Bulimia nerviosa
La bulimia nerviosa consiste en ingerir grandes cantidades de alimentos y luego expulsarlos mediante el vómito o el abuso de laxantes. Los laxantes privan al cuerpo de agua y potasio, por lo que su abuso puede ser muy peligroso. Las personas con bulimia suelen deprimirse porque advierten que su forma de comer es anormal. El tratamiento suele abarcar la modificación de la conducta, psicoterapia y, en algunos casos, antidepresivos. La hospitalización puede ser necesaria si el trastorno está fuera de control y hay complicaciones físicas.
Los síntomas son: episodios recurrentes de alimentación compulsiva, vómito que se induce a sí misma la persona o abuso de laxantes, y temor a la obesidad.
Pautas en el uso del termómetro de vidrio
Para un uso correcto del termómetro de vidrio se recomiendan los siguientes pasos:
* Lavar el termómetro con jabón y agua fría o alcohol.
* Sujetarlo con firmeza entre el pulgar y el índice. Sacudir la muñeca hasta que la columna de mercurio marque menos de 37 ºC.
* Medición oral: colocar la punta donde está el bulbo debajo de la lengua. Cerrar la boca y esperar 3 min. Extraerlo y girarlo lentamente hasta que se pueda leer la temperatura.
* Medición axilar: poner la punta en una de las axilas y cruzar los brazos. Esperar 5 min.
* Medición rectal: se usa para los lactantes. Aplicar una pequeña cantidad de vaselina al bulbo del termómetro. Acostar al niño boca abajo. Introducir cuidadosamente el bulbo de 1,25-2,5 cm por el recto. Inmovilizar al niño y al termómetro durante 3 min.
Recomendaciones ante un proceso de congelación
* Calentar gradual y cuidadosamente las áreas congeladas. Si está al aire libre, colocar directamente las manos sobre la piel de las áreas más calientes del cuerpo. Si se congelaron la nariz, orejas o cara, hay que cubrir esas zonas con las manos calientes.
* En caso de ser posible, sumergir las manos en agua con una temperatura apenas mayor que la normal del cuerpo.
* No frotar el área afectada. Bajo ningún concepto frote nieve sobre la piel congelada.
* No fumar. La nicotina es vasoconstrictora y tiende a limitar la circulación de la sangre.
* Si se han congelado los pies, hay que elevarlos después de recalentarlos.
* No utilizar calor directo, por ejemplo mantas térmicas.
* No recalentar un área afectada si es posible que se congele de nuevo.
Señales de advertencia de un ataque cerebral
Si se produce alguna de las siguientes situaciones, llame de inmediato al médico, pues pueden ser señal de un posible ataque cerebral:
* Debilidad repentina o adormecimiento en la cara, el brazo o la pierna de un lado del cuerpo.
* Visión opaca, borrosa o pérdida repentina de ésta, particularmente en un ojo.
* Pérdida del habla o dificultades para hablar o comprender.
* Dolor de cabeza repentino e intenso sin causas aparentes.
* Un mareo inexplicable, inestabilidad o una caída repentina, especialmente si va acompañado de cualquiera de los otros síntomas.
¿Es conveniente la siesta?
La necesidad de una siesta forma parte de nuestro reloj biológico. Es usual que suceda entre las 13.00 y las 16.00 h y se acompaña de un descenso leve de la temperatura corporal.
La siesta no es un sustituto de una noche de sueño reparador. No conviene tomarla en caso de mostrar dificultad para dormir por la noche. Si la siesta produce descanso y no interfiere en el horario de sueño nocturno, se sugiere probar lo siguiente:
* Que sea breve; lo ideal es una duración de 30 min. Las siestas de más de 1 h tienden a obstaculizar el sueño nocturno.
* Tomar la siesta a media tarde. Las siestas en esta parte del día suelen tener efecto físicamente vigorizador.
* Si no es posible tomar la siesta, simplemente reposar.