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Vol. 19. Núm. 5.
Páginas 16-21 (Mayo 2005)
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La economía española ante el relevo político
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MARIOLA PINILLOSa, CARMEN PINILLOSa, FERNANDO ANTOÑANZASa
a Economistas. Universidad de La Rioja.
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Figura 1. Evolución del PIB (2000-2004): comparación internacional
Figura 2. Ocupación y paro
Figura 3. Evolución del IPC (2003-2004)
Figura 3. Evolución del IPC (2003-2004)
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Tras un año en el que los buenos y, hasta sorprendentes, resultados registrados por las principales economías internacionales parecían consolidar definitivamente la recuperación de la economía mundial, el panorama económico internacional vuelve a enfriarse en la segunda mitad del año 2004. De nuevo, y casi simultáneamente, las economías de Estados Unidos, Japón y la zona euro vuelven a mostrar tasas de crecimiento desaceleradas (fig. 1).

Figura 1. Evolución del PIB (2000-2004): comparación internacional

Tasas de variación interanual. Datos trimestrales en porcentaje de crecimiento

Fuente: INE.

 

A la constante depreciación del dólar y la persistencia de los desequilibrios económicos que ponían en duda la fortaleza de la recuperación (falta de competitividad y rigidez de mercados en las economías europeas y déficits elevados en la estadounidense), se une una nueva escalada del precio del petróleo lo que, todo ello unido, acabará por afectar a la actividad económica.

Sin poder aislarse de lo acontecido en el entorno económico internacional y, más directamente, del de la zona euro, la economía española ha mostrado, durante el último ciclo económico, un comportamiento diferenciado, distinto del mantenido en otras ocasiones. Así, mientras que la desaceleración fue menos intensa que en la zona euro (lo que sirvió para acercar los niveles de renta per capita españoles a los comunitarios), la recuperación también está siendo menos vigorosa. De hecho, desde finales de 2001 y a diferencia de lo ocurrido en las economías que le sirven de referencia, la española presenta un perfil de crecimiento moderado en torno al 2,5%, en el que no se aprecian fluctuaciones significativas.

Crecimiento y actividad económica

Una demanda interna estable y un comportamiento menos negativo por parte del sector exterior consiguen que la economía española acelere finalmente su ritmo de crecimiento en el cuarto trimestre y cierre el año con una tasa de variación interanual del 2,7%.

En el conjunto del año, el crecimiento medio anual del PIB se estima en un 2,7%; una cifra que, aun siendo la más alta de los últimos tres años, no logra alcanzar las previsiones del Gobierno (ya revisadas a la baja en junio) y reduce el diferencial de crecimiento con la zona euro (desde los dos puntos porcentuales registrados a finales de 2003, a los 1,1 puntos, doce meses después).

 

La actividad económica desde la perspectiva de la demanda. Dicho crecimiento es el resultado de la suma de dos comportamientos dispares: el de una demanda interna que continúa acelerando su crecimiento (4,4 puntos, frente a los 3,3 puntos del año pasado) y el de una demanda exterior que intensifica en casi dos puntos porcentuales su contribución negativa al crecimiento.

 

La actividad económica y el sector exterior. Pese a la mejoría del cuarto trimestre, el sector exterior restó 1,7 puntos al crecimiento de la demanda interna (nueve décimas más que el año anterior), restringiendo, con ello, el crecimiento de la economía española hasta el 2,7%. El comportamiento mostrado por el sector exterior durante el año 2004 es el resultado de un crecimiento de las importaciones mucho más intenso que el de las exportaciones.

 

La actividad económica desde la perspectiva de la oferta. Todos los sectores económicos, excepto las ramas de actividad agraria y pesquera, contribuyeron positivamente con su actividad al crecimiento de la economía española.

Mercado de trabajo

Dos son los rasgos que caracterizan al mercado de trabajo español en 2004: el menor ritmo de crecimiento de la ocupación y la actividad y la reducción del desempleo.

Población activa

El número de personas que se incorpora al mercado de trabajo en busca de empleo continúa creciendo en 2004, aunque a un ritmo inferior al del año anterior (un 2% de media anual, frente al 2,6% de 2003). Con todo, la tasa de actividad sigue incrementándose hasta situarse en el 56,1% al cerrar el año.

La tasa de actividad femenina también alcanza un nuevo máximo histórico al superar el 45% en el cuarto trimestre. Además, el hecho de que, de nuevo, el incremento de la actividad laboral sea mayor en las mujeres (7 de cada 10 activos nuevos son mujeres), disminuye en un punto porcentual la tradicional brecha que separa la actividad femenina de la masculina.

Ocupación y empleo

Según la Encuesta de Población Activa (EPA), el número de personas ocupadas se incrementa a lo largo de 2004 en 461.300; si bien el ritmo de crecimiento se modera respecto al mantenido un año antes: frente al 3% de crecimiento interanual registrado en el cuarto trimestre de 2003, la ocupación crece, un año más tarde, un 2,7%.

La moderación en el ritmo de creación de empleo también se observa al analizar las cifras de contratación: mientras que el número de contratos registrados en las oficinas del INEM durante el año 2003 creció un 18,6%, un año más tarde lo hace en un 7,6%. Los datos de empleo suministrados por la Contabilidad Nacional Trimestral (CNTR) muestran, sin embargo, un crecimiento de la ocupación estable, en torno al 2,1% (fig. 2); crecimiento que, al combinarse con los datos de producción, incrementa la productividad aparente del trabajo en un 0,5%.

Figura 2. Ocupación y paro

Ocupación: tasas de variación interanual (eje izquierdo). Paro: porcentaje de parados sobre la población activa (eje derecho)

Fuente: BEA, EUROSTAT, BE e INE.

 

 

Tal como se deduce de los datos de la EPA, el empleo generado durante el año 2004 es un empleo asalariado, a tiempo completo e indefinido, que beneficia a los mayores de 25 años (la ocupación disminuye en los grupos de edad más jóvenes) y a las mujeres (dos de cada tres empleos creados durante el año son cubiertos por mujeres). No obstante, este tipo de empleo (asalariado, a tiempo completo y con contrato indefinido) es el más afectado por la moderación en el ritmo de creación de empleo. De hecho, es el empleo temporal, por cuenta propia y a tiempo parcial el único que acelera el ritmo de crecimiento en 2004.

Todos los sectores económicos, excepto agricultura, registran incrementos de ocupación. Tras 6 trimestres consecutivos de crecimiento negativo, la industria vuelve a crear empleo, si bien la mayor parte del empleo generado por la economía española sigue estando vinculado a la construcción y los servicios (el 98,5% del empleo creado en el año se concentra en dichas actividades).

Desempleo y paro

El hecho de que la actividad laboral modere su crecimiento más intensamente que la ocupación ha permitido que el número de desempleados disminuya en el año 2004 un 5,6% (120.000 desempleados menos que hace un año) y que la tasa de paro descienda 8 décimas hasta situarse en el 10,4% de la población activa (fig. 2).

El paro disminuye en todos los grupos de edad (excepto en los mayores de 55 años), entre los que buscan su primer empleo (un 17,2% menos en el año) y tanto entre los hombres como entre las mujeres (el número de desempleados varones disminuye un 7,2%, mientras que el de desempleadas lo hace en un 4,5%).

Desde un punto de vista sectorial, el paro disminuye en todas las actividades económicas (principalmente en la construcción) y, desde un punto de vista espacial, en todas las comunidades autónomas, excepto en Asturias, Cantabria, Castilla-La Mancha y Extremadura.

Inflación

Tras la desaceleración observada en el crecimiento de los precios de consumo durante el año 2003 (desaceleración que se alarga hasta el primer trimestre de 2004), la economía española se enfrenta a un nuevo repunte inflacionista (fig. 3.1).

Figura 3. Evolución del IPC (2003-2004)

Tasas de variación interanual.

Diferencial de inflación (eje derecho)

 

La escalada de precios registrada a partir del mes de abril eleva drásticamente las tasas de inflación interanuales hasta alcanzar el 3,2%, dato con el que se cierra el año. Esta cifra, 6 décimas superior a la registrada a finales de 2003, se aleja considerablemente del objetivo de inflación fijado por el Banco Central Europeo para la zona euro (2%) y de los datos de inflación de los países del entorno de la moneda única (fig. 3.2).

Figura 3. Evolución del IPC (2003-2004)

Tasas de variación interanual.

Datos trimestrales en porcentaje de crecimiento

Fuente: BEA, EUROSTAT, BE e INE.

 

El mayor crecimiento mostrado por los precios españoles durante el año 2004 (medido, en este caso, a través de la variación interanual del índice de precios de consumo armonizado) añade dos décimas al diferencial de inflación registrado un año antes, acercándolo a la barrera del punto porcentual, diferencial a partir de la cual se considera que un país pierde competitividad respecto a sus competidores (tabla I). Cabe señalar a este respecto que, cuando la comparación se realiza con la Unión Europea (25 Estados, a partir de mayo de 2004), dicho diferencial supera el punto porcentual en los últimos 8 meses del año (fig. 3.2).

Comportamiento desigual

Un análisis más pormenorizado de la evolución del IPC español permite comprobar que el comportamiento de los distintos componentes de la cesta de la compra ha sido muy desigual. Si durante el año 2003 la disminución del precio de los productos energéticos explicó buena parte de la moderación de la inflación, un año más tarde, este mismo grupo de productos resulta ser el más inflacionista de la cesta de la compra. Sirva como ejemplo la galopante evolución del precio de los carburantes y combustibles derivados del petróleo, cuya tasa interanual de crecimiento pasa del ­3,8% en marzo al 15,3% en octubre, momento en el que el petróleo Brent alcanza el precio más alto del año (49,64 dólares/barril).

En el lado opuesto, los precios de los alimentos no elaborados reducen su ritmo de crecimiento durante el año 2004 casi 5 puntos porcentuales (tabla I). A ello contribuye el ajuste en el precio de una serie de artículos fuertemente encarecidos durante el año 2003. Éste es el caso de los huevos, las patatas y las legumbres y hortalizas frescas.

El comportamiento de los precios del resto de los componentes de la cesta de la compra determina lo que se denomina inflación subyacente o tendencial; esto es, la que queda después de eliminar de la valoración los elementos más volátiles de la cesta de la compra: productos energéticos y alimentos no elaborados. Dicha inflación, también muestra un repunte en el mes de abril (indicativo de que los productos energéticos no han sido los únicos culpables del último rebrote inflacionista) para, posteriormente, en la segunda mitad del año, estabilizar su crecimiento en torno al 2,9% (fig. 3.1).

El grupo de los alimentos elaborados, el único componente de la inflación subyacente que muestra un crecimiento significativo de los precios (provocado en buena medida por el encarecimiento del tabaco a lo largo del año --un 7,3%--), será el que acompañe a los productos energéticos en la explicación del nuevo brote inflacionista.

Cabe destacar, para finalizar, que, aunque como grupo, ni los servicios, ni los bienes industriales no energéticos (BINE) muestran cambios significativos en la evolución de sus precios, hay productos, en uno y otro grupo, que escapan de esta regla general. Éste es el caso, por ejemplo, de los transportes y la vivienda, cuyos precios, fuertemente condicionados por la subida del precio de la energía (carburantes en el primer caso y gas, electricidad y gasóleo para calefacción, en el segundo), crecen un 6 y un 4,1% respectivamente, y el de los servicios médicos que, beneficiados por la reducción del precio de los medicamentos, retroceden en casi dos puntos (tabla I). *

 

 

 

Bibliografía general

 

Pinillos M, Antoñanzas F. Coyuntura económica. Elementos para el análisis. Farmacia Profesional. 2001;15(8):13-23.

Pinillos M, Antoñanzas F. Coyuntura económica. Primer trimestre de 2002: cambios metodológicos y ¿de tendencia? Farmacia Profesional. 2002;16(9):16-31.

http://www.ine.es/

http://www.bde.es/

http://www.mineco.es/

http://www.bea.doc.gov/

http://europa.eu.int/eurostat.html

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