En respuesta a la carta de Brezmes et al.1 en la que hacen importantes consideraciones en referencia a la publicación del Comité Español del Antibiograma (COESANT)2 sobre la realización de los informes de sensibilidad antibiótica acumulada, quisiéramos hacer las siguientes reflexiones.
Los umbrales de porcentaje de cepas sensibles para recomendar el uso empírico de los antibióticos son motivo de controversia al tener que adecuarse al tipo de combinación de microorganismos y antimicrobianos, pero también al tipo de patología, entre otros factores, que hacen que no se pueda dar una recomendación general. Tanto en la publicación mencionada por los autores3 como en otras4 se pone de manifiesto la necesidad de disponer de diferentes umbrales en función, sobre todo, de la gravedad del cuadro clínico y del antimicrobiano. Así umbrales de > 80% pueden ser válidos, por ejemplo, para infecciones del tracto urinario y posiblemente de > 95% en infecciones graves como la meningitis4. Es por ello que la propuesta genérica del umbral del 80% debe ser considerada con muchos matices y obliga a ser más restrictivo en infecciones graves.
Por otro lado, una de las dificultades con la que se encuentran muchos laboratorios de microbiología clínica, a raíz de las nuevas directrices del European Committee on Antimicrobial Susceptibility Testing (EUCAST)5, es hacer entender que la actual categoría de «I» indica que ese antimicrobiano es sensible cuando se incrementa la exposición. El hecho de remarcar los porcentajes en colores y marcar los «S + I» en color amarillo cuando el porcentaje de solo «S» no supera el 80% y si lo supera al sumar las «I» y mantener el verde solo cuando las «S» por sí solas ya superan el 80%, puede inducir a interpretar que los antibióticos marcados en amarillo se comporten como resistentes y no como sensibles. Este es el caso, por ejemplo, de Pseudomonas aeruginosa en la tabla presentada por Brezmes et al.1 donde solo señalan en verde los aminoglucósidos y la colistina mientras que, por ejemplo, el cefepime con un 87% de cepas I (sensibles cuando se incrementa la exposición) aparecerían en amarillo, sugiriendo una menor actividad que los que están en verde.
Aunque valoramos el intento de los autores por mejorar la comprensión de los informes de sensibilidad antibiótica acumulada, desde el COESANT consideramos que los esfuerzos deben centrarse fundamentalmente en conseguir que estos informes aporten una información clara y de calidad mediante la elaboración de forma homogénea y estandarizada en todos los centros, siendo esa la intención de las recomendaciones publicadas por este comité.
FinanciaciónPara la realización de este documento no se ha contado con financiación específica. Las actividades del COESANT están parcialmente financiadas por la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS).
Fernando Docobo-Pérez. Departamento de Microbiología, Universidad de Sevilla, Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS), Hospital Universitario Virgen Macarena/CSIC/Universidad de Sevilla. Sevilla, España
Javier Fernández-Domínguez. Servicio de Microbiología, Hospital Central de Asturias. Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA), Oviedo, España.
Jesús Guinea. Servicio de Microbiología y Enfermedades Infecciosas, Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón, Madrid, España
Andrea García-Caballero Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), Madrid, España
Pilar Retamar-Gentil. Departamento de Medicina / Facultad de Medicina, Hospital Universitario Virgen Macarena, Sevilla, España
Bruno González Zorn. Facultad de Veterinaria. Departamento de Sanidad Animal Universidad Complutense de Madrid, España
María Eugenia Portillo. Servicio de Microbiología Clínica Hospital Universitario de Navarra, España
Ana Isabel López Calleja Servicio de Microbiología. Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza, España
María Díez Aguilar. Servicio de Microbiología. Hospital Universitario La Princesa, Madrid, España
Natividad Benito. Unidad de Enfermedades Infecciosas, Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Universitat Autònoma de Barcelona. Institut d’Investigació Biomèdica de Sant Pau (IIB Sant Pau), Barcelona, España
Felipe Fernández-Cuenca. UGC Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica, Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS), Hospital Universitario Virgen Macarena/CSIC/Universidad de Sevilla, Sevilla, España
Antonio López-Navas. Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), Madrid, España
Miguel Ángel Moreno. Departamento de Sanidad Animal, Facultad de Veterinaria. Universidad Complutense, Madrid, España
Maria Isabel Morosini. Servicio de Microbiología, Hospital Universitario Ramón y Cajal. Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria (IRYCIS), Madrid, España



