En los últimos años, la implantación percutánea de válvulas aórticas (TAVI, por sus siglas en inglés) ha revolucionado el tratamiento de la estenosis aórtica en pacientes de alto riesgo quirúrgico1. Lo que en sus inicios se consideraba una opción terapéutica reservada para aquellos no candidatos a cirugía abierta, hoy se ha convertido en una alternativa válida incluso en poblaciones de menor riesgo2,3. Este cambio de paradigma exige una adaptación constante por parte de los especialistas en cirugía cardíaca, quienes deben asumir un papel protagónico en el desarrollo, la implementación y el perfeccionamiento de estas terapias mínimamente invasivas.
La formación continua de los cirujanos cardíacos españoles en las técnicas TAVI es fundamental no solo para garantizar la excelencia en los procedimientos, sino también para mantener la seguridad y la calidad asistencial de los pacientes. La evolución de la tecnología de las válvulas transcatéter, junto con la diversificación de los abordajes (transfemoral, transapical, transaórtico, transcarotídeo y transaxilar), requieren un profundo conocimiento anatómico y quirúrgico que los cirujanos poseemos de manera innata debido a nuestro entrenamiento convencional en cirugía de reemplazo valvular.
A pesar de los avances de la cardiología intervencionista, la participación activa de los cirujanos cardíacos en los equipos multidisciplinarios de Heart Team es crucial para optimizar los resultados clínicos4. Nuestra experiencia en anatomía quirúrgica, gestión de complicaciones y abordajes alternativos convierte al cirujano en un pilar insustituible en la toma de decisiones. Además, nuestra participación garantiza que las opciones terapéuticas se aborden de manera integral, ofreciendo a cada paciente la mejor estrategia posible, ya sea quirúrgica, percutánea o híbrida.
Otro aspecto clave es la necesidad de fomentar la investigación y el desarrollo en TAVI dentro de la comunidad quirúrgica española. Los cirujanos cardíacos debemos asumir un rol activo en la innovación de dispositivos, en la optimización de técnicas de implantación y en la formación de nuevas generaciones de especialistas. La presencia de sociedades científicas como la Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular y Endovascular (SECCE) es fundamental para liderar iniciativas de formación y certificación que aseguren la capacitación de los cirujanos en estas terapias avanzadas.
Sin embargo, es esencial que los cirujanos cardíacos españoles mantengan una mentalidad abierta ante los cambios que impone la evolución tecnológica. La resistencia a la adaptación puede llevar a una pérdida de protagonismo en un campo que, sin duda, seguirá expandiéndose y evolucionando en los próximos años. La integración efectiva de la cirugía cardíaca en el ámbito de la TAVI no solo beneficia a los pacientes, sino que también fortalece el papel del cirujano como líder en el tratamiento de la valvulopatía aórtica.
En conclusión, la formación y la participación activa de los cirujanos cardíacos españoles en las terapias TAVI no es solo una necesidad profesional, sino una responsabilidad hacia los pacientes y el sistema sanitario en su conjunto. La combinación de habilidades quirúrgicas, experiencia en el tratamiento de la patología aórtica y una visión multidisciplinaria son la clave para garantizar un futuro donde la TAVI continúe siendo una opción segura y eficaz bajo la supervisión de equipos quirúrgicos altamente capacitados.
Conflicto de interésEl autor es proctor de Edwards Lifesciences.



