El tratamiento de elección para la conjuntivitis depende de la etiología del problema y, aunque en ocasiones la intensidad de los síntomas hace necesario recurrir a tratamientos por vía oral (esencialmente con antihistamínicos), en general es suficiente con tratamientos tópicos mediante colirios formulados específicamente.
La conjuntivitis, como su nombre indica, es una enfermedad inflamatoria de la conjuntiva ocular que cursa con sintomatología más o menos intensa y cuyo origen es muy diverso. En ocasiones se debe a una infección (bacteriana o vírica), aunque lo más frecuente es que la causa se deba a la acción de factores ambientales y laborales. Las conjuntivitis alérgicas son muy comunes porque las mucosas oculares están expuestas de forma directa al medio ambiente y, por tanto, a los diferentes alergenos y sustancias irritantes. No suele tratarse de una patología grave, pero si que muy molesta para el que la sufre.
Aunque en muchos casos se trata de patologías recurrentes, muy susceptibles de automedicación o de consejo por parte del farmacéutico, cuando los síntomas no remiten en un breve plazo de tiempo, es importante recurrir al oportuno diagnostico por parte del oftalmólogo para evitar un tratamiento inadecuado.
Síntomas, desencadenantes y tratamiento
La conjuntiva es la membrana mucosa trasparente que tapiza la parte posterior del párpado (conjuntiva palpebral) y se prolonga hacia atrás para cubrir la esclerótica del ojo (conjuntiva bulbar).
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cerca de una cuarta parte de la población mundial presenta conjuntivitis alérgica. Este porcentaje es superior en los países industrializados, debido a la contaminación ambiental, observándose también una especial incidencia en los menores de 30 años.
Las conjuntivitis alérgicas se producen al entrar en contacto con algún alérgeno, se desencadenan los mecanismos de defensa de manera exacerbada y se produce una excesiva liberación de histamina y otras sustancias vasoactivas.
Otras conjuntivitis muy frecuentes son las irritativas, vinculadas con el contacto de los ojos con sustancias irritantes o con largas jornadas de trabajo ante las pantallas de los ordenadores, especialmente en los ambientes cerrados, con aire acondicionado o calefacción por aire.
Los síntomas principales de la conjuntivitis son: picor, lagrimeo, ojos rojos, sequedad y visión borrosa. Cuando la causa es alérgica, muchas veces la conjuntivitis cursa también con estornudos, goteo y congestión nasal.
Normalmente no se requieren pruebas especiales para su diagnóstico, ya que el oftalmólogo suele diagnosticar la conjuntivitis basándose únicamente en los síntomas y en el examen ocular. Este examen estándar verificará la presencia de dilatación en los vasos sanguíneos, edema e inflamación de la membrana conjuntiva.
Cuando se sospecha un origen alérgico, los episodios son recurrentes y el agente desencadenante es desconocido, el paciente puede someterse a una prueba de exposición controlada a los alergenos. Se trata de unas pruebas cutáneas sencillas. Consisten en la aplicación en los antebrazos del alérgico de gotas de diferentes extractos de alergenos sospechosos de provocar su alergia. Si la zona correspondiente comienza a picar, enrojecerse y se produce una pequeña roncha, se ha descubierto el desencadenante. En caso de duda, la sustancia sospechosa puede aplicarse en el ojo mediante un colirio. Esta prueba resulta positiva si los ojos se enrojecen y empiezan a lagrimear.
Se consideran dos tipos principales de alergias oculares: conjuntivitis alérgica estacional (SAC) y conjuntivitis alérgica perenne (PAC).
La primera (SAC) se refiere a aquella reacción que se sufre ante alérgenos estacionales, como pueden ser por ejemplo, pólenes de flores y árboles. La gravedad de la alergia depende de la duración de la floración y de la cantidad de tiempo que pase el afectado al aire libre.
El paciente de PAC, en cambio, reacciona a alérgenos propios de lugares cerrados, por ejemplo, ácaros del polvo, moho, pelos de animales domésticos,… los síntomas duran todo el año y su intensidad varía dependiendo de la intensidad y persistencia del contacto del individuo con el factor que desencadena su alergia.
Los síntomas de ambos tipos de alergias son los mismos. La única diferencia apreciable entre la forma estacional y la perenne es que la primera aparece coincidiendo con períodos concretos, mientras que la perenne se mantiene durante todo el año.
El tratamiento por vía tópica suele dar buenos resultados en cuanto a sintomatología se refiere. Suelen utilizarse tres tipos de colirios:
•Los colirios antialérgicos antihistamínicos. Actúan reduciendo la inflamación conjuntival de origen alérgico, mediante un efecto bloqueante de los receptores H1 de la histamina. Entre los principios activos más utilizados destaca la azelastina y la levocabastina.
•Los colirios antialérgicos estabilizadores de la membrana de los mastocitos, que evitan la liberación de la histamina desde estas células, en lugar de actuar sobre sus receptores. Los principios activos más significativos son el nedocromilo y el cromoglicato sódicos.
•Los colirios simpaticomiméticos, que actúan sobre los síntomas produciendo vasoconstricción y, como consecuencia, reducen la congestión conjuntival, al contrarrestar la acción vasodilatadora de la histamina y agentes similares. Entre ellos, citaremos la fenilefrina, la nafazolina y la tetrizolina.
Mercado de antialérgicos y descongestivos oftálmicos
Este mercado cuenta con unos 30 productos comercializados, de los que se vendieron 5.342.000 unidades, por un importe de 25,24 millones de euros (período anual móvil hasta junio de 2014).
Si analizamos este mercado teniendo en cuenta únicamente el mecanismo de acción, vemos que el 62,6% corresponde a colirios antialérgicosde los dos primeros tipos citados. El 28,0% corresponde a los descongestivos simpaticomiméticos. Y el 9,4% restante a aquellos otros colirios descongestivos con otros mecanismos de acción, entre los cuáles el más vendido es Optrex (Reckitt Benckiser) con 207.000 unidades y una facturación anual de 990.000 euros (fig. 1).
Figura 1. Antialérgicos y descongestivos oftálmicos. %Ventas valores - por mecanismo de acción Datos: T.A.M. Junio 2014
Ventas totales por laboratorio
El laboratorio mejor situado en el ranking de ventas fue Esteve. Sus cifras, 1.074.000 unidades (20,1%) y 4,68 millones de euros (18,5%). A continuación, Johnson & Johnson con 1.051.000 unidades (19,7%) y 4,04 millones de euros (16,0%). El tercer lugar lo consiguió Alcon, que vendió 496.000 unidades (9,3%) y facturó 3,51 millones de euros (13,9%). El cuarto fue Thea, con 494.000 unidades (9,2%) y 3,51 millones de euros (13,9%). Por detrás se situó Meda con 358.000 unidades (6,7%) y 1,92 millones de euros (7,6%).
Cusí, con 429.000 unidades (8,0%) y 1,89 millones de euros (7,5%) y Dermofarm, con 61.000 unidades (10,5%) y 1,70 millones de euros (6,7%), fueron los otros dos laboratorios con porcentajes en valor superiores al 5%.
Ya por debajo de este 5% en porcentaje: Reckitt Benckiser (989.000 euros, 3,9%), Salvat (676.000 euros, 2,7%), Teofarma (553.000 euros, 2,2%), M4Pharma (471.000 euros, 1,9%), Boehringer Ingelheim (286.000 euros, 1,1%) y Allergan con 264.000 euros (1,0%), (tabla 1)
Mercado de los antialérgicos oftálmicos
Se vendieron aproximadamente 2.890.000 unidades de colirios antialérgicos, habiendo facturado los laboratorios por ellos unos 15,80 millones de euros (a PVL).
Ventas por marca Bilina (levocabastina), de Esteve, fue la marca más vendida. Concretamente fueron 1.074.000 unidades (37,2%), por un montante de 4,68 millones de euros (29,6%). El segundo lugar fue para Zaditen (ketotifeno) de Thea, con 462.000 unidades (16,0%) y 3,40 millones de euros (21,5%).
Opatanol (olopatadina de Alcon) fue la tercera marca destacada, con 463.000 unidades (16,0%) y 3,28 millones de euros (20,8%).
A continuación Afluon (azelastina), de Meda, que consiguió unas ventas de 340.000 unidades (11,8%) y una facturación de 1,83 millones de euros (11,6%).
En quinta posición Tebarat (azelastina, Salvat), con 69.000 unidades (2,4%) y 676.000 millones de euros 4,3%).
Le sigue Tilavist (nedocromil sódico, Teofarma), con 138.000 unidades (4,8%) y 553.000 euros (3,5%), que fue el sexto.
Con porcentajes inferiores al 2%, cinco productos más: Emadine (emedastina) de Alcon con 224.000 euros (1,4%), Reactine Levocabastina (Johnson & Johnson, 208.000 euros, 1,3%), Relestat (epinastina, Allergan, 204.000 euros, 1,3%), CusicromOftálmico (ácido cromoglícico, Cusí, 199.000 euros, 1,3%) y Alergoftal (que combina antazolina con un simpaticomimético, nafazolina, M4Pharma) con 160.000 euros (1,0%), (fig. 2)
Figura 2. Antialérgicos oftálmicos. % por marca - valores Datos: T.A.M. Junio 2014
Figura 3. Descongestivos simpaticvomiméticos oftálmicos. % por marca - valores Datos: T.A.M. Junio 2014
Mercado de los descongestivossimpaticomiméticos oftálmicos
El importe total superó los 7,07 millones de euros, resultado de la venta de los 2.052.000 de unidades de este tipo de fármacos en las farmacias españolas.
Ventas por marca
Una marca copa en este caso más de la mitad de las ventas, Vispring (tetrizolina), de Johnson & Johnson. Con sus 1.011.000 unidades vendidas (49,2%) facturó 3,83 millones de euros (54,3%).
Y cerca de una cuarta parte del mercado fue para la nafazolina, Ojosbel, de Dermofarm. En concreto sus cifras fueron, 561.000 unidades (27,4%) y 1,70 millones de euros (24,0%).
Con cifras muy similares en valor, a distancia de las dos anteriores, encontramos: Centilux (nafazolina, M4Pharma) con 81.000 unidades (4,0%) y 311.000 euros (4,4%), ColircusiFenilefrina (fenilefrina, Cusi) con 136.000 unidades (6,6%) y 291.000 euros (4,1%) y Visadron (tercera fenilefrina destacada, esta vez de Boehringer Ingelheim) con 90.000 unidades (4,4%) y 286.000 euros (4,0%).
En sexto lugar se situó Mirazul (fenilefrina), de Fardi, con 52.000 unidades (2,5%) y 194.000 euros (2,7%).
Y ya por debajo del 2%: ColirioLlorensAzulina (tetrizolina, Llorens) con 130.000 euros (1,8%), Miraclar (nafazolina, Faes) con 123.000 euros (1,7%) y finalmente, Optispring (tetrizolina), de Cinfa, con 110.000 euros (1,6%).
La conjuntivitis alérgica es la causa más común de prescripción, 63,2% de los casos, pero estos colirios se utilizan también para paliar síntomas oculares de otras patologías. Como podemos observar en la figura 4, un 18,4% se recetó a pacientes con rinitis alérgica, un 4,0% a individuos con otros trastornos corneales y un importante 14,4% al tratamiento de un variado conjunto de patologías oculares.
Figura 4. Antialérgicos y descongestivos oftálmicos. % prescripciones médicas - por diagnóstico Datos: T.A.M. Junio 2014
En cuanto a los principales prescriptores, podemos observar que de 1.570.000 recetas, un 50,7% procede de médicos de atención primaria, mientras que un 35,0% han sido emitidas por oftalmólogos y otros especialistas. Los pediatras recetan para sus pacientes infantiles el 14,3% restante (fig. 5).
Figura 5. Antialérgicos y descongestivos oftálmicos. % prescripciones médicas - por especialidad Datos: T.A.M. Junio 2014
Consejo farmacéutico
Aunque lo más importante es evitar los agentes o las causas que desencadenan la conjuntivitis, esto no es siempre posible. En estos casos, el médico puede prescribir aquellos medicamentos que, al reducir los síntomas permiten seguir con las actividades diarias.
Aunque no las hemos incluido en el presente análisis, son también útiles a nivel preventivo, las lágrimas artificiales, que facilitan la limpieza de la conjuntiva y disminuyen de este modo la cantidad de sustancias en contacto con la membrana ocular.
Los colirios antialérgicos y descongestivos mejoran sustancialmente la calidad de vida del paciente afectado. A veces, en casos más intensos, se puede recurrir a la administración de antihistamínicos por vía oral, pero sabemos que se trata de un tratamiento puramente sintomático. En casos de molestias graves y duraderas se puede recurrir a los corticoides tópicos, aunque siempre bajo criterio médico y durante períodos cortos.
Son frecuentes en las farmacias las consultas sobre esta patología, La mayoría de los afectados demanda un fármaco que sea capaz de acabar con sus molestias y de manera rápida.
Los casos son muy distintos unos de otros, desde una molestia leve, con un ligero enrojecimiento, hasta verdaderas hinchazones acompañadas de secreción, lagrimeo intenso y visión borrosa. Ante los primeros, y tras intentar conocer las posibles causas desencadenantes, se puede recomendar algún producto de entre los muchos de que disponemos. Evidentemente, en casos más complicados es imprescindible remitir el paciente al médico para su adecuado diagnóstico.