Buscar en
Revista de Psiquiatría y Salud Mental
Toda la web
Inicio Revista de Psiquiatría y Salud Mental Las voluntades anticipadas en salud mental: hechos y valores
Información de la revista
Vol. 8. Núm. 4.
Páginas 244-245 (Octubre - Diciembre 2015)
Vol. 8. Núm. 4.
Páginas 244-245 (Octubre - Diciembre 2015)
Carta al Director
Acceso a texto completo
Las voluntades anticipadas en salud mental: hechos y valores
Advance directives in mental health: Facts and values
Visitas
7183
Sergio Ramos Pozón
Fundació Víctor Grífols i Lucas, Barcelona, España
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Texto completo
Bibliografía
Descargar PDF
Estadísticas
Texto completo
Sr. Director:

Frecuentemente apelamos a principios bioéticos para los conflictos éticos. El respeto por la autonomía se ejemplifica en el consentimiento informado y el documento de voluntades anticipadas (DVA). En salud mental hemos de partir de que los pacientes quieren y pueden participar en las decisiones sanitarias1,2. En ocasiones rechazan tratamientos eficaces porque no están bien informados. En ese caso, los profesionales tienen la obligación moral de «hacerles autónomos y competentes» informándoles. En casos de incompetencia, el representante ha de mantener un diálogo con los profesionales para que se respete, en lo posible, al paciente.

En ese diálogo también se constata la no-maleficencia, que es la obligación de no dañar intencionadamente. Hemos de evitar actitudes violentas mediante contención (farmacológica, mecánica, etc.). Pero también, privar, injustificadamente, del derecho a la autonomía supone un daño moral, pues se impide que se lleve a cabo sus intereses. Además, resulta un daño el paternalismo injustificado que infantiliza a los pacientes, estigmatizando y discriminándolos. Es necesario buscar su mayor beneficio. El DVA comporta repercusiones positivas en su recuperación3–7. Finalmente, las decisiones justas pueden permitir ahorrar en gasto sanitario si los pacientes piden que no se les prolongue la vida más allá de lo razonable. Los que padecen demencia pueden responder a ese perfil.

Estos principios quedan ejemplificados en el contenido y utilidad del DVA.

Wilder et al.8 y Srebnik et al.9 muestran que las personas con enfermedades mentales aceptan mejor los neuromoduladores y los antipsicóticos atípicos, rechazando con más frecuencia antipsicóticos clásicos y litio. Muchos profesionales creen que los pacientes rechazarán todos los fármacos; sin embargo, este hecho no suele darse8. Las razones de rechazo farmacológico son: efectos negativos, sentirse dopados e incapacidad para realizar las actividades de la vida cotidiana9.

En cualquier caso, la libre elección del tratamiento, el conocimiento de sus contraindicaciones y la importancia de su seguimiento tienen una mejora en la adherencia farmacológica, lo cual reduce el número de recidivas, pues supone una motivación para su seguimiento9. Es también motivo de elección o rechazo decisiones sobre la hospitalización o personas de contacto mientras esté ingresado10.

El uso del DVAP reduce el empleo de medidas coercitivas al haber una confianza entre equipo médico y paciente. Por otro lado, si deja anotado un representante hay más posibilidad de respeto por la voluntad del paciente y con ello que la persona se sienta empoderada.

Por todo ello, conseguimos un respeto por la persona (autonomía), buscamos mayor beneficio (mayor adherencia farmacológica, etc.) y evitamos futuros daños (recidivas, medidas coercitivas…). La libre elección de tratamiento puede contribuir a una reducción de la aplicación de tratamientos no deseados, lo cual es de justicia que ocurra.

Bibliografía
[1]
El-Wakeel, G. Taylor, J. Tate.
What do patients really want to know in an informed consent procedure? A questionnaire-based survey of patients in the Bath Area, UK.
J Med Ethics., 32 (2006), pp. 121-128
[2]
J. Hamann, R. Cohen, S. Diplich.
Why do some patients with schizophrenia want to be engaged in medical making and others do not?.
J Clin Psychiatry., 72 (2011), pp. 1636-1643
[3]
J. La Fond, D. Srebnik.
The impact of mental health advance directives on patient perceptions of coercion in civil commitment and treatment decisions.
Int J Law Psychiatry., 25 (2002), pp. 537-555
[4]
D. Srebnik, L. Rutherford, T. Peto, J. Russo, E. Zick, C. Jaffe, et al.
The content and clinical utility of psychiatric advance directives.
Psychiatr Serv., 56 (2005), pp. 592-598
[5]
H. Rittmannsberger, T. Pachinger, P. Keppelmüller, J. Wancata.
Medication adherence among psychotic patients before admission to inpatient treatment.
Psiquiatr Serv., 55 (2004), pp. 174-179
[6]
J. Hamann, R. Cohen, S. Leucht, R. Busch, R. Kissling.
Do patients with schizophrenia wish to be involved in decisions about their medical treatment?.
Am J Psychiatry, 162 (2005), pp. 2382-2384
[7]
J. Swanson, M. Swartz, E. Elbogen, R. van Dorn, J. Ferron, H. Wagner, et al.
Facilitated psychiatric advance directives: A randomized trial of an intervention to foster advance treatment planning among persons with severe mental illness.
Am J Psychiatry, 163 (2006), pp. 1943-1951
[8]
Ch. Wilder, E. Elbogen, L. Moser, J. Swanson, M. Swartz.
Medication preferences and adherence among individuals with severe mental illness and psychiatric advance directives.
Psychiatr Serv., 61 (2010), pp. 380-385
[9]
D.S. Srebnik, L.T. Rutherford, T. Peto, J. Russo, E. Zick, C. Jaffe, et al.
The content and clinical utility of psychiatric advance directives.
Psychiatr Serv., 56 (2005), pp. 592-598
[10]
D. Srebnik, J. la Fond.
Advance directives for mental health treatment.
Psychiatr Serv., 50 (1999), pp. 919-925

Este artículo forma parte del proyecto becado por la Fundació Víctor Grífols i Lucas sobre bioética (2013-2014).

Copyright © 2015. SEP y SEPB
Opciones de artículo
Herramientas
es en pt

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?

Are you a health professional able to prescribe or dispense drugs?

Você é um profissional de saúde habilitado a prescrever ou dispensar medicamentos

Quizás le interese:
10.1016/j.rpsm.2018.02.003
No mostrar más