Objetivos docentes: Aportar una clasificación de la patología tumoral orbitaria basada en compartimentos anatómicos y edad de presentación. Describir las características radiológicas de los tumores, repasando las aportaciones de las técnicas de imagen avanzadas (especialmente la difusión en resonancia magnética). Definir el papel del radiólogo en los tumores orbitarios.

Revisión del tema: La órbita, a pesar de ser un espacio anatómico pequeño, es el origen de numerosos tumores en niños y adultos. La amplia variedad histológica de estos tumores, hace que sea un tema poco querido por los radiólogos. La órbita se divide en tres compartimentos: preseptal, postseptal intraconal y extraconal. Los tumores en el espacio preseptal incluyen los relacionados con la piel y anejos, accesibles a la caracterización por biopsia. Los tumores postseptales pueden clasificarse según el tejido de procedencia. En el espacio intraconal: la órbita, el complejo nervio-vaina óptico y tejidos interpuestos (grasa, musculatura extraocular y vasos). En el espacio extraconal: el sistema glandular lagrimal, las paredes orbitarias y tumores de los compartimentos vecinos. Algunos tumores pueden originarse en uno u otro compartimento indistintamente o infiltrar simultáneamente más de un compartimento: linfoma, tumores neurogénicos, malformación veno-linfática, rabdomiosarcoma y metástasis.

Conclusiones: La patología tumoral orbitaria constituye un grupo heterogéneo de lesiones que suponen un reto diagnóstico para el radiólogo. Una aproximación basada en la localización del tumor puede simplificar el diagnóstico diferencial, facilitando su abordaje. El empleo adicional de las técnicas de imagen avanzadas, pueden ayudar a reducir aún más el diagnóstico.