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Vol. 23. Núm. 3.
Páginas 46-49 (Mayo 2009)
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Piercings y tatuajes
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Anna López Ferrera, Lluís Puiga
a Dermatólogos. Servicio de Dermatología del Hospital Santa Creu i Sant Pau. Barcelona.
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Implicaciones para la salud dermatológica

En los últimos años, la colocación de piercings y realización de tatuajes ha aumentado sustancialmente y se ha convertido en un fenómeno socialmente aceptado más allá de la población adolescente. Sin embargo, estos procedimientos no están exentos de complicaciones y tienen riesgos para la salud. De ellos nos hablan los autores de este artículo.

Los piercings y tatuajes son procedimientos que se realizan sobre la piel produciendo incisiones en ésta, alterando su función de barrera y dando lugar a efectos no deseados. Las posibles complicaciones incluyen infecciones locales y sistémicas, dermatitis de contacto o reacciones a cuerpo extraño, entre otras, que se relacionan tanto con la técnica y los materiales utilizados, como con las características particulares de la zona del cuerpo sobre la que se actúa.

Piercings

Los body piercings o perforaciones corporales consisten en producir perforaciones con una aguja en diferentes localizaciones de la piel con el fin de introducir una joya o elemento decorativo a través del agujero producido previamente.

El lóbulo de la oreja es la parte más común donde se realiza este tipo de perforación corporal, aunque también son cada vez más frecuentes, sobre todo entre la población más joven, el cartílago de la oreja, la ceja, la nariz, la lengua, el labio, el ombligo, los pezones e incluso los genitales. Las complicaciones y riesgos para la salud son múltiples y dependen de la localización del piercing(tabla I) y de factores determinados por el propio proceso. Se ha estimado que la frecuencia de complicaciones leves y transitorias que ocurren como consecuencia de la colocación de un piercingoscila entre el 10 y el 30% de los casos, mientras que las complicaciones graves ocurren en menos del 1% de los casos.

Algunas de las posibles complicaciones de estos procedimientos son las siguientes:

- Infecciones locales.

- Hemorragias.

- Reacciones alérgicas.

- Lesión de estructuras nerviosas.

- Queloides (cicatrices gruesas en el área perforada).

- Daño dental (hinchazón e infección de la lengua, dientes partidos, ahogamiento con las joyas si se desprenden).

- Infecciones sistémicas.

- Endocarditis bacteriana.

Infecciones locales

Las infecciones locales en el lugar de punción son las complicaciones más frecuentes que se producen como consecuencia de la colocación de piercings. Generalmente se trata de infecciones bacterianas producidas por S. aureus, estreptococos del grupo A y Pseudomonas, que requieren tratamiento de la zona con un antibiótico tópico. Los signos que ayudan al diagnóstico de la infección local son la aparición de signos inflamatorios locales, como eritema, edema y dolor que surgen alrededor del lugar de punción. Si la infección prospera puede afectar a todo el espesor de la piel hasta el tejido celular subcutáneo, produciéndose una celulitis. En algunos casos, puede producirse una colección purulenta en forma de absceso alrededor de la zona donde se ha colocado el piercing, que puede requerir drenaje para su curación.

Pabellón auricular. En determinadas localizaciones, como el pabellón auricular, la infección local puede derivar en complicaciones más serias. Así, la pericondritis es una infección de la piel y del tejido que rodea el cartílago auricular o pericondrio al perforar el pabellón auricular a través del cartílago. Esta suele ocurrir durante el primer mes después de la colocación del piercing y de manera especial en los meses de verano. La pericondritis no tratada adecuadamente puede ocasionar un daño grave si progresa afectando al cartílago, de localización más profunda, derivando en una condritis. En este caso, el tratamiento consiste en la administración de antibióticos por vía oral o incluso por vía intravenosa en los casos más graves. Si hay acumulación de pus, puede ser necesario el drenaje quirúrgico también en este caso.

Cavidad oral. En el caso de piercings en la cavidad oral, el riesgo de infecciones no es despreciable, ya que se trata de una cavidad colonizada por múltiples especies bacterianas de forma natural. La angina de Ludwig es rara, pero se trata de una celulitits de la cavidad oral rápidamente progresiva producida por microorganismos anaerobios que puede aparecer como complicación de colocación de un piercing en la lengua.

Ombligo. En el ombligo, el riesgo de infección es elevado debido a la oclusión de la zona que se produce por la ropa.

Medidas profilácticas contra las infecciones locales por piercings

Las medidas profilácticas de asepsia en el momento de colocación del piercing, así como las curas tópicas hasta la cicatrización evitan o minimizan las complicaciones infecciosas locales.

En pacientes con determinadas patologías de base es importante tener en cuenta el riesgo aumentado de infección, como es el caso de pacientes diabéticos e inmunodeprimidos o aquellos que están en tratamiento con corticoides u otros fármacos inmunodepresores. En el caso de pacientes con valvulopatías o cardiopatías congénitas debe tenerse en cuenta el riesgo de endocarditis bacteriana.

Infecciones sistémicas

La colocación de piercings supone la introducción de elementos punzantes en el interior de la piel. Si estos instrumentos están contaminados con sangre puede producirse el contagio de infecciones por vía parenteral. Entre ellas cabe destacar la importancia de infecciones como por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el de la hepatitis C (VHC) y el de la hepatitis B (VHB). Con el fin de minimizar este riesgo debe utilizarse material desechable o esterilizado adecuadamente para la colocación de piercings.

Hemorragias

Al perforar la piel para colocar un piercing puede producirse una hemorragia, con mayor o menor riesgo según la localización. Así, la colocación de piercingsen la cavidad oral es la que tiene mayor riesgo de hemorragia. Esta complicación tampoco es despreciable al colocar un piercing en genitales. En el caso de la lengua, además, el edema que se produce al perforarla puede ser de suficiente consideración como para comprometer la vía aérea y suponer un riesgo vital para el individuo.

Para evitar un riesgo adicional de hemorragia se debe evitar la colocación de piercings en individuos que estén en tratamiento con antiagregantes y anticoagulantes, así como en aquellos pacientes con patologías como la hemofilia.

Lesión de estructuras nerviosas

En determinadas situaciones, al colocar un piercing puede ocasionarse de manera accidental la lesión de terminaciones nerviosas que llegan hasta la piel, dando lugar a pérdida de sensibilidad en determinados territorios, como puede suceder al colocar piercings en la cara.

Queloides

Los queloides son cicatrices anormales que aparecen en algunos individuos debido a que el proceso de cicatrización se produce de forma exagerada. Pueden aparecer en cualquier localización aunque son más frecuentes en el pabellón auricular y el tronco. El tratamiento de los queloides no siempre tiene buen resultado, por lo que debe desaconsejarse el uso de estas prácticas en individuos que ya hayan experimentado aparición de queloides o cicatrices hipertróficas sobre cicatrices anteriores.

Daño dental

Los piercings que se colocan en la cavidad oral, ya sea en labios o lengua, pueden producir lesiones en las piezas dentarias y en las encías debido al traumatismo repetido que producen las piezas de joyería sobre la superficie de los dientes. También pueden producir lesiones en la mucosa oral como consecuencia del traumatismo repetido.

Reacciones alérgicas

La colocación de metales en contacto con la piel puede producir reacciones alérgicas de contacto en individuos sensibilizados. El sulfato de níquel es el alérgeno de contacto más frecuente en los países industrializados. La reacción alérgica de contacto se caracteriza por la reacción inflamatoria alrededor del piercing de manera diferida. Todos los metales pueden dar lugar a una reacción alérgica, aunque estas son menos frecuentes si se utiliza acero inoxidable, sobre todo en el período de cicatrización del piercing. También pueden producirse reacciones alérgicas a diferentes sustancias que se utilizan durante el proceso de colocación del piercing, como desinfectantes y anestésicos locales.

Endocarditis bacteriana

Se han descrito casos de endocarditis bacteriana en relación con la colocación de piercings en múltiples localizaciones. En general, los pacientes que tienen riesgo de sufrir una endocarditis bacteriana serían los portadores de cardiopatías estructurales como valvulopatías y los portadores de cardiopatías congénitas. En estos casos, debería recomendarse la abstención de la colocación de piercingscomo única medida profiláctica.

Tatuajes y maquillaje permanente

Un tatuaje consiste en la realización de un dibujo en la piel con finalidad decorativa y estética. Al hablar de tatuajes normalmente nos referimos a los tatuajes permanentes, aunque también hay tatuajes no permanentes que tienen una duración determinada pero tampoco están exentos de complicaciones.

La elaboración de un tatuaje permanente requiere la realización de múltiples heridas punzantes en las capas profundas de la piel con el fin de inyectar tinta y crear un dibujo decorativo. La producción de múltiples traumatismos sobre la piel supone un riesgo de complicaciones locales como infecciones, pero también de riesgos graves para la salud.

En el caso de los tatuajes no permanentes, la tinta se deposita en la superficie de la piel. En los tatuajes con hennase utiliza una tinta vegetal para teñir la piel sin utilizar agujas para la creación del tatuaje (fig. 1). Su duración suele ser de varias semanas. También existen los tatuajes temporales hechos con calcomanías, en los que el diseño del tatuaje se encuentra en un papel cubierto con una sustancia adhesiva que se aplica sobre la piel con agua para fijarlo. Estos tatuajes tienen una duración de pocos días y los riesgos para la salud son menores.

Fig. 1. Tatuaje temporal con henna

Piercings en genitales

Cada vez es más frecuente la colocación de piercings en la zona genital con motivo estético, pero debe tenerse en cuenta, además de las complicaciones mencionadas con anterioridad, que la colocación de piercings en genitales implica un riesgo añadido de rotura de los anticonceptivos de barrera. Además, la presencia de piercings en genitales entraña una probabilidad mayor de lesiones en las mucosas durante la práctica sexual y ésta, a su vez, un riesgo mayor de infecciones locales y sistémicas.

Infecciones

La realización de un tatuaje implica la punción de la piel en múltiples ocasiones para inyectar la tinta en la dermis. En este proceso puede producirse la entrada de microorganismos y dar lugar a la infección de la piel tatuada, tal como se ha descrito anteriormente en las complicaciones infecciosas de la colocación de piercings. Por otro lado, el uso de agujas no esterilizadas o contaminadas con sangre infectada puede implicar la transmisión de enfermedades sistémicas graves como la infección por VIH, VHC o VHB.

Por tanto, en este caso también son importantes las medidas de asepsia a la hora de realizar un tatuaje así como el uso de material desechable.

Reacciones alérgicas

La introducción de tintas dentro de la piel puede producir reacciones alérgicas frente a los colorantes que componen la tinta. En estos casos se observa una reacción inflamatoria en determinadas áreas del tatuaje, que puede verse más sobreeelevada y eritematosa (fig. 2). En ocasiones, si la reacción inflamatoria es muy intensa, puede producirse un tejido cicatricial en la zona del tatuaje y su decoloración.

Fig. 2. Dermatitis de contacto alérgica a tinta del tatuaje

En el caso de tatuajes temporales también se han descrito casos de dermatitis de contacto a las sustancias que se utilizan para teñir la piel, produciéndose una reacción inflamatoria superficial (fig. 3). Uno de los colorantes naturales más utilizados para realizar tatuajes temporales es la henna, a la que en algunos casos se añade un colorante textil para potenciar el color que es la parafenilendiamina (PPD). Este colorante téxtil suele ser el responsable de las dermatitis de contacto producidas en tatuajes con henna. En algunos casos, además, de forma posterior a la reacción alérgica, puede quedar como secuela una hipopigmentación residual con la forma del tatuaje.

Fig. 3. Eritema residual secundario a dermatitis de contacto en zona de tatuaje

Queloides

En este apartado, es válido lo descrito para la colocación de piercings, por lo que no es recomendable realizar tatuajes en individuos con tendencia a la formación de queloides en zonas de cicatrización.

Exacerbación de patologías cutáneas

La presencia de enfermedades concomitantes como la psoriasis o el liquen plano pueden manifestarse en la zona del tatuaje a través del fenómeno isomorfo de Koebner. Además, en las zonas tatuadas también puede darse la reactivación de infecciones por herpes simple y herpes Zóster. El tatuaje también puede favorecer la aparición de lesiones de lupus discoide crónico en pacientes con esta patología. Por otro lado, la aparición de zonas sobreelevadas en un tatuaje puede alertar sobre una posible sarcoidosis y puede ser perjudicial por dificultar la detección de tumores malignos como el melanoma en las zonas tatuadas.

Quemaduras inducidas por resonancia magnética

El contenido en algunos tatuajes de óxido férrico, sobre todo los de color negro y rojo, puede favorecer el calentamiento excesivo del tatuaje al someterse su portador a un procedimiento de resonancia magnética nuclear, causando la aparición de una quemadura en la zona tatuada.


Bibliografía general

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