La hipercolesterolemia desempeña un importante papel en el desarrollo de la enfermedad cardiovascular. El beneficio de un estricto control lipídico ha sido puesto en evidencia con toda claridad tanto en estudios de prevención primaria como secundaria. Las sociedades científicas han establecido unas recomendaciones para el tratamiento de las concentraciones elevadas de colesterol en función de los factores de riesgo cardiovascular asociados. El grado de cumplimiento de estas recomendaciones dista bastante de lo deseable.
Pacientes y métodosEl estudio Zar es un estudio de farmacovigilancia en 15.000 pacientes dislipémicos que analizó la eficacia y seguridad de la atorvastatina en las condiciones de la práctica médica habitual de la asistencia primaria en España.
ResultadosLos resultados del estudio demostraron la elevada prevalencia de factores de riesgo cardiovascular en esta población (un 77% con ³ 2 factores de riesgo o con antecedentes de cardiopatía isquémica), y la gravedad de su hipercolesterolemia, que requería reducciones medias de colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad (cLDL) de un 29% para conseguir los objetivos terapéuticos. El tratamiento con la dosis inicial (10 mg) de atorvastatina durante 12 semanas controló a la mayoría de estos pacientes (un 53%), consiguiendo unas reducciones medias del cLDL de un 30%. Asimismo, el tratamiento con atorvastatina disminuyó un 22% la concentración sérica de triglicéridos. La concentración de colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad (cHDL) aumentó globalmente un 17% con el tratamiento, que fue tanto más eficaz cuanto más bajas eran las cifras basales, alcanzando aumentos de hasta un 61% en pacientes con un cHDL inicial inferior a 28 mg/dl. El perfil de seguridad de la atorvastatina fue excelente, notificándose reacciones adversas únicamente en el 0,5% de los pacientes.
ConclusiónLos resultados confirman la eficacia y seguridad de la atorvastatina en las condiciones habituales de prescripción en nuestra población.
Hypercholesterolemia plays a significant role in the development of cardiovascular disease. The benefit provided by a strict lipid control has been clearly demonstrated in both primary and secondary prevention clinical trials. Scientific societies have established guidelines for the treatment of elevated cholesterol concentrations based on individual risk factors. However, we are still quite short of achieving recommended targets.
Patients and methodsThe Zar study was a pharmacovigilance study in 15,000 dyslipidemic patients that assessed the efficacy and safety of atorvastatin in current medical practice in the primary care setting in Spain.
ResultsThe results of this study show that there is a high prevalence of cardiovascular risk factors in this population (77% with ³ 2 risk factors or prior coronary heart disease), and that hypercholesterolemia usually is severe, requiring mean LDL cholesterol reductions of 29% to achieve therapeutic targets. Treatment with the initial dose (10 mg) of atorvastatin during 12 weeks controlled the majority of patients (53%), achieving mean LDL cholesterol reductions of 30%. Moreover, treatment with atorvastatin decreased serum triglyceride levels by 22%. Mean HDL cholesterol levels increased by an average 17%, and therapy was more efficacious when baseline HDL cholesterol levels were lower, reaching increases of up to 61% in patients with baseline HDL cholesterol lower than 28 mg/dl. An excellent safety profile was observed, with only 0.5 of patients having possibly related adverse events.
ConclusionConclusion.