Penile Mondor's disease; diagnosis with magnetic resonance imaging

Abstract

Introduction

Penile Mondor's disease (PMD) is the thrombophlebitis of the superficial dorsal vein of the penis. The patients usually feel the superficial vein of the penis like a hard rope and present with complaint of pain around this hardness. The physiopathology of this condition remains unknown; however, it is likely that vascular transection occurring after a surgical intervention or trauma caused by external compression may be triggering this condition.

Case report

A 36-year-old male presented with penile indurations that felt like a hard rope for the last one week that worsened with erection. The patient was diagnosed with PMD based on the findings from the physical examination, Colored Doppler Ultrasonography (Doppler USG) of the penis, and magnetic resonance imaging (MRI). The patient was diagnosed with subacute PMD. The patient was placed on a therapy involving oral anti-aggregants, topical anti-inflammatory agents, and heparinoid creams. The patient was recommended to abstain from sex.

Conclusion

The patients with penile Mondor's disease may experience anxiety and sexual dysfunction. The early recognition of the condition on the basis of clinical and radiological evidence increases the effectiveness of medical therapy and avoids surgery. In this regard, cooperation between the radiologist and the urologist is an essential component.

Resumen

Introducción

La enfermedad de Mondor con afectación peniana (PMD) es la tromboflebitis de la vena dorsal superficial del pene. El paciente suele sentir la vena superficial peniana como una cuerda dura y manifiesta dolor alrededor de esta dureza. Si bien todavía se desconoce la fisiopatología de esta dolencia, cabe la posibilidad de que el desencadenante pueda ser una transección vascular postquirúrgica o un traumatismo provocado por compresión externa.

Informe del caso

Varón de 36 años con induración peniana y sensación de cuerda dura durante la semana previa que empeora con la erección. El paciente fue diagnosticado PMD conforme a los hallazgos de la exploración física, una ecografía doppler color del pene y una resonancia magnética (RMN). La PMD es de tipo subagudo. Se pautó un tratamiento con antiagregantes orales, agentes antiinflamatorios de uso tópico y cremas heparinoides. Se aconsejó al paciente que mantuviera abstinencia sexual.

Conclusión

Los pacientes con enfermedad de Mondor con afectación peniana pueden experimentar ansiedad y disfunción sexual. Un diagnóstico temprano de la dolencia ayudándose de las pruebas clínicas y radiológicas aumenta la eficacia del tratamiento médico y evita la cirugía. Por ello la colaboración entre el equipo de radiólogos y urólogos es fundamental en estos casos.