EL ALARMANTE NÚMERO de muertes por errores médicos evitables quedó patente en un informe publicado por el Institute of Medicine hace más de una década1. Desde su publicación, To Err is Human; Building a Safer Health System (Errar es humano: construyendo un sistema de salud seguro) ha dado pie a iniciativas para mejorar la seguridad del paciente. Sin embargo, la calidad y la seguridad sanitarias en Estados Unidos continúan siendo mediocres en el mejor de los casos: la sanidad del país quedó en el último lugar entre las naciones industrializadas en cuanto a indicadores de eficiencia, equidad y resultados en un informe reciente del Commonwealth Fund2. La tecnología de la información sanitaria (TIS) se ha convertido en una herramienta clave para llevar a cabo las mejoras necesarias en calidad y costes3. Este artículo aborda el papel de la historia clínica electrónica (HCE) en las iniciativas actuales de seguridad. Según el mandato actual que exige el uso de la HCE, la documentación automatizada de enfermería afectará al trabajo de cada enfermera.
Provisión de incentivosPara acelerar el uso de la TIS, en 2009 el Congreso aprobó y el presidente Obama promulgó la Health Information Technology for Economic and Clinical Health (HITECH, ley sobre la tecnología de la información sanitaria para la salud económica y clínica), que forma parte de la American Recovery and Reinvestment Act (ley de reinversión y recuperación). La HITECH dispone pagos de incentivos a hospitales y profesionales sanitarios que adopten la HCE certificada por la Office of the National Coordinator for Health Information Technology y la utilicen de forma eficaz en el curso de los cuidados4. Las HCE se han asociado con la reducción de errores en la administración de medicación y con la mejora de la documentación de enfermería; el flujo de trabajo y la comunicación de enfermería también han mejorado5,6. Desde mayo de 2015, se han hecho pagos por un importe superior a 20.500 millones de dólares dentro del programa de incentivos por HCE de Medicare y de 9.700 millones de dólares dentro del programa de incentivos por HCE de Medicaid7.
La mayoría de las organizaciones sanitarias está implementando la HCE para beneficiarse de estos incentivos. Los proyectos a menudo son presentados como proyectos de “uso significativo” y se han convertido en una importante iniciativa en muchas organizaciones sanitarias. Una fase futura de la HITECH incluye sanciones si las organizaciones no cumplen con las iniciativas de calidad y seguridad identificadas8.
La selección, diseño, creación y ejecución de estos proyectos requieren personal técnico y clínico TIS adicional. Con los incentivos que impulsan este proceso, la implementación y el apoyo satisfactorios de un proyecto de HCE de una organización es importante desde un punto de vista financiero y clínico.
Informática en enfermeríaEn 1992, la American Nurses Association (ANA) identificó la informática en enfermería como una especialidad “que integra la ciencia de la enfermería con múltiples ciencias de la información y analíticas para identificar, definir, administrar y comunicar datos, información, conocimiento y sabiduría en la práctica enfermera”9. Las enfermeras especialistas en sistemas de la información desempeñan un papel vital en todos los aspectos del ciclo vital de la TIS. La información clínica acumulada en la HCE se utiliza en muchos contextos secundarios, como en escenarios de calidad, legales y reglamentarios, y los datos se analizan para producir nuevo conocimiento de enfermería. Esto crea un entorno en que las enfermeras clínicas interactúan con las enfermeras especialistas en sistemas de la información y especialistas en informática en enfermería9.
Las funciones de una enfermera, una enfermera especialista en sistemas de la información y una especialista en informática en enfermería son complementarias. La posición de la ANA lo apoya, pues afirma que las enfermeras especialistas deben participar en la selección, diseño, desarrollo, implementación, evaluación y mejora de las HCE y los dispositivos electrónicos en entornos de cuidados al paciente10.
Las enfermeras en todos los niveles de la organización “directoras de enfermería, enfermeras jefe y enfermeras especialistas” deben participar en las decisiones en relación con la TIS. Las directoras de enfermería poseen la visión de los cuidados al paciente y las repercusiones de la TIS en la realización de esa visión. Necesitan una comprensión de cómo la TIS afecta a los cuidados de los pacientes para que puedan colaborar con otros miembros del equipo ejecutivo cuando se tratan problemas respecto a la TIS11.
Las enfermeras especialistas tienen muchas oportunidades de involucrarse durante el proceso de selección e implementación de la HCE. En general, entre las fases del proceso se encuentran:
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La selección del sistema.
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El diseño y desarrollo del sistema, incluyendo la validación del estado actual y futuro.
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Las pruebas.
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La formación.
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La implementación o “entrada en funcionamiento”
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El mantenimiento constante y la optimización12.
En la mayoría de las organizaciones participan enfermeras especialistas en todas las fases mencionadas. Por lo general, estas enfermeras han demostrado un interés en proyectos de TIS. Las organizaciones u hospitales a menudo identifican a las enfermeras de cada unidad o especialidad dentro de la organización, a las cuales se las considera expertas en alguna materia. Estas enfermeras especialistas son expertas en prestar cuidados a los pacientes y pueden articular las necesidades de pacientes, familiares y enfermeras a los profesionales de TIS.
El diseño, desarrollo e implementación de la HCE debe recoger las necesidades de los pacientes, enfermeras y otros especialistas clínicos que prestan cuidados. La enfermera tiene la responsabilidad de ser esta “voz” ante el departamento de TIS.
Trabajar juntos para mejorar los resultadosTodas las profesionales de enfermería desempeñan un papel vital en la implementación de la HCE. Al trabajar con profesionales de la TIS, las enfermeras especialistas desempeñan un papel fundamental en la integración de los cuidados directos al paciente en la tecnología para transformar los datos en sabiduría. ■
La autora declara no tener ningún conflicto de intereses económicos relacionados con este artículo.