Hibisco. Hibiscus sabdariffa L. (malváceas)
El hibisco (Hibiscus sabdariffa L.), conocido también como cáñamo de Guinea, acedera de Guinea o karkadé, es una planta herbácea anual, de hasta 4 m de altura, con hojas lobadas. Las flores presentan un cáliz dividido en 5 lóbulos y un calículo con numerosos folíolos. Tras la floración, el cáliz y el calículo toman color rojo y consistencia carnosa.
La droga, denominada flor de hibisco (Hibisci sabdariffae flos), está constituida por el cáliz y el calículo desecados, enteros o fragmentados, recolectados durante el período de fructificación. El cáliz, que mide 2-3,5 cm de longitud, es concrescente y urceolado en su mitad inferior, mientras que la mitad superior se separa en 5 dientes acuminados o recurvados. Los dientes poseen un nervio medio grueso, ligeramente prominente, junto al cual se encuentra una gruesa glándula nectarífera de aproximadamente 1 mm de diámetro. El calículo presenta 8-12 folíolos de 6-15 mm de largo, con la base ancha y el ápice estrecho, adheridos a la base del cáliz. Tanto el cáliz como el calículo son carnosos, secos, friables, de color rojo brillante a violeta oscuro, algo más claro en la base de la cara interna.
La planta se cultiva en muchos países de zonas subtropicales y los principales países productores de la droga son Sudán, Egipto, Tailandia, México y China.
Composición química
En el hibisco destaca su contenido en ácidos orgánicos (15-30%), entre ellos los ácidos cítrico, málico, tartárico y la lactona del ácido (+)-alohidroxicítrico, conocida como ácido hibíscico, que es característico de la droga. La Farmacopea Española prescribe para la droga un mínimo del 13,5% de ácidos (expresados como ácido cítrico).
El color rojo característico de la droga se debe a los antocianos (aproximadamente 1,5%): 3-O-sambubiosil-delfinidina (hibiscina), 3-O-glucosil-delfinidina, delfinidina, 3-O-sambubiosil-cianidina y 3-O-ß-D-glucopiranosil-cianidina.
La droga contiene otros polifenoles, como flavonoides (quercetina, miricetina, hibiscetina, hibiscitrina y 3-O-glucosil-gosipetina) y ácidos fenoles (ácidos protocatétquico, o-coumárico, p-coumárico y ferúlico).
Contiene también polisacáridos mucilaginosos y pectinas, entre los que destaca un ramnogalacturonano, acompañado, en menor proporción, por un arabinogalactano y un arabinano.
Otros componentes son: trazas de aceite esencial (con eugenol) y fitosteroles.
Acción y utilización
Popularmente, la flor de hibisco ha sido utilizada como estimulante del apetito, laxante suave, diurético, para el tratamiento de resfriados y catarros de las vías respiratorias superiores, y caso de trastornos circulatorios. Sin embargo, de acuerdo con la Comisión E del Ministerio de Sanidad alemán, la eficacia de la droga para estas indicaciones no ha sido suficientemente comprobada.
Con todo, existen algunos resultados obtenidos en animales y/o modelos in vitro que demuestran que los extractos de la droga tienen actividad antioxidante y hepatoprotectora. Esta actividad se ha relacionado con los antocianos y con el ácido protocatéquico, sustancia que también ha mostrado actividad antipromotora tumoral e inductora de apoptosis en células leucémicas humanas.
Para el extracto acuoso de la droga se ha descrito acción antihipertensiva tanto en rata como en humanos, mientras que el extracto metanólico ha mostrado actividad espasmolítica.
Los polisacáridos de la droga han mostrado actividad hipocolesterolemiante e hipotrigliceridemiante en rata, y el ácido hibíscico ha mostrado actividad inhibidora de la α-amilasa. Finalmente, la gosipetina ha demostrado actividad antiinflamatoria en rata.
Debido al efecto osmótico de los ácidos orgánicos, difícilmente absorbibles, la flor de hibisco, tomada en grandes cantidades, podría ejercer una acción laxante suave.
Debido a sus características organolépticas, la flor de hibisco se emplea principalmente para la preparación de bebidas refrescantes sin cafeína, y se utiliza frecuentemente como corrector del sabor o como excipiente para mejorar el aspecto en mezclas de drogas para infusión.