Describir la percepción que tienen las mujeres sobre la violencia obstétrica, la medicalización y el intervencionismo en los partos en España durante la pandemia del SARS-CoV-2.
MétodoSe utilizó un diseño transversal. Para la recogida de datos se diseñó un cuestionario online con preguntas cerradas que fue distribuido por redes sociales. La muestra estuvo compuesta por mujeres que parieron en España desde marzo de 2020 a abril de 2021.
ResultadosLa muestra estuvo compuesta por 6.060 cuestionarios. El 62% piensa que las medidas que se tomaron son arbitrarias e ineficaces para frenar la pandemia. Las variables sensación de rechazo por sospecha de COVID-19 positiva (p<0,001), apoyo en la lactancia materna (p=0,048), ofrecer biberones sin consentimiento (p<0,001), impedir el estar acompañada (p<0,001) y separar al bebé sano al nacer (p=0,009) mostraron diferencias estadísticamente significativas en función del diagnóstico COVID-19 materno. Además, estas mujeres estuvieron menos satisfechas con su atención y se sintieron menos empoderadas. El 33,5% de las mujeres (n=2.030) afirman haber sufrido violencia obstétrica. De estas, el 67,8% (n=1.376) piensa que esta violencia obstétrica no está justificada por el contexto pandémico.
DiscusiónLa comprensión de estas vivencias en momentos pandémicos ofrece una oportunidad para poder desarrollar políticas de protección específicas para las mujeres ante futuros eventos de crisis sanitaria.
The aim of this study was to describe women's perceptions of obstetric violence, medicalisation, and interventionism at childbirth in Spain during the SARS-CoV-2 pandemic.
MethodA cross-sectional design was used. For data collection, an online questionnaire with closed questions was designed and distributed via social media. Women who gave birth between March 2020 and April 2021 in Spain were recruited.
ResultsThe sample consisted of 6,060 questionnaires. Sixty-two percent of respondents thought that the measures taken were arbitrary and ineffective in curbing the pandemic. For the following variables, statistically significant differences were found between groups related to maternal SARS-CoV-2 diagnosis: feeling rejected for suspected positive SARS-CoV-2 status (p<0.001), being encouraged to breastfeed (p=0.048), offering bottles without consent (p<0.001), not being allowed to be accompanied (p<0.001), and separating the healthy baby from the mother at birth (p=0.009). Women who tested positive were also less satisfied with their care and felt less empowered. Thirty-three point five percent of women (n=2,030) report having suffered obstetric violence. Of these, 67.8% (n=1,376) believe that such obstetric violence is not justified by the pandemic.
DiscussionUnderstanding these experiences during a pandemic provides an opportunity to develop specific protection policies for women in the event of future health crises.
La violencia obstétrica es un problema estructural, sistemático e institucional que ha sido medido anteriormente en España. Se cree que la pandemia de SARS-CoV-2 ha exacerbado el problema de la violencia obstétrica.
¿Qué aporta?Las mujeres que dieron positivo en SARS-CoV-2 se enfrentaron a rechazo y discriminación, y reducción del empoderamiento durante el parto. Se han dado altas tasas de violencia obstétrica percibida, incluso durante la pandemia, y supuestos de dificultad que vinculan SARS-CoV-2 al incremento de la violencia, subrayando cuestiones arraigadas en el sistema sanitario español.
No existe una definición globalmente acordada de violencia obstétrica (VO), aunque algunos países han aprobado legislaciones sobre el concepto y han proporcionado una definición1. En Cataluña (España), la VO ha sido introducida recientemente en la legislación como un tipo de violencia contra las mujeres, definiéndose como el impedimento o la obstaculización del acceso a la información veraz necesaria para la toma de decisión autónoma e informada. Puede afectar a diferentes áreas de la salud física y mental, incluyendo la salud sexual y reproductiva, pudiendo impedir u obstaculizar la toma de decisiones por parte de las mujeres acerca de sus prácticas y preferencias sexuales, de su reproducción y de las circunstancias bajo las cuales se realiza2. Una revisión reciente de la literatura destaca las tipologías de la VO identificadas en la literatura científica, que incluyen: violencia verbal, violencia física, violencia psicológica, violencia sexual, discriminación social, cuidado negligente, y uso inadecuado de procedimientos y tecnologías3. Los estudios previos subrayan que más del 38% de las mujeres en España sintieron que habían experimentado VO durante el parto, y que más del 54% se sintieron inseguras, vulnerables, culpables, incapaces o indiferentes durante el parto, lo cual refleja que España tiene un problema grave de salud pública en términos de VO4,5. Como violencia estructural, sistémica e institucional, puede reconocerse en todos los sistemas de índole sanitaria6, incluyendo la atención obstétrica domiciliaria7. Es necesario destacar que la VO es un tipo de violencia de género que se normaliza, invisibiliza y niega a nivel profesional y social de tal modo que no se considera aún violencia contra las mujeres8.
El sistema sanitario español se caracteriza por el hecho de tratarse de un sistema de salud pública, lo cual significa que cada persona que lo necesite puede recibir atención sanitaria como derecho constitucional. Sin embargo, el modelo de gestión sanitaria español permite la coexistencia de centros sanitarios públicos y privados. Por otro lado, en 2003, la Ley de cohesión y calidad del sistema nacional de salud permitió la descentralización política de la sanidad en las 17 comunidades autónomas en las que se divide el país9. Cabe destacar que una encuesta nacional realizada en España reportó que el 47,3% de los respondedores elegirían un seguro privado para sus partos o los de sus familiares10. Otros estudios han destacado que el sistema de salud privada español tiende a medicalizar e intervenir en mayor medida durante el parto, percibiendo las mujeres una mayor VO en la atención privada11.
El SARS-CoV-2 alcanzó a algunos sistemas sanitarios ya afectados por la austeridad12. Dicho virus implicó grandes cambios y adaptaciones constantes de los protocolos de cuidados durante las diferentes olas13. Una serie de fuentes han reportado la posibilidad del incremento de las VO durante la pandemia de SARS-CoV-214,15. El 25,48% de los nacimientos en España en 2020 fueron por cesárea16. Dichos datos parecen reflejar un alto nivel de intervencionismo innecesario sobre el cual los gobiernos y profesionales han expresado su preocupación17. También han existido informes diarios, particularmente durante los primeros meses de la pandemia, de mujeres embarazadas a las que se ofrecía inducción al parto planificada sin motivo médico aparente, así como parto por cesárea, negándose el acompañamiento durante el parto, separándolas de sus bebés, y restringiendo la lactancia14,18. Sadler et al. han expresado su preocupación creciente acerca de que algunas de las restricciones e intervenciones que se han implementado en cuanto al parto debido al brote de SARS-CoV-2 no eran necesarias, no se basan en la evidencia científica, no respetan la dignidad humana y no son proporcionales a la necesidad de frenar la propagación del virus14. Por tanto, el objetivo de este estudio fue describir las percepciones de las mujeres sobre la VO, y la medicalización e intervencionismo en los partos en España durante la pandemia de SARS-CoV-2.
MétodosDiseñoSe utilizó un diseño descriptivo transversal, obteniéndose los datos a través de una encuesta online a nivel nacional.
Población y muestraLa muestra fue seleccionada de manera no aleatoria, utilizando una técnica de muestreo no probabilística. Las participantes fueron elegibles para la encuesta si habían dado a luz en España de marzo de 2020 a abril de 2021. Para analizar los resultados, se excluyeron los cuestionarios que no incluyeron una fecha válida de parto. El cálculo del tamaño muestral indicó que era suficiente estimar una muestra de 3.001 individuos, con un nivel de confianza del 95% y una precisión del 2%, previéndose un porcentaje de población de cerca del 50%. Se calculó una tasa de pérdida para el seguimiento del 20%.
Encuesta onlinePara este estudio se desarrolló una encuesta online, que se alojó en la plataforma segura Google Forms®. Se utilizó una encuesta ad hoc previamente existente en España4,11. El equipo investigador decidió añadir a esta encuesta variables sociodemográficas, variables obstétricas, y variables relacionadas con el SARS-CoV-2. También se modificaron algunas de sus variables para incluir nuevas intervenciones potenciales relacionadas con la pandemia, tales como dar a luz con mascarilla, o falta de clases previas al parto. Se añadieron otras variables, tales como si la mujer pensaba que la VO estaba justificada por la pandemia, o no. También se propuso una variable sobre nacimientos vivos y muerte perinatal. La encuesta fue distribuida en español, con un total de 68 preguntas. De ellas, 9 preguntas estuvieron relacionadas con aspectos sociodemográficos y obstétricos, 3 con el diagnóstico de COVID-19, y 8 con los sentimientos de las mujeres. Por último, 31 preguntas recopilaron datos sobre el tratamiento recibido y la satisfacción de la mujer con la atención obstétrica (Anexo 1).
La encuesta fue probada experimentalmente de cara a su claridad y comprensibilidad. A tal fin, se seleccionaron 10 mujeres con características sociodemográficas similares, y se seleccionaron investigadores sobre la cuestión. A todas ellas se les pidió que calificaran la claridad y relevancia de las preguntas, así como el tiempo necesario para completarlas. Se realizaron modificaciones sintácticas mínimas. Se consideró la dificultad potencial que podrían tener las mujeres para responder a la encuesta, por lo que esta tuvo la menor brevedad posible. En la prueba piloto, se observó que se necesitaban aproximadamente 10 minutos para responder a la encuesta.
Se seleccionó a las mujeres a través de las redes sociales (Facebook©, Twitter© e Instagram©). También participaron en la diseminación del estudio redes activistas tales como «Observatorio de violencia obstétrica en España» y «El parto es nuestro», siendo distribuido a través de un enlace genérico anónimo. La configuración del cuestionario se limitó a una respuesta por usuario.
Consideraciones éticasEste estudio fue diseñado de acuerdo con la Declaración de Helsinki y la Ley orgánica 3/2018 de 5 de diciembre sobre protección de datos personales y garantía de derechos digitales. El estudio recibió la aprobación ética del Comité de ética de la Universitat Jaume I (CD/06/2021). La primera pregunta de la encuesta online solicitó a las mujeres que confirmaran su participación en el estudio. Dicha pregunta se acompañó de información sobre protección de datos y gestión de los datos de investigación que esclareció: el responsable de los datos, que el objetivo del tratamiento de los datos no sería transmitido a terceros, y los derechos de los participantes. Además, no se recopilaron datos personales que pudieran identificar a los participantes.
Análisis de los datosSe realizó un análisis descriptivo de todas las variables, utilizando frecuencias y porcentajes para las variables categóricas, y medias y desviaciones estándar para las variables continuas. La prueba de normalidad de Kolmogorov-Smirnov reflejó una distribución anormal de la muestra (0,536, valor p<0,001). Por tanto, se realizó un análisis bivariante utilizando la prueba χ2 mediante tablas de contingencia para las variables categóricas, o la prueba de Kruskall-Wallis para las variables continuas, según el caso, para las variables diagnósticas de SARS-CoV-2. Se trataron los datos mediante el paquete estadístico para ciencias sociales (IBM® SPSS) v. 25, IBM, Armonk, NK, EE.UU. Los gráficos se crearon utilizando hojas de cálculo Excel. Se estableció el umbral de significación estadística en un valor p<0,05.
ResultadosSe obtuvo un total de 6.270 respuestas. Se eliminaron 210 cuestionarios (3,34%) por no incluir correctamente la fecha del parto, o establecer dicha fecha fuera de la pandemia. La muestra final se compuso de 6.060 cuestionarios.
Descripción de las variables sociodemográficas y obstétricasLa edad media de las mujeres fue de 34,41 años (DE=4,23 años). El 73% de ellas (n=4.423) eran trabajadoras, y el 78,2% (n=4.736) tenían educación universitaria. El 97,1% (n=5.887) eran blancas o caucásicas, y el 64,1% (n=3.882) tuvieron parto vaginal. El 3,3% (n=200) fue diagnosticado de SARS-CoV-2 durante el embarazo, y el 1% (n=63) durante el parto. El 3% (n=8) de los neonatos fueron diagnosticados de SARS-CoV-2 al nacer (tabla 1).
Variables sociodemográficas y obstétrico-neonatales (n=6.060)
| n (%) | |
|---|---|
| Comunidad autónoma | |
| Andalucía | 789 (13,0) |
| Aragón | 287 (4,7) |
| Islas Canarias | 202 (3,3) |
| Cantabria | 59 (1) |
| Castilla y León | 356 (5,9) |
| Castilla-La Mancha | 212 (3,5) |
| Cataluña | 855 (14,1) |
| Comunidad Valenciana | 892 (14,7) |
| Extremadura | 146 (2,4) |
| Galicia | 496 (8,2) |
| Islas Baleares | 135 (2,2) |
| La Rioja | 37 (0,6) |
| Madrid | 949 (15,7) |
| Navarra | 85 (1,4) |
| País Vasco | 292 (4,8) |
| Principado de Asturias | 107 (1,8) |
| Región de Murcia | 161 (2,7) |
| Ocupación | |
| Ama de casa | 279 (4,6) |
| Estudiante | 55 (0,9) |
| Desempleada | 579 (9,5) |
| Trabajadora | 4.423 (73,0) |
| Autónoma | 586 (9,7) |
| Otros | 138 (2,3) |
| Nivel educativo | |
| Educación primaria | 60 (1,0) |
| Educación secundaria | 1.264 (20,9) |
| Educación universitaria | 4.736 (78,1) |
| Raza o etnicidad (n=6.009) | |
| Caucásica | 5.887 (98,0) |
| Romaní | 8 (0,1) |
| Negra | 11 (0,2) |
| Otros | 103 (1,7) |
| Tipo de parto | |
| Cesárea | 1.309 (21,60) |
| Cesárea programada | 395 (30,18) |
| Cesárea urgente | 914 (69,82) |
| Parto instrumental | 869 (14,30) |
| Parto vaginal | 3.882 (64,10) |
| Tipo de atención sanitaria | |
| Privada | 584 (9,6) |
| Pública | 3.572 (59,0) |
| Mixta | 1.904 (31,4) |
| SARS-CoV-2 materna | |
| No | 5.797 (95,7) |
| Sí, durante el embarazo | 200 (3,3) |
| Yes, durante el parto | 63 (1,0) |
| SARS-CoV-2 neonatal (n=263) | |
| No | 255 (97,0) |
| Sí | 8 (3,0) |
En el presente estudio el 66,8% (n=4.047) de las mujeres pensaron que las instituciones sanitarias no apoyaron sus derechos durante la pandemia. El 57,3% (n=3.474) de nuestra muestra creyó que el Ministerio de Sanidad y el servicio autonómico de salud no hicieron lo suficiente para garantizar que los protocolos de manejo del embarazo y el parto durante la pandemia se basasen en la evidencia. Además, el 62% (n=3.757) de las respondedoras pensaron que las medidas adoptadas fueron arbitrarias, injustificadas e ineficaces a la hora de frenar la pandemia. El 10,6% de las mujeres (n=644) se sintieron presionadas para someterse a pruebas o cribados que no deberían realizarse, y el 38,3% de ellas (n=2.324) recibieron indicaciones y/o recomendaciones contradictorias de profesionales diferentes. La satisfacción media con la atención recibida fue de 6,97 puntos (DE=2,61; IC 95%: 6,91-7,04) en atención primaria, y de 7,64 puntos (DE=2,42; IC 95%: 7,58-7,70) en hospitales. El 33,5% de las mujeres (n=2.030) reportaron haber experimentado VO durante el embarazo, parto o periodo posparto, o ser incapaces de negarse. De ellas, el 67,8% (n=1.376) pensó que dicha VO no estaba justificada por la pandemia. La positividad para SARS-CoV-2 durante el embarazo o el parto no arrojó diferencias estadísticamente significativas con respecto a ninguna de estas variables, con excepción de la satisfacción con el cuidado especializado (No SARS-CoV-2: media=7,66±2,41 puntos, IC 95%:7,60-7,72; SARS-CoV-2 durante el embarazo: media=7,46±2,57, IC 95%: 7,10-7,81; SARS-CoV-2 durante parto: media=6,73±2,67, IC 95%C: 6,06-7,40; (Kruskall-Wallis: 8,907, df=2, p=0,012) (tabla 2).
Satisfacción con la atención recibida por la muestra con diagnóstico positivo de SARS-CoV-2
| SARS-CoV-2 positivo | |||||||||||
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Total | No | Durante el embarazo | Durante el parto | ||||||||
| n | % | n | % | % | n | % | χ2 | dfa | p-valor | ||
| Apoyo de los derechos de las mujeres durante la pandemia por parte de las instituciones sanitarias | |||||||||||
| No | 4.047 | 66,8 | 3.868 | 66,7 | 131 | 65,5 | 48 | 76,2 | 4,375 | 4 | 0,358 |
| No sé | 782 | 12,9 | 751 | 13 | 28 | 14 | 3 | 4,8 | |||
| Sí | 1.231 | 20,3 | 1.178 | 20,3 | 41 | 20,5 | 12 | 19 | |||
| Uso de protocolos basados en la evidencia preparados por el Ministerio de Sanidad y la consejería autonómica de salud | |||||||||||
| No | 3.474 | 57,3 | 3.323 | 57,3 | 110 | 55 | 41 | 65,1 | 5,035 | 4 | 0,284 |
| No sé | 1.178 | 19,4 | 1.130 | 19,5 | 35 | 17,5 | 13 | 20,6 | |||
| Sí | 1.408 | 23,2 | 1.344 | 23,2 | 55 | 27,5 | 9 | 14,3 | |||
| Las medidas adoptadas son arbitrarias, injustificadas e ineficaces para reducir la pandemia | |||||||||||
| Sí | 3.757 | 62 | 3.596 | 62 | 117 | 58,5 | 44 | 69,8 | 8,056 | 4 | 0,09 |
| No | 1.808 | 29.8 | 1.736 | 29,9 | 57 | 28,5 | 15 | 23,8 | |||
| No sé | 495 | 8.2 | 465 | 8 | 26 | 13 | 4 | 6,3 | |||
| Me presionaron para someterme a pruebas o cribados que preferiría no hacer | |||||||||||
| No | 5.335 | 88 | 5.113 | 88,2 | 168 | 84 | 54 | 85,7 | 5,937 | 4 | 0,204 |
| No sé | 81 | 1,3 | 77 | 1,3 | 2 | 1 | 2 | 3,2 | |||
| Sí | 644 | 10,6 | 607 | 10,5 | 30 | 15 | 7 | 11,1 | |||
| Recibí indicaciones o recomendaciones contradictorias | |||||||||||
| No | 3.618 | 59,7 | 3.483 | 60,1 | 99 | 49,5 | 36 | 57,1 | 10,464 | 4 | 0,106 |
| No sé | 109 | 1,8 | 102 | 1,8 | 6 | 3 | 1 | 1,6 | |||
| Sí | 2.324 | 38,3 | 2.203 | 38 | 95 | 47,5 | 26 | 41,3 | |||
| Media | DE | Media | DE | Media | DE | Media | DE | Kruskall-Wallis | dfa | p-valor | |
| Satisfacción con la atención primaria | 6,97 | 2,6 | 6,98 | 2,6 | 6,7 | 2,78 | 6,75 | 2,53 | 2,444 | 2 | 0,295 |
| Satisfacción con la atención | 7,64 | 2,42 | 7,66 | 2,41 | 7,46 | 2,57 | 6,73 | 2,67 | 8,907 | 2 | 0,012 |
DE: desviación estándar.
Durante el embarazo, el 8,3% (n=500) de la muestra reportó sentirse rechazada o discriminada debido a la situación pandémica; el 56% (n=3.394) tuvo insuficientes consultas presenciales con su matrona o ginecólogo; el 85,2% (n=5.165) no pudo ser acompañada a ecografía o consultas, y el 44,3% (n=2.683) reportó una falta de clases educativas prenatales online. El 42,3% (n=2.561) de las mujeres tampoco fueron informadas de los procedimientos que iban a recibir, ni se les solicitó explícitamente su consentimiento informado, o esto se realizó de manera ocasional. El 10,5% (n=635) afirmó que se les culpó por las complicaciones surgidas durante el embarazo o el parto; el 24,4% (n=1.480) recibió comentarios irónicos o descalificadores, y al 25,5% (n=1.544) se le trató con sobrenombres o diminutivos infantilizadores. Un total del 49,2% de las mujeres (n=2.982) afirmaron que les fue imposible realizar preguntas y expresar miedos o preocupaciones. Las variables siguientes mostraron diferencias estadísticamente significativas, dependiendo del diagnóstico de SARS-CoV-2 de la madre: rechazo por sospecha de SARS-CoV-2 positivo (p<0,001), falta de clases prenatales online (p=0,007), información sobre el plan del parto (p=0,041), entrega del plan de parto (p=0,057), acompañamiento durante el ingreso (p=0,007), y apoyo a la lactancia (p=0,048) (tabla 3 y fig. 1).
Variables relacionadas con el tratamiento y la atención recibidos durante el embarazo, el parto y el posparto por las madres con diagnóstico positivo de SARS-CoV-2
| Diagnóstico positivo de SARS-CoV-2 | |||||||||||
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Total | No | Durante el embarazo | Durante el parto | ||||||||
| n | % | n | % | n | % | n | % | χ2 | dfb | p-valor | |
| Se sintió rechazada o discriminada debido al estado de sospecha de positividad de COVID-19 | |||||||||||
| No | 5.560 | 91,7 | 5408 | 93,3 | 127 | 63,5 | 25 | 39,7 | 454,618 | 2 | <0,001 |
| Sí | 500 | 8,3 | 389 | 6,7 | 73 | 36,5 | 38 | 60,3 | |||
| Tuvo insuficientes consultas presenciales con la matrona o el ginecólogo | |||||||||||
| No | 2.666 | 44 | 2.544 | 43,9 | 95 | 47,5 | 27 | 42,9 | 1,059 | 2 | 0,589 |
| Sí | 3.394 | 56 | 3.253 | 56,1 | 105 | 52,5 | 36 | 57,1 | |||
| Fue acompañada a la realización de ecografías o consultas | |||||||||||
| Sí | 895 | 14,8 | 853 | 14,7 | 30 | 15 | 12 | 19 | 0,938 | 2 | 0,626 |
| No | 5.165 | 85,2 | 4944 | 85,3 | 170 | 85 | 51 | 81 | |||
| Falta de clases prenatales online | |||||||||||
| Sí | 2.683 | 44,3 | 2.583 | 44,6 | 68 | 34 | 32 | 50,8 | 9,831 | 2 | 0,007 |
| No | 3.377 | 55,7 | 3.214 | 55,4 | 123 | 66 | 31 | 49,2 | |||
| Recibió información sobre los procedimientos y solicitud de consentimiento informado de manera explícita | |||||||||||
| Ocasionalmente | 1.053 | 17,4 | 1.015 | 17,5 | 31 | 15,5 | 7 | 11,1 | 3,45 | 4 | 0,486 |
| No | 1.508 | 24,9 | 1.435 | 24,8 | 57 | 28,5 | 16 | 25,4 | |||
| Sí | 3.499 | 57,7 | 3.347 | 57,7 | 112 | 56 | 40 | 63,5 | |||
| Se le culpó de las complicaciones | |||||||||||
| No | 5.313 | 87,7 | 5.090 | 87,8 | 174 | 87 | 49 | 77,8 | 7,118 | 4 | 0,13 |
| No sé | 112 | 1,8 | 107 | 1,8 | 4 | 2 | 1 | 1,6 | |||
| Sí | 635 | 10,5 | 600 | 10,4 | 22 | 11 | 13 | 20,6 | |||
| Recibió comentarios irónicos o denigrantes | |||||||||||
| No | 4.505 | 74,3 | 4.319 | 74,5 | 145 | 72,5 | 41 | 65,1 | 3,462 | 4 | 0,484 |
| No sé | 75 | 1,2 | 72 | 1,2 | 2 | 1 | 1 | 1,6 | |||
| Sí | 1.480 | 24,4 | 1.406 | 24,3 | 53 | 26,5 | 21 | 33,3 | |||
| Se dirigieron a ella con motes o diminutivos infantilizantes | |||||||||||
| No | 4.042 | 66,7 | 3.861 | 66,6 | 142 | 71 | 39 | 61,9 | 7,974 | 4 | 0,093 |
| No sé | 474 | 7,8 | 453 | 7,8 | 11 | 5,5 | 10 | 15,9 | |||
| Sí | 1.544 | 25,5 | 1.483 | 25,6 | 47 | 23,5 | 14 | 22,2 | |||
| Tuvo dificultad para realizar preguntas o expresar miedos o preocupaciones | |||||||||||
| No | 2.942 | 48,5 | 2.821 | 48,7 | 97 | 48,5 | 24 | 38,1 | 6,396 | 4 | 0,171 |
| No sé | 136 | 2,2 | 129 | 2,2 | 7 | 3,5 | - | - | |||
| Sí | 2.982 | 49,2 | 2.847 | 49,1 | 96 | 48 | 39 | 61,9 | |||
| Recibió información acerca del plan del parto y sus preguntas tuvieron respuesta | |||||||||||
| No | 2.865 | 49,5 | 2.737 | 49,5 | 96 | 50,3 | 32 | 50,8 | 9,995 | 4 | 0,041 |
| NR/DKa | 163 | 2,8 | 148 | 2,7 | 11 | 5,8 | 4 | 6,3 | |||
| Sí | 2.759 | 47,7 | 2.648 | 47,9 | 84 | 44 | 27 | 42,9 | |||
| Entregó el plan del parto | |||||||||||
| No | 3.912 | 67,6 | 3.726 | 67,3 | 141 | 73,8 | 48 | 76,2 | 5,746 | 2 | 0,057 |
| Sí | 1.875 | 32,4 | 1.810 | 32,7 | 50 | 26,2 | 15 | 23,8 | |||
| ¿Se respetó su plan del parto? (n=1875) | |||||||||||
| No | 890 | 47,5 | 862 | 47,6 | 21 | 42 | 7 | 46,7 | 0,621 | 2 | 0,733 |
| Sí | 985 | 52,5 | 948 | 52,4 | 29 | 58 | 8 | 53,3 | |||
| Acceso las 24 horas a la unidad de neonatos | |||||||||||
| No | 439 | 11 | 413 | 10,8 | 15 | 11,3 | 11 | 23,4 | 8,093 | 4 | 0,088 |
| No sé | 3.022 | 75,4 | 2.889 | 75,5 | 101 | 75,9 | 32 | 68,1 | |||
| Sí | 546 | 13,6 | 525 | 13,7 | 17 | 12,8 | 4 | 8,5 | |||
| Se le permitió ir acompañada durante el ingreso | |||||||||||
| No | 567 | 9,8 | 528 | 9,5 | 25 | 13,1 | 14 | 22,2 | 13,996 | 4 | 0,007 |
| No sé | 29 | 0,5 | 28 | 0,5 | 1 | 0,5 | - | - | |||
| Sí | 5.191 | 89,7 | 4.977 | 90 | 165 | 86,4 | 49 | 77,8 | |||
| Recibió apoyo durante el posparto | |||||||||||
| No | 1.590 | 27,5 | 1.520 | 27,5 | 45 | 23,6 | 25 | 39,7 | 7,131 | 4 | 0,129 |
| No sé | 246 | 4,3 | 238 | 4,3 | 7 | 3,7 | 1 | 1,6 | |||
| Sí | 3.951 | 68,3 | 3.775 | 68,2 | 139 | 72,8 | 37 | 58,7 | |||
| Sintió apoyo en la lactancia materna | |||||||||||
| No | 1.819 | 32,5 | 1.733 | 32,4 | 57 | 30,6 | 29 | 46,8 | 6,093 | 2 | 0,048 |
| Sí | 3.783 | 67,5 | 3.621 | 67,6 | 129 | 69,4 | 33 | 53,2 | |||
El 50% (n=3.028) de las mujeres no recibieron información sobre el plan del parto ni fueron conscientes de lo que era. Como resultado, solo el 32,4% (n=1.875) entregó dicho plan. De ellas, el 47,5% (n=890) reportó que no se había respetado dicho plan. Se permitió el acompañamiento durante el ingreso en maternidad al 89,7% (n=5.191) de los casos, el 68,3% (n=3.951) de las mujeres recibieron apoyo durante el periodo posparto, y el 32,5% (n=1.819) reportó que no fue apoyada en la lactancia materna. El 23,2% (n=1.345) de la muestra pensó que se habían realizado procedimientos innecesarios y/o perjudiciales a ella y su bebé, y el 6,5% (n=374) fue incapaz de identificarlos. De todas las variables relacionadas en la tabla 4, sólo el ofrecer biberones sin consentimiento (p<0,001), impedir el acompañamiento (p<0,001), separar al bebé sano de la madre al nacer (p=0,009), y recibir exámenes vaginales de diferentes individuos (p=0,021) arrojaron diferencias estadísticamente significativas al compararse con la positividad del diagnóstico de SARS-CoV-2 (fig. 2).
Intervenciones durante el parto y sentimientos acerca de los cuidados maternales y el diagnóstico positivo de SARS-CoV-2
| Diagnóstico positivo de SARS-CoV-2 | |||||||||||
|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
| Total | No | Durante el embarazo | Durante el parto | ||||||||
| n | % | n | % | n | % | n | % | χ2 | dfa | p-valor | |
| Procedimientos innecesarios y/o perjudiciales (n=6.060) | |||||||||||
| No | 4.068 | 70,3 | 3.887 | 70,3 | 139 | 72,8 | 42 | 66,7 | 1,076 | 4 | 0,898 |
| No sé | 374 | 6,5 | 357 | 6,5 | 12 | 6,3 | 5 | 7,9 | |||
| Sí | 1.345 | 23,2 | 1.289 | 23,3 | 40 | 20,9 | 16 | 25,4 | |||
| Maniobra de Kristeller (n=1.719b) | |||||||||||
| Sí | 506 | 29,5 | 488 | 19,7 | 15 | 28,8 | 3 | 14,3 | 2,307 | 2 | 0,306 |
| No | 1.212 | 70,5 | 1.157 | 70,3 | 37 | 71,2 | 18 | 85,7 | |||
| Cesárea injustificada(n=511c) | |||||||||||
| Sí | 118 | 23,1 | 109 | 22,2 | 7 | 43,8 | 2 | 40 | 4,848 | 2 | 0,089 |
| No | 393 | 79,6 | 381 | 77,8 | 9 | 56,3 | 3 | 60 | |||
| A mi bebé le dieron biberón sin mi consentimiento(n=1.719) | |||||||||||
| Sí | 201 | 11,7 | 190 | 11,5 | 3 | 5,8 | 8 | 38,1 | 15,98 | 2 | <0,001 |
| No | 1.518 | 88,3 | 1456 | 88,5 | 49 | 94,2 | 13 | 61,9 | |||
| Episiotomía (n=1.208d) | |||||||||||
| Sí | 505 | 41,8 | 482 | 41,7 | 13 | 36,1 | 10 | 62,5 | 3,302 | 2 | 0,192 |
| No | 703 | 58,2 | 674 | 58,3 | 23 | 63,9 | 6 | 37,5 | |||
| Falta de información (n=1.719b) | |||||||||||
| Sí | 688 | 40 | 659 | 40 | 21 | 40,4 | 8 | 38,1 | 0,035 | 2 | 0,982 |
| No | 1.031 | 60 | 987 | 60 | 31 | 59,6 | 13 | 61,9 | |||
| Restricción de alimentos y bebidas durante el parto (n=1.719b) | |||||||||||
| Sí | 591 | 34,4 | 567 | 34,4 | 15 | 28,8 | 9 | 42,9 | 1,378 | 2 | 0,502 |
| No | 1.128 | 65,6 | 1079 | 65,6 | 37 | 71,2 | 12 | 57,1 | |||
| No se permitió acompañante (n=1.719b) | |||||||||||
| Sí | 296 | 17,2 | 275 | 16,7 | 10 | 19,2 | 11 | 52,4 | 18,662 | 2 | <0,001 |
| No | 1.423 | 82,8 | 1.371 | 83,3 | 42 | 80,8 | 10 | 47,6 | |||
| Se me permitió moverme libremente(n=1.719b) | |||||||||||
| Sí | 623 | 36,8 | 613 | 37,2 | 12 | 23,1 | 7 | 33,3 | 4,458 | 2 | 0,108 |
| No | 1.087 | 63,2 | 1033 | 62,8 | 40 | 76,9 | 14 | 66,7 | |||
| Inducción del parto injustificada (n=1.208d) | |||||||||||
| Sí | 186 | 15,4 | 180 | 15,6 | 4 | 11,1 | 2 | 12,5 | 0,638 | 2 | 0,727 |
| No | 1.022 | 84,6 | 976 | 84,4 | 32 | 88,9 | 14 | 87,5 | |||
| Maniobra de Hamilton(n=1.719b) | |||||||||||
| Sí | 317 | 18,4 | 305 | 18,5 | 7 | 13,5 | 5 | 23,8 | 1,268 | 2 | 0,53 |
| No | 1.402 | 81,6 | 1341 | 81,5 | 45 | 86,5 | 16 | 76,2 | |||
| Di a luz con mascarilla (n=1.719b) | |||||||||||
| Sí | 916 | 53,3 | 877 | 53,3 | 31 | 59,6 | 8 | 38,1 | 2,784 | 2 | 0,249 |
| No | 803 | 46,7 | 769 | 46,7 | 21 | 40,4 | 13 | 61,9 | |||
| Pinzamiento temprano del cordón umbilical (n=1.719b) | |||||||||||
| Sí | 413 | 24 | 394 | 23,9 | 16 | 30,8 | 3 | 14,3 | 2,394 | 2 | 0,302 |
| No | 1.306 | 76 | 1.252 | 76,1 | 36 | 69,2 | 18 | 85,7 | |||
| Me rasuraron el vello púbico (n=1.719b) | |||||||||||
| Sí | 55 | 3,2 | 51 | 3,1 | 3 | 5,8 | 1 | 4,8 | 1,329 | 2 | 0,515 |
| No | 1.664 | 96,8 | 1595 | 96,9 | 49 | 94,2 | 20 | 95,2 | |||
| Me rompieron la bolsa amniótica para acelerar el parto (n=1.719b) | |||||||||||
| Sí | 574 | 33,4 | 548 | 33,3 | 20 | 38,5 | 6 | 28,6 | 0,828 | 2 | 0,661 |
| No | 1.145 | 66,6 | 1.098 | 66,7 | 32 | 61,5 | 15 | 71,4 | |||
| Me separaron de mi bebé sano al nacer (n=1.719b) | |||||||||||
| Sí | 435 | 25,3 | 421 | 25,6 | 6 | 11,5 | 8 | 38,1 | 7,096 | 2 | 0,029 |
| No | 1.284 | 74,4 | 1.225 | 74,4 | 46 | 88,5 | 13 | 61,9 | |||
| Me realizaron exámenes vaginales frecuentemente y por diferentes profesionales (n=1.719b) | |||||||||||
| Sí | 590 | 34,3 | 576 | 35 | 10 | 19,2 | 4 | 19 | 7,575 | 2 | 0,021 |
| No | 1.129 | 65,7 | 1.070 | 65 | 42 | 80,8 | 17 | 81 | |||
| Uso de oxitocina sintética (n=1.719b) | |||||||||||
| Sí | 675 | 39,3 | 650 | 39,5 | 17 | 32,7 | 8 | 37,1 | 0,989 | 2 | 0,61 |
| No | 1.044 | 60,7 | 996 | 60,5 | 35 | 67,3 | 13 | 61,9 | |||
| Uso de ventosa o fórceps (n=1.208d) | |||||||||||
| Sí | 346 | 28,6 | 331 | 28,6 | 11 | 30,6 | 4 | 25 | 0,168 | 2 | 0,919 |
| No | 862 | 71,4 | 825 | 71,4 | 25 | 69,4 | 12 | 75 | |||
| Otras intervenciones que considero innecesarias (n=1.719b) | |||||||||||
| Sí | 261 | 15,2 | 253 | 15,4 | 5 | 9,3 | 3 | 14,3 | 1,31 | 2 | 0,519 |
| No | 1.458 | 84,8 | 1393 | 84,6 | 47 | 90,4 | 18 | 85,7 | |||
| Durante el embarazo o el parto: ansiedad | |||||||||||
| No | 4.269 | 70,4 | 4.086 | 70,5 | 139 | 69,5 | 44 | 69,8 | 0,101 | 2 | 0,951 |
| Sí | 1.791 | 29,6 | 1.711 | 29,5 | 61 | 30,5 | 19 | 30,2 | |||
| Durante el embarazo o el parto: inseguridad | |||||||||||
| No | 2.672 | 44,1 | 2.551 | 44 | 98 | 49 | 23 | 36,5 | 3,442 | 2 | 0,179 |
| Sí | 3.388 | 55,9 | 3.246 | 56 | 102 | 51 | 40 | 63,5 | |||
| Durante el embarazo o el parto: enfado | |||||||||||
| No | 3.544 | 58,5 | 3.392 | 58,5 | 117 | 58,5 | 35 | 55,6 | 0,225 | 2 | 0,894 |
| Sí | 2.516 | 41,5 | 2.405 | 41,5 | 83 | 41,5 | 28 | 44,4 | |||
| Durante el embarazo o el parto: falta de apoyo | |||||||||||
| No | 2.158 | 35,6 | 2.073 | 35,8 | 69 | 34,5 | 16 | 25,4 | 3,03 | 2 | 0,22 |
| Sí | 3.902 | 64,4 | 3.724 | 64,2 | 131 | 65,5 | 47 | 74,6 | |||
| Durante el embarazo o el parto: indiferencia | |||||||||||
| No | 5.235 | 86,4 | 5.003 | 86,3 | 172 | 86 | 60 | 95,2 | 4,257 | 2 | 0,119 |
| Sí | 825 | 13,6 | 794 | 13,7 | 28 | 14 | 3 | 4,8 | |||
| En general, la atención recibida me hizo sentir: | |||||||||||
| Empoderada | 2.193 | 36,2 | 2.102 | 36,3 | 80 | 40 | 11 | 17,5 | 30,216 | 8 | <0,001 |
| Enfadada e indignada | 667 | 11 | 622 | 10,7 | 27 | 13,5 | 18 | 28,6 | |||
| Indiferente | 768 | 12,7 | 735 | 12,7 | 26 | 13 | 7 | 11,1 | |||
| Vulnerable, culpable e incapaz | 1.570 | 25,9 | 1.506 | 26 | 48 | 24 | 16 | 25,4 | |||
| Otros | 862 | 14,2 | 832 | 14,4 | 19 | 9,5 | 11 | 17,5 | |||
La atención sanitaria recibida durante el embarazo causó sentimientos de falta de apoyo (64,4%, n=3.902), inseguridad (55,9%, n=3.388), enfado (41,5%, n=2.516), y ansiedad (26,9%, n=1.791). En general, sólo el 36,2% (n=2.193) de las mujeres se sintieron empoderadas por la atención sanitaria recibida. En la comparación de las mujeres durante el embarazo y el parto, con diagnóstico positivo de SARS-CoV-2, se sintieron empoderadas (40%, n=80 frente al 17,5%, n=11); enojadas e indignadas (13,5%, n=27 frente al 28,6%, n=18); indiferentes (13%, n=26 frente al 11,1%, n=7); vulnerables, culpables, o incapaces (24%, n=48 frente al 25,4%, n=16), respectivamente (χ2=30,216, df=8, p<0,001) (tabla 4 y fig. 3).
Aborto o muerte perinatal durante la pandemia por SARS-CoV-2 en EspañaUn total de 273 (4,5%) embarazos terminaron en aborto o muerte perinatal. De ellas, al 64,8% (n=177) no se les permitió estar acompañadas en todo momento por una persona de su elección, al 20,4% (n=43) no se le permitió despedirse de su bebé, y al 31,6% (n=67) no se le ofreció la oportunidad de guardar un recuerdo de su bebé. Al 46,2% (n=126) se le llevó a sentir que exageraban su dolor o que su bebé tenía poca importancia, el 59,7% (n=163) no sintió apoyo psicológico, sin diferencias estadísticamente significativas por diagnóstico de SARS-CoV-2 materno.
DiscusiónEste estudio aporta datos sobre la atención recibida por las mujeres durante el parto en las primeras olas de la pandemia de SARS-CoV-2 en España, así como de sus sentimientos. Las mujeres revelaron que muchas de las medidas adoptadas por el gobierno español para controlar la pandemia durante el embarazo y el parto les parecieron arbitrarias e ineficaces. Las mujeres positivas en SARS-CoV-2 durante el parto se sintieron rechazadas o discriminadas, y fueron menos apoyadas para la lactancia materna. Ser positiva en SARS-CoV-2 durante el parto incrementó también la probabilidad de que los bebés fueran separados de sus madres, se les administraran biberones de fórmula, y que las madres estuvieran solas durante el parto. Las mujeres positivas en SARS-CoV-2 durante el parto se sintieron menos empoderadas y enfadadas e indignadas que el resto de la muestra. Por contra, el pinzamiento temprano del cordón umbilical, el seguimiento estrecho de los exámenes vaginales, y el uso de ventosas o fórceps se produjeron con menor frecuencia entre las mujeres positivas por SARS-CoV-2 en el momento del parto. Un tercio de la muestra reportó VO.
Los resultados de este estudio parecen concordar con los cambios que se han producido en la adaptación de los servicios sanitarios a la pandemia por SARS-CoV-2 a nivel mundial, y en especial a los cambios que se produjeron en Europa19. Los países europeos cambiaron la reasignación de los centros de maternidad y las normas de uso, como por ejemplo la restricción de acceso al acompañante. Otros cambios que se produjeron fueron el cambio súbito de la atención (telefónica u online), que en España fueron más variables, pues algunos hospitales realizaron consultas telefónicas y otras clínicas prosiguieron la atención presencial19. Dichos cambios han suscitado preocupación acerca de los derechos de las mujeres. En este estudio, más de dos tercios de las mujeres sintieron que las instituciones no apoyaron sus derechos y que los gobiernos emitieron protocolos no basados en la evidencia y medidas arbitrarias. Un estudio de profesionales obstétricos en Holanda coincidió con esta visión20. Los estudios futuros deberán explorar esta interesante cuestión en España. Lo cierto es que el gran reto planteado por la pandemia a los sistemas sanitarios significó que su respuesta pudo estar a veces marcada por discrepancias muy palpables tanto en la organización misma como a nivel internacional21,22. En dicho contexto, las discrepancias se entienden como falta de consenso sobre cómo deberán actuar dos o más profesionales sanitarios ante el mismo problema. Dichas discrepancias, y los protocolos de atención sanitaria constantemente cambiantes, podrían haber originado que muchas mujeres recibieran recomendaciones contradictorias. No se han encontrado estudios previamente publicados que compararan dichos resultados, aunque estos parecen representar la experiencia de las mujeres. Dicho hallazgo puede constituir una línea importante de investigación futura.
En el presente estudio, las mujeres positivas en SARS-CoV-2 durante el parto sintieron más rechazo y discriminación en términos de atención sanitaria, así como menos empoderamiento, en concordancia con los resultados de otros estudios23. Es importante destacar que las mujeres de este estudio reportaron haber recibido más comentarios irónicos o denigrantes, tener mayor dificultad, miedo e inquietud por realizar preguntas, y ser culpadas de más complicaciones obstétricas si eran positivas en SARS-CoV-2 durante el parto. Los estudios publicados sobre España hasta la fecha no consideran dichas variables. La literatura sugiere que la experimentación de uno o más episodios de discriminación en la atención sanitaria puede estar asociada a mayores niveles de estrés postraumático23,24. Los estudios futuros podrían verificar esta relación en las mujeres que dieron a luz durante la pandemia.
En muchos países europeos, las sesiones prenatales y los seguimientos clínicos online parecieron ser más adaptables19 que en España. Según lo indicado por otros estudios, la falta de sesiones online puede estar también ligada a sentimientos de abandono, ansiedad, enfado e inseguridad25,26. En cuanto a las intervenciones, es conocido que el acompañamiento en esta etapa de la vida reproductiva de las mujeres es fundamental27. Coincidimos plenamente con otros autores en cuanto a que el acompañamiento es aún más importante en este momento de incertidumbre y miedo causado por el SARS-CoV-226, negando la mayoría de las mujeres de la muestra dicho acompañamiento, y privándose de este acompañamiento al doble de mujeres en España si el resultado del test por SARS-CoV-2 en el parto era positivo, según los datos del presente estudio, a pesar de que ciertas restricciones pueden haber sido positivas para la madre y el bebé28.
Aunque la lactancia está ampliamente respaldada en la literatura científica, en las mujeres con SARS-CoV-221,29, un tercio de las mujeres de este estudio y casi la mitad de las mujeres que dieron positivas a SARS-CoV-2 en el parto afirmaron no ser apoyadas en la lactancia materna. Además, el triple de bebés de mujeres SARS-CoV-2 positivas recibieron biberones sin consentimiento de la madre y separando bebés y madres al nacer, prácticas no aconsejadas por la evidencia científica y obligando a la profunda reflexión a los encargados de formular políticas públicas21,30. Parece curioso que intervenciones que requieren un contacto muy estrecho con la mujer como los tactos vaginales muy seguidos se hayan producido en menor medida en las mujeres SARS-CoV-2 positivas. Este hecho puede estar relacionado con el propio miedo de los proveedores de la salud a contagiarse31,32, aunque son necesarios más estudios para confirmarlo.
Por último, las cifras de VO percibida por las mujeres a nivel mundial han sido reflejadas en la literatura previa a la pandemia. En España, un 38% de las mujeres identificó ser víctima de VO con anterioridad4. En el presente estudio se obtuvieron hallazgos similares para la percepción de la madre sobre VO. Muchas mujeres sienten que esta violencia no está justificada en el contexto pandémico. Estos resultados chocan directamente con las suposiciones de que la SARS-CoV-2 es un factor de riesgo para el aumento de la VO14, dado que parece que dicha violencia está fuertemente arraigada en el sistema sanitario español, lo cual constituye un problema de salud pública mayor que debe abordarse, conforme a la percepción de sus usuarias4.
Este estudio subraya la arbitrariedad e inefectividad de las medidas gubernamentales sobre prestación de cuidados durante la pandemia de SARS-CoV-2, apuntando a la necesidad de evaluar y ajustar un enfoque más efectivo. Las mujeres positivas en SARS-CoV-2 experimentaron discriminación y rechazo, destacando la importancia de las políticas que garanticen un tratamiento equitativo y compasivo. La adaptación de los servicios sanitarios suscitó la preocupación por los derechos de las mujeres. Además, es esencial abordar la brecha en términos de educación prenatal online, promoción de la lactancia y atención individualizada. La persistencia de la VO destaca la necesidad de medidas concretas. A pesar de las limitaciones metodológicas, estos hallazgos aportan una base esencial para mejorar la atención en el parto en momentos de crisis, y garantizar las políticas centradas en las necesidades y derechos de las mujeres.
Es importante aclarar que algunos de los aspectos metodológicos del estudio pueden limitar la validez interna y externa de estos resultados. En particular, se trata de un estudio transversal basado en la opinión y percepción de las participantes, lo cual significa que pueden presentarse sesgos de información. Puede haber existido un sesgo de información, dado que las personas pudieron responder libremente. Además, el muestreo no fue aleatorizado y, en 2020, se produjeron 341.315 nacimientos en España de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística español16, por lo que la muestra puede no ser representativa de la población de estudio. Asimismo, existió una posibilidad de sesgo de selección, ya que el cuestionario fue distribuido a los grupos más sensibles al objetivo del estudio. Por otro lado, la recopilación de los datos puede considerarse también una limitación, ya que fue realizada con un cuestionario online autoadministrado. Este tipo de muestreo, así como la recopilación de los datos, puede haber reflejado una falta de diversidad racial entre los resultados que, por tanto, no pudo ser analizado. Es importante destacar que, aunque la incidencia del diagnóstico de SARS-CoV-2 no fue el objetivo del presente estudio, es posible que exista un sesgo de selección de la muestra al considerar a las mujeres positivas en SARS-CoV-2 y los neonatos, independientemente de su historia clínica. Por dicho motivo, no ha sido posible analizar el diagnóstico positivo o negativo de SARS-CoV-2 durante el embarazo, en comparación con el parto (en 4 brazos). Otra consideración destacable es que preguntar a las mujeres sobre las intervenciones obstétricas hace referencia a la obtención de consentimiento informado y el modo en que se sintieron acerca de las intervenciones realizadas, y no a la idoneidad de la intervención obstétrica. A pesar de estas limitaciones, creemos que los resultados de este estudio son relevantes para las pacientes, profesionales, gestores, investigadores y formuladores de políticas, dado que ofrecen percepciones sobre la calidad de la atención al parto en una situación de crisis causada por una enfermedad infecciosa, situación que podría volver a ocurrir. Además, las hipótesis derivadas de este estudio necesitarán estudios analíticos confirmatorios. Dichos estudios pueden vincular el estrés postraumático de las mujeres a las intervenciones obstétricas recibidas durante una pandemia, o al miedo de los profesionales sanitarios causado por la atención a las mujeres durante el parto, que podría tener consecuencias potenciales sobre el cambio de la atención. Por último, creemos que las diferencias en cuanto al tratamiento y procedimientos identificados entre las mujeres con y sin SARS-CoV-2 pueden ayudar a mejorar los protocolos de cuidados y las políticas relacionadas con la protección de las mujeres.
A modo de conclusiones generales de este estudio, la pandemia de SARS-CoV-2 forzó a realizar cambios mayores en el sistema sanitario a nivel mundial. Las mujeres embarazadas y el parto no estuvieron exentas del impacto de dichos cambios. Por ello, los resultados de este estudio sugieren que una de cada 3 mujeres percibió VO en su atención obstétrica. Además, las mujeres percibieron que muchas de las medidas obstétricas de control adoptadas en España fueron arbitrarias e injustas. Así, las mujeres que dieron positivo en SARS-CoV-2 durante el parto se sintieron rechazadas o discriminadas, y se les apoyó menos a la lactancia. Ser positivas para SARS-CoV-2 durante el parto también aumentó las posibilidades de separar a los bebés de sus madres, administrar biberones de leche artificial a los bebés y que las mujeres estuvieran solas durante el proceso de parto. Las mujeres que dieron positivo en SARS-CoV-2 durante el parto se sintieron menos empoderadas, y más enfadadas e indignadas que el resto de la muestra. Por contra, el pinzamiento precoz del cordón umbilical, los tactos vaginales muy seguidos y el uso de ventosa o fórceps ocurrieron con menos frecuencia al ser positiva para SARS-CoV-2 en el momento del parto. Un tercio de la muestra reportó haber experimentado VO. Comprender dichas experiencias de atención del embarazo, parto o posparto durante una pandemia aporta la oportunidad de desarrollar políticas específicas para la protección de las mujeres en futuras crisis sanitarias.
FinanciaciónNo financiado.
Consideraciones éticasEste estudio recibió la aprobación ética de la Universitat Jaume I (CD/06/2021). La primera cuestión de la encuesta online solicitó a las mujeres que confirmaran su consentimiento para participar en el estudio.
Conflicto de interesesLos autores declaran la ausencia de conflicto de intereses.










