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Vol. 23. Núm. 7.
Páginas 12-16 (Julio 2004)
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Celebrada en Madrid la LX Reunión Anual de la AESGP
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Eugenia Garrido
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Intervención de José Martínez Olmos.
Participantes en el panel «Cómo alcanzar las prioridades del autocuidado para los próximos 40 años».
De izda. a dcha., Erkki Liikanen, Fernando Puig y Albert Esteve.
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Los expertos consideran que el apoyo político es indispensable para el futuro de las EFP

Intervención de José Martínez Olmos.

Una mayor implicación de los gobiernos en el impulso del mercado de las EFP, un mayor esfuerzo de la industria para incrementar la utilización de las «marcas paraguas», una participación más activa de los farmacéuticos para lograr un auténtico desarrollo del autocuidado responsable y una publicidad orientada a la educación del consumidor sobre los usos y beneficios de estos productos fueron las principales demandas puestas sobre la mesa por los expertos, tanto nacionales como internacionales, participantes en la LX Reunión Anual de la AESGP. Solicitudes que fueron aplaudidas por los numerosos asistentes al encuentro. Ante la pregunta «¿Qué es lo más importante para el futuro del autocuidado?», más de la mitad (61,2%) respondió que lo fundamental es el apoyo político, seguido de la educación sanitaria obligatoria en las escuelas (17,1%), el apoyo de los profesionales de la salud (12,4%) y una mayor innovación farmacéutica (6,2%).

Durante el acto de inauguración, el presidente de la AESGP y vicepresidente de la Asociación para el Autocuidado de la Salud (ANEFP), Albert Esteve, fue el primero en defender esta reclamación, señalando que «una mayor implicación de los Estados miembros en la promoción de las EFP redundaría en importantes beneficios para los sistemas nacionales de salud». «Si el autocuidado de la salud aumenta, podríamos reducir el coste de la atención primaria y, en consecuencia, el gasto del conjunto del sistema sanitario público, liberando recursos para el tratamiento de enfermedades realmente graves», afirmó. Esteve apoyó esta afirmación con la presentación de los resultados de un estudio que indican que un incremento del 5% en la cuota de mercado de las EFP, acompañado de una reducción equiparable en la cuota de los medicamentos con receta para síntomas menores, permitiría a los sistemas públicos de salud europeos ahorrar 16.000 millones de euros. La estimación de ahorro del presidente de la AESGP, sin embargo, va más allá, pues considera que ese cambio del 5% en la situación actual del gasto farmacéutico es una estimación conservadora, ya que sólo refleja un tercio del valor potencial del autocuidado en los países europeos donde este sector está más desarrollado.

Los representantes de la industria española y europea del autocuidado de la salud cruzaron sus opiniones con los responsables de la Administración española y comunitaria.

Mensaje recibido

El director general de Farmacia, José Martínez Olmos, recogió estos planteamientos afirmando que «el nuevo Gobierno tendrá una especial sensibilidad hacia el desarrollo de las EFP» dentro de sus planes para la mejora del sistema sanitario. A su juicio, la mejora de la calidad de la asistencia pasa por fomentar el autocuidado responsable. Así, Martínez Olmos, que vinculó el impulso de las EFP con una mejora de la calidad y no al control del gasto sanitario, apostó por fomentar el valor del autocuidado eficaz a través de la información y reconoció el papel central de las autoridades sanitarias en esta materia.

A esta declaración de intenciones se sumó la del subsecretario de Sanidad y Consumo, Fernando Puig de la Bellacasa, quien afirmó que el mercado de la EFP «debe pasar por la minimización de los riesgos para el ciudadano». «La automedicación no siempre es responsable, por lo que corresponde a las autoridades sanitarias garantizar la calidad, la seguridad y la eficacia de los fármacos sin receta, así como asegurarnos de que el consumidor recibe la información adecuada», apuntó. Desde esta perspectiva, para lograr un auténtico desarrollo del autocuidado responsable, el subsecretario de Sanidad mostró su apuesta por la participación activa de los farmacéuticos. «La intervención de un profesional sanitario cualificado debe marcar la diferencia entre la automedicación y el autocuidado responsable», explicó, e insistió en que «el papel del farmacéutico va más allá del consejo y la supervisión».

Esta idea fue también defendida por el presidente de la Asociación Nacional Italiana de la Industria del Autocuidado (ANIFA), Angelo Zanibelli, quien señaló que los elementos clave para comunicar eficazmente el valor de las EFP son las campañas de información, las marcas, el etiquetado y la publicidad. Estos elementos están regulados por la legislación comunitaria, aunque existen diferencias relevantes entre los distintos Estados miembros. Por este motivo, Zanibelli defendió la armonización de las normas relativas a las EFP dentro de la UE e insistió en que «las instituciones europeas deberían comprometerse más en el apoyo al autocuidado de la salud, dado que cumple con las exigencias comunitarias de una mayor implicación del ciudadano en el cuidado de su salud».

Respecto a las medidas a adoptar por los responsables de la política sanitaria, el director general de Boots Healthcare International, Paul Stoneham, criticó el modelo de distribución de productos farmacéuticos que actualmente tienen países como España o Italia, que, en su opinión, «no favorecen la concienciación del consumidor ni la investigación». Para Stoneham, en Europa hay actualmente demasiadas barreras, como el entorno legislativo, los intereses creados dentro de la industria farmacéutica y «la visión que tienen los profesionales sanitarios respecto al autocuidado de la salud».

La industria

Para los expertos reunidos en torno a este encuentro, el hecho de que el coste de la atención sanitaria esté muy por encima de los recursos disponibles en todas las regiones, hace que las EFP formen parte de la solución a este problema. Sin embargo, no es menos evidente, como matizó el presidente de la División de Fármacos de Consumo y Productos Nutricionales de Johnson & Johnson, Brian Perkins, que la acción no debe corresponder sólo a los gobiernos. «Son las autoridades las que tienen que dar los pasos más importantes, pero la industria no puede quedarse quieta, tiene que actuar y dialogar para defender un cambio en la situación actual del mercado de las EFP».

En este sentido, entre las recomendaciones para una política del autocuidado de la salud eficaz y como uno de los retos de sector de las EFP de cara al futuro, tanto Albert Esteve como el director general de la AESGP, Hubertus Cranz, destacaron la adopción de mecanismos de autorización más eficientes y el cambio del estatuto de los medicamentos con receta a fármacos sin receta, y todo ello a través de procesos más transparentes. Para Perkins, la mayor notoriedad de los medicamentos sin receta «provoca más concienciación entre los consumidores, lo que los hace más responsables sobre su propia salud».

Las «marcas paraguas» también fueron presentadas como otra de las herramientas útiles para lograr una automedicación responsable. Éstas fueron defendidas por Cranz por su utilidad para crear confianza y seguridad en los pacientes, postura a la que se sumó el vicepresidente ejecutivo de la División de Productos de Consumo de Bayer Healthcare en Europa, Humberto Filippi. Para ambos ponentes, son instrumentos necesarios para transmitir al consumidor el valor real del autocuidado de la salud, en tanto que «aportan más calidad, orientación y confianza a los productos gracias a la identificación que se produce».

Por este motivo, Filippi lamentó que la situación en Europa no haya mejorado en los últimos años, pues la utilización de las «marcas paraguas» es algo que no es posible en todos los países de la UE. Y ello a pesar de que, según explicó Albert Esteve, «la legislación europea no pone limitaciones al uso de la misma marca, siempre y cuando no se genere confusión ni riesgo para el consumidor». «Incluso hay una directriz europea que autoriza que los medicamentos con receta que pasen a EFP conserven la misma marca», añadió. Por este motivo, el presidente de la AESGP reclamó que esta posibilidad sea igualmente válida en toda la UE.

Participantes en el panel «Cómo alcanzar las prioridades del autocuidado para los próximos 40 años».

Publicidad

Durante el encuentro también se puso de manifiesto la importancia de la publicidad como herramienta para garantizar una correcta información de los consumidores ante el autocuidado de la salud. El vicepresidente de Productos Farmacéuticos y Salud Personal de Procter & Gamble, Han van Zoonen, recordó que «un autocuidado eficaz requiere un consumidor más concienciado y mejor informado, y en esa necesidad de información desempeñan un papel clave los profesionales de la salud y la industria, a través de la publicidad».

Para el vicepresidente de Asuntos Legales y Científicos de la Asociación de Productos Sanitarios de Consumo (CHPA), el estadounidense Douglas Bierer, «la publicidad de las EFP debe servir para educar al consumidor sobre los usos y beneficios de los productos, su selección adecuada y sus mecanismos de acción». Opinión compartida por la mayor parte de los expertos reunidos en torno al panel de discusión «Cómo alcanzar las prioridades del autocuidado para los próximos 40 años», que coincidieron en señalar que la publicidad es una parte de la información que ha de ser correcta, justa, honesta, certera y equilibrada, pero que no engloba toda la información que ha de tener el paciente para el autocuidado de su salud. En este sentido, como indicó Bierer, «debe ser sólo un componente más de unos planes de comunicación generales». Un componente que, según explicó Bierer, «difiere del empleado para otros productos de consumo por cuanto debe informar claramente sobre el uso correcto y ser objetivo». Por ello, este experto defendió el papel de los organismos de autocontrol de la publicidad en el sector farmacéutico y puso como ejemplo el caso de Estados Unidos, donde existen hasta cuatro niveles de control integrados por la propia industria, medios de comunicación, asociaciones de consumidores y la Comisión Federal de Comercio.

Respecto a la comunicación, también la mayoría de los asistentes demandó que los prospectos de los fármacos fueran más fácilmente comprensibles para el consumidor. Asimismo, apuntaron que no es sólo importante conocer la indicación del medicamento, sino también las demás opciones farmacológicas. En este sentido, algunos de los expertos pidieron que el médico informe al paciente sobre los fármacos EFP.

Al final, la reunión se clausuró con cierto sabor a optimismo. Según el subsecretario de Sanidad, «el sector de las EFP en España seguirá creciendo y se acercará a la media europea». Para Puig de la Bellacasa, el crecimiento obedecerá principalmente a la tendencia de los ciudadanos españoles «a querer saber más sobre su salud y sobre cómo cuidarla».

La publicidad debe servir para educar al consumidor sobre los usos y beneficios de los productos

DOUGLAS BIERER

Con el lema «Autocuidado de la salud en una Europa ampliada: más beneficios para más personas», la Asociación Europea de la Industria del Autocuidado de la Salud (AESGP) celebró en Madrid (2-4 de junio) su LX Reunión Anual. Representantes de la industria farmacéutica, la Administración sanitaria, el Parlamento y la Comisión de la Unión Europea, la docencia y las asociaciones de consumidores expusieron sus puntos de vista sobre los avances logrados en el ámbito de las EFP y los retos a los que se enfrentará el sector en los próximos años.

El nuevo Gobierno tendrá una especial sensibilidad hacia el desarrollo de las EFP

JOSÉ MARTÍNEZ OLMOS

Información y confianza

De izda. a dcha., Erkki Liikanen, Fernando Puig y Albert Esteve.

Los representantes del sector del autocuidado de la salud pidieron a los países de la UE que no pusieran obstáculos a la adopción de la nueva legislación comunitaria sobre el sector farmacéutico, y que su trascripción de la normativa europea sea lo más fiel posible al espíritu del nuevo código. Albert Esteve abordó los que, a su juicio, son algunos de los aspectos más positivos de esta normativa: el proceso centralizado de aprobación a través de la Agencia Europea del Medicamento, con validez para todo el territorio de la UE, así como los incentivos para el cambio de estatuto de un medicamento con receta a EFP. Sin embargo, también mostró su disconformidad con algunos puntos: calificó de insuficiente el período de un año de protección de datos y propuso seguir el modelo estadounidense, cuyo período de exclusividad es de 3 años, y demandó una redefinición del concepto de autocuidado que permita incluir el tratamiento de determinadas enfermedades crónicas y no sólo a dolencias menores.

Ante este panorama, en el que, según Esteve, a pesar de las críticas, la situación del mercado e las EFP es «mejor que nunca», el comisario europeo de Empresa e Innovación, Erkki Liikanen, aseguró que «el objetivo de la nueva legislación europea para el sector farmacéutico es dotar de la mayor importancia posible a las EFP». Sin embargo, Liikanen reconoció que el autocuidado de la salud sólo tendrá éxito «si se obtiene la confianza de los consumidores y de los profesionales sanitarios». Para el comisario europeo, esa confianza depende de la información, que actualmente está en manos casi exclusivamente de la industria farmacéutica. Así, reconoció que uno de los propósitos de la UE de cara al futuro será estudiar la cuestión de la información en relación con las EFP y, especialmente, la publicidad a través de Internet, para la que se necesita «una solución creíble y eficaz».

El objetivo de la nueva legislación europea para el sector farmacéutico es dotar de la mayor importancia posible a las EFP

ERKKI LIIKANEN

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