Prevención en la higiene bucodental
A pesar de que existe una evolución positiva de la salud bucodental en los países más desarrollados, es todavía necesario insistir en la divulgación de lo que es una correcta higiene bucodental. Aún es muy alta la frecuencia de hemorragias gingivales, de sarro y de bolsas periodontales.
La prevención se fundamenta en el conocimiento de los elementos nocivos, los malos hábitos y en el cepillado dental.
El principal elemento nocivo depende de la alimentación:
* Los azúcares refinados, como los que se encuentran en la miel, caramelos, pan y mermelada, aumentan las probabilidades de tener caries.
* Las proteínas, gracias a la presencia de lisina, tienen poder cariostático. Las grasas tienen un poder protector.
* Las vitaminas tienen diferentes efectos: la carencia de vitamina D favorece la caries, la vitamina B6 tiene un efecto beneficioso y la vitamina C no tiene ningún tipo de efecto.
* Los oligoelementos tienen un papel importante en la formación de los dientes. El molibdeno y el vanadio son cariostáticos y tienen actividad anticaries. El flúor aumenta la resistencia del esmalte y su carencia favorece la caries.
Los malos hábitos son normalmente fáciles de eliminar. Hay que procurar una alimentación equilibrada y variada siguiendo las siguientes recomendaciones:
* Evitar los dulces entre las comidas.
* No permitir que el lactante tenga el biberón continuamente en la boca.
* Cuando se toma un jarabe siempre hay que lavarse los dientes.
* Los alimentos que se muerden estimulan la circulación de las encías y hacen una limpieza parcial de los dientes.
El cepillado dental es indispensable para eliminar completamente la placa bacteriana y se debe seguir los siguientes parámetros:
* El cepillo debe cambiarse cada 3 meses o cuando las cerdas empiezan a doblarse.
* No usar un cepillo duro si existe hipersensibilidad bucodental.
* Los cepillos con dos filas están preparados para la limpieza de bolsas periodentales y encías con periodontopatías.
* Los cepillos de tres filas permiten un acceso más fácil a las partes dentales más ocultas. Deben recomendarse a los niños.
* Los cepillos de cuatro filas se adaptan a todas las cavidades bucales. Se reservan a los adultos.
Posición lateral de seguridad
Si nos hallamos ante un herido que ha perdido el conocimiento, hay que colocarlo en lo que se conoce como «posición lateral de seguridad», que impedirá que se ahogue con su propia lengua, un flujo de sangre que afluya a la garganta o vómitos. Gracias a esta posición, cualquier cosa será evacuada por vía bucal.
Sitúese de rodillas ante el herido, del lado hacia el que pretende recostarlo, y comience por volver lentamente hacia usted la cabeza de la víctima. Luego, coloque el brazo más cercano a usted a lo largo del cuerpo, con la mano bajo las nalgas, y el otro doblado sobre su pecho. Cruce la pierna más alejada de usted sobre la más cercana, a la altura de los tobillos. Por fin, dé la vuelta al herido cuidadosamente, pasando una mano bajo su cabeza y agarrando su ropa con la otra mano a la altura de la cadera, a la vez que sostiene su cuerpo con las rodillas para evitar que ruede sobre sí mismo. Doble la pierna y el brazo exteriores del herido a fin de estabilizarle; separe con cuidado el otro brazo y colóquelo paralelo al cuerpo.
El calcio y la edad
La ingesta de calcio debe incrementarse con la edad. Las mujeres deberían consumir 1.000-1.200 mg al día de calcio antes de la menopausia, y después de ésta, 1.200 mg si siguen una terapia hormonal y 1.500 mg si no la siguen.
Los hombres deberían consumir 1.200 mg al día.
Unos 300 mg de calcio equivalen a dos yogures, 30 g de queso gruyer, un cuenco de leche, 100 g de queso camembert, 300 g de queso blanco, 850 g de col o 1 kg de naranjas.
Para asegurar el aporte de calcio necesario para nuestro organismo, se puede seguir la norma de tomar un producto lácteo en cada una de las cuatro comidas.