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Vol. 9. Núm. 1.
Páginas 69-72 (Enero - Febrero 2011)
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Niños con altas capacidades intelectuales. Signos de alarma, perfil neuropsicológico y sus dificultades académicas
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Adrián García-Rona, José Sierra-Vázquezb
a Unidad de Neuropediatría. Servicio de Pediatría. Hospital Infanta Cristina (Parla) y Hospital Nisa Pardo de Aravaca. Madrid. España.
b Centro Seta. Sevilla. España.
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Tabla 1. Signos de sospecha en el desarrollo
Tabla 2. Diferencias psiconeurológicas entre trastorno por déficit de atención e hiperactividad y superdotados
Tabla 3. Perfil del niño superdotado con bajo rendimiento escolar
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Puntos clave

No existe una definición precisa del niño superdotado, ya que es una población muy diversa y su alta capacidad cognitiva puede expresarse de distintas formas (superdotación, talento y genio). La mayoría de los autores reconoce que un 3% de la población posee una alta capacidad cognitiva, pero al no existir un corte real entre superdotados y no superdotados otros autores la sitúan entre el 1 y el 15%.

La información aportada por los padres, el conocimiento del desarrollo precoz de estos niños y el uso de cuestionarios puede ser suficiente para la identificación de una alta capacidad cognitiva.

La diferencia entre un niño superdotado y otro con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), aunque no son incompatibles, se basa fundamentalmente en la manifestación del TDAH en todos los contextos, siendo más restringido en el superdotado. A nivel neuropsicológico, la diferencia se encuentra en los niveles atencionales, planificación y gratificación.

Los niños superdotados tienen derecho a un ajuste educativo mediante adaptación curricular que cubra sus necesidades. Es importante optimizar el rendimiento académico y su estado socioemocional.

La adaptación global de los niños superdotados es buena en comparación con otros grupos especiales. Existen grupos específicos de riesgo como las niñas y los hijos de familias con menos recursos socioeconómicos.

Introducción

Se define a los niños y adolescentes con altas capacidades o superdotados, como aquellos que muestran una elevada capacidad de rendimiento en las áreas intelectual, creativa y/o artística; poseen una desusada capacidad de liderazgo o sobresalen en áreas académicas específicas1. Al igual que otras características excepcionales, la superdotación plantea importantes exigencias sobre los recursos familiares y comunitarios. Conlleva riesgos de estrés psicosocial, aislamiento e incumplimiento de posibles logros, pues requieren servicios y actividades que comúnmente no brindan nuestras escuelas. Sin embargo, difieren de otras, en el pronóstico de las consecuencias para su vida y de las familias, que por supuesto es mejor.

La alta capacidad intelectual se puede expresar como2:

  • Superdotación: capacidad intelectual global por encima del percentil 75 (P75) en todos los ámbitos de la inteligencia.

  • Talento: alta puntuación (P90) en una o varias aptitudes intelectuales, pero no en todas.

  • Genio: alta capacidad intelectual (superdotado o talento) con alta creatividad y productividad.

La prevalencia de niños con dotes académicas superiores, como regla empírica generalmente aceptada, es de un 3%. Según el Centro de Investigación y Documentación Educativa del Ministerio de Educación y Ciencia, el número de superdotados en España es de 300.000, de los cuales sólo están identificados alrededor de 2.650. Esto implica que el 99% de los alumnos superdotados nunca serán identificados3.

Se define a los niños y adolescentes con altas capacidades o superdotados, como aquellos que muestran una elevada capacidad de rendimiento en las áreas intelectual, creativa y/o artística. Las características psiconeurológicas, de su entorno sociocultural y de su personalidad, pueden llevar a la aparición de problemas en la esfera personal, social y académica.

La conducta de estos niños, que “se aburren en clase”, en ocasiones plantea un diagnóstico diferencial con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), siendo éste el motivo de consulta. La colaboración de un equipo multidisciplinar y el uso de pruebas psicológicas apropiadas lo diferencian del TDAH y confirman el diagnóstico.

El conocimiento de los signos de sospecha durante el desarrollo, junto con la historia clínica y el uso de cuestionarios apropiados para padres y maestros, puede ser suficiente para orientar su identificación precoz. Para estos niños, que pueden considerarse un grupo de riesgo, la temprana identificación es clave, pues permite aplicar de forma precoz medidas psicoeducativas y evitar posibles problemas en el ámbito personal, social y académico.

Las administraciones educativas deberían aportar los procedimientos y recursos precisos para identificar tempranamente las necesidades específicas de estos alumnos que requieren una atención educativa diferente a la ordinaria por su alta capacidad intelectual (Ley Orgánica de Educación).

¿Qué datos puede emplear un pediatra para identificar un niño superdotado?

La tabla 1 enumera algunas características comúnmente asociada con dotes escolares superiores4. La información aportada por los padres es un buen comienzo.

  • Entre 1 y 4 años: a los padres puede sorprenderles el desarrollo precoz del lenguaje, son capaces de mantener una conversación a los 2 años, y su elevada capacidad de memoria. Son capaces de realizar puzzles y leer con facilidad antes de los 4 años.

  • Entre los 4 y 6 años: muestra orientación social hacia los adultos (conversaciones, juegos, etc.), disfrutan leyendo, tienen una gran curiosidad por las cosas, y muestran facilidad y rapidez en la comprensión de conceptos.

  • A partir de los 6 años: llama la atención su riqueza léxica; comprensión, manejo y conexión de conceptos complejos y placer en plantear y resolver nuevos problemas. Tienen talento en áreas específicas (dibujo, música, matemáticas, etc.), aunque suelen ser niños despistados ante tareas de rutina o irrelevantes para ellos. Frecuentemente muestran interés por temas trascendentes (moralidad, justicia, guerras, etc.), tienen avanzado sentido del humor, sensibilidad, perfeccionismo, sentimientos y emociones fuertes.

Tabla 1.

Signos de sospecha en el desarrollo

12 meses-4 añosFacilidad de obtención 
Desarrollo precoz del lenguaje 
Mantiene una conversación (2 años) 
Control de esfínteres (2 años) 
Conoce los colores (2 años) 
Memoriza cuentos, canciones y oraciones (2,5 años) 
Dibuja la figura humana (2,5 años) 
Interés por lo que le rodea, frecuentes preguntas 
Curiosidad e interés por aprender 
Realiza puzzles de 20 piezas (2,5 años) 
Cuenta hasta 10 (2,5 años) 
Lee con facilidad (4 años) 
4-6 añosSe relaciona con adultos y niños mayores que él 
Disfruta leyendo cuentos y libros 
Curiosidad insaciable 
Comprensión rápida e intuitiva 
6 años en adelanteVocabulario amplio 
Gran memoria a largo plazo 
Comprende y maneja conceptos abstractos complejos 
Habilidad para recordar problemas no resueltos 
Habilidad para hacer conexiones entre distintos conceptos 
Placer en plantear y resolver nuevos problemas 

El Ministerio de Educación y Ciencia ha elaborado un cuestionario muy útil para la detección de niños superdotados dirigido a padres y maestros5.

Para el diagnóstico clínico se deben tener en cuenta 3 criterios6:

  • 1.

    La sobredotación intelectual se caracteriza por un funcionamiento intelectual significativamente superior a la media. La capacidad intelectual general se define como cociente de inteligencia (CI aproximadamente de 130 o superior, obtenido por evaluación de uno o más test de inteligencia normalizado administrado de forma individual).

  • 2.

    La sobredotación intelectual va asociada a una mayor madurez en los procesamientos de información (memoria visual y percepción visual), desarrollo de la capacidad metacognitiva precoz (aproximadamente desde los 6 años), gran capacidad para la resolución de problemas, alta motivación para el aprendizaje, creatividad, precocidad y talento.

  • 3.

    La sobredotación intelectual debe manifestarse durante la etapa del desarrollo, lo que implica que se manifieste desde el nacimiento hasta los 18 años.

Características psiconeurológicas

Los niños superdotados presentas ciertas características psiconeurológicas:

  • Se sienten “diferentes”, pueden creer que nadie de su edad piensa como ellos o sobre las cosas que a ellos le interesan, y desean ser como los demás, por ello en ocasiones ocultan su talento en clase para evitar celos, envidias y competencia, con la finalidad de ganar amigos y ser aceptados en el grupo (efecto Pigmalión)7.

  • Experimentan emociones fuertes, reaccionando a situaciones que pasan inadvertidas para otros. Por ejemplo, un niño de 8 o 9 años puede estar triste por la pobreza en el mundo, lo cual resulta extraño para otros niños, maestros y padres, y pueden sentirse rechazados. Parte de esta aparente sensibilidad es el producto de un desarrollo asincrónico, es decir, ideas y conceptos adelantados a emociones propias a su edad (síndrome de disincronía).

  • Personalidad perfeccionista. En el niño superdotado, el perfeccionismo puede ser extenuante, en particular, por el miedo al fracaso ante objetivos elevados. Por ello, suelen evitar tomar decisiones importantes para no correr riesgos.

Por estas características de la personalidad, sensibilidad y perfeccionismo, estos niños tienen riesgo de aislamiento social, negación a tareas escolares, rebeldía y acoso escolar. Al no comprenderse su conducta infantil con una capacidad de razonamiento tan elevado, puede aparecer un desequilibrio y falta de sintonía con sus iguales. Como consecuencia pueden presentar estrés emocional, tristeza y depresión. Su perfeccionismo puede llevarle a una excesiva autocrítica y falta de confianza en sí mismo (fig. 1).

Figura 1.

Características clínicas de niños superdotados.

(0,32MB).
Diagnóstico diferencial

La conducta del niño superdotado en clase, donde suelen aburrirse por su alto nivel cognitivo, puede plantear similitud con el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Muestran falta de atención, poca persistencia para las tareas que ellos consideran irrelevantes, inician muchos proyectos pero terminan pocos, cuestionan normas y pueden presentar conflictos de poder con los profesores. Tienen dificultades para restringir su deseo de hablar y pueden molestar a los demás, olvidan las tareas y pierden los trabajos, son desorganizados. A diferencia de los alumnos con TDAH, estos problemas de comportamientos no se manifiestan en todas las situaciones o ambientes. Por otra parte, el TDAH verdadero no es incompatible con una elevada capacidad intelectual (alumno doblemente excepcional)8.

En la tabla 2 se muestran las diferencias neuropsicológicas entre el niño superdotado y el TDAH. El funcionamiento cognitivo diferencial entre un superdotado y un TDAH se basa en las siguientes áreas: la atención sostenida y selectiva es normal en el niño superdotado cuando se trata de tareas relevantes y muy baja en el niño con TDAH; el control de impulso es normal en el superdotado y muy baja en el TDAH; la memoria de trabajo y la planificación de una tarea es alta en el superdotado a diferencia que el TDAH; en aquellas tareas que requieren una gratificación no inmediata, los niños superdotados la realizan sin esfuerzo, en cambio, los niños con TDAH requieren un mayor esfuerzo y una gratificación inmediata para mantener la atención y finalizar las tareas. El razonamiento abstracto e inteligencia práctica son muy elevados en el niño superdotado y normal en el niño con TDAH.

Tabla 2.

Diferencias psiconeurológicas entre trastorno por déficit de atención e hiperactividad y superdotados

  Superdotados  TDAH 
Atención sostenida y selectiva  Normal  Muy baja 
Planificación  Muy elevado  Muy bajo 
Tiempo de ejecución  Bajo  Elevado 
Control de impulso  Normal  Bajo 
Tareas que requieren gratificación no inmediata  Normal  Muy bajo 
Razonamiento abstracto  Muy elevado  Normal 
Inteligencia práctica  Muy elevada  Normal 

TDAH: trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

Trastorno del aprendizaje escolar

Según el Ministerio de Educación y Ciencia (2000), el 70% de los alumnos superdotados presentan bajo rendimiento escolar y entre el 30-50% fracaso escolar. Las causas de este trastorno están condicionadas por las características propias del superdotado (inestabilidad emocional, falta de confianza, efecto Pigmalión o acoso escolar), el desconocimiento del tema por parte de los profesionales (escasa identificación de estos niños), el nivel socioeconómico (los más desfavorecidos presentan mayor riesgo de fracaso escolar) y la ausencia de un tratamiento psicopedagógico apropiado (adaptación curricular).

El perfil del niño con alto nivel cognitivo y bajo rendimiento escolar viene dado por las características psicológicas propias del superdotado y por los problemas que le acompañan9. Son niños que en clase presentan una expresión verbal destacada y en cambio una mala caligrafía (su procesamiento cognitivo va por delante de su madurez psicomotora para la escritura). Su gran memoria, atención y motivación pueden traducirse en clase como desgana y falta de finalización de tareas cuando éstas no le interesan.

En ocasiones, interviene en clase de forma sobresaliente, pudiendo llegar a desconcertar al profesor y a compañeros; le atraen los retos escolares y las tareas inusuales o complicadas, y puede reflejar en clase disgusto y aburrimiento ante trabajos rutinarios y repetitivos. Son niños que prefieren trabajar en compañía de personas adultas y manifestarse intransigentes ante compañeros menos dotados. Les gusta plantear en clase propuestas de cierta dificultad, que pueden llegar a retar al profesor y a cuestionar su método de enseñanza.

Son niños emocionalmente inestables y con baja autoestima por lo que pueden ser agresivos y tener mala relación con los compañeros (tabla 3).

Tabla 3.

Perfil del niño superdotado con bajo rendimiento escolar

Características  Problemas 
Expresión oral destacada  Disgrafia 
Gran memoria atención, motivación con tema de su interés  Desgana ante el maestro. No finaliza tareas cuando no le interesan 
Alta expectativa de éxito con materia curricular de su agrado  Baja expectativa para lograr objetivos mínimos en otras áreas 
A veces interviene de forma sobresaliente  Desconcierta al profesor y compañero. Distraído, aburrido 
Le atraen los retos escolares y tareas inusuales  Le disgustan los trabajos prácticos y rutinarios 
Prefiere trabajar en compañía de personas adultas  Intransigente con compañeros menos dotados 
Emocionalmente inestable. Baja autoestima  A veces agresivo, mala relación con compañeros, crítico consigo mismo y el resto 
Plantea al profesorado cuestiones de dificultad  Retar y probar al profesor, cuestionar su método de enseñanza 

Un niño con superdotación intelectual necesita una educación ajustada a sus capacidades, mediante las adaptaciones pertinentes, para optimizar y motivar su rendimiento académico10.

Conclusiones

El número de niños con superdotación intelectual que pasan desapercibidos es elevado. Una historia cínica detallada, el conocimiento de signos de sospecha, el uso de escalas para padres y maestros resulta de gran utilidad para su identificación, junto a la colaboración de un equipo multidisciplinar, que diferencie y confirme el diagnóstico. Para estos niños, que pueden considerarse un grupo de riesgo, la temprana identificación es clave para anticipar medidas psicoeducativas y evitar posibles problemas en el ámbito personal, social y académico.

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