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Conceptos básicos de dermofarmacia
Recibido en mayo de 2005
Lograr un bronceado supone exponer la piel a efectos negativos. De manera inmediata pueden producirse quemaduras, alteraciones del sistema inmunitario e insolaciones. Más tarde, por exposición prolongada, pueden ponerse de manifiesto posibles alteraciones genéticas, cataratas y envejecimiento prematuro de la piel (fotoenvejecimiento).
Factores que influyen en la intensidad de la radiación solar
Época del año y latitud geográfica
La forma elíptica de la órbita de la tierra en torno al sol causa cambios en la intensidad de las radiaciones. Así, por ejemplo, en Europa central el sol alcanza su máxima altura y, por tanto, su mayor intensidad hacia finales de junio (solsticio de verano), mientras que en diciembre corresponde a un mínimo de radiación UV (solsticio de invierno).
Hora del día
El sol cambia su ángulo de irradiación a lo largo del día. La intensidad UV es máxima al mediodía y a medida que aumenta su recorrido, disminuye la intensidad a consecuencia de una mayor absorción por parte de la atmósfera.
Altura
La intensidad de radiación ultravioleta se incrementa del orden de un 20% cada 1.000 m de altura, debido a la reducción de su trayectoria a través de la atmósfera.
Condiciones metereológicas
El cielo cubierto puede absorber hasta un 50% de radiación. Si hay niebla, la dispersión de los rayos en las finas gotitas de agua que la constituyen resulta muy dañina (en términos de poder eritematógeno).
Reflexión
La radiación UV solar se refleja en una medida considerable sobre la superficie de la tierra; así, a los efectos de la radiación directa, se suman los de la reflejada, lo que aumenta considerablemente su intensidad. El hielo y la nieve tienen un gran poder reflectante, incluso la arena clara de la playa puede reflejar hasta un 80% de radiación UV.
Angulo de incidencia
Los rayos solares no inciden de la misma forma en las distintas zonas del cuerpo humano, por lo que se pueden producir quemaduras, de forma preferente, o cuanto menos, más rápidamente, en zonas donde la radiación incida perpendicularmente.
En la figura 1 se muestra la influencia del medio ambiente sobre la intensidad de la radiación solar recibida por la piel.
Fig. 1. Influencia del medio ambiente sobre la intensidad de la radiación solar recibida por la piel.
Tipos de productos para la protección solar de la piel
Fotoprotectores
Son sustancias que se aplican sobre la piel a fin de prevenir los daños actínicos ocasionados por la radiación solar. En la composición de los fotoprotectores se incluyen filtros solares, sustancias activas que se encargan de neutralizar los efectos nocivos del sol en razón de su capacidad de absorción o reflexión.
Los preparados que integran filtros que actúan por absorción deben aplicarse del orden de media hora antes de la exposición para dar tiempo a que la piel los absorba; los que integran filtros que actúan por reflexión pueden aplicarse en el mismo momento de la exposición. Una innovación en el desarrollo de preparados antisolares reside en la utilización de pigmentos micronizados, con un tamaño de partícula entre 10 y 50 nm, lo que permite obviar el efecto de blanqueado de la piel producido por los filtros clásicos de acción por reflexión.
Bronceadores
Son productos que, aplicados de forma tópica sobre la piel, aceleran la pigmentación cutánea (bronceado). Pueden dividirse en dos grandes grupos: bronceadores con o sin sol.
Entre los bronceadores sin sol figuran una serie de sustancias naturales, minerales y sintéticas capaces de desarrollar en la piel una coloración semejante a la conseguida por el efecto bronceador de la radiación UV por reacción con determinados componentes de la capa queratínica (formación de melanoidinas). El efecto es puramente «de tinción» y es importante recordar que estos complejos no protegen a la piel frente al eritema, a diferencia de lo que sucede con el bronceado natural.
En cuanto a los bronceadores con sol, son productos que bajo la acción de los rayos ultravioleta (UVA y UVB) aceleran la aparición de pigmentación cutánea o bronceado natural.
Productos de aplicación tras la exposición solar
Son sustancias con efecto hidratante, calmante o regenerador, de uso tópico para el alivio de la congestión y otras manifestaciones (enrojecimiento, reacción edematosa, sensación de calor,...) producidas por el eritema solar. Estos productos pueden, asimismo, ayudar a la regeneración de las modificaciones cutáneas inducidas en la piel por acción de las radiaciones solares.
Prueba de resistencia al agua
No se dispone de ningún estándar para prueba de resistencia al agua. El método más utilizado es el propuesto por la FDA:
* Tras la aplicación del producto fotoprotector sobre el antebrazo de la persona analizada, el brazo se sumerge en un recipiente con agua expuesta a régimen turbulento 2 veces durante 20 min cada vez.
* Seguidamente, el producto aplicado sobre el antebrazo debe retener todavía el 50% de su capacidad protectora original.
Formas de aplicación de los productos solares
Cremas
Las emulsiones fluidas (leches) se emplean generalmente para la cara, y los aceites para el cuerpo, en razón de sus propiedades reológicas.
Aceites
Sus principales inconvenientes son su pegajosidad y el brillo graso que confieren a la piel. En contrapartida, presentan una elevada resistencia al agua y una buena extensibilidad. Suelen emplearse para productos de FPS bajos.
Emulsiones A/O
Suelen ser hidrorrepelentes y, en consecuencia, de elevada sustantividad. Protegen contra el calor y son adecuadas para consumidores con pieles secas. Suelen emplearse para productos solares de FPS medios o elevados.
Emulsiones O/A
Son la base de los fotoprotectores presentados en forma de leches. En razón de su mayor fluidez, suelen acondicionarse en tubos o incluso en sistemas de aerosol (nebulizadores o bombas dosificadoras). En razón de su propia naturaleza fisicoquímica, su sustantividad es baja o mínima, cuestión que hay que considerar si se pretende emplearlas en situaciones en las que se prevea la realización de actividades de inmersión o baño.
Geles
Se utilizan para pieles con tendencia grasa, y su principal ventaja es su fácil distribución sobre la superficie cutánea y la sensación de frescor, mientras que su principal desventaja es su poca resistencia al agua (idénticas consideraciones que para los preparados en forma de emulsion O/A).
Lápices o barras de protección labial
Su empleo resulta de especial interés, dado que el limbo labial carece de protección natural contra la radiación UV (no posee capa córnea ni glándulas sebáceas y tiene una escasa pigmentación).
Características de los productos de protección solar
Uno de los aspectos que debe considerarse en los productos solares es su capacidad de permanecer sobre la piel al entrar en contacto con un medio húmedo (baños en piscina o mar, sudoración, etc.). Se denomina sustantividad a la capacidad de remanencia del producto en la zona de aplicación después de la inmersión o posible remoción por efecto de la transpiración. Una elevada sustantividad es, en consecuencia, garantía del mantenimiento de la acción fotoprotectora de la formulación. Se obtiene mediante la inclusión en el preparado de diferentes tipos de componentes, como derivados acrílicos o siliconas lineales o ramificadas.
Dado que el agua es casi transparente a la radiación UV, al menos para niveles de inmersión próximos a la superficie (los habituales en el baño en mar o piscinas), reviste gran importancia la capacidad protectora de un producto en el agua y, en consecuencia, su sustantividad (tabla 1). En función de la efectividad de este último parámetro, los antisolares reciben la denominación de water-resistant y waterproof.
Water-resistant
Cuando el fotoprotector no ha perdido su capacidad protectora (su FPS) tras 40 min de natación continuada. Se evalúa sobre la espalda de panelistas a los que se hace nadar en períodos de 20 min.
Waterproof
Cuando supera los 80 min.
La prueba de resistencia al agua (véase recuadro adjunto) de un producto no aporta indicios de cómo la fricción influye sobre la resistencia al agua de un producto. Así, por ejemplo, la fricción que produce el secado con toalla puede eliminar hasta el 80% de un fotoprotector solar. En consecuencia, después del baño, así como después del secado subsiguiente, debe repetirse la aplicación incluso de protectores solares de naturaleza hidrófoba.
Bibliografía general
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www.accesdermatology.com
www.eucerin.es
www.medicina21.com/