Buscar en
Atención Familiar
Toda la web
Inicio Atención Familiar La competencia docente en Medicina Familiar: una asignatura pendiente
Información de la revista
Vol. 23. Núm. 4.
Páginas 117-118 (Octubre - Diciembre 2016)
Compartir
Compartir
Descargar PDF
Más opciones de artículo
Vol. 23. Núm. 4.
Páginas 117-118 (Octubre - Diciembre 2016)
Editorial
Open Access
La competencia docente en Medicina Familiar: una asignatura pendiente
Family Medicine Teaching Competition: A Pending Subject
Competência docente em Medicina de Família: uma matéria pendente
Visitas
3588
Oscar Castañeda-Sáncheza, Isaí Martínez-Anotab
a Jefe de la División de Calidad, unidad médica de alta especialidad (umae), Instituto Mexicano del Seguro Social (imss), Puebla, Puebla
b Docente mce, Instituto de Estudios Universitarios, Puebla, Puebla
Este artículo ha recibido

Under a Creative Commons license
Información del artículo
Texto completo
Bibliografía
Descargar PDF
Estadísticas
Texto completo

La profesión docente resulta cada vez más compleja, los rápidos cambios en las sociedades de las últimas décadas -particularmente la globalización de la economía, las comunicaciones y el avance vertiginoso del conocimiento y la tecnología- han generado fuertes exigencias a sus sistemas educativos,1,2 por lo que la preocupación por ¿cómo debe ser y actuar el profesor? y ¿cuáles sus características personales y profesionales?, son preguntas siempre abiertas. El perfil del docente como profesional de la educación, así como sus competencias y funciones ocupan constantemente la teoría y la práctica educativa. Por ello, nos encontramos frente a un problema teórico-práctico difícil de abordar.3

La profesión médica es una de las pocas que contempla claramente la exigencia de una formación amplia y sistematizada que se lleva a cabo en el propio contexto laboral una vez finalizado el período universitario;4 la formación de profesionales médicos es de gran interés social, pues da como resultado una buena asistencia sanitaria.

De forma esquemática, la educación médica se puede clasificar en tres fases: 1) formación de pregrado o licenciatura; 2) período de posgrado o de formación de especialistas, y 3) formación médica continua; el periodo de posgrado transforma al médico en especialista, este proceso es denominado “sistema de residencias”.5

Los profesionales de la salud, con frecuencia desempeñan un doble rol: realizar actividades asistenciales y actividades docentes.6 Por tanto, una evaluación docente, debe contemplar dos factores: la complejidad de la práctica docente y el aislamiento en que tradicionalmente se realiza esta actividad,7 así, la evaluación de la efectividad de la docencia es un aspecto en el que se considera fundamental determinar la calidad con la que se llevan a cabo diversas funciones de enseñanza, esenciales para realizar una variedad de recomendaciones y decisiones académicas y administrativas.8 La formación debe incluir experiencias que alienten la reflexión sistemática sobre las propias acciones; la reinterpretación de las situaciones presentadas, dándole al currículo el carácter de un conjunto de posibilidades más que de normas, en las que la evaluación continúa del propio aprendizaje; y la comprobación de las implicaciones y de la validez del conocimiento en situaciones pragmáticas, que incluyen una evaluación ética.9

La evaluación del profesorado es definida como la valoración sistemática de la actuación, o las calificaciones del rol profesionalmente definido,10 así como el análisis e interpretación de información que se realiza de manera formativa, integral y participativa para la retroinformación del proceso enseñanza-aprendizaje.11 Determina la calidad académica del profesor, del participante y la adquisición de diferentes tipos de habilidades. Con base en el perfil docente, la enseñanza de la Medicina, en virtud de los avances específicos en el conocimiento de la enfermedad y de los medios para su prevención y control, en el entorno cultural y social, en la organización de los servicios y en las metodologías educacionales, ha experimentado transformaciones que derivan y se corresponden con nuevos perfiles profesionales.12 Por lo que, cuando se habla del perfil profesional del profesorado, se hace referencia al conjunto de competencias que identifican la formación de una persona, para asumir en condiciones óptimas las responsabilidades propias del desarrollo de funciones y tareas de una determinada profesión.13

Referencias
[1]
Soler-Martínez C. Reflexiones acerca del término competencias en la actividad docente. Educ Med Super [Internet]. 2004 [citado 2011 Jul 18];18(1). Disponible en: http://www.bvs.sld.cu/revistas/ems/vol18_1_04/ems05104.htm
[2]
Sotomayor C, Dupriez V. Desarrollar competencias docentes en la escuela: Aprendizajes de una experiencia chilena de asesoría a escuelas de alta vulnerabilidad social y educativa. Chaire unesco de Pedagogie Universitaire. [Internet]. 2007 [citado 2011 Jul 18];61. Disponible en: https://halshs.archives-ouvertes.fr/file/index/docid/561937/filename/cahier_61_Sotomayor_Dupriez_OK.pdf.
[3]
R.V. Galvis.
De un perfil docente tradicional a un perfil docente basado en competencias.
Acción Pedagógica, 16 (2007), pp. 48-57
[4]
E. Ros-Martrat.
Las competencias profesionales adquiridas en medicina familiar y comunitaria. Una mirada desde tutores y residentes.
Educación Médica, 7 (2004),
125-31
[5]
C. Rozman.
La educación médica en el umbral del siglo xxi.
Medicina Clínica (Barcelona), 108 (1997),
582-6
[6]
M.E. Luján-López, A. Díaz-Alejandro.
La lectura crítica en profesores de la salud; acercamiento a contenidos educativos.
Revista de Enfermería del Instituto Mexicano del Seguro Social, 17 (2009),
11-6
[7]
E. Cano, F. Imbernon.
La carpeta docente como instrumento de desarrollo profesional del profesorado universitario.
Revista Interuniversitaria de Formación del profesorado, 17 (2003), pp. 43-51
[8]
M. Rueda-Beltrán.
La evaluación del desempeño docente en las universidades públicas de México.
Revista Iberoamericana de Evaluación Educativa, 1 (2008), pp. 9-17
[9]
C. Yániz.
Las competencias en el currículo universitario: implicaciones para diseñar y para la formación del profesorado.
Revista de Docencia Universitaria, 4 (2008),
31-9
[10]
M.I.A. Rico-García, E.Y. Montalvo-Córdova, S.S. Ayala-Atrián.
Utilidad de la evaluación del desempeño docente.
Revista de Enfermería del imss., 9 (2001),
137-41
[11]
A.M. Gutiérrez-Nava, G. Castañeda-Solís.
Propuesta teórica de evaluación en la Educación Basada en Competencias.
Revista de Enfermería del imss., 9 (2001),
147-53
[12]
E. Rosselot.
Hacia el médico que nuestros países necesitan: énfasis en la comunicación y en la formación de los docentes.
Revista Médica de Chile, 131 (2003),
331-7
[13]
Z. Bozu, P.J. Canto-Herrera.
El profesorado universitario en la sociedad del conocimiento: competencias profesionales docentes.
Revista de Formación e Innovación Educativa Universitaria, 2 (2009), pp. 87-97

Sugerencia de citación: Castañeda-Sánchez O, Martínez-Anota I. La competencia docente en Medicina Familiar: una asignatura pendiente. Aten Fam. 2016;23(4):117-118.

Copyright © 2016. Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Medicina, División de Estudios de Posgrado
Opciones de artículo
Herramientas