Buscar en
Progresos de Obstetricia y Ginecología
Toda la web
Inicio Progresos de Obstetricia y Ginecología Inmunología, estrés oxidativo y preeclamsia
Información de la revista
Vol. 42. Núm. 4.
Páginas 267-281 (Abril 1999)
Compartir
Compartir
Más opciones de artículo
Vol. 42. Núm. 4.
Páginas 267-281 (Abril 1999)
Acceso a texto completo
Inmunología, estrés oxidativo y preeclamsia
Inmunology, oxidative stress and preeclampsia
Visitas
6573
J. Balasch, J. González-Merlo
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Texto completo
Estadísticas
Texto completo

REVISIÓN DE CONJUNTO

Inmunología, estrés oxidativo y preeclamsia


E. Gratacós

Department of Obstetrics and Gynecology, and Center for Surgical Technologies

University Hospital Gasthuisberg

Katholieke Universiteit Leuven

Correspondencia:

Department of Obstetrics and Gynecology, and Center for Surgical Technologies

University Hospital Gasthuisberg

Herestraad 49

B-3000 Leuven. Bélgica

Inmunology, oxidative stress and preeclampsia

Fecha de recepción: 9/12/98

Aceptado para publicación: 21/12/98


RESUMEN

La preeclampsia es una historia de dos tejidos, trofoblasto y endotelio vascular. En algunas mujeres la invasión del trofoblasto se produce de manera incompleta y esto conlleva un déficit de perfusión placentaria. Esta anormal implantación no parece suficiente para el desarrollo de complicaciones sistémicas. Probablemente es necesaria la existencia de uno o más factores predisponentes en la madre para que las alteraciones placentarias resulten en una alteración en el plasma que a través del incremento en determinados factores circulantes adquiere una capacidad de hiperactivación del endotelio vascular que desencadenará el síndrome que conocemos como preeclampsia. La inmunología participa muy probablemente en la alteración de la implantación placentaria y en la alteración de los factores circulantes con capacidad de hiperactivar el endotelio. De forma complementaria, el estrés oxidativo transportado a través de los lípidos oxidados, o lipoperóxidos, contribuye tanto a nivel placentario como plasmático en la génesis del síndrome. En esta revisión se intenta sintetizar y actualizar la evidencia actual sobre inmunología y estrés oxidativo en el contexto de nuestro conocimiento actual sobre la preeclampsia.

PALABRAS CLAVE

Preeclampsia; Inmunología; Estrés oxidativo.

ABSTRACT

Preeclampsia is a history of two tissues, the trophoblast and vascular endothelium. In some women, trophoblastic invasion is incomplete, leading to deficient placental perfusion. Abnormal trophoblastic implantation does not seem to suffice for development of systemic complications. One or more maternal predisposing factors probably are necessary for placental abnormalities to produce an increase in certain circulating factors in plasma that leads to hyperactivation of the vascular endothelium, finally triggering the syndrome known as preeclampsia. Immunological factors are probably involved in abnormal placental implantation and disturbances of the circulating factors that hyperactivate the endothelium. Oxidative stress transmitted in the form of oxidated lipids or lipoperoxides is a complementary factor in the placental and plasmatic genesis of the syndrome. Current evidence of immunology and oxidative stress was reviewed within the context of our knowledge of preeclampsia.

KEY WORDS

Preeclamsia; Immunology; Oxidative stress.


INTRODUCCIÓN

La preeclampsia es todavía una causa principal de morbimortalidad fetal y materna(1). En oposición al estado fisiológico de vasodilatación de la gestación normal, la preeclampsia constituye un fenómeno de vasoconstricción, reducción del volumen plasmático y activación anormal de la coagulación(2). Esta situación se produce esencialmente por una disfunción generalizada del endotelio vascular. El endotelio pierde en la preeclampsia sus funciones de regulación del tono vascular, anticoagulación y contención del compartimento líquido, y esto resulta en la clínica de la preeclampsia, en la que el vasoespasmo generalizado es la clave para entender la mayoría de las alteraciones multiorgánicas que pueden producirse en la enfermedad(3). Mucho antes de que las alteraciones endoteliales conduzcan al desarrollo de manifestaciones clínicas, las mujeres que desarrollan una preeclampsia presentan evidencias de isquemia placentaria(4). En algunos casos esta isquemia puede deberse a un exceso en la masa placentaria (gestación molar o múltiple)(5), pero generalmente se asocia a una anormal implantación trofoblástica(5). La isquemia placentaria es probablemente la causa de la alteración de factores plasmáticos que finalmente conducirán a la disfunción endotelial(6). Desde un punto de vista fisiopatológico, parece razonable considerar a la preeclampsia como un proceso en el que se distinguen tres pasos fundamentales: isquemia placentaria, elevación anormal de determinados factores en plasma y estado final de alteración funcional y anatómica del endotelio vascular.

Importantes evidencias epidemiológicas y bioquímicas sugieren que una anormal activación inmunológica se halla implicada tanto en la insuficiente implantación placentaria de la preeclampsia como en la inducción de la alteración endotelial. En la secuencia de acontecimientos, esta hiperactivación inmunológica se acompaña de la generación de radicales libres y por tanto de estrés oxidativo, que se transmite de forma sistémica a través de la circulación de lípidos oxidados, o lipoperóxidos. Éstos no son quizás los factores exclusivos de la compleja alteración fisiopatológica que se produce en la preeclampsia, pero probablemente constituyen factores esenciales en el desarrollo de la enfermedad. En esta revisión se intenta sumarizar el estado del conocimiento sobre la implicación de inmunología y estrés oxidativo en el contexto de nuestro concepto actual de la preeclampsia.

IMPLANTACIÓN PLACENTARIA, GESTACIÓN NORMAL Y PREECLAMPSIA

Es una idea ya clásica que las patologías caracterizadas por una implantación anormal placentaria se asociarían necesariamente a un defecto en el sistema fisiológico que permite a las células trofoblásticas evadir la respuesta inmunológica materna(7). En efecto, la gestación normal representa un fenómeno de inmunomodulación local único, en el que existe una tolerancia natural entre dos tejidos antigénicamente dispares(8). Este fenómeno de tolerancia inmunológica se produce básicamente a nivel local, interfase útero-placentaria, y se basa probablemente en varios factores. Una particular configuración antigénica y la secreción de determinados factores por parte del trofoblasto facilita que el sistema inmune materno, a través de un «reconocimiento», genere una respuesta inmunoprotectora que a su vez presenta efectos tróficos para el trofoblasto. Los potenciales candidatos para actuar como efectores en esta respuesta son las citoquinas.

Citoquinas y trofoblasto

Las citoquinas son proteínas de pequeño tamaño sintetizadas de forma preferente, pero no única, por células del sistema inmunitario y que mediatizan la mayoría de las interacciones inmunitarias(9). Sus acciones biológicas no se limitan a la inmunidad y probablemente varían en diferentes compartimentos biológicos. Las citoquinas participan en numerosos procesos fisiológicos(9), entre los que parece incluirse la implantación placentaria. En efecto, un grupo de estas proteinas inmunoactivas muestra marcados efectos sobre el crecimiento y supervivencia del trofoblasto. Citoquinas como granulocyte-macrophage-colony stimulating factor (GM-CSF), interleukin (IL)-4, IL-5, e IL-10 tienen un efecto de potenciación del crecimiento trofoblástico en experimentación animal(10-13) e in vitro(14-17), comportándose en algunos casos como auténticos factores de crecimiento(12-18). Por otra parte, citoquinas pro-inflamatorias como tumour necrosis factor-* (TNF-*), interferón-* (IFN-*) e IL-2 afectan de forma negativa al crecimiento trofoblástico(19-22) e incluso pueden inducir la muerte fetal en la gestación murina(23-26).

Estas observaciones presentan una analogía con la distinción entre las subpoblaciones de linfocitos T CD4+ y el patrón de citoquinas secretados por cada subpoblación cuando son activados en una respuesta inmune. Una subpoblación de células T (linfocitos T helper 1, o Th1) produce preferentemente citoquinas inmunoactivadoras de la respuesta celular, también llamadas citoquinas Th1, mientras que otra subpoblación (Th2) secreta de forma preferente citoquinas inmunomoduladoras, o Th2(27). Dado que la mayoría de citoquinas protectoras para el tejido placentario son las producidas en una respuesta de tipo Th2 (IL-4, IL-5, IL-10), y aquellas que comprometen la supervivencia del trofoblasto son Th1 (IL-2, IFN-*), Wegmann et al.(28) propusieron en 1993 la hipótesis de que la gestación podría constituir un fenómeno local de predominio Th2, o un fenómeno Th2. Los datos in vivo sobre gestación humana son obviamente limitados, pero existe suficiente evidencia de que las citoquinas se secretan en grandes concentraciones en la interfase placenta-decidua en la gestación humana, y son producidas tanto por células placentarias ­sincitio y citotrofoblasto(29,30) y macrófagos fetoplacentarios, o células de Hofbauer(31,32,96c,99c)--, como por células inmunitarias(33,34) y decidua materna(35,36). Numerosas evidencias(10-36) apoyan la hipótesis formulada por Wegman. Todos los tejidos presentes en la interfase materno-fetal parecen participar en la creación de un patrón determinado en la secreción local de citoquinas que modula la reacción inmune materna y favorece el crecimiento e implantación placentaria.

Evidencias de la base inmunológica de la placentación anormal en la preeclampsia

En los trabajos ya clásicos de Brosens(37) y Kitzmiller y Bernirsche(38) se demostraba que los cambios histológicos observados en lechos placentarios de mujeres con preeclampsia se asemejaban notablemente a los observados en el rechazo agudo de un aloinjerto. Veinticinco años después, disponemos de algunos datos adicionales para intentar comprender este fenómeno. Nuestro concepto actual parte de asumir que la implantación placentaria normal representa un estado fisiológico de inmunotolerancia basada, entre otros posibles factores todavía no identificados, en una expresión antigénica especial y un equilibrio local de citoquinas. La preeclampsia representa probablemente una situación en la que el sistema de reconocimiento trofoblástico se produce de forma ineficaz, lo que se traduce principalmente en un equilibrio anormal de citoquinas protectoras/deletéreas en la interfase materno-fetal. Para llegar a este concepto se han explorado en los últimos años varias líneas de evidencia: 1) la placenta de la preeclampsia presenta una expresión anormal antigénica; 2) la preeclampsia se asocia a una reducción en la exposición previa a antígenos trofoblásticos; 3)la placenta de la preeclampsia produce de forma anormal citoquinas Th1; 4) las elevaciones de citoquinas se pueden detectar mucho antes del debut del cuadro clínico.

1) La placenta de la preeclampsia presenta una expresión anormal antigénica

El trofoblasto en la gestación normal parece no expresar antígenos de la clase II del complejo mayor de histocompatibilidad (MHC)(39), y, por otro lado, expresa selectivamente antígenos de clase I, básicamente HLA-G, pero también HLA-C como recientemente se ha descrito(40). Esta particular configuración de la expresión antigénica contribuye seguramente a facilitar la respuesta materna que favorece la ausencia de reacción inmune conservando las interacciones célula-célula esenciales para el desarrollo del trofoblasto(41). Un estudio reciente ha evidenciado que el trofoblasto endovascular en arterias espirales de mujeres con preeclampsia expresa de forma anormal antígenos HLA-DR(42), lo cual se asociaba a una también anormal infiltración perivascular por linfocitos T y macrófagos(42). Adicionalmente, la expresión de HLA-G parece también estar reducida en el trofoblasto de la preeclampsia(43), aunque en este último caso no queda claro si esto es consecuencia de una reducción en la masa celular(44). El trofoblasto invasivo de la preeclampsia presentaría así una característica que le impediría evadir la acción citotóxica de las células T a causa de una anormal configuración en la expresión antígenica.

2) La exposición a antígenos trofoblásticos se halla reducida en la preeclampsia

Este concepto nació hace más de un siglo en base a la evidencia todavía hoy más consistente, el peso de la primiparidad(45). La exposición a algún factor en la primera gestación facilita que el organismo materno desarrolle una respuesta protectora que en la segunda gestación reduce de forma marcada el riesgo a sufrir de nuevo la enfermedad. De forma adicional a la observación clásica de la primiparidad, varias evidencias apoyan que la exposición previa a antígenos trofoblásticos, que se expresan ya en el semen paterno(46,47), juega un papel importante en el reconocimiento posterior del trofoblasto. El uso de métodos de barrera como forma básica de contracepción(48) y el cambio de paternidad parecen asociarse a un incremento en el riesgo de preeclampsia(49). Una evidencia adicional es que la duración de las relaciones sexuales antes de la primera gestación se asociaría de forma inversamente proporcional al riesgo de preeclampsia(50,51). Finalmente, un reciente trabajo en una pequeña muestra de mujeres reporta un incremento en la incidencia de preeclampsia en gestaciones con semen de donante(52).

Todas estas evidencias apoyan, en definitiva, el papel de la exposición previa a antígenos trofoblásticos, de forma directa o expresados en el semen, como factor coadyuvante al reconocimiento placentario. Un posible mecanismo sería la síntesis de anticuerpos que bloquearían la expresión antigénica(53). Por tanto, la exposición insuficiente a antígenos trofoblásticos se uniría a la anormal expresión antigénica para facilitar un ineficaz reconocimiento y por tanto el fallo en la respuesta inmunoprotectora esencial para garantizar el éxito de la implantación trofoblástica.

3) La interfase materno-fetal en la preeclampsia produce citoquinas de forma anormal

Recientes trabajos han demostrado un incremento significativo en la detección por inmunohistoquímica de IL-2(54) y de TNF-*(55), ambas citoquinas pro-inflamatorias y con demostrados efectos deletéreos para el trofoblasto, en decidua de mujeres con preeclampsia con respecto a gestaciones normales. La concentración y expresión mRNA de TNF-* se hallan también elevadas en tejido placentario de mujeres con preeclampsia(56,57).

4) Las elevaciones de citoquinas se detectan ya en la primera mitad de gestación

Los niveles de TNF-a, IL-2,58 y receptor de IL-2 (IL-2R)(59), citoquinas pro-inflamatorias y deletéreas para el trofoblasto, se hallan elevados en el primer trimestre en mujeres que posteriormente desarrollarán preeclampsia. Por el contrario, los niveles séricos de GM-CSF, citoquina protectora, se hallan reducidos, tanto a las 15 semanas como en el momento del debut de la enfermedad en el mismo grupo de mujeres(60). Estos trabajos presentan la limitación de no haber evaluado a la vez citoquinas Th1 y Th2, ya que el concepto de disbalance de la respuesta inmunitaria requiere del estudio de los ratios de citoquinas de un grupo respecto a las del otro(61), más que de las concentraciones aisladas, que pueden variar sustancialmente en cada paciente y en diferentes momentos(62). En todo caso, las evidencias iniciales apoyan el concepto de un desequilibrio respecto al estado fisiológico con predominio a hiperactivación de las respuestas inmunológicas perjudiciales para el trofoblasto.

CONEXIÓN TROFOBLASTO-ENDOTELIO: CITOQUINAS Y ESTRÉS OXIDATIVO

La alteración de los mecanismos fisiológicos conduce en la preeclampsia a un defecto en el sistema de protección que permite las modificaciones asociadas a la implantación placentaria. En la gestación normal, el lecho materno sufre una remodelación vascular en que el endotelio de las arterias espirales uterinas es sustituido por células trofoblásticas hasta un tercio del grosor endometrial(62). Esto garantiza la conversión de estas arterias de pequeño calibre en vasos dilatados de baja resistencia y gran capacidad(63). La lesión característica en la placenta de la preeclampsia es la inadecuada invasión del estroma endometrial y de las arterial espirales por parte de las células trofoblásticas(64). Estudios histoquímicos han demostrado de forma consistente que la remodelación de las arterias espirales no se produce en la preeclampsia(65,66) y estudios con ecografía Doppler han confirmado la reducción en el flujo a nivel de las arterias espirales(67). Esto conduciría a una hipoxia e isquemia trofoblástica, factores que alteran la diferenciación normal del trofoblasto(68). Durante la invasión de la pared uterina, el trofoblasto normal cambia su fenotipo de proliferativo a invasivo(69), lo que le permite expresar proteínas colagenolíticas(70), y, por otra parte, desarrolla un fenotipo vascular y expresa marcadores que se asemejan a las células que reemplaza(71). La diferenciación hacia un fenotipo invasivo no se observa en trofoblasto procedente de mujeres con preeclampsia(72,73) y la expresión de marcadores vasculares es también anormal(74). La hipoxia-isquemia trofoblástica se uniría a la activación inmunológica local en la génesis de la implantación anormal placentaria de la preeclampsia.

¿Cómo una alteración placentaria local resulta en el síndrome multiorgánico que representa la preeclampsia? Las evidencias actuales apuntan de forma preferente a dos mecanismos fundamentales: 1) la generalización de la hiperactivación inmunitaria local, mediatizada principalmente por citoquinas, y 2) la anormal generación local de lípidos oxidados que transmitirían el estrés oxidativo a nivel generalizado. Ambos, citoquinas y lipoperóxidos circulantes, forman parte de los mecanismos fisiológicos de activación endotelial(75) y probablemente su incremento resulta en una sobreactivación endotelial más que en una acción tóxica directa como tradicionalmente se había pensado(76). De hecho, en condiciones in vitro, el plasma de la preeclampsia induce una hiperproducción de prostaciclina(77,78) y de la actividad de la óxido nítrico sintasa(78), paradójicamente dos factores esenciales en la respuesta vasodilatadora. Se cree que este estado de activación exagerada y persistente conduciría a un estado subletal de efecto contrario al inicial, agotamiento en la producción celular de vasodilatadores, daño celular con hipersensibilidad a los vasoconstrictores y finalmente muerte celular endotelial(79), que en definitiva constituyen las características de la preeclampsia. Es interesante que estos mecanismos parecen ser los que operan de una forma crónica en la arterosclerosis(80).

CONTRIBUCIÓN DE LA HIPERACTIVACIÓN INMUNITARIA Y ACTIVACIÓN-DISFUNCIÓN ENDOTELIAL MEDIADA POR CITOQUINAS

La gestación constituye de por sí un estado fisiológico de hiperactivación inmunitaria(81), aunque esto parece tener pocas repercusiones clínicas. Este estado de hiperactivación se vería exagerado y alterado en la preeclampsia, donde también las citoquinas juegan, probablemente, un papel importante dentro del grupo de efectores de las alteraciones sistémicas. Disponemos de varias evidencias para apoyar este concepto: 1) la preeclampsia es un estado de hiperactivación inmunitaria; 2) la isquemia-hipoxia trofoblástica contribuye a aumentar la síntesis de citoquinas pro-inflamatorias; 3) la producción y los niveles circulantes de citoquinas pro-inflamatorias Th1 se hallan elevados en la preeclampsia, en oposición a la situación fisiológica de predominio de la respuesta Th2; 4) la activación inmunitaria y en particular las citoquinas pro-inflamatorias constituyen potentes factores estimuladores endoteliales.

1) La preeclampsia es un estado

de hiperactivación inmunitaria

Tanto el recuento como los parámetros de activación de granulocitos y monocitos se encuentran elevados en la gestación normal, así como los reactantes de fase aguda(82-84). La preeclampsia parece representar una exageración de esta respuesta fisiológica. Sacks et al(85) han demostrado en un muy reciente estudio que, tanto en gestantes normales como con preeclampsia, varios marcadores de activación inmunitaria celular se hallaban elevados hasta niveles parecidos a los de pacientes con sepsis. Sin embargo, en algunos marcadores, la alteración en la preeclampsia era mucho mayor.

Por otra parte, existe ya desde hace años evidencia de la hiperactivación de los neutrófilos en la preeclampsia(83-88) inducida probablemente por varias vías que incluyen los mismos mecanismos que estimulan el endotelio vascular, principalmente citoquinas y lipoperóxidos(89). La activación granulocitaria contribuiría una vez establecida a extender la activación inflamatoria y la lesión celular generalizada. Por otra parte, en la gestación normal, las subpoblaciones de células CD4 T-helper supresoras y T citotóxicas se hallan reducidas, cambios que no se observan en la preeclampsia(90).

2) Hipoxia como estímulo adicional a la producción de citoquinas en la placenta

De forma añadida al trastorno inmune en la interfase materno-fetal, la hipoxia placentaria resultante de la anormal falta de acomodación de las arterias espirales contribuye seguramente a aumentar la anormal síntesis de citoquinas pro-inflamatorias. El trofoblasto humano cultivado en un ambiente hipóxico secreta concentraciones elevadas de TNF y IL-1* e IL1-ß(91). Ésta es una característica común a células de varias estirpes sometidas a isquemia-hipoxia(92,93), y parece explicarse por que estas citoquinas tienen secuencias de DNA homólogas al gen de la eritropoyetina, lo que sugeriría un mecanismo común de sensibilidad a la hipoxia(94).

3) Producción y niveles circulantes de citoquinas Th1 en la preeclampsia

Estudios recientes han evaluado las concentraciones de citoquinas pro-inflamatorias en la preeclampsia. Respecto a TNF-* la mayoría de los estudios(95-100), aunque no todos(101,102), han demostrado elevaciones de esta citoquina inflamatoria. TNF-* tiene una importante capacidad de estimular la síntesis de IL-6 por parte de las células endoteliales(103), y la elevación de IL-6 observada en varios estudios(97,102,104,105) representa una evidencia indirecta de la acción del TNF en la preeclampsia. Otros trabajos han descrito una elevación significativa en la preeclampsia de las concentraciones séricas de IL-12 (106,107), citoquina pro-inflamatoria.

Sin embargo, los estudios publicados han evaluado hasta ahora las concentraciones de varias citoquinas en suero, lo que puede resultar en grandes variaciones interindividuales por la corta vida media de las citoquinas (30 minutos en el caso de TNF-*72) y por su posible liberación episódica. En este momento se están realizando varios estudios que evalúan la situación funcional de la secreción de citoquinas, probablemente de mucho más valor, y en este sentido disponemos de algunos datos preliminares. Saito et al.(109) han demostrado que la tanto la expresión en plasma de mRNA de citoquinas Th1 (TNF-*, IFN-* e IL-2) como la producción de las mismas por parte de células mononucleares en sangre periférica es marcadamente elevada en mujeres con preeclampsia con respecto a gestantes normales, mientras lo contrario sucedía con IL-4, citoquina inmunomoduladora de tipo Th2. Finalmente, a través de citometría de flujo, los autores demostraron que el ratio de linfocitos Th1/Th2 circulantes se reducía en un 50% en la gestación normal con respecto a la no gestante. Las mujeres con preeclampsia estudiadas presentaban ratios Th1/Th2 cuatro veces superiores a la gestante normal. Estos datos aportan por primera vez evidencias de la existencia de una alteración sistémica en el equilibrio fisiológico de las subpoblaciones de linfocitos T y en los ratiosTh1/Th2 de las citoquinas sintetizadas.

4) Las citoquinas pro-inflamatorias constituyen potentes activadores del endotelio vascular

TNF-* e IL-1 son las citoquinas sobre las que existe mayor evidencia acerca de su capacidad para inducir alteraciones funcionales y estructurales en el endotelio(110-112). TNF-* puede regular la transcripción de los genes de los potentes vasocontrictores platelet derived growth factor (PDGF)(113) y endotelina-1 (ET-1)(114), una capacidad característica del plasma de la preeclampsia(115). TNF-* también induce la expresión del inhibidor de la activación del plasminógeno-1 (plasminogen activator inhibitor)(116), o PAI-1, que a su vez se halla elevado en el plasma de las mujeres con preeclampsia(117). Los efectos directos conocidos del TNF-* sobre los vasos incluyen la capacidad de inducir aumento en la porosidad de la microvasculatura (favoreciendo el edema)(117) y la reducción de la respuesta vasodilatadora a la acetil-colina en animales de experimentación(118), alteraciones características de la preeclampsia(120,121).

Las citoquinas parecen actuar como efectores inmunológicos en los procesos de formación de la placa arterosclerótica(122), una lesión que en su forma aguda se observa característicamente en los vasos deciduales de la preeclampsia(123), e inducen también resistencia a la insulina e hipertrigliceridemia(124), alteraciones metabólicas características de la preeclampsia. Finalmente, las acciones de las citoquinas en concentraciones elevadas facilitan otras alteraciones características de la preeclampsia, como la hiperactivación granulocitaria antes descrita(88,124), y, finalmente, los mecanismos de potenciación indirecta del estrés oxidativo(125). Esta última observación nos lleva a enlazar con los otros candidatos mayores a participar de forma esencial en la génesis final del cuadro clínico, las alteraciones oxidativas lipídicas, e ilustran como uno y otro mecanismo, probablemente interactúan y se potencian.

CONTRIBUCIÓN DEL ESTRÉS OXIDATIVO: LIPOPERÓXIDOS Y PREECLAMPSIA

La generación de radicales libres, un proceso natural resultante de numerosas reacciones enzimáticas fisiológicas, puede aumentar de forma anormal en varias situaciones, como hipoxia-isquemia e inflamación(126), y constituye en éstas el mecanismo principal de daño celular(127). En estas situaciones, los radicales libres, moléculas con un electrón no apareado y extremadamente reactivas, sobrepasan la capacidad de neutralización de los sistemas de protección fisiológicos y reaccionan con todo tipo de moléculas, principalmente lípidos y proteínas, alterando su composición y convirtiéndoles a su vez en transmisores de estrés oxidativo(129). Un radical libre tiene una vida media de nanosegundos(130), pero un lipoperóxido (generado por la oxidación de cualquier ácido graso poliinsaturado oxidado) puede incorporarse a las lipoproteínas y ser transportado en plasma, con lo que puede difundir los efectos del estrés oxidativo(131). En condiciones normales las lipoproteínas contienen un grado variable de lipoperóxidos que contribuye a generar un potencial oxidativo «basal» en el plasma(132). Esto parece esencial para el funcionamiento normal del endotelio vascular principalmente a través de la activación de sistemas enzimáticos como la cadena de síntesis de prostaciclina endotelial(133). Sin embargo, cuando de forma aguda o crónica el estímulo oxidativo es excesivo, se produce un particular agotamiento de los sistemas enzimáticos en el que la síntesis de prostaciclina (vasodilatador) se inhibe mientras que la de tromboxano (vasoconstrictor) se estimula en forma de círculo vicioso(134). Otros mecanismos de alteración endotelial son la inhibición de la óxido nítrico sintasa(135), y, cuando el nivel de oxidación es muy elevado, la lesión celular directa a varios niveles(136). El incremento crónico del nivel de lipoperoxidación plasmática parece formar parte de los factores esenciales en la patología cardiovascular del adulto(137). La preeclampsia probablemente representa un ejemplo de hiperactivación vascular por generación masiva y aguda de lipoperóxidos.

Lipoperóxidos y preeclampsia

Existen numerosas evidencias que implican a los lipoperóxidos en la preeclampsia. La concentración y producción de lipoperóxidos en la placenta de mujeres con preeclampsia se hallan significativamente aumentados(135-138). En plasma, los niveles de lipoperóxidos son significativamente elevados(136,139-142) y la vitamina E y otros antioxidantes, se hallan reducidos(136,139-144) como signo indirecto de agotamiento por consumo. La elevación artificial de lipoperóxidos reproduce alteraciones funcionales e histológicas características de la preeclampsia en cultivos in vitro de células endoteliales(145,146) y placentarias(147), y en animales de experimentación(148,149). Finalmente, como evidencias indirectas del papel de los lípidos en la enfermedad, la característica hipertrigliceridemia de la gestación se observa ya en el primer trimestre en mujeres que desarrollarán preeclampsia(150,151), y la capacidad de hiperestimulación endotelial in vitro en plasma de mujeres con preeclampsia se concentra en la fracción lipídica(152,153). La generación de lipoperóxidos en la placenta de la preeclampsia se puede explicar, en primer lugar, por la isquemia-hipoxia trofoblástica, que contribuiría de forma decisiva. Se ha demostrado in vitro el marcado incremento en la producción de lipoperóxidos en villosidades trofoblásticas sometidas a isquemia(154). En segundo lugar, como ya hemos comentado, las citoquinas también son capaces de estimular lipoperoxidación de forma directa(41) e indirecta, a través de la activación de los neutrófilos, que son importantes generadores de estrés oxidativo como parte de su acción inflamatoria(155). Y en tercer lugar, el factor que está cobrando cada vez mayor peso: la predisposición a la oxidación de los lípidos maternos que circulan por el espacio vascular en contacto con la interfase materno fetal.

El peso de la predisposición materna

Es interesante que varios de los factores clásicos de riesgo para la preeclampsia --obesidad, resistencia a la insulina, hiperhomocisteinemia, hipertensión previa y raza negra-- son también factores de riesgo de arterosclerosis(156). La predisposición genética hace que una parte de la población sintetice de forma preferente lipoproteínas LDL de pequeño tamaño y elevada densidad, o patrón de tipo B (en oposición al A, más frecuente), lo que las predispone a desarrollar patología cardiovascular crónica(157). Estas LDL pequeñas y densas presentan una susceptibilidad muy aumentada a la oxidación(158) y gran capacidad de lesión endovascular(159). En la preeclampsia, la concentración de lipoproteínas LDL pequeñas y densas es significativamente superior a la de la gestación normal(160). Esto no parece ser consecuencia simplemente de las alteraciones producidas por la enfermedad si no que probablemente represente un estado previo a la gestación de predisposición anormal a la oxidación lipídica. El 35% de las mujeres con preeclampsia grave presenta 10 semanas post-parto una elevación significativa de triglicéridos séricos(161), alteración característicamente asociada al fenotipo de LDL tipo B(162). Las lipoproteínas de estas mujeres parecen presentar una susceptibilidad basal elevada a la oxidación (datos no publicados). Estas observaciones concuerdan con los datos extremadamente interesantes recientemente presentados por Argrinsom(163), según los cuales la proporción de patrón B en mujeres postmenopáusicas con historia de preeclampsia grave es claramente superior a la de la población normal. Todos estos estudios aportan fuertes evidencias del peso de una anormalidad congénita en el metabolismo de los lípidos en el riesgo de presentar preeclampsia.

¿POR QUÉ LA PREECLAMPSIA DEBE NECESARIAMENTE ASOCIARSE A FACTORES PREDISPONENTES?

Éste parece un concepto evidente. La reducción en la perfusión placentaria es imprescindible, pero per se no es suficiente para generar el síndrome materno en la preeclampsia. Muchas de las alteraciones placentarias no son exclusivas de la preeclampsia, si no también del retraso de crecimiento intrauterino (RCIU) (42,64,67). Incluso algunos desequilibrios observados en subpoblaciones linfocitarias se observan de forma paralela en mujeres con RCIU(90). Debe existir, por tanto, una situación sobreañadida para explicar en estas mujeres el desarrollo de una alteración sistémica como la preeclampsia. De hecho, probablemente no existe uno, sino varios, que pueden coexistir en mayor o menor grado para, a partir de un determinado punto, resultar en la enfermedad. La susceptibilidad puede hallarse en la generación anormal de lipoperóxidos (ya comentado antes) o citoquinas ante un estímulo no suficiente en otras mujeres. Recientes trabajos sugieren la existencia de polimorfismo en los genes reguladores de la síntesis de TNF-* en mujeres con preeclampsia(163,164). Alternativamente, el endotelio de algunas mujeres podría presentar una hipersusceptibilidad a la hiperactivación, como la asociada a determinadas configuraciones en los genes que regulan la síntesis de angiotensinógeno(165). Un ejemplo obvio de predisposición es la existencia de anticuerpos antifosfolípido que facilitarían el desarrollo de los desequilibrios en la regulación endotelial vascular y de la coagulación a nivel placentario y sistémico(166). Por tanto, sea por una enfermedad previa, clínica o subclínica, o una predisposición de base genética, algunas mujeres presentarían la combinación de factores necesaria para desembocar en una preeclampsia. En este sentido, las asociaciones familiares clásicamente descritas para la preeclampsia(167,168), más que basarse en la existencia de un «gen de la preeclampsia», probablemente representaban alteraciones hereditarias concretas en algunos de los puntos afectos en la enfermedad. La predisposición genética a la preeclampsia llenaría un capítulo mucho más largo que el presente, pero parece difícil omitir este concepto, especialmente antes de intentar integrar lo descrito en esta revisión dentro de la secuencia de acontecimientos que creemos que acontecen en esta enfermedad.

SUMARIO: HIPÓTESIS SOBRE LA SECUENCIA FISIOPATOLÓGICA DE LA PREECLAMPSIA

En algunas mujeres el reconocimiento materno del trofoblasto se produce de forma anormal, generando una respuesta inflamatoria caracterizada por un desequilibrio del patrón fisiológico en la secreción local de citoquinas. Como consecuencia, la remodelación de los vasos uterinos ocurre de forma incompleta y se produce una insuficiente perfusión e isquemia placentarias. La reacción inflamatoria y la isquemia-hipoxia en la interfase materno-fetal resultan en una generación local de estrés oxidativo y activación granulocitaria. La existencia de factores predisponentes hace que la reacción hipóxico-inflamatoria local resulte en una anormal activación sistémica de varios sistemas biológicos. Potenciales candidatos a actuar como predisponentes son la sobrerregulación de la síntesis de algunas citoquinas inflamatorias, la susceptibilidad a la oxidación de los lípidos circulantes a su paso por la interfase materno-fetal, y seguramente otros factores todavía no identificados. Otros mecanismos se unen a las alteraciones iniciales, como la liberación a plasma de partículas de células trofoblásticas(169), para resultar en una hiperactivación inmunitaria y endotelial generalizadas. La progresiva interacción mútua entre los diferentes mecanismos implicados conduce finalmente a un estado de hiperactivación de varios sistemas que se autoalimenta: tanto estrés oxidativo como partículas trofoblásticas estimulan la síntesis endotelial de citoquinas pro-inflamatorias(170), y las citoquinas a su vez estimulan la generación de lipoperóxidos por parte de la placenta y el endotelio. El grado final del trastorno fisiopatológico es variable en cada mujer en función de la intensidad de los factores predisponentes. La enfermedad puede consistir en una disfunción mínima con manifestaciones clínicas leves, pero cuando las alteraciones fisiopatológicas son muy marcadas se produce finalmente lesión celular y muerte de las células endoteliales, con desestructuración de la pared vascular. Esto resulta en una exposición de la matriz extracelular subendotelial que acentúa aún más el estado de vasoespasmo e hipercoagulación generalizados, empeora la ya comprometida perfusión útero-placentaria y puede conducir a cuadros clínicos extremadamente graves. El carácter sistémico de estas alteraciones explica la alteración multiorgánica de la enfermedad, en la que la hipertensión es un signo característico pero una consecuencia más de los cambios fisiopatológicos de la preeclampsia.

La preeclampsia es, por tanto, una combinación de isquemia placentaria y factores predisponentes maternos. Alteraciones basales en la regulación o metabolismo de los factores descritos en esta revisión y otros aún no identificados podrán, seguramente, explicar por qué algunas mujeres son más susceptibles que otras a desarrollar la enfermedad. Sea cual sea el factor que lo predispone, el inicio de un desequilibrio potencia y conduce finalmente a los demás en el desarrollo de esta compleja enfermedad, en la que hiperactivación inmunitaria y estrés oxidativo interactúan junto con otros mecanismos para establecer un sistema de círculos viciosos que, hoy por hoy, seguimos sin poder interrumpir de otra forma que no sea eliminar el estímulo inicial, la placenta.


BIBLIOGRAFIA

001 Department of Health. Report on confidential enquiries into maternal deaths in the United Kingdom 1991-1993. HMSO, London 1996.

002 Williams DJ, De Swiet M. The pathophysiology of preeclampsia. Intensive Care Med 1997;23:620-9.

003 Roberts JM, Redman CWG. Preeclampsia: more than pregnancy-induced hypertension. Lancet 1993;341:1447-51.

004 Sheppard BL, Bonnar J. An ultrastructural study of utero-placental spiral arteries in hypertensive and normotensive pregnancy and fetal growth retardation. Br J Obstet Gynaecol 1981;88:695-705.

005 Labarrere CA, Althabe OH. Primary chronic abortion, preeclampsia, idiopathic intrauterine growth retardation, hydatidiform mole, and choriocarcinoma: a unifying concept. Am J Reprod Immunol Microbiol 1986;10:156-7.

006 Roberts J, Taylor RN, Musci TJ, Rodgers GM, Hubel CA, McLaughlin MK. Preeclampsia: an endothelial cell disorder. Am J Obstet Gynecol 1989;161:1200-4.

007 Brossens I. Morphological changes in the utero-placental bed in pregnancy hypertension. Clin Obstet Gynaecol 1977;4:573-93.

008 Billington W. The normal fetomaternal immune relationship. Baillieres Clin Obstet Gynaecol 1992;6:417-38.

009 Chaouat G, Menu E, Delage G, Moreau JF, Khrishnan L, Hui L et al. Immuno-endocrine interactions in early pregnancy. Hum Reprod. 1995;10:55-9.

010 Vassiliadis S, Athanassakis I. Two novel colony-stimulating factor 1 (CSF-1) properties: it post-transcriptionally inhibits interferon-specific induction of class II antigens and reduces the risk of fetal abortion. Cytokine 1994;6:295-9.

011 Athanassakis I, Bleackley RC, Paetkau V, Guilbert L, Barr PJ, Wegmann TG. The immunostimulatory effect of T cells and T cell lymphokines on murine fetally derived placental cells. J Immunol 1987;138:37-44.

012 Ramsoondar J, Christopherson RJ, Guilbert LJ, Wegmann TG. A porcine trophoblast cell line that secretes growth factors which stimulate porcine macrophages. Biol Reprod 1993; 49:681-94.

013 Chaouat G, Assal Meliani A, Martal J, Raghupathy R, Elliot J, Mosmann T, et al. IL-10 prevents naturally occurring fetal loss in the CBA x DBA/2 mating combination, and local defect in IL-10 production in this abortion-prone combination is corrected by in vivo injection of IFN-tau. J Immunol 1995;154:4261-8.

014 Garcia-Lloret MI, Morrish DW, Wegmann TG, Honore L, Turner AR, Guilbert LJ. Demonstration of functional cytokine-placental interactions: CSF-1 and GM-CSF stimulate human cytotrophoblast differentiation and peptide hormone secretion. Exp Cell Res 1994;214:46-54.

015 Saito S, Saito M, Enomoto M, Ito A, Motoyoshi K, Nakagawa T, et al. Human macrophage colony-stimulating factor induces the differentiation of trophoblast. Growth Factors 1993;9:11-9.

016 Loke YW, King A, Gardner L, Carter NP. Evidence for the expression of granulocyte-macrophage colony-stimulating factor receptors by human first trimester extravillous trophoblast and its response to this cytokine. J Reprod Immunol 1992; 22:33-45.

017 Lin H, Mosmann TR, Guilbert L, Tuntipopipat S, Wegmann TG. Synthesis of T helper 2-type cytokines at the maternal-fetal interface. J Immunol 1993;151:4562-73.

018 Wegmann TG, Athanassakis I, Guilbert L, Branch D, Dy M, Menu E, et al. The role of M-CSF and GM-CSF in fostering placental growth, fetal growth, and fetal survival. Transplant Proc 1989;21:566-8.

019 Berkowitz RS, Hill JA, Kurtz CB, Anderson DJ. Effects of products of activated leukocytes (lymphokines and monokines) on the growth of malignant trophoblast cells in vitro. Am J Obstet Gynecol 1988;158:199-203.

020 Yui J, Garcia-Lloret M, Wegmann TG, Guilbert LJ. Cytotoxicity of tumour necrosis factor-alpha and gamma-interferon against primary human placental trophoblasts. Placenta. 1994;15:819-35.

021 Athanassakis I, Aifantis Y, Ranella A, Vassiliadis S. Production of embryotoxic IgG antibodies during IFN-gamma treatment of pregnant mice. Am J Reprod Immunol 1996;36:111-7.

022 Ohashi K, Saji F, Kato M, Wakimoto A, Tanizawa O. Tumor necrosis factor-alpha inhibits human chorionic gonadotropin secretion. J Clin Endocrinol Metab 1992;74:130-4.

023 Yelavarthi KK, Chen HL, Yang YP, Cowley BD Jr, Fishback JL, Hunt JS. Tumor necrosis factor-alpha mRNA and protein in rat uterine and placental cells. J Immunol 1991;146:3840-8.

024 Silen ML, Firpo A, Morgello S, Lowry SF, Francus T. Interleukin-1 alpha and tumor necrosis factor alpha cause placental injury in the rat. Am J Pathol 1989;135:239-44.

025 Pampfer S, Moulaert B, Vanderheyden I, Wuu YD, De Hertogh R. Effect of tumour necrosis factor alpha on rat blastocyst growth and glucose metabolism. J Reprod Fertil 1994;101:199-206.

026 Mukherjee S, Talwar GP. Termination of pregnancy in rodents by oral administration of praneem, a purified neem seed extract. Am J Reprod Immunol 1996;35:51-6.

027 Mosmann TR, Sad S. The expanding universe of T-cell subsets: Th1, Th2 and more. Immunol Today 1996;17:138-46.

028 Wegmann TG, Lin H, Guilbert L, Mosmann TR. Bidirectional cytokine interactions in the maternal-fetal relationship: is successful pregnancy a Th2 phenomenon? Immunol Today 1993;14:353-6.

029 Guilbert L, Robertson SA, Wegmann TG. The trophoblast as an integral component of a macrophage-cytokine network. Cell Biol 1993;71:49-57.

030 Haynes MA, Jackson LG, Tuan RS, Shepley KJ, Smith JB. Cytokine production in first trimester chorionic villi: Detection of mRNA and protein products in vitro. Cell Immunol 1993; 151:300-8.

031 Simon C, Frances A, Piquette G, Hendrickson M, Milki A, Polan ML. Interleukin-1 system in the materno-trophoblast unit in human implantation: immunohistochemical evidence for autocrine/paracrine function. J Clin Endocrinol Metab 1994; 78:847-54.

032 Berkowitz RS, Faris HMP, Hill Jam Anderson DJ. Localization of leukocytes and citokines in chorionic villi of normal placentas and complete hydatidiform moles. Gynecol Oncol 1990;37:396-400.

033 Deniz G, Chrismas SA, Johnson PM. Soluble mediators and cytokines produced by human CD3-leukocyte clones from decidualised endometrium. Immunol 1996;87:92-8.

034 Marzusch K, Buchholz F, Ruck P, Handgretinger R, Geiselhart A, Engelmann L, et al. Interleukin-12- and interleukin-2-stimulated release of interferon-gamma by uterine CD56++ large granular lymphocytes is amplified by decidual macrophages. Hum Reprod 1997;12:921-4.

035 Lim KJ, Odukoya OA, Ajjan RA, Li TC, Weetman AP, Cooke ID. Profile of cytokine mRNA expression in peri-implantation human endometrium. Mol Hum Reprod 1998;4:77-81.

036 Denison FC, Kelly RW, Calder AA, Riley SC. Citokine secretion by human fetal membranes, decidua and placenta at term. Hum Reprod 1998;13: .

037 Brosens IA, Robertson DW, Dixon HG. The reole of the spiral arteries in the pathogenesis of preeclampsia. Obstet Gynecol Annu 1972;1:177-91.

038 Kitzmiller JL, Bernirschke K. Immunofluorescent study of the placental bed vessels in preeclampsia of pregnancy. Am J Obstet Gynecol 1973;115:248-51.

039 Giacomini P, Tosi S, Murgia C, et al. First trimester human trophoblast is class II major histocompatibility complex mRNA +/antigen. Hum Immunol 1994;39:281-9.

040 Hammer A, Hutter H, Dohr G. HLA class I expression on the materno-fetal interface. Am J Reprod Immunol 1997;38:150-7.

041 Taylor RN. Immunobiology of preeclampsia Am J Reprod Immunol 1997;37:79-86.

042 Labarrere CA, Faulk WP. Intercellular adhesion molecule-1 (ICAM-1) and HLA-DR antigens are expressed on endovascular cytotrophoblast in abnormal pregnancies. Am J Reprod Immunol 1995;33:47-53.

043 Colbern GT, Chiang MH, Main EK. Expression of the nonclassic histocompatibility antigen HLA-G by preeclamptic placenta. Am J Obstet Gynecol 1994;170:1244-50.

044 Humphrey KA, Harrison GA, Coopeer DW et al. HLA-G deletion polymorphism and preeclampsia/eclampsia. Br J Obstet Gynaecol 1995;102:707-10.

045 Marti JJ, Hermann U. Immunogestosis:A new etiologic concept of «essential» EPH gestosis, with special consideration of the primigravid patient. Am J Obstet Gynecol 1977;128: 489-93.

046 Yoshiki T, Yang YY, Lee Y, Lee CY. Generation and characterization of monoclonal antibodies specific to surface antigens of human trophoblast cells. Am J Reprod Immunol 1995;34:148-55.

047 Anderson DJ, Johnson PM, Alexander NJ, Jones WR, Griffin PD. Monoclonal antibodies to human trophoblast and sperm antigens: report of two WHO-sponsored workshops, June 30, 1986-Toronto, Canada. J Reprod Immunol. 1987;10:231-57.

048 Mills JL, Klebanoff MA, Graubard BI, Carey JC, Berendes HW. Barrier contraceptive methods and preeclampsia. JAMA 1991;265:70-3.

049 Robillard PI, Hulsey TC, Alexander GR, Keenan A, de Caunes F, Papiernik E. Paternity patterns and risk of preeclampsia in the last pregnancy in multiparae. J Reprod Immunol 1993;24:1-12.

050 Robillard PI, Hulsey TC, Périanin J, Janky E, Miri EH, Papiernik E. Association of pregnancy-induced hypertension with duration of sexual cohabitation before conception. Lancet 1994;344:973-5.

051 Gratacós E, Torres PJ, Cararach V, Quintó L, Alonso PL, Fortuny A. Does the use of contraception reduce the risk of pregnancy-induced hypertension? Hum Reprod 1996;11: 2138-41.

052 Smith GN, Walker M, Tessier JL, Millar KG. Increased incidence of preeclampsia in women conceiving by intrauterine insemination with donor versus partner sperm for treatment of primary infertility. Am J Obstet Gynecol 1997;177:455-8.

053 Herrera-González NE, Dresser DW. Fetal-maternal immune interaction: blocking antibody and survival of the fetus. Dev Comp Immunol 1993;17:1-18.

054 Hara N, Fujii T, Okai T, et al. Histochemical demonstration of interleukin-2 in decidua of patients with preeclampsia. Am J Reprod Immunol 1995;34:44-51.

055 Pijnenborg R, McLaughlin PJ, Vercruysse L, Hanssens M, Johnson PM, Keith JC Jr, Van Assche FA. Immunolocalization of tumour necrosis factor-alpha (TNF-alpha) in the placental bed of normotensive and hypertensive human pregnancies. Placenta 1998;19:231-9.

056 Estelles A, Gilabert J, Grancha S, Yamamoto K, Thinnes T, Espana F, Aznar J, Loskutoff DJ. Abnormal expression of type 1 plasminogen activator inhibitor and tissue factor in severe preeclampsia. Thromb Haemost 1998;79:500-8.

057 Wang Y, Walsh SW. TNF alpha concentrations and mRNA expression are increased in preeclamptic placentas. J Reprod Immunol 1996;32:157-69.

058 Hamai Y, Fujii T, Yamashita T, Nishina H, Kozuma S, Mikami Y, Taketani Y. Evidence for an elevation in serum interleukin-2 and tumor necrosis factor-alpha levels before the clinical manifestations of preeclampsia. Am J Reprod Immunol 1997;38:89-93.

059 Eneroth E, Remberger M, Vahlne A, Ringden O. Increased serum concentrations of interleukin-2 receptor in the first trimester in women who later developed severe preeclampsia. Acta Obstet Gynecol Scand 1998;77:591-3.

060 Gratacós E, Filella X, Palacio M, Cararach V, Alonso PL, Fortuny A. Interleukin-4, Interleukin-10 and granulocyte macrophage-colony stimulating factor in second trimester serum from women with preeclampsia. Obstet Gynecol 1998;92: 849-53.

061 Keane-Myers A, Casolaro V, Ono SJ. Molecular basis and role of differential cytokine production in T helper cell subsets in immunologic disease. Adv Exp Med Biol 1998;438:479-84.

062 Saks S, Rosenblum M. Recombinant human TNF-alpha: preclinical studies and results from early clinical trials. Immunol Ser 1992:56:567-87.

063 Pijnenborg R, Dixon G, Robertson WB, Brossens I. Trophoblastic invasion of human decidua from 8 to 18 weeks of pregnancy. Placenta 1980;1:3-19.

064 Khong TY, De Wolf F, Robertson WB, Brossens I. Inadequate maternal vascular response to placentation in pregnancies complicated by preeclampsia and by small for gestational age infants. Br J Obstet Gynaecol 1986;93:1049-59.

065 Redline RW, Patterson P. Preeclampsia is associated with an excess of proliferative immature itermediate trophoblast. Hum Pathol 1995;26:549-600.

066 Fischer SJ, Dansky CH. Human cytotrophoblast invasion. Semin Cell Biol 1993;4:183-8.

067 Bower S, Schuchter K, Campbell S. Doppler ultrasound screening as part of routine antenatal scanning:prediction of preeclampsia and intrauterine growth retardation. Br J Obstet Gynaecol 1993;100:989-94.

068 Genvacev O, Joslin R, Damsky CH, Polliotti BM, Fisher SJ. Hypoxia alters human cytotrophoblast differentiation/invasion in vitro and models the placental defects that occur in preeclampsia. J Clin Invest 1996;97:540-50.

069 Damsky CH, Fitzgerald ML, Fisher SJ. Distribution patterns of extracellular matrix components and adhesion receptors are intricately modulated during first trimester cytotrophoblast differentiation along the invasive pathway, in vivo. J Clin Invest 1992;89:210-22

070 Bischof P, Campana A. Trophoblast differentiation and invasion: its significance for human embryo implantation. Early Pregnancy. 1997 ;3:81-95.

071 Zhou Y, Damsky CH, Fisher SJ. Preeclampsia is associated with failure of human cytotrophoblasts to mimic a vascular adhesion phenotype. One cause of defective endovascular invasion in this syndrome? J Clin Invest 1997;99:2152-64.

072 Lim KH, Zhou Y, Janatpour M, McMaster M, Bass K, Chun SH, Fisher SJ. Human cytotrophoblast differentiation/invasion is abnormal in pre-eclampsia. Am J Pathol 1997;151:1809-18.

073 Pijnenborg R, Luyten C, Vercruysse L, Van Assche FA. Attachment and differentiation in vitro of trophoblast from normal and preeclamptic human placentas. Am J Obstet Gynecol 1996;175:30-6.

074 Zhou Y, Fisher SJ, Janatpour M, Genbacev O, Dejana E, Wheelock M, Damsky CH. Human cytotrophoblasts adopt a vascular phenotype as they differentiate. A strategy for successful endovascular invasion? J Clin Invest 1997;99:2139-51.

075 Mantovani A, Sozzani S, Introna M. Endothelial activation by cytokines. Ann N Y Acad Sci 1997;832:93-116.

076 Roberts JM, Edep ME, Goldfein A, et al. Sera from preeclamptic women specifically activate human umbilical vein endothelial cells in vitro: morphological and biochemical evidence. Am J Reprod Immunol 1992;27:196-201.

077 de Groot CJ, Murai JT, Vigne JL, Taylor RN. Eicosanoid secretion by human endothelial cells exposed to normal pregnancy and preeclampsia plasma in vitro. Prostaglandins Leukot Essent Fatty Acids 1998;58:91-7.

078 Davidge ST, Baker PN, Roberts JM. NOS expression is increased in endothelial cells exposed to plasma from women with preeclampsia. Am J Physiol 1995;269:H1106-12.

079 Baker PN, Davidge ST, Barankiewicz J, Roberts JM. Plasma of preeclamptic women stimulates and then inhibits endothelial prostacyclin. Hypertension 1996;27:56-61.

080 Nachman RL, Silverstein R. Hipercoagulable states. Ann Intern Med 1993;119:819-27.

081 Branch DW. Physiologic adaptations of pregnancy. Am J Reprod Immunol 1992;28:120-2.

082 Gall SA. Maternal adjustments in the immune system in normal pregnancy. Clin Obstet Gynecol 1983;26:521-36.

083 Clark CJ, Boswell F, Greer IA, Lyall F. Treatment of endothelial cells with serum from women with preeclampsia: effect on neutrophil adhesion. J Soc Gynecol Investig 1997;4:27-33.

084 Wang Y, Adair CD, Coe L, Weeks JW, Lewis DF, Alexander JS. Activation of endothelial cells in preeclampsia: increased neutrophil-endothelial adhesion correlates with up-regulation of adhesion molecule P-selectin in human umbilical vein endothelial cells isolated from preeclampsia. J Soc Gynecol Investig 1998;5:237-43.

085 Sacks GP, Studena K, Sargent K, Redman CW. Normal pregnancy and preeclampsia both produce inflammatory changes in peripheral blood leukocytes akin to those of sepsis. Am J Obstet Gynecol 1998;179:80-6.

086 Tsukimori K, Maeda H, Ishida K, Nagata H, Koyanagi T, Nakano H. The superoxide generation of neutrophils in normal and preeclamptic pregnancies. Obstet Gynecol 1998;88:536-40.

087 Haeger M, Unander M, Norder-Hansson B, Tylman M, Bengtsson A. Complement, neutrophil, and macrophage activation in women with severe preeclampsia and the syndrome of hemolysis, elevated liver enzymes, and low platelet count. Obstet Gynecol 1992;79:19-26.

088 Barden A, Graham D, Beilin LJ, Ritchie J, Baker R, Walters BN, Michael CA. Neutrophil CD11B expression and neutrophil activation in pre-eclampsia. Clin Sci (Colch) 1997;92:37-44.

089 Clark P, Boswell F, Greer IA. The neutrophil and preeclampsia. Semin Reprod Endocrinol 1998;16:57-64.

090 Matthiesen L, Berg G, Ernerudh J, Skogh T. Lymphocyte subsets and autoantibodies in pregnancies complicated by placental disorders. Am J Reprod Immunol 1995;33:31-9.

091 Benyo DF, Miles TM, Conrad KP. Hypoxia stimulates cytokine production by villous explants from the human placenta. J Clin Endocrinol Metab 1997;82:1582-8.

092 Shreeniwas R, Koga S, Karakurum M, Pinsky D, Kaiser E, Brett J, et al. Hypoxia-mediated induction of enfothelial cell interleukin-1a. J Clin Invest 1992;90:2333-9.

093 Hezzi P, Dinarello CA, Bianchi M, Rosandich ME, Repine JE, White CW. Hypoxia increases production of interleukin-1 and tumour necrosis factor by human mononuclear cell. Citokine 1991;3:189-94.

094 Maxwell PH, Pugh CW, Ratcliffe PJ. Inducible operation of the erythropoietin 3'' enhancer in multiple cell lines. Evidence for a widespread oxygen-sensing mechanism. Proc Natl Acad Sci USA 1993;90:2423-7.

095 Kupferminc MJ, Peaceman AM, Wigton TR, Rehnberg KA, Socol ML. Tumor necrosis factor-alpha is elevated in plasma and amniotic fluid of patients with severe preeclampsia. Am J Obstet Gynecol 1994;170:1752-9.

096 Conrad KP, Miles TM, Benyo DF. Circulating levels of immunoreactive cytokines in women with preeclampsia. Am J Reprod Immunol 1998;40:102-11.

097 Vince GS, Starkey PM, Augustgulen R, Kwiatkwoski D, Redman CWG. Interleukin-6, tumour necrosis factor and soluble tumour necrosis factor receptors in women with pre-eclampsia. Br J Obstet Gynaecol 1995;102:20-5.

098 Visser W, Beckmann I, Bremer HA, Lim HL, Wallenburg HC. Bioactive tumour necrosis factor alpha in pre-eclamptic patients with and without the HELLP syndrome. Br J Obstet Gynaecol 1994;101:1081-2.

099 Meekins JW, McLaughlin PJ, West DC, McFadyen IR, Johnson PM. Endothelial cell activation by tumour necrosis factor-alpha and the development of preeclampsia. Clin Exp Immunol 1994;98:110-4.

100 Nevils BG, Conrad PK. Increased circulating levels of TNF-a in preeclampsia:a possible role for cytokines in the pathogenesis of the disease. J Soc Invest Gynecol 1995;2:311 (abstract).

101 Schiff E, Friedman SA, Baumann P, Sibai BM, Romero R. Tumor necrosis factor-alpha in pregnancies associated with preeclampsia or small-for-gestational-age newborns. Am J Obstet Gynecol 1994;170:1224-9.

102 Greer IA, Lyall F, Perera T, Boswell F, Macara LM. Increased concentrations of cytokines Interleukin-6 and Interleukin-1 receptor antagonist in plasma of women with preeclampsia: a mechanism for endothelial dysfunction? Obstet Gynecol 1994;84:937-40.

103 Whiteside TL. Cytokine measurements and interpretation of cytokine assays in human disease. J Clin Immunol 1994;14:327-39.

104 Schrocksnadel H, Herold M, Steckel-BergerG, Fuchs D, Wachter H, Dapunt O. Cellular immunity in pregnancy-induced hypertensive diseases. Geburtshilfe Frauenheilkd 1992;52:592-5.

105 Nakabayashi M, Sakura M, Takeda Y, Sato K. Elevated IL-6 in midtrimester amniotic fluid is involved with the onset of preeclampsia. Am J Reprod Immunol 1998;39:329-34.

106 Daniel Y, Kupferminc MJ, Baram A, Jaffa AJ, Fait G, Wolman I, Lessing JB. Plasma interleukin-12 is elevated in patients with preeclampsia. Am J Reprod Immunol 1998;39:376-80.

107 Dudley DJ, Hunter C, Mitchell MD, Varner MW, Gately M. Elevations of serum interleukin-12 concentrations in women with severe pre-eclampsia and HELLP syndrome. J Reprod Immunol 1996;31:97-107.

108 Sacks GP, Scott D, Tivnann H, Mire-Sluis T, Sargent IL, Redman CW. Interleukin-12 and pre-eclampsia. J Reprod Immunol 1997;34:155-8.

109 Saito S. Preeclampsia is a Th1 phenomenon. Hypert Preg en prensa.

110 Pober JS, Cotran RS. Cytokines and endothelial cell biology. Physiol Rev 1990;70:427-51.

111 Cotran RS, Pober JS. Cytokines-endothelial cell interactions in inflammation, immunity and vascular injury. J Am Soc Nephrol 1990;1:225-35.

112 Anderson TJ, Gerhard MD, Mereduth IT, et al. Systemic nature of endothelial dysfunction in atherosclerosis. Am J Cardiol 1995;75:71-4B.

113 Marsden PA, Brenner BM. Transcriptional regulation of the endothelin-1 gene by TNF-a. Am J Physiol 1992;262:C854-61.

114 Haijar KA, Haijar DP, Silverstein RL, Nachman RL. Tumour necrosis factor-mediated release of platelet derived growth factor from cultured endothelial cells. J Exp Med 1987;166: 235-45.

115 Taylor RN, Musci TJ, Rodgers GM, Roberts JM. Preeclamptic sera stimulate increased platelet derived growth factore mRNA and protein expression by cultured human endothelial cells. Am J Reprod Immunol 1991;25:105-8.

116 Van Hinsbergh VWM, Kooistra T, Van den Berg EA, Princen HMG, Fiers W, Emeis JJ. Tumor necrosis factor increases the production of plasminogen activator inhibitor in human endothelial cell in vitro and rats in vivo. Blood 1988;72:1467-73.

117 Friedman SA, Schiff E, Emeis JJ, Dekker GA, Sibai BM. Biochemical corroboration of endothelial involvement in severe preeclampsia. Am J Obstet Gynecol 1995;172:202-3.

118 Anderson JA, Miller FN, Sims DE, Edwards MJ. Tumor necrosis factor causes microvascular protein leakage independently of neutrophils or mast cells. J Surg Res 1994:56:485-90.

119 Wang P, Ba ZF, Chaudry EFIH. Administration of tumor necrosis factor in vivo depresses endothelium dependent relaxation. Am J Physiol 1994;266:H2535-41.

120 Mc Carthy AL, Woolfson RJ, Raju SK, Poston L. Abnormal endothelial cell function of resistance arteries from women with preeclampsia. Am J Obstet Gynecol 1993;168:1323-30.

121 Pascoal IF, Lindheimer LD, Brandt CN, Moawad AH, Umans JG. Contraction and relaxation abnormalities in resistance arteries from preeclamptic women. J Soc Gynecol Invest 1995, 2:157.

122 Campbell JH, Campbell GR. Cell biology of atherosclerosis. J Hypertens 1994;12:S129-32.

123 Meekins JW, Pijnenborg R, Hanssens M, van Assche A, McFadyen IR. Immunohistochemical detection of lipoprotein(a) in the wall of placental bed spiral arteries in normal and severe preeclamptic pregnancies. Placenta 1994;15:511-24.

124 Hotamisligil G. Spiegelman BM. Tumor necrosis factor a:A key component to the obesity-diabetes link. Diabetes 1994: 43:1271-8.

125 Stark JM. Preeclampsia and cytokine-mediated oxidative stress. Br J Obstet Gynaecol 1993;100:105-9.

126 Freeman BA, Crapo JD. Biology of disease. Free radicals and tissue injury. Lab Invest 1982;47:412-26.

127 Halliwell B, Gutteridge JMC. Role of free radicals and catalytic metal ions in human disease: an overview. Methods Enzymol 1990;186(B):1-85.

128 Szczeklik A, Gryglewsky RJ. Low density lipoproteins are carriers for lipid peroxides and inhibit prostacyclin byosynthesis in arteries. Artery 1980;7:488-95.

129 Warso MA, Lands WE. Pathophysiologic modulation of arachidonate metabolism. Clin Physiol Biochem 1984;2:70-7.

130 Warso MA, Lands WEM. Presence of lipid hydroperoxide in human plasma. J Clin Invest 1985;75:667-71.

131 Moncada S, Vane JR. Pharmacology and endogenous roles of prostacyclin endoperoxides, tromboxane A2 and prostacyclin. Pharmacol Rev 1979;30:293-331.

132 Gryglewsky RJ, Palmer RMJ, Moncada S. Superoxide anion is involved in the breakdown of endothelium derived relaxing factor. Nature 1986;320:454-6.

133 Slater TF. Lipid peroxidation and intercellular messengers in relation to cell injury. Agents actions 1987;22:333-4.

134 Bruckdorfer KR. Antioxidants, lipoprotein oxidation, and arterial function. Lipids 1996;31:S83-5.

135 Wang Y, Walsh SW, Kay HH. Placental lipid peroxides and thromboxane are increased and prostacyclin is decreased in women with preeclampsia. Am J Obstet Gynecol 1992;167: 946-9.

136 Gratacós E, Casals E, Deulofeu R, Cararach V, Alonso PL, Fortuny A. Lipid peroxide and vitamin E patterns in women with different types of hypertension in pregnancy. American Journal Obstetric and Gynecology 1998;178:1072-6.

137 Wang Y, Walsh SW. Antioxidant activities and mRNA expression of superoxide dismutase, catalase, and glutathione peroxidase in normal and preeclamptic placentas. J Soc Gynecol Investig 1996;3:179-84.

138 Walsh SW, Wang Y. Deficient glutathione peroxidase in preeclampsia is associated with increased placental production of thromboxane and lipid peroxides. Am J Obstet gynecol 1991;169:1456-61.

139 Uotila J, Tuimala R, Aarnio P, Pyykko K, Ahotupa M. Findings on lipid peroxidation and antioxidant function in hypertensive complications of pregnancy. Br J Obstet Gynaecol 1993; 100:270-6.

140 Wang Y, Walsh SW, Guo J, Zhang J. The imbalance between thromboxane and prostacyclin in preeclamsia is associated with an imbalance between lipid peroxides and vitamin E in maternal blood. Am J Obstet Gynecol 1991;165:1695-700.

141 Jain SK, Wise R. Relationship between elevated lipid peroxides, vitamin E deficiency, and hypertension in preeclampsia. Moll Cell Biochem 1995;151:33-8.

142 Mutlu-Turkoglu U, Ademoglu E, Ibrahimoglu L, Aykac-Toker G, Uysal M. Imbalance between lipid peroxidation and antioxidant status in preeclampsia. Gynecol Obstet Invest 1998;46:37-40.

143 Wang Y, Walsh SW. Antioxidant activities and mRNA expression of superoxide dismutase, catalase, and glutathione peroxidase in normal and preeclamptic placentas. J Soc Gynecol Investig 1996;3:179-84.

144 Dietary consumption and plasma concentrations of vitamin E in pregnancies complicated by preeclampsia. Am J Obstet Gynecol 1996;175:1024-8.

145 Prabha PS, Das UN, Koratkar R, Sagar PS, Ramesh G. Free radical generation, lipid peroxidation and essential fatty acids in uncontrolled essential hypertension. Prostaglandins Leukot Essent Fatty Acids 1990;41:27-33.

146 Sasaguri Y, Morimatsu M, Nakashima T, Tokunaga O, Yagi K. Difference in the inhibitory effect of linoleic acid hydroperoxide on prostacyclin biosynthesis between cultured endothelial cells from human umbilical cord vein and cultured smooth muscle cells from rabbit aorta. Biochem Int 1985;11: 517-21.

147 Morikawa S, Kurauchi O, Tanaka M, Yoneda M, Uchida K, Itakura A, Furugori K, Mizutani S, Tomoda Y. Increased mitochondrial damage by lipid peroxidation in trophoblast cells of preeclamptic placentas. Biochem Mol Biol Int 1997;41:767-75.

148 Davidge ST, Everson WV, Parisi VM, McLaughin MK. Pregnancy and lipid peroxide-induced alteration of eicosanoid-metabolizing enzymes in the aorta of the rat. Am J Obstet Gynecol 1993;169:1338-44.

149 Davidge ST, Hubel CA, McLaughin MK. Lipid peroxidation increases arterial cyclooxigenase activity during pregnancy. Am J Obstet Gynecol 1994;170:215-22.

150 Lorentzen B, Endressen MJ, Clausen T, Henriksen T. Fasting serum triglycerides are increased before 20 weeks of gestation in women who later develop preeclampsia. Hypertens Preg 1994;13:103-9.

151 Gratacós E, Casals E, Sanllehy C, Cararach V, Alonso PL, Fortuny A. Variation in lipid levels during pregnancy in women with different types of hypertension. Acta Obstetricia et Gynecologica Scandinavica 1996;75:891-901.

152 Davidge ST, Signorella AP, Hubel CA, Lykins DL, Roberts JM. Distinc factors in plasma of preeclamptic women increase endothelial nitric oxide and prostacyclin. Hypertension 1996;28:758-64.

153 Lorentzen B, Henriksen T. Plasma lipids and vascular dysfunction in preeclampsia. Semin Reprod Endocrinol 1998; 16:33-9.

154 Ishimoto H, Natori M, Tanaka M, Miyazaki T, Kobayashi T, Yoshimura . Role of oxygen-derived free radicals in free growth retardation induced by ischemia-reperfusion in rats. Am J Physiol 1997;272:H701-5.

155 Greer IA, Haddad NG, Dawes J, Johnstone FD, Calder AA. Neutrophil activation in pregnancy-induced hypertension. Br J Obstet Gynaecol 1989;96:978-82.

156 Roberts JM. Endothelial dysfunction in preeclampsia. Semin Reprod Endocrinol 1998;16:5-15.

157 Kuchinskiene Z, Carlson LA. Composition, concentration, and size of low density lipoproteines, and of subfractions of very low density lipoproteins from serum of normal men and women. J Lipid Res 1982;23:762-9.

158 Witztum JL. Susceptibility of low-density lipoprotein to oxidative modification. Am J Med 1993;94:347-9.

159 Chait A, Brazg RL, Tribble DL, Krauss RM. Susceptibility of small, dense, low-density lipoproteins to oxidative modification in subjects with the atherogenic lipoprotein phenotype, pattern B. Am J Med 1993;94:350-6.

160 Hubel CA, Lyall F, Weissfeld L, Gandley RE, Roberts JM. Small low-density lipoproteins and vascular cell adhesion molecule-1 are increased in association with hyperlipidemia in preeclampsia. Metabolism 1998;47:1281-8.

161 Gratacós E, Gómez O, Casals E, Alonso PL, Cararach V. Altered lipid profile in women with preeclampsia three months post-delivery. J Hypertens en prensa.

162 McNamara JR, Jenner JL, Li Z, Wilson PWF, Schaefer EJ. Change in LDL particle size is associated with change is plasma triglyceride concentration. Arteriosclerosis and Thrombosis 1992;12:1284-90.

163 Arngrinssom R. Familial preeclampsia syndrome during and without the pregnancy and genetic considerations. Hypertens Preg en prensa.

164 Chen G, R Wilson, Wang SH, Zheng HZ, Walker JJ, McKillop JH. Tumour necrosis factor-alpha (TNF-alpha) gene polymorphism and expression in pre-eclampsia. Clin Exp Immunol 1996;104:154-9.

165 Bernstein IM, Ziegler W, Stirewalt WS, Brumsted J, Ward K. Angiotensinogen genotype and plasma volume in nulligravid women. Obstet Gynecol 1998;92:171-3.

166 Khamashta MA, Hughes GR. Pregnancy in systemic lupus erythematosus. Curr Opin Rheumatol. 1996;8:424-9.

167 O''Brien WF. Predicting preeclampsia. Obstet Gynecol 1990; 75:445-52.

168 Arngrinmsson R, Bjornsson S, Geirsson RT, Bjornsson H, Walker JJ, Snaedal G. Genetic and familial predisposition to eclampsia and preeclampsia in a defined population. Br J Obstet Gynaecol 1990;97:762-9.

169 Knight M, Redman CW, Linton EA, Sargent IL. Shedding of syncytiotrophoblast microvilli into the maternal circulation in pre-eclamptic pregnancies. Br J Obstet Gynaecol 1998;105: 632-40.

170 Redman CW. Personal communication. 12th International Congress of Hypertension in Pregnancy, Kobe 1998.

Opciones de artículo
Herramientas
es en pt

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?

Are you a health professional able to prescribe or dispense drugs?

Você é um profissional de saúde habilitado a prescrever ou dispensar medicamentos