Harpagofito
Harpagophytum procumbens DC (pedaliáceas)
*l harpagofito o garra del di ablo (Harpagophytum procumbens DC) es una planta herbácea que vive en terrenos arenosos de las sabanas del Kalahari (Namibia, Botswana, Sudáfrica), zona en la que actualmente se cultiva. Sus tallos son rastreros y pueden alcanzar 1,5 m de longitud. Las hojas son lobadas y en sus axilas aparecen flores solitarias, tubulosas, de color rojo violáceo. Los frutos son cápsulas leñosas recubiertas de espinas ganchudas, de donde proviene el nombre popular de «garra del diablo».
La parte subterránea consta de una raíz principal, que puede superar 1 m de profundidad, de la cual parten raíces secundarias que se extienden en un radio de 1,5 m alrededor de la planta. Estas raíces secundarias presentan engrosamientos tuberosos, cilíndricos o fusiformes, de hasta 25 cm de longitud y 6 cm de diámetro.
La droga (Harpagophyti radix) está constituida por los engrosamientos de las raíces secundarias (tubérculos de las raíces laterales) y se conoce como raíz de harpagofito o harpago, y también como raíz de Windhoek. Esos tubérculos, que en estado fresco pueden alcanzar hasta 500 g de peso, tras la recolección se cortan en rodajas o trozos más pequeños y se desecan. Una vez desecada, la droga tiene color pardo amarillento, es dura y presenta surcos radiales y surcos concéntricos. Su sabor es muy amargo.
Composición química
Sus principales componentes son iridoides heterosídicos (hasta 3%), entre los que destacan el harpagósido, el harpagido y el procúmbido. Acompañan a éstos el 8-O-p-cumaroil-harpágido, el 6'-O-p-cumaroil-procúmbido y el procumbósido. Estos compuestos proporcionan a la droga su característico sabor amargo. La Real Farmacopea Española exige un contenido mínimo del 1,2% de harpagósido.
Otros componentes de la droga son oligosacáridos (estaquiosa, rafinosa, sacarosa), ácido cinámico, ésteres heterosídicos del ácido cafeico (verbascósido, isoacteósido), flavonoides, n-alcanos, esteroles, grasas, ceras, etc.
Acción y utilización
En la medicina tradicional sudafricana, la raíz de harpagofito se utiliza en los trastornos digestivos, como tónico amargo, en hemopatías, como antipirético, como analgésico y en trastornos relacionados con el embarazo.
En la fitoterapia europea, la raíz de harpagofito presenta dos tipos de indicaciones: dolores reumáticos y falta de apetito y dispepsia.
Por lo que se refiere a su actividad analgésica y antiinflamatoria, los extractos de raíz de harpagofito han dado, en general, mejores resultados en modelos animales de inflamación semicrónica que aguda. Algunos ensayos en animales sugieren que, tras administración oral, el paso a través del estómago podría destruir los componentes activos, por lo que sería necesario protegerlos mediante formulaciones gastrorresistentes. Sin embargo, son varios los ensayos clínicos que no corroboran este hecho, por lo que serían convenientes estudios adicionales. No está claro cuáles son los principios responsables de esta actividad, que al menos en parte parece atribuible al harpagósido.
Clínicamente, destacan los buenos resultados obtenidos en artrosis dolorosas y tendinitis. Para estas indicaciones suele emplearse la droga a dosis de 1-3 g, 3 veces al día, en cápsulas o comprimidos, o la cantidad equivalente de sus extractos. Las artrosis requieren un tratamiento prolongado, de 2-3 meses como mínimo.
El uso de la droga como digestivo y para favorecer el apetito se debe a la presencia de los iridoides amargos. En este caso suele emplearse la decocción de la droga (0,5 g, 3 veces al día) o la tintura (1:10, 3 ml, 3 veces al día).
Se trata de una droga generalmente bien tolerada, que puede producir leves trastornos gastrointestinales en personas sensibles, particularmente a dosis elevadas. Está contraindicada en caso de úlcera gástrica o duodenal y no se descartan posibles interacciones con fármacos antiarrítmicos, ya que se ha descrito actividad antiarrítmica de un extracto metanólico en rata.