La revolución industrial transformó la farmacia y modificó el trabajo de los farmacéuticos. A partir de esa transformación, todo cambió y la farmacia hubo de adecuarse a la nueva situación. Los nostálgicos del ayer se vieron desplazados y los partidarios de la industrialización supieron transformar sus boticas en laboratorios, algunos de los cuales existen todavía. En la actualidad, asistimos a una segunda revolución, la tecnológica, que también está modificando los hábitos de trabajo de los farmacéuticos. Las novísimas tecnologías, las autopistas de la información, el fenómeno Internet, modifican, día a día, el ejercicio profesional en la industria, la distribución y el ámbito asistencial. La gestión de compras, los pedidos, las consultas de atención farmacéutica que solicitan los pacientes, utilizan necesariamente el soporte informático y se realizan a través, en buena parte, del correo electrónico. Paso a paso, a veces de forma imperceptible, se abandonan los hábitos de trabajo a los que estábamos acostumbrados y se sustituyen por nuevos, del mismo modo que las máquinas de escribir han sido reemplazadas por los ordenadores.
La gestión de una farmacia no puede realizarse sin la utilización de las nuevas tecnologías, del mismo modo que la dispensación, no informatizada, pertenece a un pasado que está en fase de rápida extinción. También la información de que dispone el farmacéutico utiliza cada vez más el soporte informático y se obtiene navegando en la red. Internet proporciona al farmacéutico español una información valiosísima, que va desde bases de datos sobre los medicamentos hasta noticias periodísticas a las que se tiene acceso de forma rápida y cómoda. Quienes atendían las consultas de sus pacientes buscando información en un libro, actualmente resuelven la consulta gracias a Internet. Muchos farmacéuticos no son todavía plenamente conscientes de ello, e incluso hay quien pone en duda que es imprescindible tener acceso a los conocimientos farmacéuticos que se almacenan en red. Offarm, a partir de este número de marzo, incorpora una nueva sección, en forma de ficha, La farmacia en la red, que consiste en el comentario de una página web de contenido farmacéutico. Empezamos por la Agencia Española del Medicamento, la institución clave en cuanto a las garantías de seguridad y eficacia exigidas por ley a los medicamentos. La nueva sección familiarizará a los farmacéuticos con el contenido farmacéutico de la red, alentará a los reticentes a usarla y proporcionará información sobre los medicamentos que sólo pueden encontrarse en Internet o a la que sólo puede accederse rápidamente y a un precio irrisorio desde la red. Quienes ya estén familiarizados con Internet encontrarán en la nueva sección una información que, sirviéndoles de referencia, les será también de gran utilidad. La farmacia, aquí y ahora: en la red. *