The persistence of obesity favors the failure of the Fundoplication (FP) in the treatment of Gastroesophageal Reflux (GER). However, the weight loss obtained with the performance of a Gastric Bypass (GBP) allows a good resolution of symptoms, without increasing the incidence of postoperative complications. All of this leads us to consider that while FP is the indication in patients with BMI < 30, in those patients with BMI > 35, GBP appears to be the procedure of choice. But there is still no position in the case of patients with a BMI between 30 and 35, although we must take into account that an increase in GER recurrence has been described after FP in patients with a BMI > 30. Although Sleeve Gastrectomy (SG) is one of the most frequently used bariatric procedures in recent years, its association with a high rate of postoperative GER has led several authors to propose its performance associated with an anti-reflux procedure in patients with GER symptoms. Likewise, if the existence of an Hiatal Hernia is verified, it must be treated by hiatoplasty, both during the performance of a GBP and a SG. This simultaneous treatment is not associated with an increase in complications.
La persistencia de obesidad favorece el fracaso de la Funduplicatura (FP) en el tratamiento del Reflujo Gastro-esofágico (RGE). Sin embargo, la pérdida de peso obtenida con la realización de un Bypass Gástrico (BPG) permite una buena resolución de síntomas, sin incrementar la incidencia de complicaciones postoperatorias. Todo ello lleva a considerar que mientras la FP es la indicación en el paciente con IMC < 30, en aquellos pacientes con IMC > 35 el BPG se muestra como el procedimiento de elección. Pero todavía no existe un posicionamiento en el caso de pacientes con IMC entre 30 y 35, si bien deberemos tener en consideración que se ha descrito un aumento de recurrencia del RGE tras FP en pacientes con un IMC > 30. Aunque la Gastrectomía Vertical (GV) es uno de los procedimientos bariátricos más frecuentemente utilizado en los últimos años, su asociación a una tasa elevada de RGE postoperatorio ha llevado a varios autores a proponer su realización asociada a un procedimiento anti-reflujo en aquellos pacientes con síntomas de RGE.
Así mismo, en caso de constatarse la existencia de una HH, ésta debe ser tratada mediante hiatoplastia, tanto durante la realización de un BPG como de una GV. Este tratamiento simultáneo no se asocia con un incremento de complicaciones.