Vaccines are among the most effective and cost-efficient tools in public health. Vaccine schedules have evolved in recent years to incorporate new immunizations. The WHO's Expanded Programme on Immunisation (EPI) recommends universal vaccines for 13 diseases and, depending on the context, for an additional 17 diseases. Over the past 50 years, global immunization efforts are estimated to have saved approximately 154 million lives, of which 146 million (95%) are children under the age of five.
Since 1974, child mortality has decreased from 92 to 25 per 1,000 live births, with estimates suggesting that 40 percent of this reduction is attributable to vaccines, though there are regional variations: 21 percent in the Western Pacific, 41 percent in America, and 52 percent in Africa.
Despite this impact, significant inequalities in access to vaccines persist between the global north and south. Since 2000, Gavi, the Vaccine Alliance, has supported 73 low- and middle-income countries, facilitating equitable access to new or underused vaccines. However, challenges remain, such as underfunding and low local production in many countries in the global south, as evidenced during the COVID-19 pandemic.
We are currently experiencing an exceptional moment in science. The great challenge is to ensure that these advancements reach the regions that need them most as a priority.
Las vacunas son una de las herramientas más efectivas y costo-eficientes en salud pública. Los calendarios vacunales han evolucionado en los últimos años, incorporando nuevas inmunizaciones. El Programa Ampliado de Inmunización (PAI) de la OMS recomienda vacunas universales para 13 enfermedades y según el contexto, para otras 17 adicionales. Se estima que, en los últimos 50 años, los esfuerzos globales de inmunización han salvado alrededor de 154 millones de vidas, de las cuales 146 millones (95%) corresponden a niños menores de 5 años. Desde 1974, la mortalidad infantil ha caído de 92 a 25 por cada 1.000 nacidos vivos, y se calcula que el 40% de esta reducción se debe a las vacunas, con variaciones regionales: 21% en el Pacífico Occidental, 41% en América y 52% en África.
A pesar de su impacto, persisten grandes desigualdades en el acceso a las vacunas entre el norte y el sur global. Desde el año 2000, Gavi, la Alianza para las Vacunas, ha apoyado a 73 países de renta baja y media, facilitando el acceso equitativo a vacunas nuevas o infrautilizadas. Sin embargo, aún existen desafíos, como la baja financiación y la escasa producción local en muchos países del sur global, entre otros, evidenciados durante la pandemia de COVID-19. Vivimos un momento científico excepcional; el gran reto es seguir poniendo el foco en que estos progresos lleguen de forma prioritaria a las regiones que más los necesitan.





