Aunque queda mucho camino por recorrer, la recuperación económica de las familias, que se ha visto favorecida por la reducción en el precio de los combustibles y la del IRPF, parece que se está consolidando. Ello redundará en una mejora del comercio minorista en general y también en el de las farmacias, como pequeñas empresas que son.
Así las cosas, las perspectivas de futuro para la farmacia española a medio plazo son las mejores de los últimos años, ya que después de casi una década de medidas draconianas encaminadas a reducir el gasto farmacéutico, y que ha llevado a la desaparición de muchas oficinas de farmacia y a la descapitalización de la mayoría, parece ser que éste se ha estabilizado. Asimismo, el mercado de los medicamentos no financiados por el sistema nacional de salud, los mal llamados “publicitarios”, ha empezado a crecer.
En este momento de relativa calma es importante que nuestros representantes trabajen para sentar las bases del futuro farmacéutico como profesión, posicionando la farmacia en el lugar que se merece como eslabón de la cadena sanitaria y del uso racional de los medicamentos. Y para ello, es imprescindible que se refuercen los lazos entre farmacéuticos, distribución e industria ya que aunque los intereses finales no son los mismos sí hay objetivos comunes. Para nuestra profesión el esfuerzo de nuestros representantes también ha de estar encaminado a mejorar la posición económica de la oficina de farmacia tan maltrecha en los últimos años, enlazando nuestro proyecto profesional a conseguir competencias relacionadas con el desarrollo de servicios para los pacientes, que deberían ser remunerados.
Importante también es aumentar la colaboración con otros agentes del sector sanitario como médicos y enfermeros para trabajar en común por el bien de la salud de los ciudadanos y para la preservación del sistema de sanidad universal que todos conocemos.
Precisamente el punto clave de la Declaración de Córdoba, presentada durante el XIX Congreso Nacional Farmacéutico celebrado el pasado mes de octubre fue el llamamiento a la participación de la farmacia comunitaria en el ámbito sociosanitario en colaboración con el resto de profesionales de la sanidad. Este, sin embargo, era ya el reto del Acuerdo Marco de la Profesión Farmacéutica suscrito entre el Ministerio de Sanidad y el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos hace ya más de un año y que lamentablemente no ha experimentado avance alguno. Quizá el marco actual, de cierta estabilidad económica, consiga desmovilizarlo.
Orientados a la acción, experiencias para mejorar la farmacia desde el presente es el lema de la 27 edición del Congreso y Salón Europeo de Oficina de Farmacia, Infarma Barcelona 2015, que se celebrará en la Ciudad Condal los próximos 24, 25 y 26 de marzo y que constituirá el marco idóneo para poner ideas en común encaminadas a la consecución de estos objetivos.
