Pérdida del olfato
El sentido del olfato se inicia en las terminaciones de los nervios olfatorios, situados en la parte superior de la nariz. Estos nervios contienen fibras muy finas y sensibles que transmiten señales del bulbo olfativo al cerebro.
La mayor parte de personas presenta una pérdida temporal del olfato con la aparición de un catarro común. Es habitual que se recupere una vez desaparece la infección.
Cuando desaparecen las sensaciones olfatorias sin causa evidente, el trastorno se conoce como anosmia. Esta última se presenta por fenómenos obstructivos de la nariz o por daño de los nervios. La obstrucción impide que los olores lleguen a las delicadas fibras nerviosas de la nariz. Los pólipos nasales, los tumores, las enfermedades neurológicas o la hinchazón de la mucosa pueden causar obstrucción. Las infecciones virales o nasales crónicas y las alergias pueden dañar los nervios que permiten oler.
Recomendaciones ante una congestión nasal
* Sonarse la nariz de forma periódica y con suavidad en el caso de detectar moco o residuos.
* Inhalar vapor de agua puede hacer fluir el moco y limpiar la cavidad nasal.
* Darse una ducha con agua tibia y sentarse mientras se deja correr el agua.
* Beber líquidos en abundancia.
* Usar gotas nasales de venta sin receta durante no más de 3-4 días.
* Probar el efecto de las gotas de solución salina o suero fisiológico.
* Hacer lavados con frecuencia.
Síntomas del estrés
Físicos
Dolor de cabeza, rechinar de los dientes, sequedad y tensión en la garganta, mandíbula apretada, dolor en el pecho, falta de aire, palpitaciones, hipertensión arterial, dolores musculares, indigestión, estreñimiento o diarrea, sudoración incrementada, manos frías y sudorosas, fatiga, insomnio y enfermedades frecuentes.
Psicológicos
Ansiedad, irritabilidad, sensación de riesgo o problemas inminentes, depresión, pereza mental, pensamientos volátiles, sensación de impotencia, sensación de desesperación, sensación de menor valía, sensación de carencia afectiva, sensación de inseguridad, tristeza, actitud defensiva, ira, hipersensibilidad y apatía.
Comportamiento
Sobrealimentación o inapetencia, impaciencia, tendencia a discutir, tendencia a la postergación, mayor consumo de alcohol o drogas, aumento del tabaquismo, retraimiento o aislamiento, evitar responsabilidades o hacer caso omiso de ellas, rendimiento deficiente en el trabajo, agotamiento, higiene personal deficiente y cambios en las relaciones familiares o íntimas. *
Consejos ante el insomnio
* Diseñar y llevar a cabo una rutina establecida a la hora de ir a dormir.
* Evitar las siestas vespertinas o al anochecer.
* Evitar el ejercicio agotador inmediatamente antes de acostarse. Sin embargo, resulta adecuado el ejercicio moderado unas horas antes de dormir.
* Intentar pensar en las preocupaciones a lo largo del día.
* No llevar materiales de trabajo a la cama.
* Tomar un baño de agua caliente una hora antes de acostarse.
* Beber un vaso de leche fría o tibia.
* Evitar las comidas abundantes y el alcohol poco antes de acostarse.
* Mantener oscuro, tranquilo y fresco el lugar donde se duerme.
* Probar ejercicios de relajación.
* Evitar o disminuir el consumo de estimulantes.
* No fumar antes de acostarse.
* En caso de no poder dormir, conviene levantarse. Permanecer levantado hasta sentir cansancio y entonces regresar a la cama. No hay que modificar la hora de levantarse por la mañana.
* Si el insomnio dura más de una o dos semanas, hay que consultar al médico, que tal vez solicite pruebas que permitan identificar la causa del insomnio.