Hemorragia nasal
Nunca debe inclinarse la cabeza hacia atrás y taponar la nariz con algodón para detener el flujo de sangre.
El afectado deberá sentarse y con un recipiente en las rodillas inclinar la cabeza hacia delante, pellizcando con los dedos la nariz durante unos quince minutos y respirando por la boca.
Si la situación se prolonga más de media hora, es preciso acudir a un servicio médico.
Si la hemorragia ha sido provocada por un golpe o una herida, hay que proceder de otra forma. Aplicar sobre la nariz un cubito de hielo envuelto en un pañuelo. Esto detiene la hemorragia, mientras que pellizcar puede agravarla.
Si la sangre pasa de la nariz a la boca, hay que escupirla, pues tragarla podría provocar vómitos.
Cuando la hemorragia ha cesado, el herido debe evitar tocarse la nariz durante unas horas, a fin de permitir la formación de una costra sólida.
Clasificación de las drogas
De todas las clasificaciones posibles de las sustancias consideradas como drogas, la que resulta más útil es la que las diferencia según su acción sobre el sistema nervioso central (SNC).
Depresores del SNC
Alcohol.
Heroína, morfina y derivados del opio.
Hipnóticos y sedantes.
Ansiolíticos o tranquilizantes.
Disolventes volátiles.
Estimulantes del SNC
Nicotina.
Cafeína.
Cocaína.
Fármacos antidepresivos.
Anfetaminas y derivados.
Éxtasis y drogas de síntesis.
Alucinógenos
Hachís.
Marihuana.
LSD.
Mescalina.
Estramonio.
Prepararse para viajes a zonas tropicales
A continuación se relacionan productos necesarios para prevenir ciertas enfermedades en países tropicales:
Antisépticos intestinales y antidiarreicos.
Antipalúdicos.
Sobres de rehidratación o suero oral, sobre todo si se viaja con niños.
Comprimidos para desinfectar el agua, si es preciso.
Las personas en tratamiento deben llevar consigo una cantidad suficiente de medicamentos según la duración de la estancia, pero, para prevenir su pérdida, es aconsejable llevar también las recetas. Es mejor conservar las medicinas en su envase original, con las indicaciones. Evitar los supositorios (se derriten), los productos a base de éter o alcohol (se evaporan), los envases de vidrio (se rompen) y los jarabes (coagulan).
Hidrocución
La hidrocución, conocida popularmente como «corte de digestión», es una causa frecuente de ahogamiento. La digestión de comidas abundantes o de algunos tipos de alimentos, especialmente los grasos, es lenta y requiere un alto aporte sanguíneo al sistema digestivo. La sangre se concentra en ese sistema, por lo que la musculatura y el cerebro reciben menos. Una entrada brusca en el agua o un ejercicio intenso puede requerir la redistribución de este volumen sanguíneo concentrado en el aparato digestivo. Como consecuencia de ello puede producirse un trastorno leve que origina vómitos, descenso de la tensión e incluso alteraciones de la conciencia.
Los cambios bruscos de temperatura pueden producir los mismos efectos. *
Quemaduras superficiales
Si se sufre una quemadura superficial, lo primero que hay que hacer es poner la zona afectada bajo un chorro de agua fría durante 10 minutos para calmar el dolor. Es probable que al cabo de un rato el dolor vuelva a aparecer con más fuerza y posteriormente se atenúe, a la vez que aparecen una o varias ampollas (flictenas). Estas ampollas blanquecinas contienen plasma sanguíneo sin glóbulos, cuya función es proteger la epidermis.
En caso de quemadura menor, debe dejarse que las ampollas se reabsorban por sí mismas sin efectuar punción alguna. La piel terminará por secarse, apareciendo la nueva epidermis. Este proceso suele tardar aproximadamente una semana.
En caso de quemadura grave, las ampollas pueden ser muy numerosas. Se debe llevar al quemado al servicio médico de urgencia para que le realicen la cura, que puede incluir un proceso de reanimación, pues el exceso de pérdida de plasma puede tener graves consecuencias, sobre todo en niños. *