Análisis sobre los hábitos de automedicación
Periódicamente aparecen publicados diferentes artículos que hablan sobre los beneficios o sobre las consecuencias negativas que tiene la automedicación en la población.
Además, el término automedicación, en muchas ocasiones, se utiliza incorrectamente por los usuarios de la prensa (y, a veces, por los propios profesionales de la salud) y se confunde con la indicación farmacéutica o con terapias alternativas.
Debemos recordar que la automedicación se corresponde únicamente con el inicio de un tratamiento con medicamentos por parte del paciente, por propia iniciativa, sin prescripción médica y sin haber consultado al farmacéutico.
Los farmacéuticos deben contribuir a que la automedicación se posicione en su justo lugar dentro de la atención sanitaria y, en particular, de la atención farmacéutica que se presta a la sociedad.
UTILIDAD
Es indispensable conocer los hábitos de automedicación que tienen los usuarios que frecuentan la oficina de farmacia. En este artículo se plantea un método sencillo para analizarlos. En función de los resultados que se obtengan se deberá incidir en los aspectos principales para informar y educar convenientemente a los clientes para que practiquen una automedicación responsable.
OBJETIVOS: ¿POR QUÉ ME PLANTEO HACER ESTE ANÁLISIS?
* Para analizar la práctica de la automedicación que siguen los usuarios de la farmacia.
* Para evaluar la actuación del farmacéutico para derivar una automedicación irracional hacia una opción terapéutica correcta o la consulta médica.
METODOLOGÍA: ¿CÓMO PUEDO PONER EN PRÁCTICA ESTA ACTIVIDAD?
Se deberán analizar todas las solicitudes de medicamentos para automedicación que se tengan en la farmacia durante al menos un mes y referenciarlas respecto al número total de dispensaciones realizadas durante el mismo período.
Se recogerá información de todos aquellos fármacos que son solicitados sin receta, la necesiten o no, para ser dispensados.
Para poder establecer el perfil del usuario que se automedica, se recogerán los datos de grupo de edad y sexo; también se anotará el nombre del medicamento, grupo farmacológico y origen de la automedicación (anterior prescripción médica, anterior indicación farmacéutica, publicidad, consejo familiar, continuación de un tratamiento).
En caso de que la automedicación se pretenda hacer con un medicamento que requiere receta médica y el usuario no justifique una continuación de tratamiento, el farmacéutico debe proporcionar la información necesaria para disuadir al usuario de la pretendida automedicación irracional. El farmacéutico debe ofrecer al usuario una alternativa terapéutica eficaz y segura o bien derivarlo hacia la consulta médica en los casos que se aprecie la necesidad de un diagnóstico preciso. También será necesario recoger toda esta información, por lo que es conveniente diseñar una hoja similar a la de la tabla 1.
RESULTADOS: ¿QUÉ DEBO TENER EN CUENTA DESPUÉS DE REGISTRAR LOS DATOS?
Al finalizar el estudio se deberá conocer el porcentaje de solicitudes de automedicación frente al total de dispensaciones diarias que se realizan en la farmacia. También conoceremos el perfil de aquellos clientes de la farmacia que se automedican con mayor frecuencia, cuáles son los medicamentos más solicitados para automedicación y cuáles de ellos son realmente dispensables sin receta médica.
Del análisis de resultados conoceremos qué porcentaje de automedicación solicitada se corresponde con criterios de uso racional de medicamento y en qué ocasiones el farmacéutico ha tenido que intervenir para evitar posibles problemas relacionados con la medicación. Asimismo, podremos establecer en cuántas ocasiones la intervención del farmacéutico se ha correspondido con la aceptación por parte del usuario.
DISCUSIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS: ¿QUÉ HE APRENDIDO DESPUÉS DE LA REALIZACIÓN DEL ESTUDIO?
La realización de un estudio personal sobre los hábitos de automedicación de los clientes de una farmacia permite dirigir las actuaciones del farmacéutico hacia el modelo de información/educación que sea más adecuado en función de sus características personales --edad, sexo-- y los medicamentos más demandados. Este análisis permitirá decidir cuándo se deben realizar folletos informativos sobre los motivos de automedicación más habituales, e incidir en las opciones terapéuticas más idóneas. Asimismo, se podrían instrumentar sesiones formativas a la población sobre la automedicación responsable y sus límites