ciertas especies de Lactobacillus presentes en la microbiota vaginal tienen un efecto protector por la producción de peróxidos de hidrógeno  8,26  0,89  11  Muy consistente 
Se han descubierto 5 cepas de Lactobacillus capaces de producir biosurfactantes, confiriéndole una acción probiótica contra patógenos  8,06  1,00  12  Muy consistente 
Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus fermentum, Lactobacillus rhamnosus y Lactobacillus gasseri son las especies de Lactobacillus más prevalentes en la vagina  8,15  0,90  11  Muy consistente 
En la prevención y tratamiento de la vaginitis será beneficioso el desplazamiento de los organismos causantes de la infección con Lactobacillus, administrados por vía vaginal (como sería con el uso de tampones)  8,24  0,92  11  Muy consistente 
La vaginitis se produce cuando hay un desequilibrio en la población normal de microrganismos vaginales con un agotamiento de los Lactobacillus dominantes y proliferación de otros tipos de bacterias o patógenos como por ejemplo hongos  8,71  0,71  Muy consistente 
El bajo número o ausencia de Lactobacillus está asociado con un incremento en la colonización de patógenos como Escherichia coli, así como bacilos anaerobios asociados con vaginosis como Gardnerella, Mobiluncus, Bacteroides, Fusobacterium y otros  8,69  0,74  Muy consistente 
Existe una relación entre la ausencia de lactobacilos vaginales e infecciones como Neisseria gonorrhoeae y Chlamydia trachomatis  7,34  1,35  18  Consistente 
La administración por vía vaginal de Lactobacillus (L. acidophilus, L. jensenii, L. rhamnosus, L. fermentum y L. gasseri) ha mostrado ser segura y reducir el riesgo de infecciones del tracto urinario, vaginosis bacteriana, vulvovaginitis por Candida y algunas infecciones de transmisión sexual como las causadas por Neisseria gonorrhoeae y Chlamydia trachomatis  8,07  1,05  13  Muy consistente 
En mujeres con candidiasis vaginal es efectiva la administración vaginal de Lactobacillus (L. acidophilus, L. rhamnosus y L. fermentum) pues coloniza la vagina y previene la infección por Candida albicans  8,36  0,81  10  Muy consistente 
Los Lactobacillus tienen la capacidad de adherirse a células epiteliales vaginales  8,24  0,87  11  Muy consistente 
Se ha demostrado que la administración de Lactobacillus en cápsula intravaginal después del tratamiento con agentes antimicrobianos, disminuye la recurrencia de la vaginosis a un 21% comparada con el 47% en el grupo control  8,03  0,97  12  Muy consistente 

CV: coeficiente de variación; DE: desviación estándar..

Discusión

Se presenta el primer estudio realizado con metodología Delphi en España para analizar el grado de acuerdo/desacuerdo entre los ginecólogos, en cuanto al papel de los probióticos como tratamiento adyuvante de la vaginitis. No se han identificado otros trabajos similares fuera de nuestro país.

Tratándose de una consulta a expertos en el asunto referido en cuanto a cuestiones de carácter general que no dependen de la situación local del participante, no se consideró limitante el no tener participación en todas las Comunidades Autónomas.

Delphi, es una metodología de investigación cuyo objetivo es la consecución de un acuerdo basado en la discusión entre expertos7. El funcionamiento se basa en la elaboración de un cuestionario que ha de ser respondido por un panel de expertos. Una vez recibida la información, se vuelve a realizar otro cuestionario basado en el anterior para ser contestado de nuevo en una segunda circulación, en el que se muestran las respuestas del inicial. Finalmente el responsable del estudio elabora las conclusiones a partir de la explotación estadística de los datos obtenidos8.

Las infecciones vulvovaginales representan el 20% de las consultas ginecológicas. A pesar de la eficacia del tratamiento antimicrobiano y antifúngico, las recurrencias y recidivas son un importante problema sanitario y personal por la cantidad de visitas generada y por la afectación que supone para la calidad de vida de las pacientes. Los tratamientos recomendados en las últimas guías9 son los mismos que varias décadas atrás, lo que hace patente la necesidad de alternativas terapéuticas que ayuden a reducir las recurrencias y recidivas4. Una emergente y atractiva idea en relación con la prevención y tratamiento de las vaginitis y vaginosis bacteriana (VB) consiste en intentar el desplazamiento de los organismos causantes de la infección mediante la administración, oral o vaginal de lactobacilos.

En el ecosistema vaginal, los lactobacilos son dominantes en él, por lo que, en principio, debería ser eficaz promover la reposición de una flora normal ya que el desequilibrio de la misma se considera el factor determinante en las vaginitis. Otros mecanismos de acción descritos para los lactobacilos son la producción de bacteriocinas, sustancias antimicrobianas, biosurfactantes que modifican la adherencia de los patógenos al epitelio vaginal y capacidad para modular la inmunidad local del epitelio vaginal4.

En estos momentos, la información disponible sobre la eficacia derivada de ensayos clínicos es limitada, pero en general se sugiere un efecto beneficioso del uso de los probióticos como tratamiento adyuvante en la vaginitis10–13, aunque algunos estudios no han demostrado una eficacia superior al placebo14. En situaciones de controversia resulta de especial utilidad la aplicación del método Delphi para determinar mediante consenso cuál es la valoración que hacen los especialistas sobre una cuestión concreta. Es por ello que se decidió realizar este estudio para conocer la opinión de los ginecólogos españoles respecto a los factores asociados a la vaginitis y el uso adyuvante de probióticos en su tratamiento.

En el análisis de las variables relacionadas con la vaginitis/vaginosis (tabla 1), se observa un mayoritario acuerdo (95%) siendo en más de la mitad muy consistente, lo que traduce la percepción de la alta frecuencia de vaginitis en la mujer en la edad fértil, muy relacionado este problema con el estado hormonal de la mujer. De hecho se ha constatado que en determinados períodos de la vida de la mujer, la carga microbiológica vaginal aumenta, en especial en relación con un mayor estímulo estrogénico como ocurre en la época próxima a la menarquia o en el embarazo, mientras que se ve claramente disminuida en la infancia y posmenopausia15.

También el acuerdo es muy consistente en relación con el uso injustificado de antibióticos, y con la alta frecuencia de recidivas a pesar del adecuado y completo tratamiento (tabla 1).

El acuerdo es muy consistente al considerar que las vaginitis/vaginosis aumentan de riesgo de complicaciones urológicas, ginecológicas y obstétricas en la mujer.

Se han descrito factores favorecedores de la candidiasis vaginal como el uso previo de antibióticos, el embarazo, la diabetes mellitus no controlada y los anticonceptivos hormonales combinados o el uso de determinados productos higiénicos16,17 ya que estos factores pueden alterar el normal equilibrio de la microbiota vaginal. La disminución de la acidez vaginal es un factor predisponente importante para la proliferación excesiva de los patógenos oportunistas. También en esta circunstancia, surge la duda sobre si las modificaciones del pH son causa o resultado de la reducción en la población de lactobacilos. El glucógeno presente en el epitelio maduro es el sustrato para que los lactobacilos produzcan peróxido de hidrogeno y ácido láctico manteniendo un pH vaginal ácido, el cual es un factor moderador de la proliferación de microorganismos potencialmente patógenos18.

El acuerdo de la opinión de los ginecólogos participantes en este trabajo no es consistente al referirse a factores como el consumo de alcohol, cafeína, nicotina y azúcar, o que el uso de ropa ajustada favorezca la vaginosis (desacuerdo). Existe cierta controversia entre la opinión de los consultados en cuanto al papel desempeñado por los dispositivos intrauterinos, habiendo acuerdo consistente referido a vaginitis candidiásica y con menor consistencia en la vaginosis (tabla 1).

También se acepta consistentemente, de la misma manera que se describe en la bibliografía, el frecuente curso asintomático y recurrencias de la vaginosis19,20. Aproximadamente el 40-45% de las mujeres que presentan un primer episodio de vaginitis micótica en algún momento de su vida tendrán recidivas. También la VB presenta una alta tendencia a la recidiva. Se ha observado que hasta un 50% de las mujeres diagnosticadas presentan una segunda infección durante el primer año21. No se han podido establecer los factores de riesgo para estas recidivas, no habiéndose observado relación con el estilo de higiene íntima, hábitos sexuales, tipo de anticonceptivo, frecuencia del sangrado o lavados vaginales. Tan solo se ha demostrado relación con el número de compañeros sexuales durante un periodo determinado.

El correcto diagnóstico y tratamiento es la base para evitar posibles complicaciones22. En el estudio es aceptado el mayor riesgo de endometritis, enfermedad pélvica inflamatoria y otras complicaciones obstétricas, así como la repercusión económica que las vaginitis generan. Sin embargo, no resulta concluyente la asociación de la vaginitis/vaginosis con la transmisión de otras infecciones como VIH, virus del papiloma humano, Neisseria gonorreae, Chlamydia trachomatis, o virus herpes tipo 2 (tabla 3).

En la vaginosis hay un desvío de este patrón con predominio de especies comensales que aumentan de forma extraordinaria. No se sabe con exactitud qué lleva a desarrollar este desvío del equilibrio normal de la microbiota. Los probióticos intentan reconstituir el patrón estándar de la microbiota a partir del aporte de lactobacilos23.

Las resistencias se explican al menos en parte por la constitución de estructuras denominadas biopelículas o biofilm. Están presentes en la mucosa vaginal de las mujeres con vaginosis, y se producen como resultado de la acumulación de masas de bacilos empaquetados, con muy escaso espacio entre sus membranas y la propia del epitelio. La estructura del biofilm proporciona una cobertura frente a la acción antibiótica, lo que conduce a cronicidad24.

En cuanto a los probióticos y su uso clínico, el acuerdo se alcanza en todas las variables estudiadas, con una variabilidad relativamente pequeña (<25%), relacionando especialmente con la reducción de recidivas de las vaginitis al administrar probióticos de manera adyuvante tras el tratamiento antibiótico específico. Se consideran beneficios terapéuticos a corto y largo plazo. Existe un acuerdo consistente en relación con la seguridad de su administración y la idoneidad de su aplicación por vía vaginal y en especial en formatos como el de tampón, lo que se asocia con un mejor cumplimiento (tabla 2).

Existe acuerdo en las variables que relacionan a los lactobacilos con la vaginitis con una variabilidad baja, llegando a ser muy consistente el acuerdo en el 91% de los casos (tabla 2). Así resulta patente la percepción por parte de los ginecólogos españoles sobre el papel protector de lactobacilos, estando en cambio relacionada la vaginitis bacteriana y fúngica con la disminución de estos en la vagina.

En resumen, se identifica un acuerdo consistente o muy consistente entre los ginecólogos españoles participantes para el uso de probióticos, asociándolo a los antibióticos o antifúngicos en el tratamiento adyuvante de la vaginitis, valorando especialmente su efecto en la prevención de recurrencias.

Responsabilidades éticas

Protección de personas y animales. Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales.

Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.

Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes.

Financiación

Este trabajo ha sido financiado por una beca proporcionada por Casen Fleet.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Anexo I

Panel de participantes del Grupo de Trabajo Delphi sobre el empleo de probióticos en Ginecología

Coordinadora:

M. Jesús Cancelo Hidalgo

Grupo de trabajo:

Abollado, JL (Guadalajara); Adan, MA (Córdoba); Águila-Collantes, I (Madrid); Alamos, A (Badajoz); Albert, C (Badalona, Barcelona); Amores, J (Málaga); Arce, J (Barcelona); Ayensa, F (Barcelona); Azcona, JA (Barcelona); Bailón, P (Barcelona); Beltrán, P (Sevilla); Bravo, V (Madrid); Bubaire, JL (Las Palmas); Caba, R (Sant Pere Ribes, Barcelona); Cardenal, R (Málaga); Cardona, J (Córdoba); Carrasco, R (Málaga); Climent, N (Madrid); Codina, L (Terrasa, Barcelona); Comas, J (Barcelona); Cuerva, MJ (Madrid); Darriba, R (Pontevedra); de Castro, A (Barcelona); de la Fuente, R (A Coruña); de la Viuda, E (Madrid); del Tiempo, P (Zaragoza); Delgado, J (Toledo); Díaz, J (Valencia); Elizalde, FJ (Navarra); Elorriaga, MA (Vizcaya); Escribano; JJ (Madrid); Esquiroz, A (Pamplona); Estadella, JR (Lleida); Fasero, M (Madrid); Fernández, JA (Badajoz); Fernández, A (Valencia); Fernández, MH (A Coruña); Fernández, I (Barcelona); Fresnadillo, E (Barcelona); Gacías, JM (Vigo); Gallego, M (Málaga); Garcia, B (Málaga); Garcia, M (Málaga); Gil, S (Valencia); Gómez, S (Santander); Gómez, M (Las Palmas); González, R (A Coruña); González, E (Las Palmas); Guillén, C (Guadalajara); Hernández, S (Las Palmas); Hierro, B (Alicante); Huertas, MA (Madrid); Ibáñez, N (Valencia); Irusta, D (Madrid); José, MD (Arenys de Mar, Barcelona); Juárez, MA (Santander); Latorre, C (Las Palmas); Liberal, O (Pamplona); Limonta, C (Vigo); Lizán, C (Valencia); Lloret, A (Alicante); López, FJ (Madrid); López, J (Cádiz); López-Mora, P (Murcia); Lozano, C (Zaragoza); Lucas, FJ (Madrid); Luelmo, E (Las Palmas); Marcet, MD (Benidorm, Alicante); Mares, D (Valencia); Marín, JM (Málaga); Maroto, J (Madrid); Martín, J (Cádiz); Martínez, M (Barcelona); Martínez, V (Madrid); Martínez, M (Madrid); Martínez, M (Cádiz); Medina, F (Las Palmas); Melia, A (Cullera, Valencia); Menéndez, C (Madrid); Miguel, M (Murcia); Molina, D (Las Palmas); Molini, B (Barcelona); Mora, R (Santander); Morales, J (Valencia); Mudarra, MI (Córdoba); Neyro, JL (Baracaldo, Vizcaya); Oliva, R (Murcia); Ortega, S (Castellón); Ortega, J (Barcelona); Pagès, N (Barcelona); Pardiñas, I (Pontevedra); Pont, LJ (Valencia); Prieto, V (Alicante); Prunera, A (Barcelona); Rincón, MI (Madrid); Ripoll, MC (Barcelona); Roca, B (Barcelona); Rodriguez, L (Madrid); Royo, S (Valencia); Rubio, F (Alicante); Ruiz, C (Murcia); Ruiz, L (Valencia); Sáez-López, I (Sevilla); Sainz, G (Santander); Sáiz, T (Málaga); Sánchez, M (Valladolid); Sánchez, S (Barcelona); Sanfeliu, F (Barcelona); Sevilla, J (Madrid); Silva, V (Toledo); Subiris, J (Málaga); Tomás, J (Sant Cugat del Vallés, Barcelona); Torra, S (Barcelona); Troncoso, C (Sevilla); Turrado, V (Barcelona); Tusquets, JM (Barcelona); Valenzuela, O (Pontevedra); Vaquero, JI (Las Palmas); Vega, C (Sevilla); Velasco, MJ (Valencia); Vettori, P (Cádiz); Vila, JV (Valencia); Villamarín, M (Pontevedra) y Zamorano, M (Sevilla).

Bibliografía
[1]
R.F. Lamont, J.D. Sobel, R.A. Akins, S.S. Hassan, T. Chaiworapongsa, J.P. Kusanovic, et al.
The vaginal microbiome: New information about genital tract flora using molecular based techniques.
[2]
J. Li, J. McCormick, A. Bocking, G. Rei.
Importance of vaginal microbes in reproductive health.
Reprod Sci, 19 (2012), pp. 235-242
[3]
P. Gajer, R.M. Brotman, G. Bai, J. Sakamoto, U.M. Schütte, X. Zhong, et al.
Temporal dynamics of the human vaginal microbiota.
Sci Transl Med, 4 (2012), pp. 132ra52
[4]
R.A. MacPhee, R. Hummelen, J.E. Bisanz, W.L. Miller, G. Reid.
Probiotic strategies for the treatment and prevention of bacterial vaginosis.
Expert Opin Pharmacother, 11 (2010), pp. 2985-2995
[5]
K. Powell.
Vaginal thrush: Quality of life and treatments.
Br J Nurs, 19 (2010), pp. 1106-1111
[6]
G. Reid.
Probiotic and prebiotic applications for vaginal health.
J AOAC Int, 95 (2012), pp. 31-34
[7]
M. Ryan, D.A. Scott, C. Reeves, A. Bate, E.R. van Teijlingen, E.M. Russell, et al.
Eliciting public preferences for healthcare: A systematic review of techniques.
Health Technol Assess, 5 (2001), pp. 1-186
[8]
A.V. Milholland, S.G. Wheeler, J.J. Heieck.
Medical assessment by a Delphi group opinion technic.
N Engl J Med, 288 (1973), pp. 1272-1275
[9]
K.A. Workowski, S. Berman, Centers for Disease Control and Prevention (CDC).
Sexually transmitted diseases treatment guidelines, 2010.
MMWR Recomm Rep, 59 (2010), pp. 1-110
[10]
G. Reid, J. Dols, W. Miller.
Targeting the vaginal microbiota with probiotics as a means to counteract infections.
Curr Opin Clin Nutr Metab Care, 12 (2009), pp. 583-587
[11]
P.G. Larsson, E. Brandsborg, U. Forsum, S. Pendharkar, K.K. Andersen, S. Nasic, et al.
Extended antimicrobial treatment of bacterial vaginosis combined with human lactobacilli to find the best treatment and minimize the risk of relapses.
BMC Infect Dis, 11 (2011), pp. 223
[12]
V. Marcone, G. Rocca, M. Lichtner, E. Calzolari.
Long-term vaginal administration of Lactobacillus rhamnosus as a complementary approach to management of bacterial vaginosis.
Int J Gynaecol Obstet, 110 (2010), pp. 223-226
[13]
S. Ehrström, K. Daroczy, E. Rylander, C. Samuelsson, U. Johannesson, B. Anzén, et al.
Lactic acid bacteria colonization and clinical outcome after probiotic supplementation in conventionally treated bacterial vaginosis and vulvovaginal candidiasis.
Microbes Infect, 12 (2010), pp. 691-699
[14]
M. Pirotta, J. Gunn, P. Chondros, S. Grover, P. O’Malley, S. Hurley, et al.
Effect of lactobacillus in preventing post-antibiotic vulvovaginal candidiasis: A randomised controlled trial.
[15]
C. Heinemann, G. Reid.
Vaginal microbial diversity among postmenopausal women with and without hormone replacement therapy.
Can J Microbiol, 51 (2005), pp. 777-781
[16]
G.G. Donders, E. Bosmans, A. Dekeersmaecker, A. Vereecken, B. van Bulck, B. Spitz.
Pathogenesis of abnormal vaginal bacterial flora.
Am J Obstet Gynecol, 18 (2000), pp. 872-878
[17]
K.A. Fethers, C.K. Fairley, J.S. Hocking, L.C. Gurrin, C.S. Bradshaw.
Sexual risk factors and bacterial vaginosis: A systematic review and meta-analysis.
Clin Infect Dis, 47 (2008), pp. 1426-1435
[18]
J.M. Marrazzo.
Interpreting the epidemiology and natural history of bacterial vaginosis: Are we still confused?.
[19]
G.G. Donders, G. Bellen, W. Mendling.
Management of recurrent vulvo-vaginal candidosis as a chronic illness.
Gynecol Obstet Invest, 70 (2010), pp. 306-321
[20]
T.E. Klatt, D.C. Cole, D.C. Eastwood, V.M. Barnabei.
Factors associated with recurrent bacterial vaginosis.
J Reprod Med, 55 (2010), pp. 55-61
[21]
F.C. Beikert, M.T. Le, A. Koeninger, K. Technau, A. Clad.
Recurrent vulvovaginal candidosis: Focus on the vulva.
[22]
L. Manns-James.
Bacterial vaginosis and preterm birth.
J Midwifery Womens Health, 56 (2011), pp. 575-583
[23]
W. Ya, C. Reifer, L.E. Miller.
Efficacy of vaginal probiotic capsules for recurrent bacterial vaginosis: A double-blind, randomized, placebo-controlled study.
Am J Obstet Gynecol, 203 (2010), pp. 120.e1-120.e6
[24]
P. Hay.
Recurrent bacterial vaginosis.
Curr Opin Infect Dis, 22 (2009), pp. 82-86

Se presenta el primer estudio realizado con la metodología Delphi para mostrar el grado de acuerdo o desacuerdo, entre 123 ginecólogos españoles, sobre los diferentes aspectos de las vaginitis y del tratamiento adyuvante con probióticos.

Más información sobre los componentes del Grupo de Trabajo Delphi sobre el empleo de probióticos en Ginecología está disponible en el anexo 1.

Copyright © 2012. SEGO
Opciones de artículo
Herramientas
es en pt

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?

Are you a health professional able to prescribe or dispense drugs?

Você é um profissional de saúde habilitado a prescrever ou dispensar medicamentos