Cuidados dermocosméticos de la piel y el cabello
La población de origen asiático representa un colectivo numeroso de la sociedad española y, por tanto, de la clientela de la oficina de farmacia. La piel y el cabello de la raza asiática presentan particularidades que los diferencian de la raza blanca, por lo que requieren productos y consejos farmacéuticos específicos que sean adecuados para sus necesidades. El presente artículo revisa las principales características de la piel y el cabello asiáticos y ofrece algunas recomendaciones para su correcto cuidado dermocosmético.
La población de origen asiático representa más de la mitad de la población de la Tierra. Pese a este predominio demográfico, las características inherentes a este tipo de piel y cabellos no se han estudiado con tanto detalle como la piel y cabellos de la raza blanca; en otras ocasiones, los estudios han proporcionado resultados confusos o contradictorios.
Sin embargo, el gran despegue económico de algunos países asiáticos (China e India, principalmente) ha propiciado que la industria cosmética haya puesto sus ojos en este enorme mercado emergente. El grupo L'Oreal, uno de los líderes mundiales del sector cosmético, ha dado prueba de su apuesta por el mercado asiático con la reciente inauguración de un centro de investigación en Pudong, en las cercanías de Shangai. Se trata del primer centro mundial dedicado exclusivamente a identificar las propiedades de la piel y el cabello asiáticos, así como a desarrollar y evaluar productos de belleza destinados a los consumidores de origen asiático de todo el mundo.
Cuando se habla de piel asiática, a menudo se piensa únicamente en la piel de las personas originarias de China y Japón. Con frecuencia, se olvida que India, Pakistán o Sri Lanka también forman parte de este continente, así como los países del sudeste asiático (Filipinas, Indonesia, Tailandia, Vietnam, etc.). La piel y cabellos de los individuos de estos países presenta un aspecto notablemente diferente al de las personas procedentes del Lejano Oriente. Las diferencias no se limitan al aspecto externo, sino que también se extienden a los estratos más profundos de la estructura cutánea, como se comenta a continuación.
Características anatómicas y fisiológicas de la piel asiática
La piel asiática presenta características propias en su estructura y fisiología que la diferencian de la piel caucásica. La tabla 1 recoge las principales diferencias en las propiedades de la piel entre ambas razas.
Función protectora y penetración de activos
En cuanto al estrato córneo, las pieles asiática y blanca no presentan diferencias significativas en la renovación y el tamaño de los corneocitos. Sí se aprecian diferencias en el número de capas del estrato córneo, que es mayor en las pieles más oscuras (p. ej., la piel hindú, pakistaní, etc.) que en la piel blanca, y en éstas es mayor que en la piel oriental. Por el contrario, parece que la piel oriental presenta mayor contenido de ceramidas del estrato córneo que la piel blanca. En general, se puede afirmar que la piel oriental presenta la menor pérdida de agua transepidérmica (TEWL), el mayor contenido de agua y el mayor porcentaje de lípidos en el estrato córneo en comparación con la piel blanca y las pieles más oscuras (estas últimas presentan los resultados contrarios)1. También la penetración de principios activos es superior en la población oriental, y mayor en la raza blanca que en las pieles más oscuras2.
Secreción sebácea
Aunque algunos estudios concluyen que es similar en ambas razas, es un hecho constatado que una gran parte de la población asiática define su piel como «grasa».
Color de la piel
Está condicionado por los melanosomas, pequeños gránulos que contienen el pigmento melanina. El tamaño, cantidad, densidad y distribución de los melanosomas explica las diferencias de pigmentación de las distintas razas, así como los tonos claros y oscuros de la piel clara y oscura dentro de una misma raza.
Los melanosomas de la piel caucásica se agrupan normalmente en los queratinocitos, formando agregados. En cambio, los melanosomas de los orientales se encuentran tanto formando agregados --más compactos que los anteriores-- como dispersos individualmente en la epidermis. En los individuos de piel más oscura, los melanosomas se hallan dispersos de forma individual, al igual que ocurre en la raza negra. Respecto al tamaño de los melanosomas, los más pequeños corresponden a la piel blanca y los mayores a las pieles más oscuras. Se ha comprobado que los melanosomas aislados suelen presentar un tamaño mayor que los melanosomas agregados (fig. 1).
Fig. 1. Los melanosomas aislados (raza blanca y oriental) suelen presentar un tamaño mayor que los melanosomas agregados (raza negra o india).
Por lo que respecta al contenido en melanina, las pieles más claras (la piel blanca y la oriental) presentan aproximadamente la mitad de melanina en la epidermis que las pieles hindúes. Además, las pieles claras tienen un porcentaje ligeramente superior de melaninas más claras (feomelaninas), mientras que las eumelaninas predominan en las pieles más oscuras3. A tenor de estos resultados, se puede afirmar que, a efectos de la pigmentación cutánea, la raza asiática presenta características intermedias entre la piel caucásica y las pieles negras4.
Vello corporal
En cuanto a la pilosidad corporal, también hay variaciones raciales: la raza asiática presenta menos vello corporal que la blanca. Tanto los varones como las mujeres caucásicas tienen tendencia a que haya crecimiento de pelo corporal; ésta es una de las mayores diferencias raciales, ya que si las mujeres caucásicas pueden ser hirsutas, la raza asiática no suele serlo5. En cuanto al crecimiento de la barba, es mucho mayor en los varones caucásicos que en los orientales.
Enfermedades dermatológicas
Aunque hay estudios contradictorios al respecto, se acepta que la piel asiática es más sensible a la irritación que otras pieles6 y presenta mayor riesgo de desarrollar queloides. Los individuos de raza asiática también están más expuestos a la aparición de alteraciones en la pigmentación que los individuos blancos. Los trastornos en la pigmentación son algunos de los cambios iniciales y más evidentes de las pieles asiáticas, con una incidencia que aumenta con la edad. Una de las alteraciones pigmentarias más frecuentes entre los asiáticos son las máculas de Hori, casi desconocidas en los caucásicos. Se trata de hiperpigmentaciones azuladas que afectan generalmente a las regiones malares del rostro, aunque también pueden aparecer en la base de la nariz y las aletas nasales, frente, sienes y pestañas. En la raza asiática también son más frecuentes el melasma, lentigo y el aumento del tono amarillento de la piel con la edad.
En contrapartida, las pieles más oscuras presentan un mecanismo superior de protección contra la radiación ultravioleta, que las convierte en menos susceptibles al cáncer cutáneo, a las quemaduras solares y al fotoenvejecimiento.
Tanto los varones como las mujeres caucásicas tienen tendencia a que haya crecimiento de pelo corporal; ésta es una de las mayores diferencias raciales, ya que si las mujeres caucásicas pueden ser hirsutas, la raza asiática no suele serlo
Cuidado de la piel asiática
Pese al aumento de población asiática en España, los laboratorios cosméticos todavía no comercializan líneas de cuidado específicas para este tipo de pieles. En consecuencia, el farmacéutico comunitario deberá escoger, entre todos los productos de su establecimiento, los que puedan adaptarse mejor a las necesidades de la piel asiática. Las recomendaciones para el cuidado de la piel asiática son:
* Puesto que se irrita con mayor facilidad, se pueden recomendar los cosméticos destinados a pieles sensibles7-9. En estos cosméticos, se han minimizado las materias primas que producen malestar cutáneo: altas concentraciones de etanol y propilenglicol, aldehídos, algunos ácidos orgánicos y conservantes, perfumes y concentraciones irritantes de tensioactivos y emulgentes.
* Para la limpieza del rostro, se recomiendan productos no grasos o ligeramente astringentes que compensen la mayor secreción sebácea de esta piel. Serán preferibles los desmaquillantes que se retiran con agua, en especial geles y espumas, ya que sólo contienen una mínima proporción de ingredientes reengrasantes. Como tónico se puede utilizar agua termal o aplicar una loción destinada a pieles normales o mixtas si hay pocos brillos.
* Los cosméticos hidratantes más indicados son las fórmulas ligeras, poco oclusivas, elaboradas con pocos ingredientes y no comedogénicos. Se pueden aplicar concentraciones moderadas de alfahidroxiácidos, que preferiblemente tendrán cadena larga (p. ej., ácido mandélico) para minimizar el riesgo de irritación.
* Las mismas precauciones deben seguir los productos antienvejecimiento, cuando se precisen, pues a edad más avanzada que la piel blanca es más susceptible al envejecimiento actínico.
* Para evitar la aparición de manchas, conviene que las formulaciones incluyan filtros solares. Se preferirán los filtros no químicos, como óxido de titanio, o la combinación de filtros físicos y químicos cuando se requiera un factor de protección alto.
* Como preparados despigmentantes, es mejor elegir los que incluyan los activos menos irritantes, como undecilenoil fenilalanina10, diacetil boldina11 y extractos vegetales. También se pueden utilizar cosméticos que reivindican un aporte de luminosidad y claridad a la piel, ya que ralentizan el proceso de formación de melanina para obtener una pigmentación más clara.
Cabello asiático
Las principales características diferenciales del cabello asiático con respecto al cabello caucásico se recogen en la tabla 2.
Sección y diámetro
El cabello asiático presenta una sección circular, mientras que en el cabello caucásico es ovalada. Tiene mayor diámetro y, por tanto, mayor grosor que el cabello caucásico. De ahí que el cabello asiático sea más resistente al daño mecánico (p. ej., al cepillado intenso, horquillas, gomas para el pelo) y al daño químico (tintes, decoloración, permanentes, etc.) que el cabello caucásico.
Modo de inserción en el cuero cabelludo
En la raza asiática, el folículo del cabello queda dispuesto casi en perpendicular a la superficie cutánea. En el cabello caucásico, en cambio, el folículo está insertado formando un ángulo inferior a 90º (tabla 3).
Secreción sebácea
Es superior en el cabello asiático, por lo que es frecuente que el cabello sea graso y presente un aspecto brillante.
Densidad
La raza asiática presenta menor densidad de cabello que la raza blanca. Se calcula que en el cuero cabelludo asiático hay un promedio de 90.000 cabellos, frente a los 100.000-120.000 cabellos de la raza blanca.
Estructura del cabello
La queratina presenta un alto grado de compactación, que se traduce en una dificultad extra a la hora de secar el cabello o de realizar procesos químicos, como cambios de forma y color.
Aspecto
El cabello asiático es liso, recto e incluso tieso y con poco volumen en la raíz. Debido a su configuración, tiene tendencia a enredarse, formar nudos y presentar roturas. Suele ser de color negro, por la presencia de una alta concentración de eumelaninas. La elevada pigmentación obliga a que, cuando se pretende un cambio de color (p. ej., con mechas o con tinte de tonos más claros), los productos decolorantes se dejen expuestos más tiempo o contengan mayor proporción de oxidantes para conseguir el color deseado. En consecuencia, los procesos químicos causan un alto grado de agresión al tallo capilar, que pese a su gran resistencia puede aparecer dañado, encrespado y áspero al tacto.
Cuidado del cabello asiático
Debido a su peculiar estructura, el cabello asiático presenta problemas específicos para su cuidado (tabla 3).
Las mujeres asiáticas presentan mayor incidencia de alopecia difusa que las mujeres caucásicas. Para completar el cuidado capilar, se puede recomendar la aplicación periódica o prolongada de preparados estimulantes del crecimiento del cabello
El estado del cabello puede mejorar si se siguen unos sencillos consejos:
* Puesto que el cabello suele ser graso en su raíz, se recomienda el lavado con champúes seborreguladores, que contengan activos azufrados como cistina, tioxolona, tiolisina, aceite de esquisto13, etc.) o sustancias vegetales inhibidoras de la enzima 5-alfarreductasa (p. ej., los extractos de sabal, calabaza y romero). Para no deslipidizar en exceso el cuero cabelludo, la base lavante del champú tiene que estar formulada con tensioactivos suaves, como sulfosuccinatos, cocoanfoacetatos o glucósidos. En ocasiones, la utilización de champúes demasiado agresivos comporta la aparición de picor y descamación por deshidratación en el cuero cabelludo.
* Al tener un tallo grueso y generalmente más seco que la raíz, es conveniente que el champú contenga algún tipo de sustancias acondicionadoras suavizantes que faciliten el peinado del cabello. Buenos ejemplos son los tensioactivos catiónicos, los polyquaternium y los derivados silicónicos. También se pueden alternar los lavados con un champú que contenga ceramidas o fosfolípidos, puesto que se ha demostrado que se fijan al cabello y lo protege de las roturas ocasionadas por el peinado y los tratamientos químicos.
* Después del lavado, se pueden aplicar acondicionadores sin aclarado para cerrar las cutículas del cabello, mejorar el desenredado y dar brillo y suavidad a la fibra capilar. En los cabellos muy gruesos o más castigados se puede optar por productos con aclarado, como suavizantes o mascarillas, que contienen
mayor cantidad de lípidos reengrasantes y otras sustancias acondicionadoras. En este caso, el acondicionador tiene que extenderse únicamente en el tallo capilar (medios y puntas), con lo que se deja a salvo la raíz para evitar un reengrasamiento del cuero cabelludo. Si las puntas del cabello están muy deterioradas, se puede aplicar un poco de acondicionador sin aclarado o un sérum de puntas.
* Las mujeres asiáticas presentan mayor incidencia de alopecia difusa que las mujeres caucásicas. Para completar el cuidado capilar, se puede recomendar la aplicación periódica o prolongada de preparados estimulantes del crecimiento del cabello.