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Vol. 21. Núm. 3.
Páginas 142-143 (Marzo 2002)
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El consejo farmacéutico
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J. MIR JULIÀa
a Farmacéutico.
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Actuación ante una persona en estado de shock

 

­ Control de los signos vitales. En caso de parada cardiorrespiratoria, se iniciará el soporte vital básico.

­ Tratar las lesiones, si ello es posible.

­ Aflojar todo aquello que oprima al accidentado, con el fin de facilitar la circulación sanguínea.

­ Tranquilizar al herido.

­ Colocar al accidentado tendido con la cabeza más baja que los pies.

­ Evitar la pérdida de calor corporal.

­ Evacuar a la víctima urgentemente, controlando siempre los signos vitales, ya que la tendencia del shock es siempre a empeorar.

 

 

¿Qué hacer ante una sobredosis alcohólica?

 

Si la concentración de alcohol en sangre supera los 3 g/l, el afectado puede entrar en coma y morir por colapso y parada respiratoria. Ante una situación de este tipo hay que conseguir el traslado urgente al hospital. Si la víctima está consciente, se recomienda lo siguiente:

 

­ Hablar con la persona para evitar que se duerma.

­ Controlar las constantes vitales. Es muy importante estar atento al nivel de conciencia y a la respiración, porque son los dos parámetros que se alteran primero.

­ Proporcionar al intoxicado un espacio físico seguro y libre de peligros.

­ Podemos provocar el vómito si no han pasado más de 2 horas desde la ingesta. Esto no elimina el alcohol ya ingerido.

 

Si está inconsciente y mantiene las constantes vitales, hay que poner al paciente en situación lateral de seguridad y estimularlo.

Si está inconsciente y no mantiene las constantes vitales, se ha de realizar el soporte vital básico, además de investigar qué ha tomado.

 

 

El masaje cardíaco

 

Una vez el corazón ha cesado de latir, existe un período de unos 4 minutos antes de que el cerebro deje de recibir riego sanguíneo. En tal caso se producen lesiones irreversibles e incluso la muerte. Por tanto, hay que actuar con gran rapidez:

 

­ Acostar al afectado boca arriba en una superficie dura, y desabrocharle la ropa (cuello, corbata, cinturón) para descomprimir el tórax.

­ Empezar ejerciendo una presión rápida y fuerte sobre la parte inferior del esternón y de las costillas, a la altura del corazón. De esta forma se presiona el corazón hacia la columna vertebral. Al comprimirlo, entre la palma de la mano y los huesos, la sangre sale expulsada de golpe del músculo cardíaco.

­ Al cesar la presión, el corazón se llena otra vez de sangre.

­ Repetir este movimiento varias veces, a intervalos regulares, con el fin de hacer trabajar artificialmente el corazón.

­ Una vez el corazón vuelve a latir por sí mismo, detener el masaje y empezar la respiración artificial.

 

 

Convulsión febril

 

Esta clase de crisis convulsivas afecta generalmente a niños menores de 4 años, ya enfermos, y viene acompañada de una temperatura de 38 ºC o más.

Si los ojos del niño se quedan repentinamente en blanco, se produce pérdida del conocimiento y los miembros y el rostro se ven agitados por espasmos involuntarios, se trata de una crisis convulsiva.

Hay que tumbar al afectado en la posición lateral de seguridad. Después hay que desnudarlo y envolverlo en una toalla húmeda. El médico será quién decidirá si hay que hospitalizarlo.

En el Trópico estas convulsiones son frecuentes y a menudo están ligadas al paludismo o a la meningitis. Hoy existen tratamientos anticonvulsivos preventivos.

 

Golpe de calor

 

En caso de insolación prolongada, aparece la incapacidad del organismo de adaptarse a un aumento de calor. Los mecanismos de termorregulación son insuficientes y se detienen. La prioridad es mandar sangre al cerebro. El golpe de calor es una urgencia que requiere una rápida actuación.

Las causas pueden ser: una insolación prolongada, trabajar en un ambiente con alta humedad y temperatura, o las variaciones bruscas de temperatura.

El afectado normalmente presenta: una piel seca, caliente y enrojecida, alteraciones de la conciencia, un pulso rápido y débil, respiración rápida y superficial, y convulsiones.

Ante una persona en esa situación, hay que trasladarla a un lugar fresco y a la sombra, y refrescarle el cuerpo con compresas mojadas, especialmente en las zonas en las que los grandes vasos circulan próximos a la piel (cuello, pecho, axilas e ingles). Si está consciente, hay que hacerle beber mucha agua fresca. Y tan pronto como sea posible, llevarlo a un centro médico.

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